CAPITULO 26
Los rayos del sol resplandecían fuertemente traspasando el cristal de las ventanas de su habitación, se levantó de golpe, recordando la salida que tendría que hacer hoy con Jungkook, el día de ayer habían acordado salir todo el día juntos, desde que Hyukjae había llegado, la cena había estado muy intranquila, ella no entendía el por qué tanta inquietud de parte del chico, pero no pregunto nada para no alterarlo, hoy recuperarían el tiempo perdido.
Se puso de pie y se dirigió al baño a tomar una ducha, 20 minutos aproximadamente habían pasado, ella salía con una toalla envuelta en su cuerpo y con otra su cabello, tomo sus prendas y se vistió, un vestido casual para la ocasión y su cabello con una coleta, esta era la primera vez que no saldría tapando su rostro con una capucha, el claxon de un auto la hizo asomarse por su ventana, era Jungkook.
- Hola, princesa. - saludo el, depositando un pequeño beso sobre su frente.

- Hola, Cariño. - deposito un beso fugaz sobre sus labios, para posteriormente adentrarse al auto, sabía que ahora estaba muy ruborizada.

- Tu... -- la miró.

- Vámonos ya. - esquivó su mirada.
- Me estas seduciendo, sabes no creo que sea bueno seducirme. - Dijo él - no sabes de lo que soy capaz. - susurró a su oído.

- Eres un pervertido. - lo miró enojada.

- Tú empezaste. - rio.

- Oh, sí claro. - dijo sarcástica.

Encendió el auto y se dirigieron a su destino, el lugar de la primera cita, una hora de camino había acabado, por fin habían llegado.

- Creo que este lugar se volvió muy especial para ti ¿no? - pregunto ella mientras bajaba del auto

- Siempre será especial para los dos, ángel. - se acercó a ella y la beso tiernamente. - Pero ahora.... - la miró divertido.

- No te atrevas Jeon. - advirtió, pero él ya se encontraba arriba de ella provocándole cosquillas. - Para,.....
Por favor... -- trato de hablar.

- Me vas a prometer algo?

- S...I...sí...

- Bien

La ayudo a ponerse de pie y tomo su mano, caminaron cerca del lago y en el césped se encontraban las alas de un ángel, como la primera vez, él hizo que se sentara en la mitad de estas.

- Ahora si podría decir que eres un ángel de verdad, princesa. - Se arrodillo frente a ella y la miro fijamente.

- Ahora dime tu promesa. - habló.

- Promete estar conmigo toda tu vida. - aquello había salido desde el fondo de su corazón, se había enamorado como un loco de su ángel, jamás quería perderla.

Ella bajo la mirada, lo medito por un momento, ¿Por qué la vida tenía que ser injusta con ella? ¿Por qué se enamoró de él?, ¿Por qué tenía que romperle el corazón con su muerte?, las preguntas bombardeaban su mente, el dolor estaba incluido en cada una de ellas, la tristeza y las lágrimas eran una costumbre en su vida, odiaba ser tan débil.

Lo miro y una lagrima resbalo por su mejilla, una lagrima de dolor, de impotencia, de no saber qué hacer con el destino, con su destino, no quería dejarlo, pero todo estaba en su contra, ella estaría con él, aunque no en esta vida, se lo había prometido.

- En esta vida aún estoy contigo... -- trato de no verse más deprimida, de no reflejar su corazón roto. - Prometo estar contigo la próxima vida...también.

- Eh?....

- No importa si no pueda recordar, pero todo el cariño que nos une ahora, nos unirá después, estaré contigo aunque no tengas la misma apariencia, sé que tendrás la misma alama, ruego al Señor volver a vernos. - sonrió y lo abrazo para terminar de llorar en sus brazos. - Te quiero Jungkookie.
- Pequeña no llores. - acaricio su cabello. - Te quiero, ven olvidemos esto. - se pusieron de pie y caminaron por el lugar, luego de unas horas arreglaron todo para almorzar.

El tiempo pasaba rápido cuando estaban juntos, ella disfrutaba cada minuto a su lado, sabía que un día le haría falta. Él la amaba como si no hubiese un mañana, ninguno sabía que esta sería su última felicidad en pareja, la soledad y el peor sufrimiento estaba cerca, la maldición del peor pecado, lo estaba sufriendo ella.

El camino a casa fue corto, entre risas y juegos habían llegado, la noche era lo único que los separaba.

- Vendré mañana en la tarde, adiós 'princesa. - se despidió depositando un suave beso sobre sus labios.

- Te quiero, adiós.

Ella camino hacia la entrada de su casa con una sonrisa dibujada en su rostro, este día había uno de los mejores sin duda.

- Creo que este será su último día juntos, hermosa ángel. - se escuchó una voz, nadie estaba a su vista.

- Quien.... eres.... - tartamudeó.

- Tan rápido me olvidas preciosa. - alguien la tomo de la barbilla y la levanto, mirándolo, era el príncipe de las tinieblas, Hyukjae.

- Que es lo que quieres. - habló firme.

- Tu completo sufrimiento, ángel, ya que no puedo tenerte él tampoco lo hará. - sonrió, se acercó a ella para besarla, pero lo esquivo. - Yo soy mucho mejor que él, estúpida!!

- Claro que no lo eres, aléjate. - lo empujó.

- Eres tan estúpida. - sonrió y la tomo del cuello.

- De....jame...por favor. - suplicó.

Sin decir nada coloco una mano sobre su cabeza, una serie de imágenes aparecieron ante sus ojos, era ¿Jungkook?, la estaba tocando, estaba siendo violando, sus ojos se cristalizaron rápidamente, eso tenía que ser una broma, Jungkook, él no pudo haberle hecho eso, jamás.

La soltó de golpe y ella cayo de rodillas, sus fuerzas habían desaparecido, todo se había ido a la basura, su vida y su poca felicidad.

- El arcángel fue quien te borro la memoria. - dijo por último y sin tener oportunidad de preguntar él había desaparecido.

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