CAPITULO 2

La mañana no tardó en llegar, los rayos del sol se hacían más presentes conforme pasaban los minutos, el reloj marco las 6:00, lo que daba a conocer que Melie debía prepararse para ir a estudiar; recordando que luego de salir del instituto tendría que ir a la librería por el nuevo empleo de medio tiempo. Sin perder más el tiempo se puso en marcha para iniciar con un nuevo día, agradecía al Señor por hacerla disfrutar un día más, siempre lo hacía pues sus padres le implantaron aquellos buenos valores desde pequeña.

"NO PIERDAS LA FELICIDAD" se dijo así misma, desde el día anterior se había prometido siempre ser feliz y no mostrarse débil ante nadie y no por que estuviera fingiendo, sino porque de verdad lo quería hacer, ya no quería seguir recordando lo mismo todos los días "¿Cómo estuvieran sus padres?", no los iba a olvidar eso estaba claro, lo único que haría sería disfrutar más de su vida. Su amiga Rose la ayudo y agradecía eso, ella era la única que sabía sobre la muerte de su padre y aquella extraña desaparición de su madre.

Bajo las escaleras dirigiéndose hacia el comedor para desayunar, pero algo la hizo parar en seco cuando termino de bajar las escaleras, en la pequeña mesa que adornaba la sala se encontraba un collar, era muy fino, no entendía por qué estaba allí pero no dudo en tenerlo entre sus manos, al mirarlo más de cerca pudo distinguir que se trataba de unas alas las cuales colgaban de la cadena, el objeto sin duda era hermoso, su color blanco relucía frente a sus ojos, pero algo más llamo su atención, detrás de aquellas alas se encontraba su nombre y el número 22. Al ver su nombre escrito en aquel collar supo que tal vez se trababa de algún tipo de regalo para ella, de alguien "anónimo" por su cumpleaños, pero no sabía la razón del por qué el numero 22 si la edad que cumplió era 20, no rechazaría algo así, lo tomo y se lo puso en el cuello, sin darse cuenta al colocárselo el collar brillo un instante y volvió a la normalidad. Salió de su casa luego de comer y se dirigió a su instituto.

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— Jungkook, hijo sabes que puedes pedir cualquier deseo, por que necesariamente debe ser eso — preguntó Sunny la reina de los vampiros.

— Madre sabes lo que pedí y no cambiare de opinión — respondió jungkook, el príncipe.

—Por favor medítalo un poco más, iré con tu padre, él está muy molesto por lo que le pediste de deseo, por tu cumpleaños — salió de la habitación de su hijo.

—No hay por qué hacerlo y dile a mi padre que él lo tiene que meditar mejor que yo.

En una dimensión casi igual al mundo terrenal, habitada por seres totalmente diferentes a los humanos, vampiros. Jungkook hijo de los reyes de aquella raza, el día anterior fue coronado como príncipe al cumplir la edad necesaria para acceder al trono, 20 años que en edad de vampiros equivaldría 2 siglos. Su padre, leeteuk, prometió conceder cualquier tipo de deseo a su hijo por su cumpleaños y coronación; el príncipe desde hace muchos años atrás deseaba vivir en el mundo terrenal, donde nadie sabía quién era y lo que podía hacer. Se lo dijo a su padre sin embargo él se negó a cumplir aquello, los humanos eran seres repugnantes para el rey y no se daba la idea de que su único hijo conviviera con ellos siempre, porque eso era lo que había pedido el príncipe, vivir para siempre con los humanos.

—Puedo pasar — dijo el rey, su padre detrás de la puerta.

—Claro —lo hizo pasar.

—Sabes que siempre cumplo mi palabra, sin embargo no puedo cumplir del todo lo que has deseado — lo interrumpió.

—Entonces vete

— ¡ESPERA! — Exclamó — déjame terminar, no cumpliré el deseo de vivir toda tu vida ahí, solo podrás quedarte 2 años, tú decides

—Pero...está bien — dijo sin ganas.

—Tu madre y yo iremos a verte algunos momentos al mundo terrenal.

—Está bien

— ¿Cuándo partirás? - preguntó.

—Hoy si pudiera — soltó de golpe.

— ¿Hoy? .... Está bien cumpliré lo que desees — dijo su padre para después abrazarlo.

El rey y la reina abrieron el portal que unía las dos dimensiones, el mundo terrenal con el mundo de los vampiros, dejando al príncipe salir de aquella dimensión, no sin antes haber resuelto todo para que él fuera como una persona normal en aquel mundo.

"DOS AÑOS SERA SUFICIENTE" pensó el príncipe antes de despedirse de sus padres y saltar hacia el mundo terrenal. Llego y se instaló en su nuevo departamento que habían arreglado sus padres, su vida estaba hecha, en el mundo sería un estudiante como cualquier otro chico de su edad, ya no sería más un príncipe, pero si conservaría sus poderes.

Su objetivo en ese lugar seria vengarse de aquella vampira que lo hizo sufrir cuando era más joven al haberlo engañado con otro, ella murió, pero se había enterado de que ella reencarno en el cuerpo de una humana, y desde ese día su más anhelado deseo era ir al mundo terrenal a vengarse de ella y no hacer amigos humanos ya que el príncipe también sentía repugnancia hacia ellos.

Salió de su departamento al instituto al que había sido asignado, su plan estaba en marcha y claro estaba el no perder de vista su objetivo principal, vengarse de ella, por lo que había investigado en su mundo ahora aquella vampira lleva por nombre Rose y en el fondo de su ser ella aun lo recuerda, pero nunca lo quiso como él a ella y ahora lo que él sentía solamente era odio.

Llego al instituto y entro a su respectiva clase no sin antes escuchar la molesta voz de su maestro quien le pidió presentarse ante todos.

—Soy Jeon Jungkook... — habló — Ya puedo sentarme — dijo fastidiado.

— Oh claro joven... Pase a sentarse delante de la señorita — dirigió su mirada hacia Melie. Centrándose en aquel objeto brillante que colgaba de su cuello.

"ESE COLLAR" pensó, en ese momento recordó la primera vez que vio a un ángel, por lo que tenía entendido solo los ángeles eran portadores de ese tipo de collares que se distinguían por la forma de las alas que colgaban de esa cadena y el brillo único que poseían.

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😇