El rescate del kazekage de la arena había sido todo un éxito, el equipo 7 junto a goku habían regresado a la arena como los héroes de esta, ya que gracias a ellos, uno de los más queridos líderes de la aldea oculta entre la arena había sido rescatado salvo y sano, además de traer a su villa al ninja renegado, Sasori de la arena roja, el cual quedo en custodia de los ninjas de la arena, encerrado de por vida en una cárcel de máxima seguridad, aunque según se entiende se le otorgaba el beneficio de visitas, por una de las ex kunoichis de la arena, la señora chiyo, abuela de Sasori.

A esta señora de edad, gracias a sus suplicas y ex posición como consejera de los anteriores kages, el pelirrojo gaara dejo que esta visitara a su antiguo nieto, al cual no le importo en lo más mínimo la visita de su abuela, la cual le pidió explicaciones sobre su actuar, a lo que este no respondió ante ella ni ante nadie. No había forma de sacar una palabra de él, pero ahora que ya se encontraba en custodia, la arena haría el intento de hacerlo hablar, ellos tenían todo el tiempo del mundo. Como dijo el mismo Sasori, una obra de arte es la que perdura en el tiempo, el cual ahora está en su contra.

Ya la aldea se haría cargo de sus problemas internos, mientras que por otro lado, los son y ninjas de la hoja ya se encontraban listos para partir de nueva cuenta a la aldea de la hoja, además de que el propio gaara se encontraba en la entrada de la arena para despedir a sus héroes, aunque estos llevaban algo cada uno como recuerdo de la arena.

Goku y kakashi llevaban joyas para sus esposas correspondientes, para goku era muy confusa la relación de las mujeres y estas piedras preciosas, pero si ellas se alegraban al recibir estas, pues a él también lo hacía feliz. Por el lado de kakashi, este sabía los gustos de su esposa en joyas y cada vez que podía, le llevaba una muñequera de plata, collares de ambar o algún anillo con una incrustación de rubíes, a lo cual hacia tan feliz al peli plata que no se sacaba a la pelirrubia en toda la noche. Kakashi era el marido ideal para el androide.

Por otro lado, sasuke y Sakura lucían un par de collares de color dorado, los cuales tenían la forma de un corazón partido en dos, al cual luego de juntarse los dos, se hacía un corazón completo, esta demás decir que esto representaba que los dos tenían una parte del corazón del otro, esto como el gesto de amor entre el uchiha y la haruno.

Por su parte, le rubio uzumaki, llevaba en sus manos un paquete de color blanco de un tamaño considerable, el cual era adornado por un listón rojo en forma de moño. De este desprendía un olor muy agradable en el ambiente, a lo que atraía la atención de todos los presentes, quienes estaban curiosos por saber que traía ahí naruto.

-oye naruto, me he estado preguntando, ¿Qué traes en ese paquete? Huele muy delicioso- decía el sayayin mestizo, el cual tenía un hilillo de saliva de su boca, mientras apuntaba al paquete del uzumaki. Naruto de un momento a otro, oculto sobreprotectoramente con el ceño fruncido en su rostro.

-son pastelillos de canela para hinata, solo para ella- decía naruto con seriedad, mientras que daba un par de pasos atrás, alejándose de su hambriento padre, el cual avanzo los pasos que naruto había retrocedido.

-ohh, no te importaría darme uno- decía goku moviendo sus manos maliciosamente a lo que naruto entro en su estado de cuatro colas, mientras le rugía a su padre.

-consigue los tuyos- exclamo naruto el cual le dio un rugido a su padre, el cual comenzaba a tratar de quitarles los pastelillos de canela a naruto, pero este lo esquivaba con gran velocidad, mientras que los presentes veían esto con una gran gota de sudor en sus cabezas.

-¿es normal que eso pase?- decía el hermano mayor de gaara, apuntando con un rostro de sorpresa en su rostro, a lo cual kakashi, Sakura y sasuke dio un ligero suspiro, mientras movían sus manos.

-es mejor que no lo sepas- decía Sakura con una sonrisa nerviosa en su rostro, a lo cual kakuro se limitó a quedarse en silencio. Por otra parte, gaara tenía una leve sonrisa en su cara al ver a padre e hijo comportarse de esa manera.

-señor goku, naruto!- dijo en voz alta el kazekage, el cual llamo la atención de los hombres mencionados, a lo que naruto volteo junto a goku a ver al pelirrojo, estos en una posición muy cómica, ya que naruto usaba sus colas para mantener a su padre lejos, mientras que este estiraba como tanto podía para alcanzar los pastelillos de naruto. El kazekage estuvo a punto de hablar pero fue interrumpido en ese instante.

-heeyyy, no se vayan sin mí- decía el pequeño goten, el cual corría a toda velocidad hacia los ninjas de la hoja, los cuales tenían rostros de sorpresa al ver el enorme bolso que traía en su espalda el pequeño sayayin.

-goten, ¿Qué rayos haces con ese bolso?- decía una Sakura con una mirada extraña en sus ojos, mientras que con su índice apuntaba nerviosamente al bolso que superaba varias veces el cuerpo de goten.

-jijiji, bueno, encontré una tienda donde uno mismo puede hacer su oso de peluche- explicaba el hijo de goku, a lo que Sakura junto a los demás ya pensaban a donde iría la explicación del pequeño sayayin, -así que decidí hacer un oso de peluche para cada una de las chicas- decía el hijo menor de goku con una gran sonrisa en su rostro, a lo cual Sakura dio un suspiro de amor al ver tal gesto romántico de goten a sus novias.

-cof, cof- fue el sonido de sasuke con el ceño fruncido, a lo cual Sakura salió de sus pensamientos, viendo los celos latentes de su novio uchiha, el cual movía su collar de un lado a otro.

-ajajaja, pero ninguno que mi querido sasuke- decía Sakura la cual acariciaba cómicamente la mejilla del uchiha con la suya, a lo que este dio una sonrisa de triunfo, lo cual saco una gota de sudor por parte de los presentes, mientras que goku reía con la situación.

-bien, dejando eso de lado, señor goku, naruto, sasuke, Sakura, señor kakashi y goten, les agradezco con todo mi corazón haberme ayudado. Muchas gracias- dijo el pelirrojo portador del mapache de una cola, el cual se inclinaba con cortesía y agradecimiento a los ninjas de la hoja.

-solo le hicimos un favor a un amigo, pero para que esto no vuelva a pasar, debes entrenar aún más joven, tu fuerza es aún más grande de lo que imaginas- decía en voz suave el sayayin menor, a lo que ponía su palma derecha en el hombro del kazekage.

-lo hare señor goku- dijo el líder de la arena, el cual sonreía animadamente al sayayin de raza pura, mientras que kankuro sonreía orgulloso de su hermano y contento de que el propio patriarca del clan son considerara a gaara como su amigo.

-bien creo que hora de irnos- decía el sayayin de raza pura, a lo cual gaara junto a kankuro y baki asentían con la cabeza.

-es una pena no haberme despedido de rika y tier, y ellas que fueron tan amables de mostrarme las mejores tiendas de la aldea- decía para si misma Sakura con un rostro de decepción, recordando esas horas interminables mientras compraban ropa, accesorios o visitaban tiendas al azar, como una tarde de solo chicas.

-bueno, ellas estaban bastante ocupadas con una misión que les asigne, como el kage me disculpo por ello- decía gaara mirando hacia a otro lado, mientras que una sonrisa nerviosa se plasmaba en su rostro y un pequeño rubor aparecía en sus mejillas.

(En el cuarto del kazekage)

-wow, no puedo moverme- decía rika, la cual estaba con sus senos al descubierto, dejando ver sus pezones rosados en ese par de montículos de gran tamaños de color chocolate. La peli morada solo era tapada por la sábana blanca de la cama de gaara.

-silencio rika, déjame dormir un poco más- decía una tier la cual se encontraba recostado de lado, también desnuda de la cintura hacia arriba, o eso era lo que se podía notar en la chica, la cual era cubierta por la sábanas blancas de la cama de gaara. Todo esto apuntaba a una sola cosa, gaara había dejado demasiadas exhaustas a las chicas después de una noche de pasión descontrolada.

-si, si, pero creo que nos estamos perdiendo algo importante- se decía rika con una mano en su barbilla, estando en una pose pensativa, -buena da igual, ahora solo quiero dormir- exclamo entre bostezos la morena de pelo morado, a lo que se acomodaba en su cama para volver a dormir.

(Volviendo a la entrada de la aldea)

-bien, hasta que nos volvamos a ver- dijo goku dando un movimiento de mano como despedida, a lo que los ninjas de la hoja tocaban al sayayin de raza pura.

-adiós- exclamaron los ninjas de la arena, antes de que goku diera una última sonrisa para luego desaparecen gracias a su técnica de tele transportación, volviendo así a la aldea oculta entre las hojas.

-hasta que nos volvamos a ver señor goku- pensó gaara viendo hacia el horizonte cubierto de arena, justamente en dirección de konoha, esperando el día en volver a ver a sus amigos de otro país.

(De regreso a la hoja)

La hokage de la aldea se encontraba en su oficina, disfrutando de un buen vaso de sake mañanero. La rubia mujer se encontraba de muy buen humor, ya que el día anterior logro acabar con la pila de documentos mas temprano de lo habitual y con goku fuera y perdiéndose la diversión nocturna con su marido sayayin, esta deicidio adelantar su trabajo y quedar desocupada en la mañana del día de hoy, solo le quedaba esperar a los documentos de la tarde y gracias a sus clones los haría en un santiamén.

-pero es bastante aburrido si goku no está aquí- dijo para sí misma la kage de la hoja, la cual ponía sus manos detrás de la cabeza y se acomodaba en su silla, -no puedo esperar a su llegada, si pudiera lo tomaría aquí mismo en el piso de la oficina!- grito tsunade levantándose de forma inesperada, ya que esta tenía esa necesidad primitiva con su cónyuge de realizar el acto sexual que se le privo el día de ayer.

Tsunade con una mirada seria en su rostro se giró al ventanal de la oficina, para luego cambiar su expresión a una más melancólica. La kage se preguntaba cuando volvería su amante de raza sayayin y la tomaría como todas esas noches la hacía sentir como en el cielo, llevándola al clímax que jamás un hombre la ha llevado, su marido, su querido goku, ¿Cuándo volvería a ella?, se preguntaba tsunade con las manos en su corazón, pero....

-hola- resonó una voz muy conocida por la kage, la cual no pudo evitar sonreír ampliamente al escuchar la melodiosa voz de su marido, a lo cual esta con un giro suave sobre sí misma, se dispuso a darle la bienvenida a su querido esposo, pero su rostro decayó al ver a los demás.

-hemos vuelto abuela tsunade, logramos nuestra misión con mucha facilidad- decía el uzumaki el cual levantaba su pulgar en señal de victoria, a lo cual la rubia kage dio un leve suspiro, para volver a sonreír.

-buen trabajo equipo 7 y son goku- exclamo la rubia sannin, la cual se acercaba a los chicos, -tienen el resto del día libre, a excepción de goku- exclamo tsunade, la cual sonreía pícara mente en su interior.

-uh, ¿y yo porque?- pregunto el confundido sayayin mayor, el cual se apuntaba a si mismo con un rostro de extrañeza, a lo cual tsunade caminaba de izquierda a derecha por la habitación mientras colocaba su manos detrás de la espalda.

-necesito el informe de la misión en detalle, esa es la razón- decía la pelirrubia kage, a lo cual goku se dejó caer en hombros, pensando que esto no le llevaría mucho tiempo y después podría aprovechar el día para entrenar.

-bien, no hay problema- respondió el sayayin de raza pura, a lo que la kage despedía a los demás ninjas de la hoja.

-adiós mamá tsunade- exclamo goten mientras cerraba la puerta al despedirse de la hokage, la cual se despidió con la mano de su hijo, brindándole una gran sonrisa maternal.

-bien, con respecto a la misión yo...- pero antes de que goku comenzara a explicar los detalles de su misión, la hokage le saltaría encima, haciendo caer al patriarca son en el suelo. Goku tenía la guardia baja y por este motivo tsunade lo derribo fácilmente.

-ahora eres mío son goku, y si pensaste entrenar, déjame decirte que consideres esto un entrenamiento ya que no saldrás de aquí por todo el día- decía de manera picara la pelirrubia mujer, la cual besaba de lleno en los labios del confundido sayayin. El beso de la kage empezó con pasión desde el principio, usando su lengua para jugar con la boca de goku.

El patriarca del clan más poderoso de konoha comenzaba a reaccionar a las caricias de tsunade, ya que por experiencia con cada una de sus esposas, él ya lograba captar los sentimientos de estas que pasaban del amor a una lujuria incontrolable. Goku como el buen marido que era, y sabiendo que siempre debía darle un tiempo de calidad a las chicas y no solo tener su cabeza en los entrenamientos, empezó a cerrar sus ojos y dejarse llevar por la pasión que invadía la oficina de la hokage. Goku no volvería a cometer el mismo error que cometió con milk.

Las manos agiles de goku recorrían la espalda de la pelirrubia, quitando con delicadeza la chamarra ver de la kage, la cual se sentaba encima de la cintura de goku, mientras este comenzaba a quitar las prendas superiores de la mujer de edad, la cual de un momento a otro solo se encontraba con su brasear de encaje negro, pero goku no notaba esto, ya que estaba perdido besando el cuello de su esposa y acariciando su cintura de un lado a otro.

-te amo son goku- dijo la rubia separándose un poco de su marido, para poder verlo directamente a los ojos, a lo cual el mencionado sayayin sonrió ampliamente con su característica sonrisa son.

-te amo tsunade- decía el sonriente sayayin a la vez que atrapaba los labios de la kage en un tierno y amoroso beso. Durante este tiempo goku había aprendido varias cosas del amor y como llevarlas a cabo, cosas que jamás aprendió con milk gracias a sus descuidos.

(Por los pasillos de la torre hokage)

La pelinegra pupila de tsunade, se encontraba con una gran pila de documentos que debía llevar a su maestra para ser firmados en el acto, aunque esta en vez de tener un rostro de preocupación o agitación por su trabajo, shizune tenía una gran sonrisa en su rostro y solo por un motivo.

-no puedo esperar a la cita con gohan esta noche- decía para sí misma a pelinegra de cabello corto, la cual solo le faltaba dar pequeños saltos de alegría mientras se encaminaba a la oficina de la hokage.

Desde ya un par de años que shizune y gohan comenzaron a salir, por supuesto que tras la aprobación de las demás, la pelinegra podía intentar alguna clase de relación con el sayayin mestizo, que para su sorpresa fue más que amistad, llegando a un noviazgo y posterior casamiento de estos dos hace ya un año y medio. La ceremonia fue lo esperado, su maestra orgullosa se encontraba en ese instante y el padre de gohan no podía estar más feliz por su hijo, fue el día perfecto de ambos.

-terminare temprano y tendré tiempo para prepararme para nuestra cita- decía con alegría shizune, la cual ya estaba a solo unos metros de la puerta, pero de un momento a otro comenzó a escuchar voces del interior de esta, -¿lady tsunade tiene visitas?- pensó con extrañeza la pelinegra, la cual por curiosidad apoyo su oreja en la puerta, pero lo que escucho no fue una conversación normal.

-ah, ah, siii, sigue asiii!- se escuchaban los gemidos de placer de la hokage, la cual llegaba al éxtasis por las embestidas de goku, el cual la tenía sentada en su escritorio, mientras la penetraba una y otra vez. Shizune se sonrojo de inmediato para luego quitarse de la puerta, dejando caer todos los papeles al suelo.

-la...lady tsunade engaña al señor goku- pensó la pelinegra de corto cabello, la cual tenía una mueca de impresión que solo ella puede poner, mientras imaginaba a su maestra engañando al sayayin de raza pura.

-ah, ah, mi goku, más rápido, mas, más ah ah!- gritaba la pelirrubia con pasión, a lo cual shizune al oír esto y concentrarse sintió el ki del sayayin patriarca del clan son en el interior de la oficina, a lo cual shizune dio un suspiro de alivio.

-esperen un momento, si el señor goku está ahí dentro, eso quiere decir que....- en ese momento shizune comenzó a llorar cómicamente mientras sacaba una cinta de peligro de su túnica, -les llevara todo el día salir de la oficina- decía entre lágrimas la pelinegra, mientras que colocaba la cinta de peligro en los pasillos, para luego recoger los papeles del suelo.

La alumna de tsunade se alejaba del lugar, mientras que sus planes de una cita mágica con gohan se tendría que retrasar por culpa de su maestra, la cual no cumpliría con sus deberes hasta que se desocupara con su marido, lo que llevaría horas y horas.

-hoy tendré que trabajar hasta tarde- decía entre lamentos shizune la cual seguía llorando mientras se perdía entre los pasillos de la torres hokage.

(Mientras en las calles de konoha)

Goten caminaba por el barrio central de la hoja con una gran sonrisa en su rostro, yendo a paso lento hacia su hogar con sus adorables novias, pensando en solo entregar los ositos de peluches que llevaba en su bolso a ellas, mientras que la gente que lo veía, se reía de lo adorable que se veía el pequeño hijo de goku con ese gran bolso acuestas.

-¿no es lindo?- decía una de las aldeanas de mediana edad de la villa, la cual le preguntaba a su amiga casi como un susurro.

-no puedo creer que tenga quince años, es muy adorable- respondía la mujer a su amiga, la cual veía con una sonrisa suave al pequeño sayayin, el cual seguía caminando con una sonrisa amplia en sus labios.

-podría abrazarlo por toda una eternidad- decía otra chica mayor a los veinte que veía pasar al sayayin mestizo por afuera de su tienda de verduras, a lo cual esta tenia ojos en sus corazones y se abrazaba a ella misma pensando en goten.

-jijijiji- reía el pequeño hijo de goku, el cual se frotaba la cabeza con un sonrojo en sus mejillas, ya que los elogios de las aldeanas le daban pena. Aunque para el sayayin mestizo, no todos lo veían con buena cara.

-no puedo creer que ese enano tenga su propio harem con la chicas más hermosas de la hoja, me repugna- dijo un chunin de cabello largo con una bandana que cubría su cabeza, mientras miraba a goten con rencor. El joven estaba recostado en una pared de madera, viendo caminar a goten, el cual escucho esto pero decidió ignorarlo.

-hey amigo, no digas eso o tendremos problemas con su familia o peor, él nos puede dar una paliza- decía asustado el compañero chunin del joven, el cual era un poco más rechoncho, de cabello corto y una pañoleta en su brazo derecho.

-pufff, su familia, su clan, solo por eso puede tener a esas mujeres, pero solo es un niño, jamás sabría qué hacer con ellas, estúpido enano- dijo el chunin escupiendo al piso, dispuesto a retirarse del lugar, carcajeándose maliciosamente, pasando a un lado de goten.

-hey tú, ¿Qué rayos quisiste decir con eso?- decía goten con el rostro fruncido, pero sin voltearse al joven chunin, a lo cual el compañero de este dio un grito de niña antes de salir corriendo de ese lugar, pero el bravucón se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el sayayin mestizo.

-aun que te lo explicara, no entenderías nada niño, es mejor que te vayas con esas perras aprovechadas y no sigas molestando a un ninja de verdad, enano- decía el molesto chunin, mientras hacia el gesto con la mano, para que goten se fuera como si este fuera un perro. Las demás personas miraban con reproche a este ninja, deseando que lo pusieran en su lugar.

Goten no soporto más estos insultos, él no era responsable de ser de este tamaño, él no quería ser la envidia de los demás, solo quería proteger a la aldea y a sus seres queridos, goten no obligo a las chicas a enamorarse de él, el pequeño sayayin no tuvo la culpa de no comprender algunas cosas de parejas. Goten soportaba los insultos hacia él, pero este jamás dejaría que insultaran a las chicas.

El hijo de goku de sorpresa, planto su puño en la cara del chunin, dejando a este con el rostro hundido después del golpe del sayayin mestizo, a lo cual el cuerpo de este caía estrepitosamente al suelo. Los gemidos de dolor del ninja no se hicieron esperar mientras se tomaba el rostro, moviéndose de un lado a otro por el dolor generado por la nariz rota que le había dejado goten con el puñetazo.

-jamás vuelvas hablar de ellas otra vez- dijo con frialdad el sayayin mestizo, el cual tomaba su bolso otra vez y volvía a tomar su rumbo a casa, pero estas vez, su rostro ya no tenía su característica sonrisa, ahora su ceño estaba fruncido y molesto. Las palabras de ese chunin calaron hondo en su interior.

"enano, enano, enano" se repetía esa palabra en la cabeza de goten, a lo cual este agacho su mirada, viendo por unos momentos al suelo para luego mirar a un lado, encontrándose con su reflejo en el escaparate de una tienda. Goten se vio de pies a cabeza, mirando que las palabras de ese chunin eran ciertas, lo que deprimió al alegre hijo de goku.

-yo no tengo la culpa de ser de este tamaño- dijo el pobre goten como un susurro, para luego seguir su camino hacia su hogar, pero esta vez su chispa característica se había apagado.

(En el hogar de goten)

Detrás de la casa circular de sayayin mestizo, se encontraban temari junto a Karin en una pelea de entrenamiento entre estas, a lo que solo usaban sus puños y tácticas de artes marciales en este tipo de sparring mientras que las demás observaban las habilidades de las chicas, las cuales se encontraban muy serias calculando cada golpe que daban a su contrincante.

-la velocidad y precisión de la Karin son impresionantes- decía haku con un rostro apacible, viendo cada movimiento de la pelirroja.

-pero la fuerza y reflejos de temari no se quedan atrás- respondió ino con los brazos cruzados y un rostro serio, la cual seguía los golpes de temari con sus ojos.

-hace mucho que no hacíamos esto- decía fuu con una sonrisa en su rostro, a lo que veía animadamente a las chicas pelear, -me pregunto, ¿Quién de todas es la más fuerte?- pregunto en voz alta la peli verde, lo que llevo a las chicas mirarse la una con la otra de manera desafiante, ya que ninguna había tenido una pelea enserio con alguna de ellas.

De un momento a otro, las chicas dejaron sus miradas de desafío de lado y sus rostros mostraron una mueca de dolor, ya que a cada una de ellas, tuvieron una punzada directamente en el centro de su corazón, lo que hizo detenerse a Karin y temari, las cuales volvieron a tomar distancia la una con la otra, para luego mirarse con confusión.

-eso fue....- dijo Karin pero antes de que terminara su frase, el sonido de la puerta principal abriéndose llamo la atención de esta y las demás chicas, las cuales entraron como el rayo a la casa.

-ya estoy de regreso- se anunció el pequeño sayayin mestizo, pero con solo decir esas palabras, un vendaval rojo se arrojó hacia él, siendo Karin la cual ya se encontraba en sus brazos, besando cada centímetro del rostro de goten. El hijo de goku por inercia tomo a la uzumaki en forma de princesa, viendo en detalle que la chica era más alta de lo que pensaba y recién lo había notado, así como con las demás.

-querido, corazón, mi vida, mi amor, ¿Qué sucede?- pregunto la tierna Karin al notar la expresión de tristeza en el rostro de goten, a lo que las demás se acercaban al pequeño sayayin con rostro preocupados, excepto tayuyá que mantenía su ceño fruncido.

-goten- dijo suavemente ino, quien veía preocupada a su novio, el cual se mantenía en silencio mientras dejaba a Karin en el suelo. Goten se mordió el labio superior para luego tomar una decisión, ya era hora de hablar y zanjar este tema de raíz.

-yo... ustedes, ¿me querrían si no fuera tan pequeño?- dijo finalmente el hijo de goku con sus puños apretados y sus ojos cerrados, temiendo la respuesta de las chicas. El pequeño sayayin no dudaba el amor que ellas tenían hacia él, pero si dudaba si estas aun mantendrían su cariño a él durante más tiempo.

-alguien te estuvo molestando con eso ¿verdad?- dijo con enojo temari. La rubia de la arena intuyo esto de inmediato, ya que ninguna de ellas mencionaba el tema para que el hijo menor de goku no se sintiera incómodo.

-bueno yo...- exclamo goten frotándose la cabeza, tratando de desviar su mirada con la de temari, lo que hizo a la rubia confirmar su sospecha.

-lo sabía, oh cuando encuentre al maldito le arrancare la su cabeza de chorlito- decía la hermana de gaara, a lo que movía sus manos tétricamente, imaginando que arrancaba la cabeza del tipo que lastimo a su querido goten.

-n..no es necesario, ya me encargue de eso- dijo el sayayin mestizo frotándose la nuca, a lo cual las chicas dieron un suspiro de alivio, pero aun no sabían cómo abordar este tema con goten, -es solo, que a pesar de mi edad parezco un niño aun y ustedes ya crecieron, yo también quiero ser más alto como mi padre- decía con un tono de decepción y tristeza el hijo de goku, lo cual hacía sentir mal a las chicas.

-eso no es importante goten, la mayoría de las chicas maduran más rápido que los hombres- decía con lógica la pelinegra de los cascabeles, a lo cual goten vio a esta con confusión en sus ojos.

-kin solo está confundiendo a goten- pensó ino con rostro de nerviosismo, aunque esta tampoco sabía explicarle la situación y sus inquietudes. Tayuyá al ver esto, dio un leve suspiro y se acercó al hijo de goku.

-yo me ocupare de esto- exclamo con seriedad la pelirroja de ceño fruncido, mientras goten la veía con una mirada confusa y las demás con otra de preocupación. Las chicas no sabrían cuál sería la forma que ocuparía la pelirroja para explicar esto al sayayin mestizo y conociéndola, no sería de la mejor manera.

-tayuyá no creo que...- pero antes de que ino detuviera a la musical chica, esta le dio un fuerte golpe de puño en la cabeza del sayayin mestizo.

-ayayayay, eso duele- decía el hijo de goku mientras se frotaba la cabeza en el lugar que había sido golpeado, mientras que las demás veían con ira a la pelirroja por haber golpeado al sayayin mestizo, pero antes de que hicieran algo, la pelirroja se agacho y abrazo fuertemente a goten.

-idiota, a nosotras no nos importa que seas de este tamaño, nuestros sentimientos no cambiaran por tu estatura, a nosotras nos importa que seas feliz goten- decía tayuya con bastante sentimiento en su voz, a lo cual las chicas quedaron sorprendidas por las palabras de esta, -algún día crecerás y de eso estoy segura, pero por ahora solo debes preocuparte de ser feliz y no pensar en que dirán las demás personas, ¿entendido?- dijo la pelirroja amiga de kin, mientras que se separaba un poco de goten y le brindaba una sonrisa sincera al pelinegro.

Las chicas no podían creer lo que había hecho tayuya, la chica le había dado un golpe a goten para hacerlo reaccionar y un abrazo para demostrar sus palabras de cariño. Ellas no podrían a ver realizado lo hecho por la pelirroja sin lastimar al hijo de goku pero gracias a esta, ella pudo hacer las dos cosas, mientras goten cambiaba su semblante a uno más feliz. Las palabras de su novia le llegaron al corazón.

-entendido tayuya, no volveré a dejar que eso me afecte- dijo el sayayin mestizo con una gran sonrisa en sus labios, a lo cual la pelirroja dio un leve asentimiento. Las demás chicas ahora con más confianza suspiraban de con tranquilidad, mientras que Karin aprovechaba de abrazar al hijo de goku y llenarlo de besos en el rostro.

-goten ¿y ese bolso tan grandote?- pregunto la peli verde fuu, viendo detenidamente el bolso del sayayin, el cual volvió su mirada a este.

-no será que, nos has traído un recuerdo de la arena, ¿verdad?- decía con jovialidad haku, la cual veía con ternura a su novio sayayin, el cual asintió de inmediato con la cabeza.

-así es, les traigo un regalo especial a cada una de ustedes- decía el hijo de goku con mejor ánimo, a lo que este dejaba su bolso en el suelo y empezaba a hurgar en el interior.

-wiiipiiiii!- grito con felicidad la rubia platinada, a lo que las chicas se formaban en fila para recibir cada quien su obsequio, estaba demás decir que las chicas ya tenían experiencia recibiendo regalos por parte del sayayin mestizo.

-a ver, primero será Karin- decía el alegre sayayin mestizo, a lo que esta salía disparada hacia el hijo de goku, ansiosa por recibir su obsequio, -aquí tienes Karin- dijo goten entregándole a la pelirroja un oso de peluche marrón, el cual tenía un peinado similar a este y un dogi parecido al hijo de goku, además de un pequeño báculo sagrado en su espalda.

-esto es....- decía la uzumaki levantando al peluche de felpa entre sus brazos, viéndolo con ojos brillantes y una mueca de sorpresa en su cara.

-de casualidad, logre ver en tu cuarto varias fotos mías y creí que un peluche parecido a mi te alegraría- decía con un tono de vergüenza el pequeño sayayin, mientras que se frotaba la nuca con un sonrojo en sus mejillas.

-es lo más grandioso que me han regalado en la vida!- grito de emoción la uzumaki, la cual comenzaba a dar giros sobre si misma una y otra vez, -te amo, te amo, te amo, te amo- decía Karin mientras le daba una lluvia de besos en los labios de goten, para luego irse a jugar con su nuevo peluche. Karin tenía una cosa más para coleccionar en sus cosas de goten.

-parece que si le gusto, jejejeje- exclamo el hijo de goku con una sonrisa nerviosa, mientras que las demás veían con una gota de sudor en sus cabezas a la pelirroja, -bien ahora tenten- decía el sayayin mestizo, el cual sacaba un oso de peluche marrón claro, el cual tenía un qipao de color celeste, mientras que en sus costados tenia pequeñas katanas de plástico, además del característico peinado de la peli marron.

-es muy lindo goten, gracias mi amor- dijo la peli marrón, a lo cual esta tomaba el peluche entre sus brazos y le daba un leve beso en los labios del sayayin mestizo. La experta en armas aprecio desde el primer instante el pequeño detalle de goten hacia ella, este osito la representaba en cada detalle, lo cual hacia latir el corazón de tenten, ya que su novio la reconocía su personalidad y gustos.

-muuu, ahora yo, yo, yo, yo- decía la peli verde la cual ya no soportaba estar esperando por su obsequio, a lo cual goten dio una sonrisa a la chica para luego voltearse a buscar el regalo de fuu.

-a ver a ver a ver, que tenemos aquí- decía el pequeño hijo de goku, el cual buscaba y buscaba en su bolso, mientras fuu saltaba de la emoción casi a punto de explotar de ansiedad, -tadaaaaa!- exclamo goten sacando un peluche de color chocolate, el cual tenía puesta una especia de piyama ver con un pequeño casco medieval y un par de alas anaranjadas en su espalda. Esta más que decir que en la tienda habían varios accesorios para adornar a tu propio oso de peluche.

-siiii, es un oso chomei- decía emocionada fuu, la cual tomaba su oso entre sus brazos, para luego saltar de arriba abajo como señal de felicidad.

-me guie de la forma que definías a tu bestia con cola- decía el pequeño sayayin mestizo, el cual se frotaba la nuca mientras miraba a un lado con algo de vergüenza. Fuu estaba sorprendida ya que eso se lo había dicho hace mucho tiempo pero goten aun recordaba esas conversaciones con ella.

-gracias goten, me encanto- exclamo suavemente la peli verde, la cual se inclinaba para darle un beso en los labios a su novio, el cual aceptaba feliz esta muestra de amor. Luego de unos minutos, goten continúo con la entrega de regalos a las chicas.

-bien, bien, que tenemos aquí- decía el sayayin menor con una sonrisa en su rostro, a lo que veía de reojo a haku, -aquí esta!- grito alegremente el hijo de goku, el cual dio un gran salto, quedando frente a la princesa de hielo.

Haku quedo con la boca semi-abierta, ya que el oso de peluche que goten le presentaba a ella, tenía el kimono rosa con detalles de remolinos marrones en este, además de un cinto blanco en su cintura rechoncha y un cinto collar en su cuello de color negro. La princesa de hielo se mordió el labio inferior para dejar caer un par de lágrimas de sus ojos. El osito de color blanco usaba la misma vestimenta que ella uso al conocer al hijo de goku.

-po.. por favor n..no llores haku, tal vez no fue la mejor dec....- pero antes de que goten dijera una palabra más, la especialista en jutsu de hielo, lo abrazo con todas sus fuerzas, colocando la cabeza de goten en su hombro.

-aun lo recuerdas goten, aun recuerdas la primera vez que no conocimos- decía haku entre lágrimas, a lo que esta no dejaba de abrazar al hijo de goku, el cual se sonrojaba ante esto pero una gran sonrisa adornaba su rostro.

-jijjiji, por supuesto que lo hago, también fue la primera vez que nos besamos- decía el sayayin mestizo frotándose la cabeza, mientras haku se separaba un poco de su novio. La princesa de hielo lo miro a los ojos unos momentos, contemplando esa sonrisa que hacia latir su corazón cada vez que la veía.

-te amo goten, te amo con todo mi ser- hablo haku con el corazón, antes de que besara de lleno los labios del sayayin mestizo, disfrutando de cada centímetro de la boca de goten, el cual correspondió a los sentimientos de su novia.

Un par de minutos de besos y haku se separó del sayayin, agradeciéndole una vez más le dio un último beso a goten para tomar su obsequio y dejar a otra chica recibir el amor hecho peluche del sayayin mestizo. Así fue que goten como buen novio siguió en la búsqueda del próximo osito para su siguiente novia, las cuales estaban a la expectativa de quien seguiría.

-ummm aquí esta- dijo el sayayin en voz baja, mientras sacaba un oso de felpa de color dorado, el cual tenía un vestido negro con un cinto rojo a su alrededor, mientras que detrás de este tenía un pequeño abanico real que lo adornaba, -ten temari, trate de hacer el vestido lo más parecido al que usaste en nuestra primera cita- decía el sayayin extendiendo el obsequio a la chica de la arena.

-es igual, gracias por recordarlo- dijo la pelirrubia con emoción en su voz, a lo que abrazaba y acariciaba a su nuevo oso de felpa, -te quiero mucho goten- decía la pelirrubia robando un beso en los labios de su novio al igual que las otras chicas, dejando a un sonrojado pero alegre goten. Al pobre sayayin ya se le estaban hinchando sus labios de tanto amor de las chicas.

-es mi turno, lo siento ino y tayu, pero ya no puedo esperar- decía kin con un tono alegre, a lo que se posaba en frente de goten con un rostro soñador y unos ojos brillantes. Ino y tayuyá solo se cruzaron de brazos mientras bufaban con molestia, el rostro adorable de kin siempre funcionaba con goten.

-está bien kin, solo dame unos segundos- dijo el hijo de goku el cual con una velocidad digna de un sayayin, desapareció y reapareció con el oso de peluche de la ex ninja del sonido, -ten kin, espero que te agrade- exclamo el sonriente son, quien entrego el regalo a la pelinegra.

-wooow, es un oso panda!- decía con emoción la pelinegra. El obsequio de kin estaba adornado con una bufanda blanca con cascabeles dorados, estaba vestido con ropas militares similares grises parecidas a la de la chica cuando conoció al hijo de goku.

-eso no es todo, toca su pata derecha- decía el pelinegro, a lo que kin hizo caso y toco o más bien le dio un leve apreté a la pata de su oso panda. Kin dio un nuevo grito de alegría cuando el oso comenzó a emitir de su interior una melodiosa canción suave y relajante.

-es lo más genial goten, gracias amor mío, eres lo mejor que me pudo a ver pasado- decía amorosamente kin, la cual se inclinaba para besar los hinchados labios de goten, pero esta paso brevemente su lengua en el interior de la boca de goten.

-cof, cof, si ya terminaron- decía ino con una vena en su frente, a lo que kin solo saco levemente su lengua a la rubia para luego alejarse a disfrutar de su regalo.

-ahora solo faltan ino y tayuyá- dijo goten el cual saco un par de osos de peluche de su bolso ya que solo eran estos se encontraban en el gran bolso. –este es tuyo ino y este de tayuyá- dijo goten con su típica sonrisa son en su cara.

Las chicas tuvieron similares expresiones en sus rostros, aunque la pelirroja miro de rara forma de a su oso, el cual era negro con el hocico lleno de dientes filosos hechos de genero blanco, mientras que su expresión era de un ceño fruncido. El oso de la pelirroja tenía una peluca roja y un dogi parecido a la de su dueña, pero por supuesto lo que más destacaba su pequeña flauta gris creada de plástico.

Por otro lado, ino se encontraba con una sonrisa de oreja a oreja, al ver a su oso blanco como la nieve, el cual tenía un pequeño mandil rosado con flores, mientras que en su pata derecha cargaba un pequeño ramo de flores y en la otra un corazón tan rojo como la sangre, pero lo que más le agrado a ino de su peluche, fue una coronilla de flores de plástico, la cual asimilaba a la coronilla que le había regalado a goten el día en que llego a la aldea y por supuesto, el día en que se hicieron una pareja oficial.

-es tan lindo goten, es el mejor obsequio de todos- decía la peli platinada, la cual se abalanzaba sobre el sayayin para un gran abrazo efusivo, a lo cual goten recibía a la chica.

-jijijiji, recordé esa coronilla de flores y lo importante que fue en ese momento- decía el hijo de goku con sus mejillas bastante coloradas. Por otro lado tayuyá veía de arriba abajo a su obsequio con una mirada de confusión.

-uno de los momentos más importante de nuestras vidas- dijo suavemente la rubia antes de plantar un beso amoroso en los labios de su novio, el cual cerró sus ojos para sentir los delicados labios de la chica en los suyos por un par de minutos.

-bien, bien, que las hormonas no se te suban a la cabeza- decía fuu despegando a la rubia platinada de goten, ya que esta se encontraba besando el cuello del sayayin y bajando de poco a poco el cuerpo del sayayin mestizo.

-ino no tiene remedio- decía tayuyá con una voz de molestia viendo como ino era arrastrada por los suelos, -gracias por el regalo enan.., digo goten, fue un lindo detalle- decía la pelirroja dándole un abrazo al hijo de goku. Tayuyá trataba de no mostrar sus sentimientos abiertamente con goten frente a las demás, mantenía su romance con el sayayin mestizo para ellos dos. Pero la pelirroja no se esperaba una acción algo extraña en el hijo de goku.

-gracias por abrirme los ojos tayuyá- dijo goten para después besar de lleno los labios de su novia deslenguada, la cual ahora solo podía abrir sus ojos de par en par, mientras sentía el glorioso sabor de la boca del sayayin mestizo en sus labios.

-que enano tan pervertido- pensó tayuyá mientras era besada por el sayayin mestizo, pero de un momento a otro cerro sus ojos, -pero es el enano que amo y atesoro- pensó tayuyá dejándose llevar por los labios del sayayin menor.

Si, en la casa de goten la alegría abundaba y el amor se podía respirar en el aire, ya que el hijo de goten había dejado una de sus más grandes preocupaciones de lado gracias a tayuyá, además de llevarse una ronda de besos por parte de sus novias, un día que parecía ser malo, termino de la mejor manera para el pequeño sayayin mestizo. Pero por otro lado, cierta organización no pasaba su mejor situación y el líder de esta lo comprendía.

(Guarida de akatsuki, aldea escondida entre la lluvia)

-esto es una desgracia, perder a kisame y Sasori a la vez ha sido un golpe duro a la organización- decía el líder de akatsuki pain, el cual se encontraba sentado en la cornisa de la torre.

-lo importante es que se mantuvieron leal a la organización hasta el final, además ya tengo planeado a dos sujetos para reemplazarlos- decía el enmascarado tobi, el cual estaba de pie a un lado de pain, el cual frunció el ceño ante las palabras del uchiha.

-¿Quiénes serían los reemplazos de kisame y Sasori?- pregunto con un tono de molestia el líder de akatsuki. Pain no lo diría a viva voz, pero hasta cierto punto, este les tenia cierto aprecio a estos criminales y desadaptados de la sociedad, a lo cual al escuchar que tobi se refería a ellos como simples peones que podrían ser renovados cuando ya no sirvieran.

-no te preocupes por eso, zetsu se hará cargo de uno de ellos- dijo con un tono malicioso el enmascarado uchiha.

(Con zetsu)

-con que este es el lugar en que se encontraba este joven experimento de orochimaru- decía la mitad blanca de zetsu, el cual veía con sus ojos carentes de emoción a una probeta de gran tamaño que contenía un líquido azul en su interior.

-libéralo y salgamos rápido de este lugar- dijo de mala gana la mitad negra de zetsu, a lo que comenzaban a caminar hacia el tubo de vidrio que se encontraba al centro del laboratorio.

-sí, sí- decía la parte blanca de zetsu, moviendo su manos despreocupadamente, lo cual saco un gruñido por la mitad derecha de zetsu, -esperamos mucho de ti, joven- exclamo finalmente zetsu, mientras posaba su palma en el tubo. De un momento a otro, unos dientes blancos como la nieve aparecieron frente a zetsu, a lo que estos sonreían maliciosamente.

(De regreso a la guarida de akatsuki)

-bien y que me dices del otro- exclamo con molestia el líder de akatsuki, a lo cual tobi rio ligeramente mientras que de su ojo se abrió un vórtice que succionaba su cuerpo.

-del bipolar me encargo yo- esas fueron las últimas palabras del supuesto madara, antes de desaparecer por completo de la vista de pain, el cual solo dio un bufido de molestia aunque su rostro no mostraba emoción alguna.

-líder, aun no confió del todo en ese hombre- exclamo la peli azul que salía desde las sombras, dejando ver que ella había escuchado toda la conversación de pain y madara.

-yo tampoco lo hago, pero es vital para la captura de las bestias con cola- decía pain sin dirigirle la mirada a su subordinada, la cual solo agacho su cabeza con tristeza.

-yahiko tampoco confiaba en él- dijo casi como un susurro konan, la cual denotaba una gran tristeza en su cara, pero pain solo tuvo un tic en su ceja por un breve instante.

-llego la hora de realizar nuestro próximo movimiento- dijo con seriedad el peli naranja, a lo que este se ponía de pie, mientras konan lo seguía con la mirada, -la arena y la hoja están fuera de nuestro alcance por el momento, solo nos queda la aldea escondida entre las nubes- declaro pain a lo que su subordinada asentía con la cabeza.

-el dos y ocho colas- respondió konan con el ceño fruncido, a lo que pain se volteo a la chica, mirándola sin emociones en su pálido y perforado rostro.

-el ocho colas tiene una mayor protección al ser hermano del raikage, solo iremos por el dos colas- declaro el líder de akatsuki, el cual caminaba hacia konan.

-según la información que hemos obtenido, la nube tiene un contrato de paz con la hoja pero su alianza no es tan afianzada como la arena- informaba la peli azul al líder, el cual asintió con la cabeza.

-aprovecharemos eso, los son no se entrometerán esta vez- dijo pain con un tono de molestia, a lo que pasaba a un lado de la chica, -comunícate con kakuzu y hidan, informa la situación y si misión, pero lo más importante, que no llamen la atención al capturar al dos colas- decía el hombre de cabello anaranjado antes de salir de la habitación. Konan se dispuso a enviar la misión de captura al par inmortal, el cual se encontraba no muy lejos del país del rayo.

(Con el dúo inmortal)

-ummm, con esta ya es la quinta entrega de esta semana- decía el enmascarado akatsuki, el cual salía de cobrar su dinero por entregar el cuerpo de otro ninja en el libro bingo.

-ya te tardabas kakuzu, me estaba muriendo del aburrimiento- decía hidan el cual estaba sentado en las escaleras de mármol en la entrada del edificio, a lo que kakuzu miro molesto a su compañero.

-no puedes morir hidan- respondió tajante el hombre de múltiples corazones, el cual venia contando el dinero que había ganado con su última víctima, mientras que el hombre ojos rojos solo se encogió de hombros y siguió a su compañero de equipo.

Luego de una caminata por el bosque en busca de una nueva víctima, una grulla de origami llegaba a las manos de hidan, el cual con un rostro de confusión abrió este papel, encontrando toda la información sobre su próximo objetivo. Hidan dio una leve sonrisa maliciosa al ver su próximo sacrificio a jashin.

-es hora de movernos kakuzu, nuestro próximo destino es el país del rayo- decía el hombre inmortal, el cual s carcajeaba con malicia, mientras que su compañero le arrebataba la hoja de sus manos para leer la carta.

-con que yugito nii, el jinchuuriki de dos colas- decía kakuzu mientras revisaba el libro bingo, encontrando una foto de la rubia en él, -una nueva presa con un gran botín por su cabeza-.....

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sin mas que viva el harem........