Algo sucedía. Todo lo que Génesis estaba viviendo era demasiado. Su mente estaba comenzando a abandonar el lado de la cordura, pero esta vez amenazaba con hacerlo para siempre. Algo horroroso había sucedido en casa de Lizzie, donde la científica había vivido las últimas semanas, y Génesis comenzó a pensar que todo era culpa suya. Obsesionándose con que la estrella estaba viva, como si ella fuera la protagonista de una película de Star Wars, había descuidado lo que en realidad estaba sucediendo a su alrededor. Se sentía muy culpable, pues sabía de sobra que había estado demasiado ausente en la última temporada. Lo único que supo decirle a la policía es que fue su hermano quien llamó a su despacho y que debido a los gritos que escuchó decidió ir a la casa a toda prisa. La policía inició una investigación rápidamente, pero ya alertó a Génesis de que sería un proceso largo. Los inspectores ocuparon la casa buscando cualquier prueba importante mientras el cadáver de Lizzie era retirado en una camilla, cubierto por una sábana blanca. La científica estaba sentada en la parte de atrás de uno de los coches patrulla cuando una mujer se le acercó.

- ¿Eres la que ha llamado, verdad? Tú nombre era...

- Génesis.

- Eso, Génesis -dijo sonriente aquella mujer-. Yo soy la comisaria Anne y quería preguntarte una cosa, ya que seguramente me harán la responsable del caso.

- Yo no sé nada, Anne -aseguró la científica, derramando unas lágrimas que olían a sentimiento de culpa-. Lo único que sé es que mi hermano ha desaparecido... Y lo necesito.

- ¿Qué me dices de Michael?

- ¿El prometido de Lizzie? -se sorprendió la astrónoma -.¿Cómo es que no ha acudido a casa todavía? 

- Intentamos localizarlo, pero su móvil está desconectado. ¿Sabes algo de él?

- No. Sé que es un importante hombre de negocios y que por alguna razón que desconozco discutió con Lizzie ayer. Y ahora está en paradero desconocido...

- ¿Lo crees capaz de haber cometido un asesinato y haberse llevado a tu hermano?

- Sinceramente, no lo conozco, pero ahora no me fío de él. Gabriel desconfió de él desde el primer día en que llegamos a esta casa y tal vez no estaba equivocado.

- ¿Tienes dónde pasar la noche?

- En mi viejo apartamento.

- Bien. Sube al coche. Te dejaré allí para que descanses y nos mantendremos en contacto. Voy a encontrar a tu hermano, te lo prometo.

Génesis miró por última vez la casa en la que había sucedido algo tan atroz, aquella enorme mansión a las afueras que quedó marcada por siempre. El coche patrulla arrancó y la casa del desastre se perdió en el horizonte. Génesis se despidió de Anne y entró en su antiguo hogar. El apartamento estaba completamente vacío y la científica se sentía más sola que nunca. La desaparición de su hermano la tenía totalmente absorbida, anulada como persona.
Se dio un baño caliente y se volvió a poner la misma ropa que llevaba. Se sentó en el suelo del comedor y marcó desde su teléfono móvil el número de una pizzeria. Al cabo de veinte minutos, el pizzero se presentó en su casa con una pizza de jamón y queso enorme que acompañaría con un refresco de cola. Génesis cenó perdida en sus pensamientos, y aunque no quería dormir, se quedó profundamente dormida sobre la caja con aroma a queso.
Cuando despertó al día siguiente decidió hacer de tripas corazón. Salió de la casa a toda velocidad, dispuesta a entrar en la casa del desastre, como denominaba ya a la casa de Lizzie. Los policías intentaron frenarle el paso, pero Génesis pudo entrar con la excusa de no tener ropa. Se metió varias prendas en una mochila y cogió algunas cosas más como productos de higiene y recuerdos familiares. Después se dirigió derecha al despacho, pensando que trabajar la calmaría un poco más. Se puso a trabajar duramente y volvió a mirar por su telescopio. V-5Alfa seguía radiante en el espacio, en la misma posición que había mantenido durante los últimos días. Pero la pelinegra observó algo que nunca había visto antes: una especie de halo gasoso rodeaba al astro. Aquel fenómeno sí que la dejó atónita. En otras fotografías anteriores de la joven estrella, aquel halo no aparecía. Sin embargo, ahora se notaba claramente que un halo de gas oscuro rodeaba el cuerpo celestial.

Génesis no sabía que explicación dar a aquel fenómeno y decidió dejar el tema aparcado hasta la llegada de Hudson. De momento no tenía el ánimo suficiente para ponerse a investigar sobre V-5Alfa, que por otra parte, era cada día más misteriosa. Aburrida en su despacho, marcó el número de teléfono de Aaron en el teléfono fijo. El chico respondió al cuarto tono.

- Génesis, ya me he enterado de lo sucedido. Lo siento mucho.

- ¿Podríamos vernos esta tarde? No quiero molestarte mientras trabajas.

- Claro. Te paso a buscar al trabajo, ¿vale?

- Vale. Hasta luego.

- Adiós.

Necesitaba relajarse. Su mundo parecía estar evaporándose y ella necesitaba tocar el suelo. Y con Aaron le resultaba muy fácil. Un mensaje de texto llegó a su teléfono móvil y la astrónoma salió hacia la comisaría de policía. Anne tenía algo importante que revelarle.
Al llegar donde Anne la había citado, Génesis se sentó junto a ella. La comisaria no se andó con rodeos y le enseñó varias fotografías. En casi todas salía Michael, el prometido de Lizzie, acompañado de varias personas trajeadas y de aspecto dudable.

- ¿Quién es la gente que camina a su lado? -preguntó Génesis desconcertada.

- Ahora te lo explicaré. Lo importante es que me confirmes que ese hombre es Michael -dijo Anne mientras veía a Génesis asentir-. Lo sabía. Verás, Michael no era ningún magnate de los negocios. Esa gente que lo acompaña son un grupo de bioterroristas que se hacen llamar "Los Centauros".

- ¿Bioterroristas? ¿Qué relación pueden tener unos bioterroristas con Michael?

- Michael no era trigo limpio. Sus verdaderos negocios son los asesinatos a sueldo.

- ¿Michael era sicario? Creo que esto es demasiado... Aunque él no fuera un hombre de negocios. Aunque él fuera un sicario, ¿para qué podría haberse juntado con un grupo bioterrorista?

- No lo sé. Pero estoy completamente convencida de que esa unión, el asesinato de tu amiga y la desaparición de Gabriel están relacionados. Ahora tengo que irme, pero nos mantendremos en contacto. 

- Gracias por todo, Anne.

Génesis regresó a su despacho. Jamás hubiera sospechado que Michael fuera sicario y mucho menos que se juntara con los Centauros, un grupo bioterrorista. Aún siendo así, le costaba entender el motivo por el cual se habían llevado a Gabriel. Todo era mucho más fácil de lo que ella creía. Y aunque ya se había convencido de lo contrario, siempre había tenido razón. El núcleo de todas aquellas catástrofes que estaba viviendo era V-5Alfa.