《Baile inesperado》.

La oscuridad rodeaba la habitación, las puertas del balcón estaban abiertas dejando entrar la brisa de la noche.

Cómo haré para salvar a zenit?, la única forma que se me ocurre es encontrar a su padre y verificar qué tipos de magia negra usó para crearla.

Su largo cabello ondulado bailo con el viento mientras cerro sus ojos con serenidad.

Al abrirlos y recordar la mirada del emperador se estremeció con temor, era la mirada de un demonio. Miro al cielo recordando que esas gemas celeste eran iguales a las de su sobrina.

Tal vez su hipótesis era cierta y zenit era hija del ex emperador. Pero rezaba que no fuera así, ya que si eso era cierto, no habría salvación para la pequeña, ya que su padre está muerto.

Además, por qué claude dejo vivir a zenit si estaba la posibilidad de que sea hija de athanasio?.

Da!.

Se exalto cuando escucho el gimoteo de un bebé, al mirar hacia la ventana vio a una de las sirvientas con zenit en brazos, que estiraba sus brasitos hacia ella. A su lado estaba Kiel, mirando levemente avergonzado a su tía.

-disculpe la intromisión lady Ariana, pero toque varias veces la puerta y no contesto, el joven Kiel y la señorita zenit querían estar con usted.

Explico la mujer haciendo una reverencia, Ariana sonrió suavemente y alzo a zenit que gustosa se abrazo a su pecho. Parece que la pequeña en verdad le había tomado cariño.

-Kiel, te gustaría que les lea una historia antes de dormir? -acaricio con suavidad el cabello del pequeño aún con zenit en brazos.

-...si usted quiere -miro para otro lado sonrojado dejando en claro que sí quería que ella le lea. Ariana rió por lo bajo.

-me encargaré de ellos, puedes ir a descansar.

La sirvienta sonrió agradecida y luego de hacer una reverencia se fue dejando a la bella santa con los dos niños.

-bien, mmm te gustaría saber la historia de una bailarina que llamaban rosa roja?.

Los tres estaban en la gran cama, Ariana en medio con zenit en su regazo, que jugaba con su largo cabello, y Kiel a su lado mirando atento a su tía.

-sí! -sonrio alegré haciendo sonreír a la mayor.

Su sobrino era alguien adorable, esperaba que no pierda esa ternura cuando crezca.

-bien...hace años existió una bella bailarina que llamaban rosa roja, su cabello era tan rojo como el fuego y era tan hermosa como una rosa, su baile era como la danza de los pétalos de una rosa en medio de una fuerte ventizca....rosa roja.

Mientras ella seguía relatando la historia los dos pequeños la miraban atentos, a pesar de que zenit era una bebé la gustaba escuchar a su madre hablar.

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Su largo cabello rojo bailaba en ese hermoso jardín, los rayos del sol hacían brillar sus ojos.

-mami!.

La voz infantil de la pequeña se escucho en el gran jardín, abordo con un abrazo a la bella mujer que la recibió alegre y le sonrió llena de felicidad.

Su madre fue la única persona que la amaba con todo su ser sin importarle lo que era.

-mi pequeña flor, recuerda que mamá te ama y que eres la joya más hermosa que he podido crear...eres mi tesoro, Ari.

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Una lágrima cayo de su ojo izquierdo. Su rostro dormido estaba pacifico pero sus lágrimas caían demostrando su soledad.

Dos gemas la miraron atenta y la pequeña bebé miro curiosa las lágrimas de su mamá.

Su pequeña mano acaricio su mejilla limpiando sus lágrimas.

-... Zenit.

Abrió sus ojos adormilada al sentir la mano de su bebé, al ver la mirada preocupada que le estaba dando se sorprendió pero al darse cuenta de sus lágrimas sonrió apenada.

-lo siento pequeña, mamá a veces es un poco llorona -beso la frente de la pequeña que cerro sus ojos ante los mimos de su madre -duerme pequeña flor, mamá cuidara tus sueños.

La tapó con cuidado viéndola cerrar sus ojos, sonrio ante la ternura de su hija para luego mirar a su sobrino que estaba durmiendo al otro lado de zenit. Acarició su cabello albino com suavidad y miro a los pequeños.

Debo de hacer lo posible para protegerlos. No dejaré que sean los títeres de esta familia...lo prometo.

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-muy bien pequeña flor! -la sonrisa brillante de la hermosa santa adornaba todos los días la mansión alfierce.

Desde que ella llego, había un ambiente alegré y cálido, Kiel seguía siendo el mismo pequeño inteligente y educado solo que ahora se comportaba como un niño y reía abiertamente gracias a Ariana. Los sirvientes estaban encantados con la joven, zenit estaba aprendiendo darse la vuelta sola y de vez en cuando Ariana la ayudaba a ejercitar sus pequeñas piernas.

La bebé era alguien con mucha energía, la cual le gustaba jugar con su madre y su primo.

Como ahora; Ariana la tenia agarrada de abajo de sus brasitos casi parandola en su regazo mientras la pequeña movía sus pies animada. Ya estaba en su tercer mes y su crecimiento emocionada a la reciente madre.

-kyaa~ mi pequeña lady es hermosa.

Antes la emoción de la santa, las sirvientas miraron con una gotita los mimos de la madre. En verdad se notaba que Ariana amaba a los bebés y más si era su propia hija. Aunque el extremo cariño de la joven no le molestaba para nada a zenit.

-lady Ariana, ya ha elegido algún vestido para el baile? -pregunto una de las mujeres haciendo que la nombrada la mire.

-pues, a decir verdad, no he elegido ninguno.

Su sonrisa despreocupada shokeo a las mujeres que parpadearon para luego suspirar. Aprendieron algo nuevo de la yedith, era extremadamente despreocupada.

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Llego el día del baile y Ariana estaba terminando de ser preparada por las sirvientas. Tanto su hermana como su cuñado irían a dicho baile.

-esa niña por qué tarda tanto? -expreso su desagrado zenim, que estaba con un vestido violeta y su cabello recogido, en verdad le desagradaba estar cerca de su hermana menor.

Roger, que portaba un traje negro, solo cerro sus ojos sereno e ignoró el "berrinche" de su esposa. A veces se lamentaba de haberla escogido como esposa pero todo fue un arreglo político que beneficiaba a las dos familias.

-lamento la tardanza.

Los dos se quedaron mudos ante la apariencia de la joven.

Su largo cabello estaba recogido, algunos accesorios de diamantes decoraba su cabello, dejando a la vista su cuello tan blanco como la nieve. Un vestido rojo con brillantes adornaba su delicado cuerpo dejando al descubierto su espalda y hombros. Tenía los labios levemente pintados dándole un aire sensual. Y una gargantilla con diamantes adornaba su cuello.

Ariana los miro curiosa al verlos con la boca abierta.

-duque, hermana?.

Estos reaccionaron y zenim chasqueo la lengua celosa mirando para otro lado. Sin embargo Roger sonrió de lado dándole mala espina a la joven.

-lady Ariana, se nota que fue bendecida por dios, usted parece un ángel.

Un aura brillante rodeo al albino tan engañoso como un serpiente. Ariana sonrio con falsedad aunque un tanto incómoda por tantos elogios.

La noche habia caído y luego de que Ariana se despidiera de zenit y Kiel, a molestia de zenim, fueron directo hacia el palacio. El carruaje iba en silencio y la oji esmeralda solo miraba hacia afuera con serenidad.

-me han llegado rumores de que el emperador parece estar interesado por ti.

No hace falta decir quién fue esa persona que le dijo dichos rumores.

La sonrisa venenosa de zenim irritaba a Ariana pero solo cerro sus ojos y la miro serena.

-solo son rumores y sabes que los rumores siempre son falsos...no deberías de creer todo lo que te dicen zenim.

Sonrió suavemente haciendo que la nombrada frunciera por segundos el ceño para luego seguir sonriendo con falsedad.

-aunque deberías de aprovechar esté baile para hablar con su majestad, él es soltero y aún no ha decidido quién sera su emperatriz, tal vez....

Se quedo muda cuando esos ojos amables color verde brillaron con seriedad mostrando un color verde amarillento que cortaba su respiración.

Qué...qué demonios es esa mirada.

Trago saliva nerviosa apretando su vestido sintiendo temor por la mirada que su hermana le daba.

-llegamos -roger corto el ambiente tenso que se instalo entre las dos hermanas.

Cuando estuvieron frente al salón de baile, las puertas se abrieron llamando la atención de todos los nobles. Ariana se inquieto ante tantas miradas en ella pero se mantuvo firme.

-la santa, Ariana Yedith, la joya sagrada de los continentes! -la presento padma baek haciendo que todos los nobles hagan una reverencia ante su presencia.

... En verdad odio esto.., mmm su majestad asisitio al baile?.

Miro curiosa al rubio que estaba sentado en su trono totalmente cómodo y viendo todo aburrido.

Cuando sus ojos se cruzaron ella se estremeció ante esa mirada celeste que la analizaban atentamente. Sintió sus ojos recorrer su cuerpo entero y con sorpresa vio la leve sonrisa de lado que el rubio le brindo.

-gloria y bendiciones al sol naciente de obelia.

Hizo una reverencia ante el rubio que cerro sus ojos pacifico y se levanto de su trono bajando elegantemente las escaleras. Al estar frente a la santa estiro su mano y ella parpadeo confusa.

Poso su delicada mano en la del emperador y él miro a todos los nobles que los miraban entre sorprendidos y curiosos.

-ella es la santa Ariana yedith, tal como dijeron los antiguos emperadores; Aquella que sea bendecida por el poder de dios, será quien tenga un poder supremo al de cualquiera menos al de un emperador. Será respetada por todos los continentes e imperios sin importar de donde provenga.

Sus ojos brillantes llenos de seriedad dejaron muy en claro la orden. Debían de respetarla o serían castigados.

Ariana lo miro de reojo curiosa para luego tragar saliva al ver que todos se hicieron a un lado dándole paso a ellos dos.

Parpadeo confusa cuando él hizo una reverencia ante ella.

-sera un honor ser el primer baile de la santa -le sonrio seductor haciéndola sonrojar de golpe pero aún asi fruncio el ceño molesta, por su coqueteo, a diversión de claude.

-....es para mí el honor bailar con usted, su majestad -hizo una reverencia ante él para luego los dos empezar a bailar escuchando de fondo la relajante musica.

No entiendo a este hombre, trata a las mujeres como si no fueran nada, pero conmigo es distinto. Me mira divertido como si fuera su nuevo juguete y ahora baila conmigo sabiendo que habrán rumores sobre esto...acaso le intereso?.

En cada giro ninguno perdió de vista sus ojos.

-...y la niña?.

-eh...se refiere a zenit? -claude no dijo nada y ella sonrio levemente al recordar a su hija -le agradezco a su majestad que me haya dado la posibilidad de ser madre, mi hija es hermosa y cada día crece más rapido.

Hablo alegré por su hija, se notaba que la quería, no, mejor dicho la amaba. Era extraño ya que tan solo habían estado juntas unos días pero el amor que Ariana le tenía a esa bebé era sorprendente.

-mmm...ya veo -sus ojos demostraron desinterés por la bebé solo la nombro para saber qué reaccion tenia ella -es la primera vez que sonríes de verdad.

Ella se estremeció ante su agarre en su cintura, su pecho choco contra el torso del rubio y se sonrojo al sentir su mano fría tocar su espalda desnuda.

Fue mala idea llevar ese vestido.

Sus orejas se sonrojaron cuando el rubio frío pero lujurioso acarició suavemente con su pulgar la espalda de ariana.

-s-su majestad...

Susurro avergonzada divirtiendo más a claude que la hizo girar con suavidad aún pegado a ella.

Sus ojos seductores hicieron estremecer a la santa que se exalto cuando volvió a sentir esas caricias en su espalda y su aliento cerca de su oreja.

Cuando lo tuvo cerca de su rostro ella lo miro fijamente y sus ojos brillaron ante la sorpresa de claude. Ariana con sorpresa vio la imagen de una bella mujer.

~solo deseo que esté bebé sea amado, que sea feliz aún si no estoy a su lado~.

La musica termino deteniendo el baile de la pareja que aún se miraban a los ojos. Las personas aplaudieron ante tal elegante y divino baile que cautivo a mas de uno. Ellos reaccionaron y Ariana miro incómoda al emperador.

Luego de una reverencia, la oji esmeralda fue abordada por los elogios de varias mujeres y hombres haciendo que claude la mirara de reojo para luego volver a su trono.

-lady yedith es en verdad hermosa.

-tiene unos ojos místicos.

-el color de su piel es único.

Entre varios elogios Ariana sonrio amable pero incómoda por tanta falsedad.

Qué fue eso?, quién era esa mujer?.

Poso su mano con suavidad a la altura de su corazón sintiéndolo latir con fuerza. El haber escuchado la delicada voz de esa mujer rubia y verla le provoco tristeza y pena.

-lady Ariana en verdad está hermosa esta noche -hablo felix sonriente que estaba al lado de claude.

Él no dijo nada y siguió mirándola. No lo entendía, no podía ser posible que ella capturará su interés.

No era demasiado hermosa ni voluptuosa. Era normal...pero debía de admitir que su sonrisa era tan brillante como el sol.

Y que su presencia lo reconfortaba.

Tal vez sea uno de los raros poderes de la santa pero cuando la miraba a los ojos sentía que todo dolor interno desaparecia y volvía a estar tan tranquilo como cuando su madre lo abrazaba.

Ariana...en verdad eres interesante.

Sonrio de lado viendo atento a la santa oji esmeralda.

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-de en serio crees que funcionara?.

La pareja alfierce estaba en una esquina mirando atentos a la joven yedith.

-claro que sí, jamás vi al emperador mostrar tal interés...bueno solo con esa bailarina pero eso ya es historia, trata de acercarte a ella y hacer que se interese por su majestad.

Ordeno el albino dejando sola a su esposa que lo miro irse para luego mirar seria a su hermana.

-...hn, por lo menos serviras de algo.

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Cuando pudo librarse de los nobles salio al jardín llegando hasta una fuerte de agua. El cielo estaba totalmente estrellado, era una hermosa vista.

Cerro sus ojos con gusto sintiendo el olor a las flores.

*buaa!*

Se exalto cuando escucho el llanto de un bebé, se giro mirando hacia donde provenia el llanto. Estaba un tanto lejos de ese lugar pero gracias a su gran construcción lograba divisar el palacio. Daba gracias a su magia por haber agudizado sus sentidos.

Preocupada estuvo a punto de dirgirse hacia allí pero una mano agarro su muñeca.

-...Lord Loebein?.

El pelirrojo la estaba mirando serio pero luego la soltó con suavidad.

-le recomiendo que no vaya para ese lugar.

-p-pero hay un bebé llorando.

Miro hacia el palacio con preocupación haciendo sonreír al oji gris.

-usted es muy amable lady, pero no debería de acercarse allí...ese es el palacio ruby, donde vivían las concubinas del emperador, ahora solo viven las cherry wind.

Se puso seria cuando escucho eso último. Ella había escuchar algunas cosas de las sirvientas de la mansión. El emperador había hecho una gran masacre en el palacio rubi, mato a todas las mujeres que vivían en el palacio rubi sin excepciones. Solo que Ariana no sabía el motivo de esa masacre.

-...ahí vive la princesa Athanasia.

Abrió sus ojo sorprendida cuando escucho eso. No se esperaba que el rubio tuviera una hija. Confusa apretó sus manos en su pecho.

Por algún motivo...su corazón se estrujo ante lo dicho.

-l-la madre de la princesa, cómo era? -si su idea era cierta, la mujer que vio debía de ser la madre de la princesa.

Felix guardo silencio para luego mirar hacia otro lado con tristeza. Estaba cometiendo un tabú al hablar de la rubia, pero si su presentimiento era cierto, Ariana era la indicada para saber sobre eso.

-...era una bailarina de shiodona, ella capturo el interés de su majestad, pero murió cuando la princesa nacio, su majestad dejo viva a la princesa solo por interés...ella era hermosa, su cabello era rubio como el oro y sus ojos eran rosas.

Recordo con una sonrisa a la bella bailarina, ella fue como una amiga.

Ariana bajo la mirada ante lo dicho, sentía tristeza por claude y la princesa.

-por qué lo pregunta?.

-bueno...creo que -miro hacia otro lado nerviosa para luego suspirar y mirar fijamente al pelirrojo -el espíritu de esa lady sigue en esté lugar.

Abrió sus ojos en shok ante lo dicho por la santa para luego mirar hacia todos lados a curiosidad de la joven.

La arrastro un poco más lejos del palacio ante su sorpresa y se acerco a ella intrigado.

-cómo sabes eso? -susurro emocionado haciendo que Ariana lo mire con una gotita. Parecía un niño.

-b-bueno cuando hay espíritus en un lugar puedo sentirlos y a veces verlos, si ese espíritu se relaciona con las personas del lugar, a través de esas personas puedo ver la vida del espíritu en dicho lugar -explico incómoda al no saber cómo hacer que entiendo.

-ehh ya veo! -sus ojos brillaron emocionado haciendo reir a Ariana.

-espero que esto sea nuestro secreto Lord Loebein.

Él le sonrió y le guiño un ojo divertido.

-será nuestro secreto Lady.

Los dos rieron sabiendo que desde allí se formaría una amistad. Aunque esa amistad no le gustaría mucho a algunas personas.

Cuando todos se retiraron, Felix iba sonriendo por los pasillos acompañando a claude a su cuarto.

El rubio al llegar a su cuarto abrió la puerta pero se detuvo unos segundos y lo miro de reojo.

-espero que tu charla con Ariana haya sido agradable.

Le dio una sonrisa burlona aunque sus ojos de mostraban enfado dejando en shok al pelirrojo, para luego entrar y cerrar la puerta.

s-su majestad...está molesto?.

Ladeó la cabeza sin entender la reaccion del rubio pero luego cayó en cuenta y sonrió sin evitarlo.

-parece que su majestad está celoso, creo que debo de tener cuidado a partir de ahora -susurro nervioso recordando los antiguos celos del emperador que al parecer volvían a surgir con la presencia de Ariana.

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