𖥸 Christmas two.
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★ Christmas special one ◗﹆ׂׂ
🌻 parte dos.
Cuando ambos jóvenes llegaron al frente de la casa ya estaba muy oscuro y solo se guiaban gracias a la tenue luz de luna que les iluminaba el camino.
La casa parecía ser muy vieja, era un hanok de paredes blancas manchadas y techo color azul cayéndose a pedazos, parecía que con solo un soplo del viento podría desmoronarse.
Jaehyun miró al chico pelinegro que se hallaba parado frente a él, su mirada se encontraba clavada en el suelo de tierra y algunas plantas salvajes, sus dedos jugando con los bordes sucios y desgastados de su ropa.
Doyoung tragó saliva mientras sus ojos vagaban entre el suelo y su destartalada casa vieja.
¿Qué pensaría Jaehyun? Probablemente estaba muy disgustado, ¿no es así? Después de todo él era alguien con dinero, lo más probable es que viviera en un lugar lujoso.
El príncipe pudo adivinar los pensamientos del pequeño chico, se acercó a él y carraspeó.
— Es muy linda. —fue lo único que se le ocurrió decir. El castaño solo pudo acariciar con torpeza el cabello enredado de Doyoung.
Los ojitos color chocolate del pelinegro se iluminaron como dos hermosas galaxias, el príncipe pensó que ese par de ojos contenían todas las estrellas existentes del universo.
— ¿En serio crees eso? —en cuanto el castaño asintió con una ligera sonrisa, Doyoung sonrió ampliamente, su manita tomó la gran mano del príncipe, la misma que tenía callos a causa de su intenso entrenamiento con la espada.
El pelinegro sonrió y no pudo resistirse, después de dudar por unos segundos, sus labios dejaron un tierno y corto beso en las mejillas del príncipe. Jaehyun se sorprendió, pudo sentir su corazón latir tan fuerte que parecía querer salir de su pecho en cualquier momento.
Doyoung se sonrojó y sintió como su corazón latía rápidamente en su pechito, parecía sentir maripositas en su estómago y sus mejillas se hallaban calientes gracias a su vergüenza.
— Gracias... —el susurro del pequeño pelinegro que Jaehyun casi no pudo escucharlo, por suerte su oído era bueno y no se perdió las torpes palabras de agradecimiento del joven.
— De nada. —Jaehyun apretó la suave mano que lo sostenía y tuvo el repentino impulso de besar los regordetes labios del dulce pelinegro, agitó la cabeza intentando desviar ese pensamiento. Doyoung no notó el conflicto del príncipe y solo lo soltó para después hacerle señas de que deberían ingresar a la casa.
Ambos chicos entraron a la casa y cerraron la puerta detrás de ellos, Doyoung sintió vergüenza al ver el desastroso estado de su hogar, pero no tenía ganas de ir a esa odiosa torre.
El castaño notó que aunque la casa estaba en muy mal estado, se encontraba realmente muy ordenada y se notaba que al habitante le importaba mantener el hogar limpio.
Jaehyun sonrió al notar el estado del pelinegro de intentar calmar sus nervios, era tan tierno.
— P-puedes ponerte cómodo. —el murmullo del chico fue bajo, pero el príncipe pudo escuchar su linda voz con mucha claridad.
— Gracias por dejarme pasar la noche en tu hogar. —Jaehyun hizo una reverencia ligera, si su madre se encontrara allí seguro le daría una reprimenda, ¿cómo podría el príncipe heredero inclinarse ante un simple plebeyo? Pero Jaehyun estaba realmente agradecido, y aunque él odiara inclinarse ante los demás, le gustaba expresarle favor al chico.
No sabía por qué, pero sentía cuan bueno sería llevarlo al palacio y cuidarlo.
Doyoung murmuró un rato para sí mismo antes de tomar la mano del castaño y llevarlo a la única habitación en la casa, la misma solo tenía una vieja cama y una mesita de noche, en una esquina del cuarto había una cesta llena de ropa al parecer limpia y al lado otra con ropa sucia.
Jaehyun admiró el orden del pelinegro pero sintió curiosidad ante el origen del chico, aunque vivía en estas condiciones, sus manos no poseían maltrato alguno y su piel a pesar de estar sucia se veía muy saludable.
Además, aunque parecía tener signos de mala desnutrición, según su tez, debían de ser recientes, tal vez semanas.
El castaño frunció el ceño, aunque estaba intrigado, se encontraba más enojado con las personas que se supone deben cuidarlo, ¿qué demonios hacen?
Doyoung intentó hablar un par de veces sin éxito hasta que al cabo de un rato encontró las palabras adecuadas, miró al castaño y sonrió con vergüenza.
— Duerme aquí, dormiré en otro lugar con un par de mantas. —estaba mintiendo, en realidad no tenía mantas extras, su madre le había dejado solo dos mantas y se usaban en la cama, ya que estas eran muy delgadas y no lo cubrían muy bien del frío.
Jaehyun dio un vistazo rápido a la habitación y no encontró un lugar donde podrían guardarse mantas extras, suspiró y miró al pelinegro con desaprobación.
— No me mientas. —Doyoung intentó hablar pero Jaehyun lo interrumpió, le dio una sonrisa—, ¿qué tal si dormimos juntos? En la misma cama. —las mejillas del chico parecían un par de manzanas maduras, rojas y bonitas.
El pelinegro tartamudeó un par de veces, soltó la mano del príncipe y jaló los bordes de su ropa mientras miraba el suelo con pena.
— ¿E-en serio? —Jaehyun asintió con decisión mientras su mano acariciaba el lindo cabello negro del chico.
— Sí, me estás ayudando después de todo, no es correcto que te arrebate tu sitio de descanso. —Doyoung tartamudeó torpemente un "no" pero en su corazón se sentía tímido de dormir junto a Jaehyun.
El príncipe castaño notó la timidez del chico y cada minuto le gustaba más el pelinegro, era tan lindo, tierno y con un corazón muy puro, sentía ganas de protegerlo de todo lo malo del mundo.
— Está bien... —murmuró el chico después de un rato, sus deditos jugaban entre ellos mientras sus ojos viajaban de la figura del príncipe al suelo de madera sucia y podrida.
Jaehyun no pudo resistirse y acarició nuevamente el cabello del chico, Doyoung solo lo disfrutó en un silencio tímido. El castaño no mencionó nada sobre la cena, era claro que el pequeño no poseía comida y era peligroso salir a cazar en la noche, por lo que solo aguantó el hambre en silencio y se acostó junto al pelinegro.
En medio de la noche, Jaehyun sintió algo de sed por lo que se despertó con la intención de tomar un poco de agua del río cercano, sin embargo, se sorprendió al no ver la figura de Doyoung sobre la cama, en cambio, se encontraba un pequeño perrito de pelaje negro azabache.
— ¿Qué demonios? —exclamó, despertando a la criatura.
El animalito abrió los ojos lentamente, el castaño se sorprendió al ver que eran de un hermoso e intenso color ámbar, su pelaje era esponjoso y parecía ser agradable al acariciar, su cola se movía lentamente con nerviosismo mientras su cuerpo temblaba.
Jaehyun todavía estaba sorprendido, pero su temple como el príncipe heredero le permitió calmarse con rapidez, sus ojos detallaron a la tierna criaturita mientras también notaban que en donde el pequeño se hallaba acostado era la ropa de Doyoung.
Un pensamiento loco invadió la mente del príncipe, era muy tonto pero por alguna razón tenía mucho sentido: Doyoung es el animalito.
El perrito tembló al notar los penetrantes ojos del príncipe mirarlo con escrutinio, emitió un gemido de miedo al pensar en que probablemente Jaehyun le odiaría.
El príncipe heredero dudó pero finalmente extendió la mano y tomó en sus brazos el pequeño cuerpo del cachorro, Doyoung tembló en sus brazos mientras miraba su mirada ahora suave y amable, se sorprendió en su corazón, era la primera vez que alguien que veía su "forma animal" no lo miraba como si fuera un monstruo.
— Tranquilo. —la voz del castaño era suave, sus manos acariciaron el lomo del cachorrito con ternura, mientras el pequeño solo lo miraba con ojos brillantes y bonitos.
Repentinamente, el castaño sintió algo raspando sus dedos, notó que eran los pequeños colmillos del cachorro mordiendo y chupando su dedo índice, Jaehyun se rió con mimo y siguió acariciando al cachorrito.
El cachorro pareció sorprenderse por su actitud mimosa, emitió un quejidito y dejo de temblar, pronto pareció disfrutar las caricias de todo corazón.
El castaño acarició al cachorro hasta que el pequeño durmió profundamente, entonces Jaehyun comenzó a pensar en las posibles razones por las que Doyoung podría tener esta clase de transformación, suspiró en cuanto nada llegó a su mente.
Jaehyun solo acostó al cachorrito negro a su lado y decidió dormir, mañana podría preguntarle directamente a Doyoung.
ꕤ
El canto de los pájaros llegó a Jaehyun en cuanto se despertó, se movió un poco y abrió los ojos con suma lentitud, podía sentir que el chico ya no se encontraba a su lado, podía percibir su respiración entrecortada a causa de los nervios que le carcomían.
El pelinegro jugaba con sus dedos mientras sus ojos viajaban de la figura acostada del príncipe al suelo, parecía temeroso y nervioso. El castaño le sonrió con ternura, cada minuto podía sentir como su cariño por el joven aumentaba, aunque acababa de conocerlo ayer, podía sentir como si lo conociera de hace muchos años.
— Buenos días. —dijo con voz ronca a causa de su reciente despertar, se sentó en la cama para luego estirarse y rápidamente vestirse con su túnica exterior, notó como el joven solo portaba la misma ropa que ayer.
— B-buenos días. —el pelinegro pareció aliviarse pero todavía jugaba nerviosamente con sus dedos.
— ¿Puedes contarme qué fue lo de anoche? —cuestionó el príncipe heredero con voz suave, no quería asustar a Doyoung.
El chico pelinegro pareció dudar, pero al pasar un par de segundos dio un suspiro resignado y miró al príncipe heredero con firmeza.
— Yo... Yo soy portador de una maldición. —dijo con suavidad, sin embargo para Jaehyun se escuchó como un trueno que aturdía sus oídos, pensó en mil cosas en solo un segundo.
¿Doyoung era el príncipe de los rumores? Esto no tenía sentido, si de verdad fuera un príncipe no debería vivir en esta clase de lugar, sin embargo esto explicaría la maldición y el porqué su piel luce tan bien aun habiendo pasado hambre.
— Mi nombre completo es Kim Doyoung, soy el príncipe de un pequeño reino en el norte. —su voz se llenó de dudas, pero finalmente decidió continuar el relato.
El castaño no pudo evitar sorprenderse, en realidad si era un príncipe, no había escuchado de ningún reino con ese apellido, pero eso no evitaba que se sorprendiera, ¿qué hacía el príncipe de tal reino en un lugar tan lejano y en esta terrible condición?
— Desde pequeño tengo esta maldición que me obliga todas las noches a tomar esa forma animal, al comienzo era incontrolable, pero con el tiempo pude controlar esta forma, a pesar de ello igualmente tenía que mantener esta forma en la noche o sufriría un dolor horrible, lo soporte una vez y decidí no hacerlo de nuevo. —Jaehyun pareció sorprenderse, pero no comentó nada, Doyoung agradeció esto.
Ambos decidieron sentarse en la desordenada cama que ahora portaba algunos pelos negros casi imperceptibles, eran de Doyoung.
— Mis padres pensaron que yo era una aberración y se apresuraron a tener más hijos, después de tener una niña, nació mi hermano Jihoon, él es un buen chico, pero mis padres lo presionan demasiado, él ni siquiera desea obtener el trono. —sonrió un poco al pensar en su adorable hermano menor, era apenas menor que él por dos años pero era muy sensato y amable.
El castaño tuvo que aguantarse mucho para no hacer algún comentario negativo sobre los progenitores del pequeño, por sus palabras, podía afirmar que eran unos terribles padres, teniendo un hijo tan adorable, ¿cómo podían tratarlo de aquella manera?
— Cuando establecieron a mi hermano como príncipe heredero yo ya no era útil, simplemente me echaron aquí con algo de ropa, mi madre al comienzo venía cada semana con algo de comida, pero en cuanto los rumores comenzaron a circular, dejó de venir gradualmente. —las palabras del pelinegro contenían un deje de tristeza que ni él mismo notó, Jaehyun no pudo resistirse y acarició su suave cabello azabache, lo miró con suavidad y una sonrisa en los labios. Doyoung sintió su corazón latiendo más rápido.
— Lo siento mucho, no debí preguntar sobre eso. —dijo el castaño mientras intentaba consolar al chico con sus caricias, Doyoung lo miró con fijeza mientras sus mejillas se sonrojaban.
— Está bien, quería decirte. —una sonrisa algo forzada afloró en los labios de Doyoung, el príncipe frunció el ceño pero no dijo nada.
Jaehyun pareció pensar por unos minutos mientras seguía acariciando la cabecita del pelinegro, al pasar un rato miró al pequeño con ojos brillantes, ¡ya tenía una solución! En definitiva, Doyoung no podría mantenerse a sí mismo en este terrible lugar, al parecer la maldición no era peligrosa por lo que podría ser buena opción invitarlo al palacio como un invitado extranjero, esto gracias a su sangre real.
Sin embargo, una duda surgió en el corazón del príncipe, decidió no callarla y preguntar directamente.
— ¿Cómo los rumores comenzaron a circular? ¿Y por qué dicen que eres agresivo? —la pregunta no pareció sorprender al pelinegro.
— No estoy seguro, pero probablemente tenga que ver con que un hombre logró verme de esta forma, supongo que sintió curiosidad y entró aquí a la medianoche, esa vez creo que lo ataque y él se asustó. —Doyoung pareció dudar, pero al pasar un par de segundos lo afirmó, recordaba que eso había pasado, esa vez tenía mucha hambre y por esa razón le atacó.
El pelinegro en ese momento tuvo mucho miedo de sí mismo, pero por alguna razón en ese momento se sentía también un poco alegre, tal vez por el hecho de que había dejado salir su lado más salvaje.
Jaehyun notó el estado de ánimo un poco incorrecto del chico y acarició nuevamente su cabeza, pronto se dio cuenta de que el pequeño lucía un poco más feliz, dio un suspiro de alivio.
— ¿Quieres venir conmigo al palacio imperial? Puedes trabajar como mi asistente personal. —el príncipe no era de andarse por las ramas, planteó la pregunta al ver que el ánimo del chico era más estable.
Doyoung se sorprendió, su rostro mostró sorpresa y duda, Jaehyun se puso nervioso de que no aceptara y decidió insistir en el punto.
— Estarás mucho mejor, tendrás donde dormir y comida caliente para comer. —Doyoung seguía dudando.
— No puedo devolverte tanta amabilidad... —Doyoung lo miró con lágrimas en sus ojos estrellados, nunca había recibido amabilidad de nadie, ni siquiera de sus padres.
— Solo trabaja diligentemente para mí, eso saldará la deuda. —una sonrisa amable afloró en los labios del castaño, Doyoung sintió su corazón saltar con fuerza en su pecho, jugó con los bordes de su ropa con nerviosismo.
Doyoung seguía dudando, pero la brillante sonrisa del castaño le dio valentía, miró su vieja habitación, pensó en sus padres que nunca le habían amado y finalmente sus ojos se posaron en la mano que le había extendido el príncipe heredero.
Una sonrisa se instaló en los labios del pelinegro mientras apretaba la mano del castaño.
— Está bien, iré contigo. —Jaehyun no pudo resistirse a darle un fuerte abrazo al chico sin importarle la suciedad de sus prendas, Doyoung se sorprendió, pero al pasar un par de segundos correspondió el abrazo.
La pareja únicamente sintió como latía el corazón del contrario mientras sus ojos brillaban con el deslumbrante futuro que el destino les podría tener preparado.
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