CAPITULO 25
El tiempo pasaba rápido, los días se completaban, un mes se mas se había disminuido a su calendario, las salidas de Jungkook y _______ hacia lugares extravagantes eran diariamente, su felicidad era grande, sus sonrisas no desaparecían, las vacaciones del primer semestre había llegado.
Era viernes, uno de los pocos días en los que no pasaban juntos, Jungkook había viajado a su mundo para visitar a su padre, ________ estaba en su departamento.

- Hola. - Jimin había entrado por la ventana de su habitación.

- Jimin, podrías entrar por la puerta. - reclamo asustada.

- Eres muy asustadiza, ángel.
Tomo asiento a su lado, ella leía un libro en el momento que él había entrado.

- Justamente iba por un vaso de agua, quieres algo? - preguntó, mientras se ponía de pie.

- No, gracias te esperare.

Salió de su habitación directamente a la cocina. Jimin miró todo a su alrededor, ella era como su hermana y Jungkook era muy feliz cuando estaba junto a ella, pero algo lo desvió de sus pensamiento, una pequeña esquina de un sobre sobresalía de su almohada, lo tomó.

- Que es esto? - pregunto al verla de regreso, sostenía el sobre sobre sus manos.

El sobre del hospital ahora Jimin lo tenía, su corazón latía rápidamente, él era la primera persona que estaba cerca de entrarse de la verdadera realidad, pero había algo que rondaba por las cuatro paredes de su habitación.

EL MIEDO.

- Déjalo. - quiso arrebatárselo de sus manos, pero no lo consiguió.

- Aun no lo abro ____. - comento -- Es de un hospital cierto?, dímelo con tus palabras. - habló serio.

- No se lo cuentes a Jungkook, por favor. - pidió.

- Depende de lo que se trate el asunto.

- Soy un ángel, y pronto tengo que regresar. - Hizo una pausa - tengo que morir.

- Que....

- Tengo leucemia, cáncer a la sangre, y nada podrá desaparecer eso, mi destino es morir, dentro de un año y algunos meses. - sus ojos se cristalizaron. - Por favor no hables de esto con Jungkook.

- Tiene que haber una solución a esto.

- su mente no podía procesar el hecho de que ella debía morir, No.

- No la hay, no se lo digas, no hagas que me arrepienta por habértelo dicho.

- Su mundo caerá. - dijo él.

"Deberá aprender a reconstruirlo sin mi"

- Sufrir, ese fue el castigo que recibí por el pecado de mis padres, el no tienes por qué saberlo, saldrá lastimado algún día y no le importo estar conmigo sabiendo aquella consecuencia. - hablo ella. - pero a cambio de eso quiero vivir los días más felices junto a él, sin que se preocupe de que el día de mi muerte este cerca. - sonrió bajando la mirada, un fuerte abrazo a consoló.

- Jungkook es feliz solo con el hecho de tenerte, no se lo diré, no borrare su sonrisa. .. Dijo - pero algún día tendrás que decirle.

- Lo hare.

Estuvieron unos cuantos minutos más hablando de temas triviales para tratar de desaparecer el desagradable tema anterior. Tres horas exactamente habían transcurrido, Jimin tenía que marcharse.

- Adiós precioso. - beso su frente.

- Adiós Jimin. - se despidió.

Apenas eran las tres de la tarde así que decidió salir de compras para llenar la despensa, camino fuera de su casa hacia el supermercado más cercano. Sus pasos eran suaves, pero un fuerte mareo la hizo caer, se reincorporo rápidamente, aquello pasaba siempre, pero ahora sus huesos dolían un poco más de lo normal, la enfermedad avanzaba y de eso estaba segura.
Llego al supermercado y busco todos los productos que creía necesitar al cabo de media hora, pago todo en caja y salió. Una cena deliciosa, eso sería lo que tenía planeado al llegar a su casa, estaba segura de que Jungkook aparecería en su casa y le daría una sorpresa.

La comida tenía un buen aroma que inundaba toda la casa, ella preparaba la mesa para servir.

- Creo que el rico aroma no proviene de mí. - la voz que esperaba escuchar por fin había aparecido.

- Oh si claro. - hablo sarcástica.

- Hola mi ángel. - la abrazo Juntando su frente a la de ella, viéndola
fijamente. - Me extrañaste?

- Demasiado. - dio un rápido beso a sus labios.

- Para quien preparabas todo esto? - pregunto inocente.

- Para una persona muy especial. - siguió su juego.

- Creo que estoy celoso y para mí?

- Creo que podrías lavar los trastes después de la cena. - rio por lo bajo.
- Muy graciosa. - sonrió falsamente.
- Pero que conmovedor - se escucharon aplausos. -- yo también estoy invitado verdad?

- Que haces aquí? - pregunto ella.

- Hace mucho que no nos vemos, pudiste escapar del fuego? - pregunto sarcástico.

- Tú fuiste...

- Yo que? - fingió.

- Tú me hiciste creer que mi casa se estaba incendiándose y que me estaban.... Violando. - susurró.
- Te ilusione, pero lo de la violación solo fui una vez, pero creo que no soy el único. - miro a Jungkook. - Creo que alguien te a ilusionado mas, haciéndolo realidad.

- Que dices.

- Que tratas de decir. - se defendió Jungkook.

- No lo sé, recuérdalo. - rio. - continúen. Hasta mañana. - desapareció.

La tensión había comenzado, el sabor amargo del recuerdo se había mezclado con su saliva, trago duro, el tan solo hecho de perderla por la estupidez que había cometido el primer día que la conocía, lo mataba, el miedo le recorría todo su cuerpo, el temor hacia...

LA DECEPCION.

- Esta loco.

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