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Capítulo 2

— Apúrate hija , ya es la 1 :30 ... almuerza ya, tendrás que ir en colectivo

— Sí mamá ya voy.

De pronto fue interrumpida por el "ring" del teléfono-

— Yo voy — dijo Sandro, mientras corría hacia la sala.

— ¡Lucía! Es para ti, de parte de ..."ya sabes quién"...

Lucía se hizo esperar un poco y luego contestó

— ¿Aló?

— ¡Hola mi amor! Te llamaba para avisarte, por favor no te enojes pero ayer me olvidé de decirte que tengo que hacer un trabajo en la casa de un amigo desde las 3 y no podré estar en mi cuarto.

— Y ... ¿hasta qué hora vas a estar ahí?.

— mmmm déjame ver... (hace una pausa) no sé, hasta las 4:30 o 5:00 quizá.

— Y qué voy a hacer yo hasta esa hora ...

— Ya sé que no te gusta estar sola, pero en todo caso si me esperaras en mi cuarto; yo trataré de terminar lo más pronto posible y venir allí para vernos ¿te parece?

— Y ¿la llave?...

— Lo voy a dejar en el mismo lugar de siempre, tú ya lo conoces...

— Ah sí entonces yo te espero en tu cuarto

— Sí , por favor y no te enojes ...¿síííí?

— No te preocupes, pero no tardes ...

De pronto los ojos de lucía, adquirieron un brillo especial, de picardía; acompañado de una sonrisa algo traviesa.

— Bueno entonces nos vemos más tarde, vendré lo más pronto posible, mi amor.

— Chaoo, un beso.

Y mientras Lucía, colgaba el teléfono, se quedó por un momento pensativa; hasta que otra vez su mamá la despertó.

— ¡lucita! Ya sólo faltan 15 minutos para las 2:00 y todavía no has almorzado.

- No te preocupes mami, ya comeré algo en el camino, o después del examen, ya me voy.

Le dio un beso a su madre y como de costumbre, tomó un poco de refresco y salió corriendo.

— Pero Luci , llévate algo para el camino por lo menos. ¡Ay! esta chica, sabe Dios qué comerá en la calle; por la mañana igual, y en la noche no quiere comer mucho...

El examen se había postergado, obviamente el profesor se dejaba influenciar fácilmente por la mayoría.

Lucía estaba impaciente, ya no veía la hora en que la clase termine para ir al cuarto de Guillermo, se le pasaban muchas cosas por la mente, la carta, lo que pasaría luego, o si hoy descubriría algo.
En su cara se juntaban una expresión de misterio, ansiedad y temor ... temor quizá a descubrir algo tan comprometedor que le obligue a tomar decisiones no deseadas y que puedan perjudicar su felicidad

Al llegar al cuarto estaba algo agitada y no era para menos pues se había venido corriendo, ni bien entró, rompiendo con la rutina de prender la radio y descansar escuchando música en la cama; de inmediato se puso a registrar todas las cosas, ella estaba segura de encontrar algo relacionado con "la carta".

Seguía en ella el miedo a que sus sospechas fueran ciertas, algo le decía que no siga pero a la vez cierta ansiedad le decía ... "es ahora o nunca".

Siempre tenía mucho cuidado de no dejar huellas y de guardar las cosas tal como las había encontrado , cada vez que hallaba un papel algo "sospechoso", según ella, sus latidos aceleraban y cuando descubría que no era lo que buscaba lanzaba un suspiro hondo y sonreía aliviada.

Luego de haber rebuscado en todos los cajones y donde por lógica, podría haber estado lo que buscaba, sin éxito, se echó en la cama y pensaba
en que por la noche lo enfrentaría, es decir le preguntaría directamente a Guillermo sobre aquella carta y ella confiaba levemente que habría una explicación razonable para todo este embrollo

Ahora sí con más ánimo prendió la radio que siempre estaba en una misma estación : "RITMO ROMANTICA" 92.5 FM y hasta se puso a cantar.

Con ese mismo humor quiso revisar la gaveta de ropas de Guillermo, donde estaban todas las tarjetas y notitas que ella le había regalado, revisaba cada detallito y se ponía a rememorar todo lo que había pasado en ese tiempo; cada tarjetita tenía su propia historia que contar, a parte del motivo, sólo ella sabía todo lo que había ocurrido antes de que eso llegue a manos de Guillermo.

Ya era las 6:00 y Guillermo aún no llegaba, ella comenzaba a impacientarse cada vez más, guardó todo de donde lo había sacado, cuando por accidente, ésos que son bastante inoportunos, vio otro sobre al otro rincón del cajón, era un sobre de color amarillo "traición", era un intruso allí, Lucía no recordaba haberle regalado algo así, rápidamente guardó los demás y tomó el extraño sobre y ...

— ¡Maldita! ¿Tú otra vez?

El brillo de su mirada y su expresión facial reflejaba todo el odio, la furia y el misterio aclarado que ahora había explotado.

Era una carta de Martha, las anteriores ella misma las había quemado pero con el permiso de Guillermo. Esta era reciente, pero ¿por qué Guillermo no lo había mencionado?.

Inmediatamente sacó la carta del sobre y sin leerlo aún lo llevó a la librería que estaba en la esquina para sacarle una copia pero había mucha gente esperando, volvió al cuarto, lo leyó rápidamente y como si no fuera algo nuevo, de vez en cuando movía la cabeza asintiendo.

Luego de esto se quedó pensativa un momento y guardó la carta.

Sus sospechas eran ciertas, sucedió lo que tanto temía y Guillermo que no llegaba; y no llegaría pues le había ocurrido algo grave y urgente.

Su tía Carmen había sufrido un accidente y Guillermo tuvo que llevarla al hospital; menos mal que le pudieron comunicar a tiempo, pues ella tiene tres hijos: Azucena (7), Carla (9) y Augusto (12), quien fue el que lo ubicó a Guillermo.

Augusto conocía el cuarto de Guillermo y justo cuando venía a avisarle se encontró con Guillermo a una cuadra del mismo, por ser un caso de emergencia, Guillermo no pudo avisarle a Lucía.

En estos casos perder un segundo podría ser fatal, como no se encontraba Tomás, el esposo de Carmen, pues éste se encontraba casi siempre de viaje, a causa de sus negocios, Guillermo tuvo que responsabilizarse por la hospitalización.

Su tía se había caído del techo de su casa por haber subido a "arreglar" la antena aérea de su televisor; ahora tenía varias fracturas en las piernas, brazos y leves lesiones en varias partes del cuerpo y sobre todo en la cabeza.

Lucía tuvo que volver a su casa a las 6 : 45, estaba muy fastidiaba y decepcionada.

Su madre le increpó inmediatamente.

— Hija ¿por qué te has demorado tanto? Guillermo ha llamado como 4 veces, yo pensé que estabas con Él.

— Ay mami estoy demasiado cansada , si llama otra vez dile que estoy en el baño o que me dormí.

— Quizá ya no llame, porque la última vez dejó encargado que te diga que no podrá venir por la noche; parece que tiene un problema grave.

— El problema lo tendrá después — balbuceó entre dientes.

— ¿Qué dijiste?

— Ah, mami, digo que ya lo visitaré después.

Lucía ni se imaginaba el problema que había impedido que Guillermo llegue a su encuentro a tiempo como lo habían acordado, ella sólo pensaba en la decisión que debía tomar luego de tal problema. Necesitaba tiempo para pensarlo, había un párrafo que no se le podía borrar de la mente ..

"...Esta es la última vez que te escribo, quiero una respuesta pronto, alguna señal, tú sabes muy bien que te amo desde hace mucho tiempo y no dejo de pensar en ti, sólo quiero una respuesta explicándome lo que tú sientes por mí ..."

El resto de la carta era similar, contenía un poema, versitos y todo una declaración de amor exigiendo una pronta respuesta y reclamándole un poco el porqué no le había respondido a su carta anterior.

Era obvio que Martha no sabía lo de Lucía y Guillermo, hacía un año que había dejado de escribirle, ella conocía a Guillermo desde la infancia y ellos desde pequeños habían sentido una atracción especial, un cariño casi de hermanos, eran esa clase de amigos especiales que era más por la costumbre y la cercanía, y ellos se conocían bastante .

A medida que fue pasando el tiempo este cariño fue creciendo, mas nunca se atrevieron a decirse a no ser por las miradas y las escenas de celos , además cuanto más crecían se avergonzaban más; posiblemente porque​ sus sueños e ilusiones ya no eran tan inocentes, como cuando eran niños; pero lo que sí era cierto es que la última vez que Martha le escribiera a Guillermo, éste no le contestó a petición de Lucía.

Además antes de que Guillermo comenzara con Lucía, Martha le escribía a Guillermo cartas de "amiga especial" lo que se iba acrecentándose más y más y algunas eran bastante atrevidas para ser de amigos a esto Guillermo no le daba importancia y le respondía de tres: una y pequeña , casi por compromiso, pues no era tanto de escribir.

Una vez Martha le escribió una carta similar a esta y Guillermo le contestó tajantemente que eso no podría ser, pues él sentía un cariño muy especial por ella pero que no era amor y a la vez le aclaró que estaba solo y era así; pues luego de unos 2 meses a cupido se le ocurrió lanzarle el flechazo y comenzó el romance con Lucía.

Guillermo no quería herir a Martha, razón por la cual no respondió la última carta de Martha, a esto felizmente se unió la petición algo extraña de Lucía, quien sabía toda la historia.
Lucía le dijo que no le respondiera y que ya se cansará de hacerlo, era una petición rara , pues lo normal hubiera sido que ella le exija que Guillermo solucione dicho problema cuanto antes contándole la verdad de su situación; pero ella curiosamente le había pedido que no lo haga, quizá para ponerle más "emoción" a su relación, teniendo en cuenta que ella llevaba el control de todo. Lucía, sin embargo,nunca había visto el contenido de esa carta hasta ahora.

Ahora Lucía se arrepentía de todo aquello y lo peor era que ahora todas sus sospechas eran "ciertas", que esa "carta" que aquel martes "negro" cayera, era para Martha; seguro que esa sería la respuesta a la petición de Martha.

Se sentía traicionada, era la mujer más desdichada, y lo más grave era que seguía profundamente enamorada de Guillermo y realmente no soportaría perderlo.

¿Ésa era la emoción que ella esperaba? Resultaba irónico pensar en todo esto ahora.

Lucía aún no podía conciliar el sueño y estaba acostada desde las 8 lo increíble era que ni había visto su novela preferida: "TORBELLINO".

Cada vez que Guillermo venía a buscarla tenía que ser a partir de las nueve, osea después de su novela.

Cuando su mamá vino a llamarla a su alcoba ella fingió estar dormida, su madre pensó que esta vez sí que los exámenes estaban difíciles.

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