La ventana hipnotica
Narra Silvia
La ventana del aula de 4 A me hipnotiza. Parezco una mosca de hierro pegada al cristal que me atrae como un poderoso imán. Tal vez sea por el pupitre en el que mi tutor me cambio ayer que llevaba habisando desde hace una semana que nos cambiaría a todos en tutoría ya que siempre me quedo entretenida con el paisaje de la calle en vez de prestar atención a la clase de matemáticas que aunque preste atención nunca me entero de nada soy malísima en aquella materia. Una pequeña mueca de asco apareció en mi rostro al acordarme de lo de ayer, tutoría. No se para que la tenemos si nunca hacemos nada, lo único que se hace allí es hablar con los amigos o hacer alguna actividad para que luego no me de tiempo a comer e irme a la academia, en resumen para nada. Lo único que aprovechó yo en esa hora es para escribir pues me encanta inventarme historias aunque todos me miren como un bicho raro no me importa yo hago lo que me apasiona. Total tampoco es que es que sea muy sociable y tenga siempre alguien con quien hablar.
Una mano en mi brazo me sobresalto de la nada haciendo que haga un pequeño brinco del susto haciendo que todos se rieran y sintiera la mirada furiosa de la profesora mirándome fijamente para después voltear se de nuevo a la pizzara y seguir con la lección. Menos mal que no me lanzo la tiza como a los demás que se portan mal, tal vez fue como no suelo causar problemas por esta vez me la dejó pasar. Estando algo más aliviada de los sustos mire de reojo de nuevo a la ventana, relajando me por el sonido de la lluvia y las gotas caer por todas partes, daba lluvia por varias semanas pero nunca cuando es de noche, eso me molestaba un poco pues no suelo dormir muy bien y la lluvia me tranquiliza a dormir pero bueno que se le va a hacer. Solo me concentre en relajarme a escuchar la lluvia y cerrar los ojos, nada más. No quería darle mas vueltas al asunto y menos de quien me dio aquel susto anteriormente pues seguramente fueron los graciosos de la escuela como siempre
Wow menudos reflejos, tranquila no te quiero hacer nada
Escucho la voz de un chico de golpe que sin darme cuenta coji el brazo de aquel chico antes de que volviera a pasarla sobre mi brazo sin dejar de ver en la ventana donde yo estaba mirando que se sentaba al lado mío como el tutor le había asignado, ya ni me acordaba de eso
Hey si necesitas ayuda con las mates puedes decirme yo soy bueno con ellas, aunque es una lastima que ya haya acabado
Me sorprendí un poco después de escuchar lo que dijo. Estaba tan concentrada estaba tan concentrada en la lluvia que ni eso me había enterado
O te gusta el karate?
Me sobresalte de nuevo esta vez mirando a aquel chico que no espero a mi contestación de lo de mates y miro en la ventana donde yo estaba mirando dirigiendo rápidamente mi mirada de nuevo en mi sitio
Si voy tres días a la semana ¿Porque? -Dije mirando a aquel chico viendo que sonreía algo tímido, tal vez alegrando se de que por fin le haya dirigido la palabra en vez de estar tan callada
No por nada solo tuve curiosidad, de echo no vengo a meterme en tus cosas ni nada solo te quería preguntar si quisieras ir a mi casa para poder explicarte lo que no entiendes de mates ya que bueno es la única asignatura en la que tenemos deberes
Eso si me vino por sorpresa ya que que me dijeran eso y más un chico además de tanta atención de más siempre me ponía en estado de alerta. Aunque pensándolo bien tenía más ventajas irme con el, no tenía muchas ganas de volver a mi casa y ver a mi hermano el cual solo me insulta y amenaza con pegarme cada dos por tres hijos de comerme las lentejas que mi madre siempre preparaba los lunes. Las odiaba, además mi madre siempre me estaba atormentado de que hablará con jente aunque yo no quisiera así que no le ví nada de malo en aceptarlo y en la Academia tampoco es que me entere mucho. Solo suspiro un poco y acepte la invitación del chico que por cierto su nombre era Quique y el mío Silvia y empezarámos a guardar nuestras cosas para irnos después de decirle a mi madre por teléfono que no me recoja y sobre la situación pero al echar un rápido vistazo por la ventana para ver si no llovía mi miraba se fijó en una rara chica quien parecía estar muy triste y cabizbaja que desapareció una vez que un coche paso por detrás de ella. Aquello me dio un tremendo escalofrío en todo mi cuerpo pero no pude decir ni pensar en nada ya que Quique me dio un toque para irnos lo mismo que hizo cuando me dio el susto pues estaban por cerrar el aula y no tuve más remedio que obedecer y irme con el. Solo espero no sea nada
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