CAPITULO 20
Jungkook había sospechado un poco antes sobre el origen de _________, pero esperaba que ella misma hablara de ello, no cualquier persona podía entablar cualquier tipo de conversación con arcángeles como Baekhyun, ella había sido la única que lo había hecho.

Su hermano, Jimin, había mencionado algo parecido días antes, lo que hizo más fuertes sus dudas sobre ella, su ángel, pero ¿Qué hacia un ángel en el mundo terrenal?, por lo que sabía los ángeles tenían gran prohibición de pisar el suelo de los humanos.

- Pero un ángel en la tierra? - pregunto extrañado.

- Es una larga historia. - respondió.
- Quiero saberla.

- Solo te diré algo. - dudó un momento. - mi padre y mi madre son ángeles, creo que con eso basta.

- Es imposible, un ángel, padre?

- Rompieron las reglas y ahora yo estoy aquí. - dijo incomoda. - Nos podemos ir?

- Espero saberlo todo con el tiempo, vamos. - se puso de pie y la ayudo.

- Lo sabrás. - afirmó.

El camino de regreso era silencioso, el hecho de los orígenes daba mucho de qué hablar, pero hablar del tema habría sido aún más incómodo.

- Jungkookie. - lo llamo.

- Si? - respondió sin apartar la vista de la carretera.

- Que sucedió con Jennie?

- No sucedió nada ya te lo dije. - dijo cansado.

- Pero por.... - fue interrumpida por el gran chillido de las llantas del auto al frenar abruptamente.

- YA BASTA ______. - la miro serio. - POR QUE TE EMPEÑAS TANTO EN ALEJARME DE TI? - Exclamó.

- Alejarte de mí?, claro que no, eres mi mejor amigo, jamás quisiera eso, solo... solo quiero que seas feliz, el tipo de felicidad que llene tu corazón. - lo miro. - y yo no te puedo dar aquella felicidad.

- Olvídalo, siempre lo veras así. - encendió el auto.

Al llegar a su casa bajo del auto, pero Jungkook despego apenas la vio bajar, esta vez su amigo se había enfadado duramente con ella, la idea de que él pensara en que ella solo lo quería alejar, la hacía sentir culpable, culpable por el hecho de querer verlo feliz.
Abrió la puerta y camino directamente hacia la sala, encendió el televisor y se recostó en el sofá, sus pensamientos solo podían tratarse sobre su amigo, tal vez lo había lastimado con sus acciones.

- CRUEL ______, CRUEL ______. - se dijo así misma acompañada con suaves golpes sobre su frente.

La conclusión ya estaba dicha, se disculparía en el instituto, o tal vez mañana.

Todo lo que había estado sucediendo poco a poco la atormentaba, su mente se concentraba en las cosas malas que podían pasar con las personas, pero no en el mal que ella podía causar, un ejemplo claro de aquello era su amigo, Jungkook, él siempre la apoyaba y escuchaba, mientras que ella solo podía hacer las cosas mal.

El fuerte olor a humo la saco de sus cavares, algo en la cocina se estaba propagando, el fuego iluminaba el lugar, la cocina ya estaba en cenizas, el miedo fue una de las tantas emociones que sintió, la madera de los mesones caían encendidas, los fuertes choques de la madera y el piso retumbaban en sus oídos, el fuego comenzó a agrandarse significadamente.

Retrocedió como pudo, camino rápidamente a la puerta, la perrilla estaba atascada, la desesperación se había sumado, una de las pocas posibilidades que se cruzaban en su mente era saltar desde la ventana de su habitación. Corrió hacia las escaleras, pero alguien la tomo del pie y la tiro haciendo que cayera fuertemente sobre la superficie dura, su pierna estaba sangrando.

- Porque me cuesta tanto hacerte daño?, ¿Por qué, un ángel es fácil de tener?, pero tu resultas imposible. - el tono que usaba aquella persona era de desesperación, algo que por primera vez le resultaba imposible de atrapar.

Las llamas habían llegado a ella, su cuerpo se había combinado con el fuego, se retorcía como podía; el fuerte sonido del control remoto cayendo la sorprendió, de su frente gotas de sudor caían como si de agua se tratasen, sus manos agarradas fuertemente del respaldo del sofá, miro su ropa, estaba intacta, corrió a la cocina, todo estaba en su lugar, nada parecía haber pasado por un gran incendio.

¿Que había sido lo que ocurrió?, ¿otra jugada de su mente?, era imposible que fuese un sueño, en ningún momento creyó haberse dormido sumando el hecho de que las ganas de dormir estaban extintas desde que llego.

La silueta del sujeto que había dicho aquello, estaba formada solo con el humo del fuego, su cara era irreconocible, jamás lo había visto, o eso era lo que creyó.

Camino a su habitación, quizás después de dormir podría pensarlo mejor, pero la peor pesadilla estaba por comenzar, su pesadilla. El tiempo que había pasado no era lo suficiente como para poder olvidar la peor experiencia que había vivido, su violación.

Su pesadilla aun no aparecía, algo extraño sin duda, la madrugada había llegado y sin contar con sus sueños.

- Amigas no? - escucho decir. - Déjame protegerte de las pesadillas.

- Hyuna... -- alcanzo a pronunciar abriendo poco a poco sus ojos.

- Soy yo, ahora estas a salvo, la pesadilla ya paso, duerme tranquila. - desapareció de su habitación.

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