CAPITULO 18
La luz era muy cegadora, con mucha dificultad logro abrir sus ojos y miro a su alrededor, estaba en la enfermería de la escuela.

- Un ángel jamás debería ser tocado de esa forma. - escucho decir, giro su cabeza para ver de quien se trataba, quizás era la misma persona que la había sacado de aquel lugar.

- Tu eres? - pregunto.

- Oh... soy Hyuna, lo siento por haberme comportado así contigo antes, pero veo que necesitas una amiga. - Dijo ella - Y por la maldita que te golpeo no te preocupes, la hare pagar.
- sonrió.

- Tu también eres un ....

- Ángel - afirmo - podríamos ser hermanas.

- Tal vez. - llevaba poco de haber despertado y se sentía bien, el hablar con alguien o quizás le hecho de haber encontrado una amiga que era igual a ella, era muy satisfactorio.

- Sé que podría ser entrometida, pero que le paso a tu rostro? - pregunto.

- Amigas no?, no te preocupes.

- Claro. - sonrió.

- Desfigure mi rostro con mis propias manos. - respondió, ella misma se lo había buscado no tenía nada de quejarse.

- Debió ser un problema muy fuerte para que lo hicieras. - Dijo - Pero nada cambio en ti, aun vales lo mismo, un ángel jamás debe perder su chispa de inocencia.

Aquellas palabras quizás era lo que necesitaba en ese momento, la motivación que alguien podría darle, alguien que de verdad sea sincera, no necesita halagos para sentirse mejor, no quería ser hermosa para sentirse querida y ese había sido el único error que habían cometido los tres. No necesitaba ser la chica perfecta que todos querían. Muchas preguntas acerca de su nueva amiga rodeaban su mente, pero aun no era el momento, en un futuro las cuestionaría.

- Te llevare a tu casa, vamos. - habló Hyuna.

- Es lo que más quiero ahora.

Con mucho dolor salió de la enfermería, los golpes tardarían en sanar, tenía suerte de no tener ninguna costilla rota por las patadas, por suerte al salir del instituto no había topado con ninguno de sus "protectores" como los llamaría de ahora a Jungkook, Jimin y su ángel.

- Recuéstate, para mañana ya debes estar mejor. - dijo su nueva amiga entrando a su casa.

- Si lo hare.

Dicho y hecho, Hyuna se había ido a los pocos minutos para dejarla descansar. El reloj marcaba las tres de la madrugada, ________ empezó con su pesadilla, aquel hombre la golpeaba, pero esta vez era diferente, el dolor era tan real, se levantó con sudor cayendo de su frente, pero lo que en verdad la había despertado era un fuerte dolor en su interior, levanto las sabanas y sus ojos se abrieron como platos al ver mucha sangre regada, estaba teniendo una hemorragia, se levantó como pudo y se adentró a la bañera, el agua estaba roja después de haberse metido, el dolor poco a poco desapareció, ¿qué había sido eso?, la sangre desapareció, se miró en el espejo y estaba pálida, su piel era demasiado blanca, quizás mañana se sentiría mejor, cambio las sabanas y volvió a recostarse. Su mirada estaba centrada en el techo, justo en esos momentos el echo era los más bonito que existía. Que era lo que había sucedido en realidad, su periodo ya había pasado, y además nunca le había sucedido algo así, miro su reloj y era hora de ir al instituto, el tiempo pasaba volando y ella no le tomaba importancia, deseaba tener 22.
Alisto su mochila con todos sus útiles del día, el timbre de su casa había sonado, ¿Quién era?, bajo las escaleras y era lo que menos quería ver, Jungkook. ¿Acaso ese chico nuca se rendía?.
Abrió la puerta, pero para salir hacia el instituto, no llegaría tarde solo por hablar con él.

- Hol.... - trato de decir, pero ella ya se encontraba caminando detrás de él.
Jungkook había llegado a su casa para ir junto al instituto en su auto, el día anterior sentía una gran culpa al no haberla ayudado, y hoy arreglaría las cosas o eso quería creer. Todos estaban equivocados si creían que volverían hacerle daño física o psicológicamente, él seria su guardián en el instituto, ella era alguien especial y jamás se rendiría.

-Espera. - la tomo de su antebrazo. - Vamos en mi auto.

- Gracias, pero aún estoy a tiempo para llegar en el autobús. - sonrió y se soltó, camino directo a la parada, pero aquel chico le seguía cada paso en su auto.

- Sube. - hablo desde adentro.
Ella solo lo ignoro y siguió caminando, esta vez toco el claxon llamando la atención de varias personas del lugar.

- Aun no quieres hacerlo? - pregunto divertido.

- Jamás cambio de opinión. - hablo sin mirarlo.

Toco nuevamente el claxon, pero el maldito autobús había aparecido, la miro subirse y desaparecer entre la gente, el autobús desapareció en la esquina.

Ella había llegado al instituto y nuevamente sucedió lo mismo, Rose se acercaba peligrosamente a ella, quizás eso se volvería rutina desde hoy en adelante, pero esta vez ya no quería ser tan estúpida.

- Hasta que llegaste horrible, monstruito. - hablo tomando su mejilla en donde tenía la cicatriz.

Levanto su mano para separarse de ella, ahora si se defendería, era su turno, pero alguien más se adelantó, Jungkook la había empujado haciéndola retroceder.

- No habrá segunda vez, maldita. - hablo rápidamente.

- Jungkook yo, mi amor...

- Mi amor, JA!, estuve tan ciego al haberme figado en alguien tan horrible como tú. - Miro a _______ -- Ella es perfecta y no necesita de ti para saberlo.

_________ solo escuchaba lo que decía no negaba que lo que escucho la hizo sentir bien, pero su frustración regreso, ella era la que quería decir aquello, y no necesitaba de él. No dijo nada ni siquiera correspondió a su mirada, salió de ahí y se fue directamente a buscar a Bakehyun, a lo lejos lo pudo visualizar en las canchas del instituto.

- Hola, estas bien? - pregunto al verla.

- Si lo estoy. - Respondió - discúlpame por lo que dije ayer, seguramente si no lo decía jamás hubieras desaparecido. - se disculpó.

-Tu perdóname, no se para que estoy aquí. - el tono triste de su voz daba a conocer lo arrepentido que estaba.

- No te preocupes, solo vine para pedirte ayuda.

- Claro, en qué?

- Mis 22 ya están cerca y quiero que me enseñes a controlar mi poderes, no los utilizare para dañar a nadie, solo quiero estar lista para cuando me vaya. - le regalo una sonrisa sincera.

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