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Un Duro Castigo

Ryoga ardía de ira al haber sido engañado, por Ranma nuevamente. Pero esto era el colmo para él, fingir qué era su hermana menor, eso no sé lo perdonaría tan fácilmente.

-¿cómo te atreviste a engañarme de está manera? -la reprochó furioso.

-solo era una pequeña broma -trató de disculparse.

-¡estoy hartó de tus estúpidas bromas! -sentenció Ryoga.

-¡qué creías qué te dejaría a solas con Akane! -se defendió Ranma.

-eso no justifica tus acciones -arremetió Ryoga.

-¡primero tú me engañaste! -lo acusó.

-no lo niego -aceptó Ryoga.

-entonces estamos a manos - Ranma.

-¡eso nunca, me hiciste creer qué eras mi hermana, con eso no se juega Ranma! -refutó dolido.

-pues para la próxima no seas tan crédulo -dijo Ranma fríamente.

-te mereces una lección, por ser tan arrogante -señaló Ryoga.

-¿qué me vas hacer "oni-chan" -dijo Ranma con voz dulce.

Ante tal descaro, Ryoga la levantó de un brazo.

-¡bajame ahora mismo cerdo! -demandó Ranma pateándolo.

-no es la manera de hablarme "Yoiko" -dijo Ryoga en tono hiriente.

-deja de llamarme así -ordenó Ranma indignada.

Ryoga sin hacer caso de sus quejas, se fue a su cuarto, llevando consigo una silla. Se sentó en la silla y recostó a Ranma sobre sus piernas.

-las niñas mentirosas merecen ser castigadas -dijo Ryoga en tono de reproche.

La sujetó fuertemente de la cadera, para qué no pudiera escaparse.

-¡no soy ninguna niña! -negó con vehemencia.

-pues te ves como una -contrarresto.

Ranma empezó a patalear tratando de salir del fuerte agarré de Ryoga. Pero su rival no se doblegaba, tan fácilmente ante ella.

-quédate quieta "Yoiko" -ordenó Ryoga.

-¡mi nombre es Ranma, maldito imbécil! -gritó Ranma furiosa.

-¡prepárate para tu castigo"Yoiko"! -advirtió Ryoga.

-soy Ra... -chillo agudamente Ranma.

Al sentir la poderosa mano de Ryoga, azotando su trasero.

-¿qué demonios fue eso? -preguntó sorprendida.

-esto es un correctivo para ti -contestó Ryoga, azotando su trasero nuevamente sin piedad.

-¡auch! -gimió Ranma.

Pequeñas lágrimas caían de sus ojos azules.

-estoy harto de tus engaños -se desquitó.

-¡aaaayyyy! -gritó Ranma al sentir otra fuerte nalgada.

-di que sientes haber sido una mentirosa -demandó Ryoga.

-¡no lo haré! -negó Ranma

Ante su negativa Ryoga, la nalgueo una y otra vez sin clemencia. Pronto la habitación se llenó de los quejidos de Ranma.

-¡dilo! -gritó Ryoga.

-¡no lo haré cerdo tonto! -arremetió decidida.

Ryoga lleno de indignación, le subió la falda y la nalgueo.

-¡qué estás haciendo cerdo pervertido! -gruñó molesta.

-¡deja de llamarme cerdo! -exigió molesto.

-¡cerdo, cerdo, cerdooooo! -dijo Ranma haciendo caso omiso a su demanda.

Viendo qué Ranma no lo obedecía, le bajó el calzón hasta las rodillas.

-haber si así aprendes mejor -sentenció Ryoga.

-¡cerdo asqueroso como te atreves! -reclamó furiosa.

Ranma se sonrojó al sentir su trasero tan expuesto, ante la atenta mirada de Ryoga.

-te voy a enseñar a respetarme -recalcó Ryoga.

Alzó la mano hasta arriba y dejó caer su mano con más fuerza. Dejando bien marcadas con su mano, las nalgas de Ranma.

-¡ya basta! -rogó Ranma.

Pero Ryoga seguía azotandola, alternando cada mejilla de sus nalgas.

-pídeme perdón Ranma -insistio Ryoga.

El pobre trasero de Ranma estaba muy rojo. Se movía una y otra vez, al compás de las nalgadas.

-¡está bien, está bien! -al ya no poder resistir más dolor.

-«por fin estoy humillando a Ranma» -pensó Ryoga orgulloso.

De pronto Ryoga no podía despegar, sus ojos del trasero de Ranma.

-¡lo siento mucho Ryoga! -se disculpo a la fuerza.

-di Yoiko lo siente mucho -dijo Ryoga para fastidiarla.

-no quiero -se negó nuevamente.

Ante su negativa recibió otra fuerte nalgada.

-está bien, tú ganas -aceptó.

-¡Yoiko lo siente mucho! -gritó a regañadientes.

Ryoga sonreía satisfecho ante su disculpa.

-muy bien Ranma -dijo Ryoga burlón.

Le dio una última nalgada y sintiendo un poco de compasión, le empezó a masajear su adolorido trasero.

-está más rojo qué tus cabellos -dijo burlón.

Ranma resoplo molesta ante su comentario. Pero Ryoga no dejó de acariciar su trasero.

-ya sueltame -dijo Ranma, tratando de alejar su trasero.

-todavía no termina tu castigo -enfatizó Ryoga.

-oh vamos, ya te perdí perdón -suspiró Ranma.

Desesperada empezó a sacudir todo su cuerpo en protesta. La mano de Ryoga resbaló a su parte íntima.

-¡ah! -exclamó Ranma asustada.

Pues los dedos de Ryoga, estaban en su entrada. Pará su desgracia, él no parecía querer sacar su mano de ahí.

-creó qué te sacudiste apropósito -dijo Ryoga tratando de sonar con voz segura.

-no seas imbécil -negó rotundamente.

Ganándole más la curiosidad introdujo un dedo.

-«es un verdadera va....» -pensó Ryoga ruborizado.

-¡kyah! -gritó Ranma sorprendida.

Ryoga queriendo explorar más, recorría su vulva de arriba hacía abajo.

-¡no me toques ahí cerdo estúpido! -ordenó nerviosa.

-te dije qué no me llamarás así -le recordó.

Volviendo a enojarse empezó a sacar y a meter su dedo.

-¡aaaaahhh! -gimió Ranma.

Introdujo otro dedo y aumentó la velocidad de ellos.

-te dije qué te iba a enseñar a respetarme -repitió Ryoga.

-¡no sigas! -chillo furiosa.

Pero Ryoga no la obedecía, la tocaba una y otra vez. Ranma movía su trasero tratando de escapar. De tanta estimulación ella empezó a mojarse.

-parece qué te estás orinando -señaló Ryoga sorprendido.

-¡hah, no es cierto! -negó Ranma ruborizada.

Queriendo ver qué era, Ryoga miró sus dedos y vio qué era un líquido blanco.

-¿qué es esto? -preguntó sorprendido.

Lleno de curiosidad metió más profundo sus dedos, llegando a la zona del punto G de Ranma.

-¡waaaaa! -jadeo Ranma avergonzada.

Ryoga movía rápidamente sus dedos, deseando sacar más de ese líquido. Los gemidos de Ranma aumentaron considerablemente. Ella sentía qué se inundaba por dentro y se arqueo.

-¡aaaaaahhh Ryoga....! -gimió Ranma agudamente.

Los dedos de Ryoga salieron bañados con los jugos de Ranma. El miraba sus dedos muy sorprendido. El cuerpo de Ranma convulsionaba por si solo. Tenía los ojos bien abiertos y respiraba agitadamente.

-¿Ranma estas bien? -preguntó un tanto preocupado.

Ella no le respondía, estaba desconectada del mundo.

-ese líquido sigue saliendo -comentó Ryoga.

Ante tal escena Ryoga había tenido una ereccion. Preocupado por ella, la volteó y la colocó en sus brazos. Vio qué Ranma tenía los ojos hacía arriba, y las mejillas coloradas. Enrojecio inmediatamente ante tal visión.

-voy a buscar algo para limpiarte -dijo levantándose.

La sentó en la silla y busco en su mochila papel higiénico. Se agachó y con mucha vergüenza, la empezó a limpiar. Ranma gimió débilmente, ante su toqué. Se agachó mejor para limpiarla y no pudo evitar quedarse mirando su muy húmeda vulva.

-«así huele una mujer húmeda» -pensó al sentir el aroma de Ranma.

Mirándola de más cerca sintió indudablemente, qué su ereccion aumentaba cada vez más.

-«tal vez está sea una buena oportunidad» -pensó sintiendo la necesidad de un hombre creciendo en él.

Casi indeciso se bajó los pantalones y su calzoncillos lentamente. Con el rostro totalmente rojo y lleno de emociones desbordantes. Cerró los ojos y acercó su miembro, a la entrada de Ranma. Guiando su miembro con su mano temblorosa la rozó levemente.

-¡oh! -gimió Ryoga.

-¡aah! -jadeo Ranma en respuesta.

Lentamente empezó a mover su pene de arriba hacía abajo, mojando su punta con los jugos de Ranma. Ryoga disfrutaba la sensación con los ojos cerrados, no se atrevía a abrirlos. Ranma bajó la mirada y vio su gran ereccion acariciandola.

-¿qué estás haciendo cerdo estúpido? -preguntó histérica.

Pero Ryoga no se detuvo siguió explorandola.

-¡mnm! -gemia Ryoga sintiendo lo cálido y húmedo de su interior.

Poco a poco la vulva de Ranma se abría ante tal estimulación. No podía apartar los ojos, de la gran erección de Ryoga rozandola. Sus jugos caían ante los roces de Ryoga.

-esto se siente grandioso -murmuró Ryoga mordiéndose los labios.

Ranma gemia en voz baja ante los roces de sus sexos.

-aparta esa porquería de mi -demandó Ranma.

-¡Ranma te voy a dar una buena lección qué no olvidarás! -repitió Ryoga dos veces.

-¡déjate de tonterías cerdo pervertido! -vocifero Ranma

-¡prepárate Ranma! -gritó Ryoga impulsándose dentro de ella.

-¡nooo haaah! -gritó Ranma.

Al sentir como el gran miembro de Ryoga, se habría camino en su interior. Por suerte Ranma estaba bien lubricada, qué Ryoga casi resbala en su interior. Él sentía qué era abrazado por sus labios vaginales, era como un masaje muy caliente.

-¡oooh! -gruñó Ryoga entrando en ella.

-¡aaah ayyy! -gruñia Ranma haciendo muecas de dolor.

Ranma sentía el palpitante miembro de Ryoga, nadando en su interior.

-este imbécil está bien dotado, me va romper -murmuró Ranma en un hilo de voz.

-prepárate Ranma no tendré piedad de ti -avisó Ryoga gruñendo de satisfacción.

-eres un aprovechado -chillo Ranma, achinando los ojos.

Pues Ryoga empezó a salir de ella y entrar en ella sin delicadeza.

-¡aaah mnm! -gemia Ryoga yendo más profundo en ella.

Pequeñas lágrimas salían de los ojos de Ranma. Ryoga la miraba a los ojos, mientras la llevaba una y otra vez.

-¡aaahhh no seas tan tos..co! -reclamó Ranma.

Porqué Ryoga movía sus caderas, fervientemente contra ella. Pronto la habitación se llenó, del choque constantes de sus pelvis.

-lo siento "damisela" -se disculpó falsamente.

Ranma se estaba arrepintiendo, de haberse hecho pasar por la hermanita de Ryoga y de todas sus burlas. Lo estaba pagando con creces. No podía dejar de gemir, pues Ryoga no le daba descanso.

-haaaah! -gemia Ranma fuertemente.

-¡esto es por todas tus humillaciones, tus burlas e insultos! -decía mientras la embestia.

-¡whaaaaa! -jadeaba Ranma.

Ambos sudaban copiosamente, por el intenso acto carnal. Emocionado por el placer, Ryoga la cargó con todo y silla. Ella lo miró sorprendida cuándo la levantaba.

-¡Ryoga bajame! -protestó Ranma.

Nuevamente ni corto ni perezoso, volvió a penetrarla y la cargaba como si nada. Ahora él podía llegar más profundo en ella. Entraba y salía cada vez más rápido.

-¡aahh mnm! -chillo Ranma.

Ryoga escuchaba, como Ranma gemia intensamente. Con la boca bien abierta y las mejillas coloradas.

-«se ve tan hermosa, no sabía qué pudiera verse así» -pensó Ryoga.

Con esa visión aumentó la velocidad de sus brazos y de sus caderas. Ranma era jalada con todo y silla contra él.

-¡ooooh! -jadeo Ryoga al sentir como Ranma se apretaba más y más.

-«parece qué nunca se va a cansar» -pensaba Ranma un tanto temerosa.

De pronto Ranma sintió un temblor fuerte dentro suyo. Y se arqueo involuntariamente

-¡Ryo..ga siento haber...me burlado de ti...! -gritó con voz entrecortada.

Ranma tuvo su segundo orgasmo, pero está vez más fuerte e intenso. Nuevamente se desconectó del mundo, con una sonrisa tonta en sus labios. El miembro de Ryoga salió inmediatamente, bañado con los jugos de Ranma.

-wao otra vez está saliendo -notó Ryoga con interés.

-pero esto todavía no termina -avisó Ryoga.

Espero unos minutos y fue a lo suyo. Ranma aún estaba conmocionada, por su reciente orgasmo.

-dije qué lo sentía... -dijo volviendo hacer embestida.

Con las constantes movimientos de Ryoga, los jugos de Ranma salpicaban en su pelvis y piernas.

-¡aaaahhh! -gemia Ranma.

Después de unos 15 minutos, Ryoga sintió qué su miembro, se empezaba a contraer con fuerza.

-¡Ran..maaaa whaaaaa! -jadeo Ryoga expulsando su esperma rítmicamente.

Ryoga estaba absolutamente absorto, en el placer intenso de su primer orgasmo. El resultado de sus orgasmos caían de la silla al piso.

-wao estás drenando bastante -dijo mirando su rosada vulva.

- ¡cállate tonto! -gritó ruborizada.

Ranma no tenía fuerzas para levantarse, pues las piernas le temblaban.

-ayúdame a levantarme cerdo -ordenó Ranma.

Con los ánimos ya calmados, Ryoga la levantó en sus brazos, hacía la cama. Pues también estaba agotado por la faena. Ryoga la echó en la cama y se acostó a su costado.

-realmente estás loco -dijo Ranma mirándolo acusadoramente.

-realmente no pensaba hacerte eso - confesó Ryoga con sinceridad.

Ella lo miró con desdén y lo golpeó en el estómago.

-¡auch! -se quejó Ryoga.

-eso es por ser un cerdo aprovechado -dijo fulminandolo con la mirada.

-así ahora veraz, esto es por ser una gran mentirosa -arremetió Ryoga.

Sin darle tiempo la jaló de la cintura y la beso. Ranma abrió los ojos desmesuradamente. Le empezó a golpear el pecho, para apartarlo.

-ahora Ranma déjame dormir (el macho xd) -dijo Ryoga cerrando los ojos.

-¡como te atreves maldito cerdo! -reclamó Ranma indignada.

-¡Ranma si no dejas de gritar y no te duermes ahora mismo, te daré otra lección! -amenazó Ryoga seriamente.

Ranma trago saliva pesadamente, ante su amenaza. Sintiendo temor jaló la colcha para taparse (curiosamente la colcha tenía dibujos de cerdos).

-está bien me dormiré solo porqué tengo sueño -avisó Ranma haciéndose la fuerte.

Sintiendo un poco de frío, Ryoga jaló la colcha con todas sus fuerzas. Quedándose Ranma encima de él, a Ryoga no le importó eso y la abrazó por la cintura. Ella pensó en protestar, pero sentía qué estaba en desventaja por ahora. A regañadientes puso sus manos, en el amplio pecho de Ryoga.

-tú cabello huele muy bien Ranma -mencionó Ryoga antes de quedarse dormido.

Ranma se ruborizo ante su cumplido y acomodó su cabeza en su pecho, para poder dormir.

Blanquinegra también dormía en la sala con sus cachorritos.

¿Qué les parece el castigo de Ryoga?, ¿Ranma aprenderá la lección?. 😜

Bueno este es un nuevo capítulo. Espero les guste. Gracias por seguir la historia y por sus votos.
Me inspiré en unos doujinshis qué trataba de Ranma haciéndose pasar, por la hermana menor de Ryoga. Cuídense mucho. 🐰👋🏻































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