23-Primero tú y luego el mundo
—¿Me amas? —ella aparta su mirada— Scarlett, mírame —ella voltea el rostro a verla con los ojos enrojecidos de tanto llorar— no iré a ningún lado y no pienso morirme, tu amigo te largó la bomba, pero no debió hacerlo y más sin siquiera explicar quién es la persona que está muriéndose.
—¿No te estás muriendo?
—De amor por ti si, pero no físicamente. Yo no soy quién está muriendo, mi amor —Toma sus nudillos y los besa—. Ven vamos te haré un café y te lo explico.
—Estaré borracha, pero no idiota, todavía me acuerdo de que te ví besándote con ella —Se ríe ante su comentario—. Si te causa tanta gracia me voy, y vuelvo cuando podamos hablar seriamente.
Trata de caminar y parecer seria, pero ¿A quién engaña? Sigue un poco mareada y algo ebria. Se toma de la tina intentado levantarse pero el esfuerzo le dan ganas de vomitar.
—Está bien, perdón, no me estoy riendo de ti —le ayuda a levantarse, la ayuda a vestirse, le seca el pelo y la abraza fuerte, primero Scarlett le corresponde el abrazo y luego la aparta.
—Tenemos que hablar —dice levantándose dejando a Atenea sentada en la orilla de la cama.
—Haré café y nos sentaremos a hablar —prepara café y ve a Scarlett sentada al borde de las lágrimas. Pone una taza frente a ella, toma su mano pero esta la aparta—. Scarlett para hablar mírame a los ojos por favor —ella voltea lentamente a verla— Samantha se está muriendo tiene cáncer terminal.
—¿Y qué tienes que ver tú con todo eso?
—Es algo bastante complicado de explicar, ella está embarazada... —su novia es impaciente y sigue sin entender a dónde va la conversación— si aborta y se hace el tratamiento solo podrá llegar a durar unos meses más, sino aborta y sigue con el embarazo no aseguran que el bebé llegue a termino y quizás la vida de los dos corra peligro.
—Sigo sin entender a dónde vas con todo esto —se cruza de brazos.
—Ella quiere que yo me haga cargo de su hijo.
—¡¿Qué?! ¿Y el padre del bebé? —ella se queda en silencio mirándola— Es Noah ¿Verdad?
—Noah no quiere que ella muera, quiere que saquen al bebé a los 6 meses o 7 como mucho y que ella haga el tratamiento, Samantha no quiere hacer el tratamiento.
—Noah es el padre... —afirma con la cabeza procesando todo— ¿Por qué ella te buscó a ti?
—No lo sé.
—¿Por eso la besaste? ¿Quieres estar con ella, por todo lo que está pasando? Me vas a dejar para...
—Yo no la besé, lo hizo ella y la aparté, es más me dio nuestra alianza y la deje de nuevo, no se la quería recibir. Cuando te fuiste del hospital corriendo, hable con ella y fui muy clara.
Flashback
Atenea corre detrás de Scarlett intentando alcanzarla luego de que ella saliera corriendo, pero Samantha hizo el intento de que se quedara con ella.
Samantha corre detrás de Atenea y ella detrás de Scarlett.
—¡Scarlett! No te vayas —llega corriendo al taxi que se la lleva pero no logra llegar a detenerla.
—¡Atenea! —grita su nombre la doctora a su espalda.
—¡Ya basta Samantha! mirá no hay nadie corriendo detrás detrás de ti, yo la elegí a ella y la sigo eligiendo porque la amo y estoy enamorada de ella.
—Pero podríamos...
—No, tuviste tu oportunidad, estuvimos juntas y la cagaste. Nuestra relación no funcionó.
—Yo jamás te olvidé, intenté comunicarme contigo tantas veces, arreglar las cosas.
—Yo si pude olvidarte —sus ojos se llenaron de lágrimas— me destruiste Samantha, y aunque me costó logré pasar página, cuando la conocí a ella entendí cuanto la amo y que el amor tiene que ser así de bonito, así se recíproco y fluido.
—Estoy sola Atenea, no tengo a nadie, solo me quedan tú y este bebé, todos nuestros amigos me dieron la espalda mi familia también.
—Esa son las consecuencias de tus actos —comenzó a caminar de vuelta al hospital—. No es mi culpa, pero si no separas y entiendes que tú y yo juntas de nuevo no va a suceder, serás solo tú y el bebé.
—¿Dejarías a este bebé desahuciado?
—Hazme elegír entre ella y el mundo y sin dudarlo sacrificaré al mundo por ella. Ahora debo ir a buscarla, ya que no estoy dispuesta a perderla.
—Es una mocosa.
—Como el padre del bebé con el que te metiste. Y ella es mi mocosa y yo soy suya también.
Fin del flashback
—¿Por qué no me dijiste de esto antes?
—Por miedo a perderte, porque si hay una mínima posibilidad de que te pueda perder, prefiero dejar lo que sea con tal de que eso no suceda.
—¿Qué harás? ¿Noah no quiere hacerse cargo del niño? ¿Qué hay de la familia de ella?
—Noah firmo un acuerdo de consentimiento, él no puede hacerse cargo de ese bebé y tampoco quiere, tiene su carrera que quiere terminar. Ella tiene un hermano con el que no se habla y yo podría darle un futuro mejor.
—¿Cómo nos deja eso a nosotras? —lagrimas caen por sus mejillas que Atenea seca sin que ella se rehuse.
—No puedo pedirte que cries a un bebé conmigo, mi amor. Estás por terminar tu carrera y estoy segura de que serás una gran abogada... Pero yo estoy dispuesta a dejarlo todo por ti.
—¿Le darías la espalda a un bebé por mí?
—Le daría la espalda al mundo por ti.
—Pero es solo un bebé, lo correcto sería...
—Lo correcto es que sea feliz y tú eres mi felicidad, eres mi elección, a ti primero y luego el resto —se arrodilla entre sus piernas y le seca las lágrimas— ¿En qué piensas mi amor? —besa sus manos.
—En que no le pusiste azúcar al café y está horrible —Atenea lo prueba y comienzan a reír las dos.
—¿Aún así te lo tomaste?
—Me lo hiciste tú... —la mayor se para y abraza a la menor, suspirando de alivio entre sus brazos.
—No quiero que Samantha esté cerca tuyo...
—Hecho.
—A menos que sea absolutamente necesario por el bebé —Atenea se separa y la observa—. Ese niño te necesita, nos necesita, no tiene la culpa de lo que su sea madre, aparte ni siquiera sabemos si va a sobrevivir de todas maneras —La peli castaña se sienta.
—Ven amor —sienta a la pelinegra en sus piernas— ¿Estás segura? Yo voy a cumplir 33 años, tengo mi carrera, la firma y ser madre no es que me emociona, o algo que tenía planeado, pero no quiero presionarte a acompañarme en esto y si tengo que elegir entre... —La calla con un beso.
—No me quedan dudas de que me elegirías por sobre todo, pero tal vez este niño nos ha elegido a nosotras, quienes sabemos lo que es quedarse solas sin tener a nadie. Sé de primera mano lo colapsado que está el sistema y lo que puede pasar si cae en las manos equivocadas, no dejaré que algo así le suceda a ese niño. Tendré que hablar con Noah también.
—Está bien, no puedo creer que tenga a la mejor novia conmigo, soy muy afortunada ¿Puedo pedirte algo?
—Lo que quieras.
—Cuando tengamos un problema, no salgas corriendo, quédate por favor y busquemos la solución juntas.
—Tienes razón, debe ser mi instinto de huida que sigue latente, perdón, es algo que voy a cambiar te lo prometo, supongo que después de todo si soy una mocosa.
—Si lo eres —la besa—, pero así te amo —Sus ojos se abren grandes—, sí, Scarlett te amo, lo dije —La besa.
—Yo también te amo, te amo tanto, tanto, que me asusta perderte y siento que no lo soportaría.
Atenea la observa, delineando con sus dedos las facciones de su rostro, perdiendose en el color favorito del azul de sus ojos. La acaricia suavemente, luego se levantan y caminan a la habitación con las manos entrelazadas, acostadas la abraza por la espalda besando su cuello, su hombro y repitiendole cuanto la ama, y todo lo que le gusta de ella.
Se quedan dormidas aún abrazadas. En el madrugada Scarlett se da vuelta quedando frente a frente, se acomoda en su pecho y escuchando los latidos del corazón de su novia que laten por ella, se queda dormida tranquila nuevamente.
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