Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1 No son mis mamás

—¿Qué haces aquí?

—Sabía que estarías aquí.

—¿Les has dicho dónde éstoy?

—No, ellas no lo saben.

Alma se sienta a mi lado en silencio, este es el único lugar en el cual paradójicamente me siento en paz. Nos sentamos a los pies de su tumba, arranco las malas hierbas con las manos y solo miro su nombre en la lápida, aún no puedo creer que hayan pasado cinco meses desde su muerte

—Ellas están preocupadas, te están buscando.

—Por qué, ni siquiera soy su hijo. No somos sus hijos Alma, no biológicamente. Ellas tienen sus propios hijos, nosotros fuimos una especie de ensayo para el modelo definitivo.

—Sabes muy bien que no es así.

—Sabes que ellas y nosotros no nos parecemos en nada —la miro pero ella no me mira—. Tienes el cabello castaño y ojos marrones, yo soy rubio y tengo ojos celestes, pero sus hijos se les parecen.

—Tambien somos sus hijos. No importa que no compartamos genes, ellas son nuestras mamás. Nos aman, nos han criado y han peleado por nosotros...

—Voy conocer a Noah —le suelto— lo contacté hace un mes, ellas dijeron que si cuándo fuera mayor quería hablar con él, no iban a oponerse y quiero conocerlo. Voy a reunirme con él en una hora en una cafetería en el centro, les acabo de avisar que estoy bien. No les digas a dónde estoy.

Me levanto sacudiendome la ropa, la ayudo a pararse y ella hace lo mismo. Mira su lápida una vez más, antes de hablarme de nuevo.

—Yo también lo extraño, pero si él viera de la forma que tratas a las mamás, sobre todo a Atenea se levantaría de la tumba y te golpearía.

—Pero está muerto y me quedé solo —le doy la espalda.

—Valen —freno— que ni siquiera te acuerdes de mí en esa afirmación, duele. A veces actúas cómo un verdadero idiota y otras veces cómo ahora, la actuación te consume y te transformas en uno. George también era mi abuelo y también lo amaba, y él a nosotros, tampoco llevaba nuestra sangre y eso no lo hace menos abuelo. ¿Porqué te importa tanto que nuestras madres no nos hayan parido? nos dieron una familia ¿Porqué las lástimas así?

—Por que nunca me he sentido parte de esta familia y ese es exactamente el vacío que tengo. Necesito respuestas Al. Siempre sentí que no pertenecía ningún lado ni a nadie.

—Pero ten en cuenta que es lo que tú sentías, no lo que ellas te han hecho sentir, jamás han hecho diferencia entre ellos y nosotros, a los cuatro nos han tratado igual y en este momento eres injusto.

Alma se sube su moto, por la cual sacó el gusto cómo mami Scarlett y se marcha. Suspiro y me monto en el Uber, veo las llamadas perdidas de ambas en el teléfono y decido llamarles.

—Hola.

—Valentin ¿Dónde estás? —dice Atenea.

—Tengo que hacer unas cosas antes.

—Valen —se escucha a Atenea titubear y otra voz se escucha al teléfono— ¡vuelve ahora mismo a casa! —me quedo callado, sé que Scarlett es la más impulsiva de las dos— ¡Valentín!

—Te escuché la primera vez. Le acabo de decir a Atenea que volveré en un rato.

—¿Atenea? —ella suena ofendida.

—Necesito respuestas y las tendré Scarlett ¡Dijeron que no iban a oponerse! ¡¿porqué hacen todo tan difícil?!

—Porque seguimos siendo tus madres, siegues siendo nuestro hijo, te amamos y estamos preocupadas por ti.

—¡Ni siquiera nos parecemos o llevamos la misma sangre! —se hace un silencio de ambos lados de la línea.

—Haberte amado y criado durante dieciocho años ¿No nos convierte aún en tus madres?

—Un papel de adopción no cambia que no sea su hijo biológico.

—No, no lo cambia. Pero aún sin ninguna de las dos haberte parido te amamos y eres tan hijo nuestro cómo cualquiera de tus tres hermanos —algo en mi pecho se estruja y me quedo callado llorando—. Solo vuelve a casa Valentín, por favor —su voz se quiebra—, has lo que tengas que hacer y vuelve.

—Está bien mamá.

—Te amamos hijo —dice Atenea y corto.

Lloro cómo un niño, no sé porqué me siento tan indefenso y pequeño, también vacío. Solo quiero respuestas, las necesito ¿Porqué me abandonó? ¿Porqué Sam me entregó a ellas ciegamente? No es que hicieran un mal trabajo, es solo que siento un hueco en mi interior que solo ha ido creciendo a través del tiempo. Sam no está, entonces a ella no puedo preguntarle, luego descubrí que no se hablaba mucho con mi tío y abuelos para preguntarles cosas, siento que el último tiempo de mi madre biológica con vida, no la conocía nadie.

Llego al café y lo veo sentado, me dijo que llevaría un polouver verde militar, viéndolo en persona siento que me parezco también a él.

—Hola Noah —le estrecho la mano.

—Valentín.

Él me estrecha la mano con una sonrisa, yo me mantengo serio. Pensé que verlo, que estar en contacto con él sería un poco más emotivo o despertaría sensaciones afectuosas en mí, pero no siento nada, es cómo ver a cualquier persona.

—Siéntate por favor —me señala la silla frente a él—. Te pareces bastante a ella ¿Cómo están tus mamás? ¿Ellas saben que estás aquí? —mira nervioso a todos lados.

—Ellas saben que necesito respuestas. Necesito ser directo y creo que esto nos va a llevar algo de tiempo.

—Claro, claro —se relaja, veo su anillo de casado esta vez en persona y no por fotos—. Tienes que volver a casa y yo a la mía, también me esperan.

—Tienes que volver con tu esposa —él asiente— y tus hijas —él se tensa—. Por qué ellas sí y yo no. Por qué me abandonaste Noah ¿Tan fácil fue para ti renunciar a mí?

Él borra su sonrisa, agacha su cabeza y se queda callado dándole vueltas a su alianza, está nervioso, lo sé porque mamá Atenea hace lo mismo. Sube la cabeza pero no me mira, hay vergüenza en su expresión, finalmente el pasado ha vuelto para pedirle explicaciones y no me iré de aquí hasta que quede satisfecho y me haya dicho todo.

—Yo sabía que este día llegaría y no espero que me perdones por lo que hice hijo.

—No.Soy.Tu.Hijo —le escupo con rabia y el traga despacio.

—Tines razón eres hijo de ellas. Le avisaré a mi esposa que no iré a almorzar —manda un mensaje—. Verás Valentín...

El cielo está nublado hoy, hasta el sol se ha ocultado de mí. Él comienza a hablar y a explicarme, yo solo soy un oyente, me contengo cómo puedo mientras trato de entender sus razones, me siento aún más hueco a medida que su explicación avanza. Pero este vacío no es de hoy, de ayer o de hace una semana, caí en la cuenta de que llevo sintiéndome así, años, quizás la mayor parte de mi vida, aunque el click definitivo lo hice hace unos meses y desde ese momento nada fue igual. Aún recuerdo aquel día era uno muy parecido a este, mi momento de canónico también amaneció nublado y frío.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro