Colonello no entiende.

Hace un momento estaba sentado viendo a Falco en la cabeza de esa niña y al siguiente, fue secuestrado como tutor de casa por esa niña bonita.

Solo quería un descanso de Mafialand.

—¡Ahoyoshi!—esa misma niña bonita emitía una sed de sangre muy violenta, le recordó un poco a Lal cuando la molestó en período.

—Kyobuta...

Y se encontró con un chico delgado y bonito -¿Cómo es que un niño puede lucir muy lindo sin ilusiones?- que daba una buena intensión asesina.

—Conseguí un Tutor fuerte...—lo presume con esa voz venenosa.

—¿Ara?

—Me entrenará y ganaré el corazón de Onii-chan.

Cómo que la temperatura bajó unos buenos grados.

—Sobre mi podrido y agusanado cadáver, arpía.

—Tu lo dices, perra.

Ante sus ojos, vió una batalla de llamas y cuerpos danzantes, como una coreografía, podían sincronizarse e inmutarse ante un chico que se les unió en toda su agresión.

Cayó sangre y pedazos de ropa, mucha destrucción en la arena de la playa.

—Esos son mi alumno y su rival.

Ni siquiera parpadeó cuando Reborn apareció a su lado con un sillón de playero y un cóctel de frutas.

—Sawada Tsunayoshi y Sasagawa Kyoko, debo informar que mí alumno es superior al tuyo.

No se ofendió.

Se indignó.

—¿Estás ciego, Kora?, Kyoko-chan le gana a Tsunayoshi.

—...Aunque su nube no se queda atrás—murmura mirando a Hibari Kyoya lanzar una patada y lograr lanzar a Kyoko unos metros atrás con el brazo mallugado y rojo.

De repente, Tsuna es lanzado al aire y patea el costado, aunque su pierna fue pateada no se inmutó, podía ver cómo la sangre comenzaba a bajar por debajo de sus pantalones cortos.

—Se ha puesto al día con ellos. ¿Fuiste tu Fon?

Colonello saltó cuando vio a Fon justo a su lado tomando té en un pequeño banco en la arena de la playa.

—Kyo-chan me mandó a llamar desde Beijing para un entrenamiento, me sorprendió bastante, desde la muerte de Qingli, Kyoya me ignoraba, agradezco mucho está rivalidad—se inclina a Reborn—aprovecharé está unión.

—...

Fon es raro.

—Si.

Fue un triple K.O.

Por perdida de sangre.

Takeshi, Hana y Kusakabe tomaron a sus respectivos amigos a la tienda médica donde Gokudera Hayato espera con un botiquín de emergencias y unos lentes puestos.

Hayato se pellizca el puente de la nariz con fastidio.

—¿Es enserio, chicos?— les ladra comenzando a sacar alcohol y vendas de manera agresiva.

Sasagawa tomó asiento, detrás de ella, Sawada.

—Siéntate para que te cure, Hibari-Sempai—gruñe de mal humor.

—Hn

Kusakabe palmeó su cara con pesar.

—Mi importa una jodida mierda tu puto orgullo, te curaré, deja que haga mi trabajo, así que SI-ÉN-TA-TE...—la mirada que le envío no admitió ninguna excusa o pelea.

Su mano se ilumina en un tenue brillo amarillo mientras limpia con alcohol, solo cura las heridas graves, como lo es la fractura de Media Radial Izquierda en Sasagawa, la fractura Proximal del Fémur derecho en Sawada y las cuatro costillas más apéndice xifoides en Hibari.

Rasguños y cortadas poco profundas con algunas banditas y gasas, los cortes profundos se curaron hasta dejar solo algunas líneas blancas en la piel.

Reborn estaba orgulloso de sí mismo por pensar en que el aprendiz de Shamal sería exelente para estas situaciones, ya sabía acerca de las llamas de la última voluntad y podía activarlas, la sorpresa en sí, fue que podía manejar varias llamas debido a su linaje familiar pero Tormenta siempre sería su principal.

Bebió de un cóctel disfrutando el día, tendría que pensar más entrenamientos que complementarán los de Nana, esa mujer es muy cruel y violenta cuando quiere serlo, ah, que mal que ya esté casada, habría sido una buena pareja, ella es un dragón dormido en piel humana.

(....)

*Slash

*Clack

—Tch.

Sasagawa Miyu bufó mirando a la joven madre frente suyo, sus dos trenzas ahora yacían en el pavimento dejando su cabello grisáceo corto.

Nana por el otro lado se rió, su falda ahora tenía una rasgadura dónde amanecía un feo moretón d tamaño de un puño. —Para su edad, Anciana, no está nada mal.

—Igualmente, niña.

Ambas soltaron unas risitas corteses, pero ambas auras detrás de ellas podían decir lo contrario, la tensión entre ellas ahogaba a las personas y no dejaba respirar a quienes se acercaban demasiado.

—Haki del Rey— se ríe un niño comiendo un helado sentado en la banca de la plaza mirando a las dos mujeres y el grupo de personas desmayados a su alrededor. —¡Es real!

—Mi hijo ganará, Anciana.

—Sueñas, Mocosa. Será mi nieta quien ganará.

—Tch.

Las dos mujeres rompieron contacto visual y dieron la espalda para ir a distintas direcciones, sus auras de odio se disolvieron lentamente.

—¡Hahi! ¡Kohaku!

—¡Prima! ¡Hubieras llegado antes! ¡Dos mujeres manifestaron el Haki del rey!

(...)

Yamamoto y Hana estaban saliendo en un descanso de sus mejores amigos, juntos fueron a un restaurante a las afueras de Namimori, puede que Yamamoto sea un Idiota del Béisbol, pero puede ser razonable en algunas ocasiones.

Así como este día, ambos comían algo occidental, ella hasta pudo reírse de algunos chistes y la verdad se sentía tranquilo y normal, un merecido descanso después de estos dos años caóticos.

—Hana-chan, el chico de la izquierda de la mesa tres, la que está cerca de la puerta. ¿No parece un Hibari-sempai mayor y sonriente?

Kurokawa gira y se sorprende, de hecho, es un Hibari Kyoya alto y sonriente, muy atractivo y guapo, él come lentamente disfrutando cada bocado de lo que sea que coma. —De hecho.

En el restaurante casi no había muchas personas, de las doce mesas solo tres estaban ocupadas, una por ellos dos, otra por una familia de seis y finalmente la mesa sola dónde el Hibari mayor come.

Quizá por ello pudieron escuchar la llamada que está haciendo.

—¿Kyoya está haciendo qué?— oh, es familiar de Hibari Kyoya. —¿Llamó al Tío Feng?, Oh mi, será divertido. Verás, Kyoya aún no tiene un compromiso por la familia, me encargué de ello, mi pequeño Otouto debe elegir, pero ahora estoy escuchando que mi Otouto aburrido por fin está interesando en algo, mejor dicho en alguien, y está dando todo por ganar— ellos estaban seguros que Hibari-san no estaba interesado en Ryohei, si no que estaba interesado en las peleas del Yamato Duo. —Así que apoyaré a mi Otouto, Kyoya nunca da a mostrar su interés como un ganó normal, ya sabes, nunca debimos dejarle ver esos documentales, se comunica animalmente, está tratando de eliminar a sus rivales y luchar para evaluar la fuerza del chico para ver su potencial a pareja.

Takeshi se ahoga y Hana lo mira con ojos abiertos, si lo que dice este tipo es real, todo cambiará.

—¿Qué carajo?— articula Hana sin creerlo.