Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 33.

Capítulo 33

33- «No sabes hasta dónde pueden llegar, ni siquiera yo lo sé. Son malvados y no descansarán hasta ver el mundo mágico reducido a cenizas».

-De Sirius para Leah, 28 de agosto de 1979.

Hermione se sentía violenta, precisamente por eso fue incapaz de mirar a Draco a los ojos una vez volvió a entrar en su habitación. Tampoco Malfoy hizo ningún acercamiento y esto la avergonzó aún más.

Estaba nerviosa, era consciente de que, apenas había descubierto esos papeles en la habitación de Regulus, había corrido a Malfoy Manor. Ya no acudía a Harry y a Ron para hablarles de Leah y Sirius, no. Ahora sólo era Draco Malfoy.

Él pasó las páginas entre sus dedos elegantemente y los ojos de Hermione se perdieron en sus los gráciles movimientos de sus manos.

—Creo que acabo de encontrar algo... —dijo Draco de pronto.

Hermione lo miró, interesada. El rubio tardó unos segundos más en contestar, pues procedió a leer el papel que tenía en frente con el ceño fruncido.

—¿Qué es? —preguntó Hermione, curiosa.

—Una carta de Regulus para Sirius... en ella le cuenta que Leah ha muerto.

Hermione alzó las cejas.

—¿La llegó a enviar?

Draco tomó el sobre entre sus dedos, observándolo por todas partes.

—Creo que lo intentó, pero sinceramente, dudo mucho que lo consiguiera. Imagino que no era fácil enviar una carta al preso más célebre de Azkaban en esa época.

Hermione suspiró.

—Pobre Sirius, no imagino lo difícil que tuvo que ser para él soportar tantos años allí, especialmente por algo que él no había hecho.

Draco dejó los papeles sobre su escritorio y se giró hacia la Gryffindor.

—¿Él nunca os habló de Leah? —preguntó—, ¿ni siquiera a Potter?

Hermione negó con la cabeza.

—Imagino que tuvo que ser duro: habían pasado doce años y seguramente creía que ya no había nada más que hacer respecto a Leah y la verdad es que eso era cierto, al menos nunca descubrió que iba a tener un hijo. Saber que la persona a la que amas ha muerto es... devastador.

Draco supo de inmediato que ya no hablaba de Sirius y de Leah, sino de ella misma. Para ser sincero, incluso él mismo había olvidado que Hermione era la novia de Fred Weasley cuando éste murió. El aire pareció volverse tenso de repente y Draco no quiso guardar silencio, aunque eso era, con toda seguridad, lo que debía hacer.

—¿Todavía le quieres?

Se dio una bofetada mental al instante después de formular esa pregunta.

«¿A ti eso qué mierda te importa, Draco?», se dijo. Después de haberla molestado tantas veces con ese tema, tras haberse burlado de que ese joven estuviera muerto... ahora le preguntaba que si lo quería. Debía de estar loco para hacerlo y estuvo seguro de que ella no querría contestar una pregunta así.

—Sí —contestó Hermione—. Siempre voy a querer a Fred, él era una persona excepcional.

Sus palabras le hicieron sentir como una mierda. ¿Qué esperaba? Por supuesto que Fred Weasley era excepcional, era bueno y siempre había luchado en el lado de los justos y los benevolentes. En cambio, ¿qué era él? Un mortífago cruel que poco a poco se estaba metiendo en un terreno demasiado pantanoso del que no podría salir más tarde.

—Lo siento.

Hermione lo miró, sorprendida. Sus ojos marrones y grandes se centraron en el rostro anguloso y pálido de Draco. Estaban cerca, tanto que aún podía oler el aroma del jabón que Malfoy había usado unos minutos antes para ducharse. Sus ojos se centraron en los de él, plateados y fríos, siempre fríos.

—¿Por qué? No fuiste tú quien lo mató.

—No. Pero siento que sucediera.

Él sabía lo que la muerte de Fred había supuesto para Hermione. La había observado desde la distancia desde el día en que había sucedido: ella se había apagado poco a poco, su rostro, había dejado de brillar y su sonrisa había desaparecido. Hasta hacía apenas tres meses, cuando Hermione había aparecido de nuevo en Hogwarts con una carpeta llena de cartas y una nueva ilusión.

—Gracias —susurró Hermione.

Draco tomó aire. Estaba cerca de ella, mucho más de lo recomendable dada la situación. Pero los labios de Hermione, rosados y brillantes, parecían llamarlo. Era como si entre ellos se hubiera creado un vínculo, como si se encontraran en una burbuja propia sin nadie más que pudiera acceder a ella.

Malfoy alzó su mano izquierda para posarla en su rostro. La mirada de Hermione se desvió un segundo al ver ese movimiento y se fijó en la Marca Tenebrosa, que parecía brillar en el antebrazo del mortífago. Aun así no se movió, por mucho que le sorprendiera reconocerlo, comenzaba a ver la marca como una parte más de Draco. Algo que estaba allí y que no iba a desaparecer.

Los dedos se posaron en su mejilla y Hermione se estremeció con el contacto. Se inclinó hacia él, mirándolo a los ojos y tomó aire lentamente, aspirando su aroma. Draco entreabrió los labios y sus ojos bajaron lentamente por su nariz respingona hasta posarse en esos labios que tanto lo llamaban. Se mantuvo así unos segundos en los que ambos notaron la tensión crecer dentro de ellos... entonces Draco se acercó a ella por fin y besó sus labios.

Lo hizo suavemente al principio, como si solo pretendiera probarlos un instante. Su mano se trasladó desde la mejilla de Hermione hasta posarse en su nuca y se separó un momento, saboreando por primera vez a qué sabían sus besos.

Fue Hermione quien reaccionó después, tomando aire sorprendida. Ni siquiera se permitió más segundos de distancia, sino que actuó por impulso, volviendo a acercarse a Draco para tomar un nuevo beso. Nunca habría imaginado que un beso de Draco Malfoy podría provocarle tantas sensaciones, como si la alzara en el aire y acto seguido la dejara caer al vacío. Pero no llegaba a caer, no había golpe. Sólo un beso, sólo los labios de Draco y su mano posada con firmeza detrás de su cabeza. Cuando sus lenguas se tocaron, algo pareció explotar entre ellos. Hermione gimió, sin poder evitar acercarse aún más a él y Draco se aferró a ella con fuerza.

Había algo que tenían totalmente claro: tan pronto como ese beso acabara, ambos tendrían que enfrentarse a la realidad, hacerse preguntas y buscar respuestas. ¿Estaban preparados para ello? Sus bocas siguieron juntándose una y otra vez mientras sus dedos trataban de no perder ni un solo instante, de no perder un centímetro.

Fue Hermione quien se apartó primero, con la respiración acelerada y sintiendo los labios de Malfoy aún en los suyos. Cerró los ojos, como si así pudiera ignorar lo que acababa de suceder.

—¿Qué estamos haciendo, Draco?

Era la primera vez que lo llamaba por su nombre. Nunca antes lo había hecho en esos siete años.

Draco negó con la cabeza, apartándose de ella y poniéndose en pie. Necesitaba espacio, alejarse de Hermione Granger, aunque ella siguiera allí y la suavidad de su piel no fuera a abandonarlo tan fácilmente.

—No lo sé —respondió aún confundido—, te juro que no lo sé.

Pero si algo sabían ambos, muy bien, era que eso no iba a traerles más que problemas.

...

Gracias por leerme y por seguir apoyándome <3
Los comentarios dándome vuestras opiniones y contándome cositas son la mejor forma de ayudarme a seguir escribiendo, ¡os lo digo de verdad! Por favor, por favor, no me presionéis respecto a actualizar ni me exijáis que lo haga. Cada vez que recibo ese tipo de mensajes, me desanimo y me hace plantearme el seguir subiendo aquí mi fanfic.
¡Estoy pasando por una etapa un poco mala respecto a este dramione y necesito vuestro apoyo más que nunca!

*Un besote a Natysaurus, cuyas palabras me han ayudado más de lo que ella cree a traeros un nuevo capítulo hoy!!

¡Mil besos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro