Elena miró incrédula como Sawada Giotto estaba en la recesión firmando algunos papeles acompañada por Sasawada Kyoko. Ver a esa mujer hizo que frunciera las cejas. Iba a hacerle al mayor cuando recordó que no vino sola.

"Oh no, si Haru los ve juntos seguro va malinterpretar las cosas. No puedo dejar que los vea "

—Pero ¿Qué hago? ¿Cambió de posada? Ah...Pero perderíamos las fuentes termales ¡Estúpido Giotto! Ya arreglaré las cosas contigo

Se dio media vuelta para retener a Haru antes de que ingresara.

En ese momento, Giotto miró hacia la puerta creyendo haber visto una cara familiar, pero en la entrada del resintió, no había nadie. Solo turistas yendo y viniendo.

—¿Qué estás mirando?—Kyoko pego su cuerpo sobre el brazo de Giotto— Se supone que solo debes mirarme a mí.

Con una expresión fría Giotto dijo— No me malentiendas, no vine aquí para recordar nuestro tiempo juntos. Solo vine ah ver a ese hombre.

Se liberó de forma brusca del agarre que la mujer tenía sobre él y se alejó.

Kyoko frunció los labios "Solo espera y verás Giotto, serás mío de nuevo"

A fuera de la posada, Haru se sorprendió al ver que Elena salía de nuevo un poco pálida.— ¿Qué pasa?

—N-Nada— Elena forzó una sonrisa en su rostro— Mejor te ayudo con las maletas

— ¡No, estás embarazada? Mejor ve a buscar ayuda—Lo regaño Haru.

Elena no sabía cómo negarse, no tuvo más opción que darse la vuelta y volver al hotel. Esta vez para su alivio no vio a Giotto en la recepción, busco por su alrededor por si algún estaba cerca, afortunadamente no lo estaba.Informó de su reservación en la recepción y dos empleados fueron a ayudar a Haru con los equipajes. Ambas fueron conducidas luego a sus respectivas habitaciones a través de un largo corredor.

Aunque era compartido estaban separadas por una puerta que en general era solo un dormitorio. Contaba con baños separados, camas individuales hasta un balcón. También contaba con una pequeña sala donde podrían sentarse a mirar alguna película.

Todo era sumamente elegante y costoso. Haru se sintió un poco incómoda, parecía estar en los aposentos de una princesa de cuentos de hadas.Recorrió el lugar con la mirada hasta que se detuvo en su amiga. Elena había estado muy callada desde que llegaron y eso era raro— ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

— ¿Eh? Ahh...No es nada—Elena se obligó a no pensar y actuar. — ¿Te gusta?

—Sí, es muy bonito. Parece otro mundo— Como no encontró nada raro en su amiga, Haru se relajó —Fue buena idea aceptar.

— ¡Te lo dije lo voy a disfrutar! —Elena se dirigió al balcón y abrió las ventanas donde una agradable brisa ingresó a la habitación — ¿Qué quieres hacer ahora? Podemos ir a las aguas termales o a comer. Lo que prefieras.

Acercándose a lado de Elena, Haru vio el paisaje que ofrecía el hotel—Primero comamos algo, y descansemos, has estado conduciendo durante mucho tiempo. No será bueno para tu bebé si te cansas demasiado.

Elena sabía que Haru era muy considerada y no se atrevió a preocuparla. —Está bien. Pidamos servicio a la habitación. — Pensó que era mejor que no saliera, capaz Giotto solo estaría con la zorra solo un rato y luego se irían.

La atención al cliente del hotel era muy eficaz, apenas ordenaron lo que deseaban comer, en menos de una hora ya lo tenían servido. Mientras almorzaban hablaron sobre cosas que el futuro bebé iba a necesitar, las compras que debían hacer y los preparativos para la maternidad.

—Daemon-san debe estar feliz.

—Sí, hacía tiempo que queríamos uno, pero..—Elena hizo una corta pausa y tocó su vientre — Era un poco difícil.

Haru no entendió porqué decía eso. Daemon trabajaba en una gran empresa y su familia tenía mucho dinero, no comprendía porque Elena decía eso— ¿Por qué? ¿Tienes algún problema de salud?

—Je je..No es eso— Elena se mordió el labio inferior, casi se olvida que Haru no sabía nada sobre el otro trabajo que tenían Giotto y los demás — Estoy bien —Se apresuró en decir—No me sentía preparada para ser madre eso es todo.

—Todo estará bien—Haru tomó la Elena— Serás una buena madre, te lo aseguró.

Sus palabras provocaron una sensación cálida en el pecho de Elena, un poco sentimental sus ojos se cristalizaron—Gracias Haru—Apretó el agarre que su amiga tenía en su manos.

En otra habitación, Giotto estaba sentado en un sillón. Frente suyo Kyoko tenía una sonrisa coqueta.

— ¿Dónde está él?

—Está demorado.

Obligándose a ser paciente, Giotto cerró sus ojos por un momento. Si se mostraba enojado, Kyoko aprovecharía para molestarlo.

— ¿Por qué no tomamos algunas copas conmigo mientras esperamos?— Surgió la modelo, yendo hacia un mini bar del salón —Seguramente no has provocado decente desde que vives con esa persona común.

Al escuchar "persona común" Giotto fulminó con la mirada a su ex. novia — No beberé contigo.

— ¿Por qué?—Río divertida Kyoko colocando una clase de vino sobre dos copas— ¿Temes que drogar?

De forma fría, Giotto dijo— Incluso si lo hicieran, ninguna droga hará que me acueste contigo.

La comisura de los labios de Kyoko se curvaron—Entonces no tienes de qué preocuparte—Se acercó a Giotto y le tendió una copa —Brindemos por una futura alianza.

Con sospecha, Giotto tomó el vaso y sin desplegar sus ojos la mujer bebió su contenido. Si tuviera algo raro el vino inmediatamente su lengua lo detectaría, además de su instinto le advirtiera que había algo mal, pero nada sucedió, el licor era suave y con agradable gusto.

Sabiendo cuáles eran sus pensamientos, kyoko dijo— ¿Vez? No estoy intentando nada, bebamos y charlemos como en los viejos tiempos.

No había forma que pudieran ser como en los viejos tiempos, cuando se conocieron no eran así de distantes, tampoco eran lo mismo ¿De qué había que hablar?

Kyoko le fue infiel, lo abandonó una vez que supo que estaba en mafia.

Por la tarde, Haru y Elena fueron a probar las aguas termales. El hotel ofrecía espacio público o privado, como querían hablar cosas personales eligieron estar solas.

— ¿Cómo vas con tus proyectos?—Preguntó Elena al sumergirse en el agua.

—Mi maestro están felices, dicen que soy muy buen—Haru se sonrojo mientras se colocaba a lado de su amiga — Una vez que me reciba, planeó lanzar una marca de ropa con el dinero que mis padres me dejaron, Giotto-san dice que me ayudara con los administrativo hasta que me acostumbre.

—Ah.. Es tan bueno contigo— Elena le guiñó un ojo.

Haru soltó una suave risa. — ¿Todavía sigues con eso?

—¡Es que, creo que harían una buena pareja! Además ¿Cuál es el problema? Ambos están solteros.

—¿Te has olvidado que soy su cuñada?

—¡Ex cuñada!

—¡Es imposible!

Elena no podía creer lo terca que podía llegar a ser Haru a veces. Molesta sujeto el rostro de su amiga para que la mirara a los ojos — ¿Por qué?

—Somos incompatibles— Dijo Haru escapando del agarre de su amiga.

Elena no comprendió—¿En serio? Me parece lo contrario.

Haru le dio la espalda y juego con el agua —Giotto-san es amable y un caballero, tratara de forma gentil a cualquier. Como nos conocemos desde hace mucho tiempo soy como una hermana para él, jamás podrá verme con algo más. Eso lo comprobé el día en el que tuvimos un malentendido.

"Tonto Giotto-san, es tu culpa que las cosas no avancen"—Elena maldecía con todo su ser a su amigo. —No creo que sea así, aunque es bueno Giotto-san no es con todos.

Dándose la vuelta, Haru alzó una ceja expresando claramente que no le creía — ¿Cómo quién?

Elena no pudo pensar en una persona que fuera normal y a Giotto le disgustara —A esa tal Kyoko— Arrastró su nombre con disgusto.

—¿Sasagawa-san?— A Haru le tomó un momento recordarla.— No parece. — Antes de que Elena dijera algo agregó— Aunque aparentaba estar disgustado, me percate que tiene profundos sentimientos hacia ella.

Sin saber de dónde Haru sacó ese pensamiento, Elena no dijo nada, en cambio salió de la fuente termal. — ¿Regresamos?

—Sí.

Después de cambiarse en los vestidores, ambas tenían planeado ir a jugar a los juegos que ofrecía el lugar. Caminaron por el pasillo riendo y charlando.

—¡Lo olvide!—Elena se detuvo a mitad del corredor.

—¿Qué sucede?

—Tenemos que buscar el pase para los juegos para acceder a ellos.

—Bueno, déjame ir por ellos. Quédate aquí hasta que regrese.

—Lo siento Haru.

—No te preocupes.

Haru se adelantó hacía las habitación subiéndose a un ascensor ya que sus habitaciones estaban en uno de los piso superiores. Al llegar abrió la puerta con la tarjeta de identificación y buscó el pase que Elena mencionó.

Afortunadamente estaba sobre la mesa y no tuvo que buscar. Lo tomó y se apresuró en regresar cuando cerró la puerta vio que el extremo del corredor otra persona salía.

Sus ojos se ampliaron a reconocerlo —¿G-Giotto-san?—Murmuró cuando vio que no estaba solo, kyoko también estaba ahí y  la vio le sonrió.

Luego envolvió sus brazos alrededor del cuello de Giotto y lo beso.

Hola queridos lectores, gracias por leer.

Lamento el retraso de esta historias quería terminar mi otro fanic para tener más tiempo para estas .

He escuchado que algunas cuentas fueron borrados y por si algo le paso a la mia, dejo en mi perfil mi face y twitter, podran contactarme  en el futuro.