Prólogo
Prólogo
La alarma indicó el inicio de un nuevo día. JungKook fue quien golpeó el despertador callándolo, aquel sonido le había provocado jaquecas y ni hablar a DaeSoo. La castaña tenía la almohada sobre su cabeza, su teléfono comenzó a sonar en la mesa de noche. Estiró su brazo viendo en la pantalla el nombre de quien llamaba.
—¿Sí, mamá?
—Estamos en camino.
—¿En camino a dónde?—su voz fue algo ronca.
—¿Cómo que a dónde?, al preescolar de DaeYang, hoy es el día de los padres. ¿Lo olvidas?
La chica apartó la almohada pasando sus manos por su cabello enredado. Al incorporarse en la cama se sintió mareada, haber bebido tanto en el club no fue buena idea, restregó sus ojos encontrándose desnuda debajo de las sábanas, tanto su ropa como la del chico estaba esparcida por el suelo.
—No, no lo olvidé. Ya estamos en camino.
—Joon DaeSoo—reprochó.
Del otro lado se escuchó como intercambiaban, los padres de Dae se habían quedado con el niño el día de ayer y la pareja había decidido pasar la noche en un club en compañía de algunos amigos. Los recuerdos eran borrosos, pero no necesitaban explicaciones. JungKook se había levantado de la cama quejándose con la migraña, sólo tenía unos bóxers grises puestos, caminó hacia el baño cerrando detrás de sí.
—Omma, no puedes faltar hoy.
Esa era la voz dulce, inocente y tierna de DaeYang. Con cinco años era muy inteligente, observador y por supuesto, seguía disfrutando tener a sus padres juntos.
—Claro que no, estamos terminando de arreglarnos—mintió con una pequeña sonrisa—Estaremos allí en unos minutos, te lo prometo.
—Está bien.
Y colgó.
▪︎▪︎▪︎
Tanto JungKook como DaeSoo habían tomado una ducha para despertar mejor, prepararon dos tazones de cereales como desayuno y una vez en el auto de ella recibió una foto en su teléfono. DaeYang vestía con su uniforme de preescolar sosteniendo unos claveles rojos que había hecho por el día de los padres, sonreía a la cámara más que feliz, ahora que estaba un poco más grande todas sus facciones se parecían a JungKook volviéndolo un mini él.
—¿En qué momento creció tanto?—comentó el pelinegro mirando la foto.
—No dejo de preguntármelo. DaeYang está creciendo muy rápido—giró el volante en la esquina.
—Hace unos días un director le escribió a NamJoon sobre una oferta para DaeYang—ante eso, DaeSoo frunció el ceño—Parece que quieren grabar un drama de romance y comedia, hay algunas escenas donde los niños están involucrados, quieren que DaeYang sea la versión infantil del protagonista.
—No me lo habías dicho.
—He tenido tantas cosas en la cabeza que lo olvidé por un momento—dejó el teléfono de la chica en medio de ambos. El fondo de pantalla era uno donde salían los tres—¿Estarías de acuerdo con esa idea?
—¿Tú estarías de acuerdo con esa idea?
—¿DaeYang estaría de acuerdo?
Ambos se miraron por unos segundos.
—Somos sus padres, debemos decidir por él. Después de lo ocurrido, si me lo preguntas, prefiriría que se mantuviera alejado del espectáculo—respondió la castaña. Nadie había superado en sí lo ocurrido hace tiempo y quien todavía tenía ciertas secuelas de ello era el niño—DaeYang no soportaría esa presión.
—Lo sé, pero...ha mostrado interés por la música y la actuación. Siempre dice que quiere aparecer en la televisión como yo.
—¿Crees que quiera estar en ese drama?, ¿Dónde se grabará?
—Debo pedirle los detalles a NamJoon.
Después del reposo y las vacaciones que tuvo el mánager por lo ocurrido. Había regresado al trabajo, su reemplazo, Min YoonGi sólo se dirigió al chico para asuntos de trabajo, nada más. Muy diferente a Nam.
—Está bien.
—Cambiando el tema, ¿A qué hora llegamos anoche al departamento?
—Ni siquiera recuerdo cuando salimos del club.
—No debimos beber tanto.
—De vez en cuando hace falta—detuvo su auto en el estacionamiento pequeño que tenía el preescolar. Otros autos de los padres estaban allí, JungKook y DaeSoo al entrar al lugar dejaron sus zapatos junto a los demás, el salón de DaeYang estaba decorado con globos de colores, había música alegrando el ambiente y en alto se leía una pancarta que decía "Feliz día, mamá y papá"
—¡Omma!, ¡Appa!—DaeYang corrió a ellos y JungKook lo cargó sonriéndole—Pensé que no vendrían.
—¿Estás loco?, jamás me perdería un evento de mi príncipe—DaeSoo besó su mejilla.
—¿Y tus abuelos?—JungKook acomodó la pequeña corbata de su uniforme. El cabello de DaeYang era corto y castaño, pero más oscuro que el de su madre, sus ojos se habían vuelto más redondos como los de su padre, con algunas expresiones se parecía a él mientras con otras se parecía a su madre.
—Fueron a comprar bebidas para la fiesta—una vez en el suelo fue hacia el clóset donde cada espacio tenía el nombre de un niño. DaeYang al volver tenía dos claveles rojos hechos con papel—Esto es para ustedes.
La tradición decía que los niños solían regalarles claveles rojos a sus padres en ese día. JungKook notó como algunos niños tenían claveles rosados y otros en cambio eran blancos, su corazón se volvió pequeño al saber el significado de esos colores. No todos los niños tenían a sus padres juntos, siempre se preguntaba lo que hubiera pasado si DaeSoo hubiera salido herida en ese día con HiYeong, aquel sueño que tenía donde ella perdía la vida no dejaba de repetirse en ocasiones causándole un mayor temor.
—¿Appa?—miró a su hijo—¿Te gustó?
JungKook se colocó a su altura sonriéndole.
—Está muy hermoso, DaeYang—lo abrazó besando su mejilla.
Tanto él como DaeSoo eran lo más preciado en su vida.
Se supone que esto sería un mini libro contando un poco sobre DaeYang, pero mientras armaba la trama noté algunos puntos que pueden profundizarse así que aquí estamos :)
Esta tercera temporada inicia cuatro años después de la segunda.
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