Leah se encontraba mirando todo desde los sillones de espera en el hospital. Alonso había llegado hace horas a intervenir a la pequeña swan, gracias a Billy y su papá toda relación con Charlie iba la mar de tranquilo. El sheriff lo supo con solo mantenerse calmado y callado, supo que todos sus problemas se calmarían tras la enfermera de casi dos metros y la intervención del médico que ingresó a la sala donde su hija descansaba en un coma que los doctores catalogaron como inestable, el golpe que se había dado tras la joven discutir con Edward Cullen, había sido mas que suficiente para dejarla en ese estado inconsciente.

Al menos esa había sido la excusa que se le había dicho a Charlie. Nadie quería que otro Swan estuviera involucrado al mundo sobrenatural, por lo que, había sido más que convincente, sabiendo el historial torpe que la joven poseía con anterioridad, eso fue lo que más ayudó a todos con la coartada para la misión de perder de la vista a la Swan.

-Es aburrido esperar a que termine este proceso... ¿En verdad no puedo ir a estirar las patas?-preguntó Leah.

-Podrías, pero es Eir quién está dentro. No creo que quieras dejarla por mucho tiempo, sabiendo todo lo que han hecho sin mi presencia. -responde Sam pacíficamente, atento ante cualquier amenaza.

Leah siente como su boca forma una mueca al recordad la protección salvadora de Paul hacia ella. Realmente estupida si que fue por dar la espalda al enemigo justo en ese momento.

-No lamento nada de lo que pasó, pero prometo ya no bajar la guardia. En verdad pensé que respetarían a Eir, pero no conté con que el frío fuera vengativo, lamento eso... Pero las acciones que Paul hizo fueron más que justas -expuso cruzándose de brazos.

-No te estoy regañando. Solo te pido que a la próxima, se retiren todos al mismo tiempo luego de que yo lo haga, solo para evitar estos enfrentamientos que pueden romper el tratado que poseemos con ellos. -comenta sin mucha molestia, pero pensativo-Me queda claro que no lo mataron, según lo que entendí, Eir dijo: "Un vampiro muere cuando es quemado, solo lo dejaron insconciente por un tiempo." Eso quiere decir que volverá en cualquier momento a su estado original y sin daño aparente.

Leah molesta, resopla ante esa situación. Aprieta los nudillos y mira a Sam como su Alfa.

-Si viene a interrumpir el proceso. No me haré responsable de exterminarlo, puedes pensar en mi expulsión pero si viene a meterse con mi impronta no tomaré en cuenta los percances secundarios, espero puedas entender. -admite mientras siente como en su hilo enlazado con su impronta se tensa, y se destensa tras un golpe sutil contra el suelo- Eir...

-Estoy bien... Solo me cansé.-anunció tras haberse caído de cola al suelo.

Sam supo entender, más no la dejaría que llegara a exponer el secreto en el sitio hospitalario. Aunque era agradable ver como ambas se protegían y cuidaban, en verdad, nunca supo que una mujer podría ser mejor compañera para Leah que él mismo.

-Bien, solo no te sobreesfuerces.

-¡Soy yo quién está haciendo todo el trabajo! ¿osea... hellou?-exclamó Alonso entre susurros pero se escuchaba claro su grito de indignación.

Una sutil risita de Eir emergió y poco después dejaron de escuchar algo, suponían que la concentración que necesitaban para borrar e intercambiar memorias como bloquearlas, era un proceso sumamente tedioso porque para estar durando ya tres horas era más que suficiente para suponerlo.

Por suerte, solo el patriarca apareció en el hospital queriendo intervenir y cuidar de joven Swan, pero con anterioridad se le avisó la probabilidad de que esto ocurriera a Charlie, por ende, como buen policia que es el Sheriff... Este ya había estado trabajando en una orden de alejamiento de los Cullen hacia su querida hija, también había hablado muy a su pesar con Renné -quien claramente al saber la noticia, expuso estar de camino y que se llevaría consigo a Bella. Forks era demasiado peligroso para su torpe bebé-. Lastimosamente la custodia no podían pelear, pero esperaba que su hija no los recordara ni mucho menos al ex novio, porque perderla por culpa de ellos para que volviera a caer en un proceso tóxico en bucle, sería lo suficiente como matarlo en vida. Si la protegería estando con su mamá, que así fuese.

Leah, Harry y Sam vieron sufrir al padre Swan, vieron sufrir como ninguno quisiera sentir, ni estando Renné en el lugar pudieron ver esa misma desdicha en la mujer, sólo el sheriff parecía sacrificar más de lo que la mujer pudiera saber de esos sacrificios, esa ex esposa solo sabía gritarle, regañarle y decirle cosas feas a Charlie más nunca veía todos los sacrificios que hacía para amar, cuidar y velar por la vida de la única hija que compartían, eso en verdad era inmensamente triste.

Esperaban que tras esta desvinculación a pesar de la pena ajena, pudieran todos salir a delante y tener un mejor futuro luego de todo este desastre.

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Un año después.

Eir se encontraba mirando el mar con tanta relajación, disfrutando de la paz, del oleaje y de la compañía de su querida compañera. El tiempo corre tan rápido y maravillosamente todo el plan había salido tal como se esperaba.

Bella despertó seis meses atrás, despertó con un horror incurable hacia su ex-novio, según lo que la joven humana había recordado: Edward se había vuelto histérico y un chico muy tóxico con ella, desde que supo de su amistosa convivencia con su amigo de la infancia Jake, creyendo que ella le había sido infiel, ella entró en pánico cuando él no le creía y cuando la arrojó contra el sofá como para demostrarle lo que era ser hombre. Recordaba el forcejeo contra aquella incómoda situación, a tal punto que cuando pateó sus testiculos el cobrizo la empujó contra la mesa de la sala de los Cullen. La familia al escuchar el forcejeo intentaron pararlo pero su joven pareja no parecía razonar bien, y en cuanto pudo caer en brazos de la novia de Leah, supo que estaría en buenas manos porque el golpe en su nuca gracias a la mesa, le había dolido tanto que no pudo más resistir a las ganas de permanecer despierta cayendo a las pesadas sensaciones de dormir.

Cuando despertó, supo que tendría amnesia a causa de su ex-novio, y sí, así lo había mencionado luego de despertar y también tras saber que su padre había pedido una orden de alejamiento contra los Cullen. Estos un mes antes de que despertara del coma, se habían retirado de Forks para no causarle problemas a ella, un deseo amistoso por los padres de Edward. Siendo así como toda conexión amistosa con los Cullen se había roto por la paz, se supo que Edward Cullen había sido transferido a una Clínica de reposo, por no decir psiquiátrico; parecía que los rumores confirmaban que su ex se había vuelto loco y que no la podía super, que la quería de regreso y que para no tener problemas, sus padres habían decidido internarlo para mejorar esa salud mental tóxica.

Bella sintió pena, pero supo entender que si todo aquello había pasado, era porque no era su destino estar con esa familia tan popular y de modelo. Por ende, un mes después de aceptar transladarse junto a su mamá para seguir su recuperación física -debido a la falta de movilidad que estuvo en coma por seis meses-, se despidió con vergüenza y gratitud de su padre. Prometiendo que aunque sea lo visitaría cada navidad o año nuevo.

Para fortuna de todos, aquello se cumplió como una promesa, cada navidad pasaba con Charlie, mejorando su relación como padre e hija. Sin embargo, para proteger el secreto y el trabajo de Alonso y Eir, Jacob había sido obligado a irse a la tribu Maka cuando la joven castaña estuviera por Forks, para evitar que así supiera del secreto de los protectores. La excusa que se les había dicho a los Swan era que como representante de los Black debía ir ayudar a la tribu, debido a que pronto este debería sentar cabeza mediante un matrimonio arreglado.

Claro, que todo eso era una excusa pero la pura verdad era que en esa tribu, la hija del Alfa se había imprimado en Jacob y viceversa, por ende, como el Alfa era de costumbres viejas. Pidió matrimonio y casamiento para que su hija estuviera sana junto a Jacob, ¿pronto el nativo debía sentar cabeza? Si, ¿Seguía enamorado de Bella? No, desde que la vio histerica por perder la inmortalidad y al frío, pudo entender que ella estaba loca y no debía más ser estupido en creer que ella podía mejorar algún día. Recordar nada mas verla reconocerlo como amigo fue el detonante para saber que era el único perdido que estaba enamorado, pero ella no lo veía ni vería como algo más que un simple amigo.

Alonso había dicho que para Navidad debía dejar las tierras de la Reserva con Leah Clearwater, pero la compañera nativa aún no estaba lista para perder contacto con sus padres por ende, aun a costa de su salud, decidieron pasar un año mas en Forks para así poder al otro lado partir cono mochileras.

Alonso solicitaba estar cerca suyo hasta que pudiera hacer algún medicamento justo para el dolor que causaba usar su don humanidad. Por ende, debía experimentar mucho con las celulas de Eir y eso significaba dejar a todos de lado para enfocarse absolutamente en ella, Leah sabía que aquello era lo que más deseaba para su impronta pero estaba dividida por la sensación de no estar con sus padres para cuando estos perecieran o necesitaran de ayuda en su vejez, no quería dejar todo en los hombros de su pequeño hermano.

Eir lo comprendía, era por ese simple hecho que ahora se encontraban tomandose un tiempo de relax en las tumbonas frente al mar, ninguna quería mas sentir agotamiento ayudando de aquí para alla, ya que aunque los Cullen se hubiera ido las amenazas de vampiros nomadas nunca se detenía. Suponían que era por lo acogedor y tranquilo que era el pueblo por lo que se veían atraídos hacia allí.

Además de que, la vida de Harry se acortaba a cada instante. Mediante las atenciones médicas de Eir, la enfermedad cardiaca estaba controlada, pero todos sabían que un susto o preocupación alta en el patriarca de los Clearwater, lo llevaría directo a la tumba. Mientras que Sue, se encontraba pidiendo a los ancestros que aquello no sucediera pronto, y que si lo fuera, que ocurriera cuando Seth fuera a estudiar o terminar la universidad, porque en todo este tiempo no había encontrado aun a su impronta ni mucho menos era muy importante que estuviera involucrado en asuntos de la manada, por aún ser el cachorro al igual que Jacob y otros mas.

-Ser parte de esta paz y estar a tu lado, creo que son los regalos más maravillosos que puedo recibir en esta larga vida... ¿Sabes?-interrumpió sus propios pensamientos y las de Leah con esa frase de dicha.

-Siempre tan bonita tú. Aunque aún quisiera darte el mundo si pudiese, desde que estoy contigo mi vida tiene sentido y más calma, todo lo que hago se termina cumpliendo, es como si tu presencia diera el equilibrio de suerte que le faltaba a mi vida -bromea un poco la nativa.

-Capaz ese sea mi encanto. Dar suerte a quien en verdad me aprecie, y por reflejo te traiga bendiciones.-bromea igualmente la pelirroja.

Leah se carcajea ante esa idea, mientras toma su mano entre las suyas, para tomar un rostro totalmente serio.

-El próximo año quiero que nos casemos, ¿Estarás lista para ese paso, Eir?-preguntó determinada y con esa necesidad acumulada desde hace meses. Todo desde que los Cullen se habían ido, ningún otro bicho los podría más separar.

Eir se queda con la mente en blanco rn cuanto se lo pregunta, voltea su rostro totalmente sorprendida y con el corazon acelerado, al punto que siente sus latidos enrojecer sus grande orejas ocultas apenas con su pelirrojo peinado. -¿H-he oído mal o me acaba de pedir permiso para proponerme matrimonio?

Leah sonríe ante la bella imagen de su impronta ser tomada desprevenida. Era sencillamente hermosa.

-No has oído mal. Quiero avanzar, y si me permites romper con cada tabú, estando juntas. Aceptando pública y socialmente que estoy enamorada de una mujer, mi mujer. ¿Aceptarías ese detalle posesivo por mi parte? ¿O no te gusta y he metido la pata?-preguntó con varias emociones reflejadas en su rostro y ojos.

Eir la estira mas cerca suyo, tomando su rostro entre sus lados dedos y manos de piel clara, totalmente emocionada mientras lágrimas de llanto emotivo empapaban sus pestañas.

-Quiero todo lo que venga de ti, Leah. No has metido la pata, ¡Quiero ver ese vestido de boda, los anillos y todo lo que nos venga encima! Se ve emocionante!-exclama totalmente emocionada, ahora sentía que le temblaba las manos pero no por miedo sino por ansiedad a cumplirlo.

-A veces olvido que esa actitud infantil proviene de tu edad petrificada, pero se me pasa cuando veo el amor maduro reflejado en cada palabra u ojos cuando me ves, quiero verte cumpliendo todos esas metas humanas a mi lado, no importa cuán complicadas sean... Intentaremos cumplirlas o adaptarlas para nuestra vida, ¿Si? -responde igual de entusiasmada por ella, y por una vida juntas.

-Estoy lista y si lo quiero. Así que, ¡Así sea, querida mía!-exclamó totalmente nerviosa con esa sonrisa deslumbrante.

Leah con la felicidad embriagando su sistema, se levanta de la tumbona y le ofrece su mano como para que se levante de la suya, Eir. La pelirroja lo acepta y ambas se aceptan con una sonrisa que refleja puro amor.

-Vayamos a anunciarlo con mis padres. Sé que también debes hacer lo mismo por la parte de tu Clan, así que estaba semana pasaremos aquí las navidades y Año nuevo en Volterra. ¿Te apetece, cariño?-pregunta Leah al ver como su impronta recupera sus casi dos metros al estar de pie.

-Es una excelente noticia. Y sé quien nos puede ayudar con los preparativos, estoy segura que estará encantada de ayudarno... -comenta emocionada.

Siendo así como las dos se van caminando tranquilas hacia la cabaña Clearwater, esta noticia revolucionaria la paz que habían estado viviendo. Lo sabían pero querían seguir avanzando con en esta hermosa relación.