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Interludio

"Quiero a todas fuera, ahora" Espeto el castaño, no suele ser tan autoritario con las criadas que su padre le ha dado, pero hay algo urgente acechándolo justo ahora, y esta frente a el, cohibido como un ratón. Aprieta el dosel de su biombo. Decidió llamarlo ahora, después de tomar una ducha. Sabe que nadie lo molestara. Aunque es un poco ridículo que se encuentre usando solo una bata.

Chuuya Nakahara tiene como máximo, dieciocho años. Solo dos mas que el. Es bajo, de complexión delgada, pero tuvo una pequeña muestra de su impresionante fuerza anoche, en su propia fiesta de cumpleaños, aunque el hecho de que sea fuerte no es realmente una sorpresa, porque es un militar, trabaja para su padre.

"Siéntate" Le ordena, Nakahara voltea a todos lados buscando un lugar, el imbécil casi dobla las rodillas para sentarse en el suelo de su habitación, el castaño resopla y señala la cama. La nuez de Adán del contrario se balancea con nerviosismo. Se sienta tanteando los bordes del colchón de la mullida cama de Dazai, su postura esta rígida al escuchar su voz. "Pareces tenso"

El no aprecia su tono burlón, pero sabe que ya la cago lo suficiente anoche como para iniciar un enfrentamiento contra el hijo de su jefe. Osamu acaricia distraídamente el dosel a su lado y lentamente se acerca, por supuesto, no le interesa en lo mas mínimo si le gusta o no. "No pareces el mismo hombre que se abalanzo a mi ayer como una bestia en celo"

Chuuya carraspea levemente.

"Yo... no quise hacerlo" Suelta un quejido al ver los ojos que se entierran en el como estacas de caoba. Finaliza respetuosamente. "....Dazai-san" Ante eso levanta un dedo hacia el, diciéndole que guarde silencio con una mueca. Suena poco respetuoso si viene de el. 

Así que con unos instantes en medio, de tenso silencio, el corta la distancia entre ambos con una sonrisa neutral y cautelosa, toma su barbilla y esta a horcajadas sobre el. Sin siquiera antes poder adoptar una postura defensiva. 

Un discreto puñal se desliza de la manga de la bata hasta su mano y se presiona en su garganta, el castaño empuja su siguiente interrogante como una demanda suave.

"Entonces" tararea, presiona el pulgar contra su barbilla y eso le hace perder un poco el aliento. "¿Te arrepientes?" En el fondo, al castaño le gusta esto, se deleita del pánico en los ojos azules contrarios, hay una sensación embriagadora en tener a su merced a uno de los hombres mas fuertes de su padre. Admira como ni siquiera puede intentar escapar, porque estos idiotas como el nunca lo ven venir de su parte. Del niño mimado hijo de su jefe.

"Y-yo..." Chuuya chasquea la lengua internamente porque le tiembla voz, sus hermosos ojos azules ahora intentan rehuirle la mirada al castaño, a pesar de que el puñal lo obligue a permanecer como esta, cualquier cosa para no volver a ver su rostro jodidamente atractivo y no perderse el hecho de que esta amenazándolo.

"Hm, tal vez solo estas confundido" Durante un milisegundo, atrapa la mirada fija del pelirrojo en sus labios al pasar su lengua para humedecer su labio superior, sonríe. "¿Necesitas un recordatorio, tal vez?" tararea, acomoda el mentón del pelirrojo un poco hacia abajo, y con un ultimo segundo y deslizamiento corta la ínfima distancia entre ellos.

Chuuya suelta un quejido tartamudo y sorprendido, el mismo que el castaño hizo anoche en el momento en el que lo beso sin permiso, quizá ambos estaban un poco borrachos. Cuando el pelirrojo le corresponde el beso, aleja lentamente el objeto filoso de garganta.

Siente su lengua provocando una pequeña falla en sus sentidos, le impide tomar aire cuando Chuuya vuelve a atrapar sus labios, el puñal cae al suelo detrás de ellos con un sonido estridente, asi que el pelirrojo toma la osadía de intensificar el beso, llevando ambas manos a su cintura y ladeando la cabeza para enredar la lengua en un sonido indecoroso brotando de su garganta.

Ayer hizo esto también, tomar su cintura y moverlo como si fuera un pedazo su papel hacia el, lo besa pasionalmente pero lo toma con una delicadeza dolorosamente adorable, siempre hay algún matiz dulce aunque este robándole un beso o siguiendo uno que el mismo Dazai empezó. Siente la necesidad de envolver su rostro, acuna su mejilla con una mano y la otra desciende a su nuca.

Se toma unos momentos para tomar aire, jadeando contra sus labios, cuestiona sin aliento pero consiguiendo un tono burlón.

"¿Eso es lo que no puedes responder?" Sonríe altivo, presiona el pulgar levemente contra su pulso. "Aun así, esto no puede salir de aquí, Chuuya Nakahara." Su demanda pasa disfrazada casi como si estuviera mencionando el indispensable uso de la razón. Porque es cierto, nadie puede enterarse

Chuuya pasa saliva y asiente. Tal vez porque realmente lo comprende y esta siguiéndole el juego, o puede ser que a pesar de todo es fácil para el someterse e inconscientemente acepte ser el nuevo niño de juguete de Dazai. "Lo entiendes, ¿verdad?

Aparta la mano de su nuca y desciende hasta la de Chuuya en su cintura, la deja ahi y calienta el dorso de su mano ademas de sus mejillas. La mano que amolda su cintura ahora esta siendo conducida a un territorio mas peligroso.

"No creo que mi padre sea tan comprensivo en mi lugar" La verdad, Chuuya parece verdaderamente intimidado. También puede ser que sea su forma de tomar en serio su trato, su mirada es nerviosa cuando entiende a donde lo conduce Dazai. "He notado la forma en la que me mirabas ayer, en mi fiesta" Hace círculos relajantes en su dorso y siente la respiración acelerada de Chuuya debajo de el. Su mano se encuentra en su cadera, la sensación es obscena.

"Tal vez este trato te beneficie mas a ti que a mi, en realidad" Suspira como si la situación no tuviera remedio, Chuuya respinga.

Mentira.

A medida que la mano del pelirrojo se acerca a ese lugar, su confianza incrementa, tal vez su deseo también.

"Lo prometo" Murmura con la mirada fija en sus labios.

"¿Así que si hablas y no solo tartamudeas?" Sonríe cínico, vuelve a tomar su barbilla y se toma el atrevimiento de acariciar sus labios con el pulgar. "Que lindo"

Chuuya frunce el ceño, pero cae ante la tentación que suponen los labios rosados del contrario. Casi podría pensar que cualquier agonía ahora acabaría al volver su pequeña dosis del cielo.

(Pero, la agonía apenas comenzaba.)

Respinga pesado en medio del beso, es adicto al sonido de sus labios frotándose y succionando con los de el delgado castaño sobre el, anhela cada uno de sus jadeos otra vez al segundo de escucharlos, porque el sonido se abre paso por sus sentidos y cabe perfectamente, se siente tan correcto, como colocar una pieza faltante en su rompecabezas. 

Un sonido proveniente de afuera espanta a ambos. La mano de Chuuya que estaba prácticamente en el trasero de Dazai retrocede violentamente, y Osamu chasquea los dientes y voltea hacia la puerta con el ceño fruncido.

"Dazai-san" Resopla caprichosamente, y la mucama del otro lado de la puerta ignora eso pero lo toma como una invitación a seguir. Habla a través de la cortina cerrada que da acceso a la habitación privada de Dazai. "Su padre lo espera para el desayuno." 

Chuuya salta ante la mención de su padre, y otra vez lo hace soltar un chillido cuando lo carga y lo hace pararse, entonces acomoda su ropa y le sonríe nerviosamente.

"Yo, eh, debo ir con Dazai-sama" Hace una reverencia y el castaño esta ligeramente sonrojado por ser cargado como si nada otra vez. Sus brazos están rígidos a sus costados para fingir que todo esta bien.

"Vete" Dice, carraspeando. "¡Y no vuelvas a cargarme! ¡No soy una princesa!" Chuuya frunce el ceño, como si no lo recordara, pero luego rasca su nuca y asiente.

Una vez Chuuya sale, no esta de mas decir que saltando de la ventana como un vulgar ladrón, Osamu mira fijamente el lugar donde lo perdió de vista. Bueno, fue en realidad una lastima, es probable que no vuelva a tener la oportunidad de estar a solas otra vez con ese pelirrojo, así que su erección ahora no tendrá otro alivio mas próximo que su mano. Una lastima.

Pero, honestamente, ¿que carajo fue eso?

este capitulo es 100% el pasado, 60% de este par de gays chapándose y 40% de trama.

¡Aquí esta la diferencia de edad skk! Lo hice así por motivos dramáticos, como por el hecho de que Chuuya se unió al ejercito a los 14 y por ello siempre sera mayor que Dazai. Ademas, siempre me gusta resaltar la diferencia de edad entre ellos, aunque canonicamente sea solo de 51 días kaskaks (chuuya sugar daddy)

¡Gracias por leer, votar y comentar 💕! He estado muy inactiva últimamente, pero ver que todos los días hay mas apoyo a mis historias me hace muy feliz, por ello planeo dedicar los siguientes capitulos 💖. ¡No olviden la historia que prometí en Halloween! Viene pronto 🤧

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