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『 CAPITULO XXV 』

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Cuando Ochako sintió la cantidad grande maná detrás de ella por instinto se giró para ver aquel que llaman Muscular. No podía verlo en su totalidad, solo alcazaba a ver una silueta de un hombre fornido. Para la de cabellos castaños le era difícil ya que por primera vez no tenía que pelear o huir, simplemente se quedara de pie esperando a ser capturada.

Sintió una brisa por su nuca y cuando parpadeó ya no estaba Muscular arriba en la cueva, miró por el rabillo del ojo, ahora estaba detrás de ella. Ochako se giró con lentitud y un poco temerosa, observó que Muscular es un hombre alto y musculoso con cabello rubio de punta. Tiene una enorme cicatriz en el lado izquierdo de su rostro que llega desde su frente a su boca, Ochako se preguntaba si eso era producto de que alguien pudo revelarse ante él y darle una buena batalla, pues no sabía si había perdido el ojo y lo remplazó por un ojo de vidrio; aun así, le parecía curioso que el hombre usara una capa negra ocultando sus verdaderas vestimentas.

—A ti no te había visto —dibujó una enorme sonrisa mientras pasaba su lengua por sus labios, como si imaginara la carne que estaría por probar —parece que en el pueblo no te pudieron esconder bien de mí.

Ochako sentía un enorme asco, pues Muscular la miraba con ojos de lujuria, eso la había preocupado demasiado, no quería pensar que él abusaba de las jovencitas en el pueblo, pero, pensándolo bien ¿para qué otro motivo tenía a tantas mujeres secuestradas?

Las manos de la hechicera comenzaban a sentirse calientes, quería decir en voz alta un hechizo, el que sea, pero quería lastimarlo y herirlo, no podía dejar que las jovencitas pasaran más tiempo con ese tipo.

«Tranquila, Ochako. No sabes si la cueva tiene algún mecanismo mágico y explote dejando sepultadas a las niñas. Cuentan conmigo.»

—¿Eres aquel monstruo que acecha y destruye todo a su paso? —El hombre sonrió —Tu eres Muscular —el tono de voz de Ochako se mantenía serio.

Y eso había fascinado a Muscular, era una reacción diferente a la que acostumbraba ver, por primera vez una mujer no salía huyendo, no gritaba, ni rogaba por su vida. Esa chica era diferente y eso le encantaba, sobresalía con notable belleza y valentía entre todas las demás.

—Sabes de mí, y no pareces estar asustada, ¿no le tienes miedo a la muerte?

—Las personas deberían saber que tarde o temprano morirán, temerle a lo inevitable es una pérdida de tiempo —se cruzó de brazos frunciendo el ceño.

Muscular dibujó una gran sonrisa en su macabro rostro, paso su lengua relamiendo sus labios, sus manos peinaron sus cabellos rubios, chasqueó su lengua sin borrar esa extraña sonrisa, Ochako apretaba su mano y arrugaba las cejas ocultando así el asco que le daba recibir esa mirada.

En un parpadeo ella había sido cargada en estilo nupcial, no se esperaba eso, la tomó por sorpresa y se asustó por la rapidez de los movimientos de Muscular, ella puso su mano en el pecho de Muscular, solo por pura inercia.

—No eres igual a las otras, en ti hay inteligencia, valentía y una exquisita belleza —acercó su rostro al cabello sedoso de la chica y lo olió —mmm lavanda, que delicia —paso su nariz por el cuello de la chica.

A la derecha de esa cueva, entre los arbustos, escondido se encontraba Midoriya que observaba todo, su semblante era uno sombrío, entre ira y celos, no quería que nadie le pusiera las manos a Ochako, mucho menos con otras intenciones. Lo que deseaba Midoriya era salir de su escondite y partirle la cara a Muscular, y dejarlo con otra cicatriz sobre su ojo sano. Sus perfectos dientes rechinaban y apretaba sus manos formando un puño, de vez en cuando unos rayos aparecían en los brazos del chico, pero tenía que resistirlo, Uraraka era la que estaba en una dura posición, no podía revelarse y arruinar el plan.

—¡Bájame! —Gritaba Ochako moviendo sus cortas piernas y golpeando en el pecho a Muscular.

El soltó una carcajada.

—Solo me haces cosquillas —después la miró y alzo una ceja —ya lo decidí, serás mi mujer, a las demás las matare, son un sacrificio para All For One.

Muscular con una sonrisa sintiéndose confiado, se llevaba a la joven adentrándose a la cueva. Ochako no dijo nada, estaba pensando, ¿Quién demonios era All For One?

—Oye, ¿Quién es All For One? —Preguntó mirando la quijada del hombre, ya que en la posición que estaba eso era lo que podía ver si elevaba el rostro, no fue hasta que el bajo la cabeza para mirarla por unos segundos. —¡Responde! —Exigió con molestia.

Muscular soltó un chiflido, y sonrió de lado.

—Que agallas, mujer. Ha tenido muchos nombres a lo largo de las épocas, algunos lo conocían como el Emperador del Mal, La Calamidad, pero en esta época lo llaman Señor Demonio ¿no es así? —La joven abrió más sus ojos, sintió su cuerpo muy pesado, Muscular se dirigió hacia el camino de la izquierda, ella lo notó suponía que la apartaría del resto por haberle llamado la atención. —Aunque, ninguno es su nombre, nadie lo sabe, solo le gusta ser llamado como All For One, ha vivido por siglos de años, haciéndose más y más fuerte, quiere acabar con todo el linaje de los sagrados caballeros sacros, todo aquel que porte la espada legendaria.

Muscular dejo caer a la chica, para su suerte, ella no sintió ningún dolor al tocar el suelo rocoso, de hecho, era suave y reboto por unos instantes, aquel hombre había dejado a Ochako en una cama, una grande, pero no tenía tiempo de analizar si ese era su dormitorio, ahora le preocupaba otra cosa, una mayor.

Comenzó a sudar, y a temblar un poco de sus piernas, esto era muy notorio, Muscular sonrió satisfecho, Ochako quería tener su báculo en este instante.

Muscular se hinco para estar al mismo tamaño de Ochako, se acercó a esta ella y toca sus piernas.

—Ese temblor debería estar después de hacerte mía, aun no empezamos, o será —se relamió sus labios —¿tienes miedo de que las leyendas sean reales?

La achocolatada apretaba las sábanas de la cama, tenía miedo claro que lo tenía, recuerda que incluso su maestra le daban escalofríos cuando le hablaba sobre ese ser malvado de magia oscura, porque nadie podía compararse, era muy poderoso que quien se atreviera a retarlo terminaba muerto, se creía que era una simple leyenda, un cuento en una tierra de fantasía, ya que habían pasado más de 100 años sin que el hombre hiciera presencia en el mundo.

—P-por qué... —tartamudeaba un poco, pero logró vocalizar —¿Por qué quiere terminar con el linaje de los poseen la espada legendaria?

Muscular arqueó una ceja, le gustaba esa jovencita, pero no le agradaba que fuera muy curiosa.

—Ya que serás mi mujer, puedo contarte. Soy miembro de la brigada de All For One, solo nos dijo que quiere tener la bendición de aquellos que portan la espada legendaria porque es un poder mágico que incrementa la fuerza del usuario, pero cada vez que se encuentra con uno de ellos mueren sin arrebatarles su poder a tiempo —se puso de pie, y de poco se puso arriba de ella, y le comenzó a besar el cuello.

Ochako sentía asco, quería patearlo en su entre pierna, usar su magia y formar un gran agujero para enterrarlo, pero ahora mismo la información que estaba recibiendo era muy importante, sobre todo porque de alguna manera involucraba a Izuku Midoriya.

—N-no existe ninguna magia que sea capaz de arrebatar el poder de una persona —cerraba los ojos mientras sentía como su cuello era tocado por los labios de Muscular.

—Es porque no es una magia, no es un hechizo, es una bendición para arrebatar todo, tanto magia como bendiciones, y no solo las roba también las puede dar a quien él desee, así formó un ejercicito, en unas tierras lejas —su mano bajo para tocar más las piernas de la chica —es el rey de ese continente, tiene su propio reino, sus soldados, seguidores y sus escudos, la brigada donde pertenezco. Los dioses son muy crueles, le dieron una bendición que lo quita todo y a otra persona una que almacena poder, ellos ven como nosotros estamos en guerras, somos su entretenimiento. No somos nada más que su diversión. Y, aun así, hay personas que los adoran, patéticos.

Ochako sintió como las manos de Muscular subían hacia su cintura y abdomen, ya no quería continuar con esto, no era tan fuerte, unas lágrimas silenciosas descendieron por sus mejillas.

—¿Y por qué... por que atacan aldeas indefensas? —Preguntó en un susurro.

—All For One ya sintió la presencia del nuevo descendiente de la espada legendaria, tardó demasiado en aparecer desde que mató a All Might, así que está buscándolo, si atacan a ciertas aldeas es porque él cree que algunas de esas es su aldea natal.

—¿En serio lo matara? —Murmuró apretando sus manos.

—No quedara nada —se reía.

Su risa exagerada se detuvo cuando sintió un ardor en su mejilla, sentía un líquido escurrir por su mejilla, no fue hasta que las gotas cayeron al rostro de la joven que tenía debajo de el que entendió que ese ardo y el líquido era su misma sangre.

—¡No voy a permitir que eso paso! —Levantó su rodilla y golpeó su entre pierna. —¡Jamás! —Tocó al hombre y este comenzó a levitar, con la palma de su mano controlaba el cuerpo, lo dirigió con velocidad hacia el suelo y Muscular escupió sangre y gruño de dolor.

—¡Maldita escoria! —Masculló con rabia.

Ochako se puso de pie, con su otra mano había lanzado un torbellino de viento hacia el suelo lo que hizo que Muscular terminara varios metros bajo suelo, también las rocas cayeron hacia el agujero cubriéndolo.

—Eso no lo va a detener, estoy segura que el otro camino es donde tiene a las niñas.

Comenzó a correr hasta encontrar con el camino, que era en forma de un círculo la entrada. Afuera, los demás, escucharon un pequeño ruido, pero nadie se movía de su posición, ya que Kaminari no lo hacía, entonces suponían que esa no era la señal y eso no les gustaba, solo esperaban que la hechicera estuviera bien y todo lo tenga bajo control.

Ochako corría con rapidez hasta entrar en un lugar muy amplio y rocoso, en las paredes de roca había una que otra antorcha para iluminar. Abrió mas sus ojos al ver eran mucho las señoritas que estaban sentadas atadas de sus muñecas con grilletes incrustados en las piedras. Una que otras señoritas estaban despiertas, con ojeras, pálidas y muy delgadas, eso hacia que frunciera el ceño y apretara mas su puño.

Caminaba viendo a las chicas, algunas apenas y notaban su presencia y podían gesticular para hablar por la falta de agua. Una joven resaltaba mas entre todas las chicas, pues Ochako la observo mejor, era la única que estaba apartada del resto y tenia una correa de cuero en su cuello.

Una jovencita de estatura pequeña —simular a la de Ochako— de piel clara y complexión delgada, con pestañas inferiores notablemente largas y cejas bastante pequeñas. Su cabello es corto, solo alrededor de la barbilla y es de color violeta oscuro. La vestimenta consistía en una larga falda abierta de los lados de sus muslos, unas botas largas color negro y su parte superior usaba un top ceñido a su busto, el top y la falda de un color purpura y estaba un poco roto dejando ver mas de su cuerpo.

Pero, cuando Ochako se acercó mas a ella, noto algo peculiar, de cada uno de sus lóbulos de las orejas al final cuelgan dos cables delgados, la punta de ese cable tenia forma de como si fuera una pequeña daga triangular.

—Debe ser la amiga de Kaminari —se hinco hasta la joven que dormida, miró sus piernas y tenia su falda manchas de color marrón, —¿sangre seca? —Paso saliva un poco asustada —Muscular... —murmuró molesta. Escuchó un gruñido y eso la hizo alertarse —mierda, no queda tiempo —movió de los hombros a la chica hasta despertarla.

Ella abrió sus ojos color azabache, pero lucían opacos y sin brillo.

—¿Quién... eres? —Preguntó en un débil tono de voz, apenas y la castaña pudo oírla.

—Trabajo con Kaminari —al escuchar eso, la joven abrió un poco mas sus ojos.

—¿Por qué... tardó tanto? —Hizo una media sonrisa y recargó su cabeza en la piedra.

—Kaminari dijo —la castaña con su magia de viento rompió los grites que sostenían las manos de la joven y le retiró la correa de su cuello —que tu darías la señal, pero —la miraba de pies a cabeza.

—¿Los ves? —Ladeaba un poco su cabeza, Ochako asintió sabia que se refería a esos cables extraños que cuelgan de sus lóbulos. —Es mi bendición... —tomó un poco de aire para seguir —puedo crear ondas sonaras en alguien o algo —intentó ponerse de pie, pero perdió el equilibrio y Ochako la sostuvo —si lo uso aquí podre hacer que este lugar se derrumbe, pero... no tengo fuerza ni para poder estar de pie.

—¿Es esa la señal? —Preguntó mirándola por el rabillo del ojo y la chica de cabellera purpura simplemente asintió.

—¡¿Dónde esta esa mujer?! —Se escuchó el grito molesto de Muscular lo que hizo temblar a la débil chica. —¡¿Vas a salvar a las demás?!

—Por favor... —suplicaba en sollozos la de hebras purpuras, la castaña solo se quedó callada pensando alguna manera de salir con todas las otras chicas —que no me vuelva a tocar... —decía con voz temblorosa.

Los ojos de Ochako habían perdido brillo cuando escuchó lo que la chica dijo, la miró por unos segundos en un estado atónico.

—¡Castaña! —Gritó Muscular entrando a la guarida donde estaban las demás jovencitas. Su cuerpo había aumentado de tamaño, de su torso hacia sus brazos se veía un aumento de musculo muy exagerado. Muscular puso sus ojos enfurecidos sobre las dos jóvenes que estaban por el rincón —¡Debes de ser una maga! —Dio un puñetazo a la pared haciendo unas fisuras y algunas rocas de piedra caían por todo el lugar —¡Te voy a matar de una forma tan dolorosa que suplicaras que lo haga rápido!

Ochako frunció el ceño sintiéndose muy molesta, dejo a la chica de cabellos purpuras sentada recargando su espalda en una pared de roca. Caminó un poco hasta estar en el centro del lugar.

—¡¿Cómo una persona tan cruel puede seguir con vida?! —Preguntó enfadada soltando un par de lagrimas por la impotencia que sentía. Muscular arqueo una ceja y chasqueó la lengua, —¡Abusaste de todas ellas!

Muscular reía de una forma tan grotesca que hacía hervirle la sangre a la de ojos achocolatados.

—¡Asi es, y eso es justo lo que hare contigo y después te matare! —Sonreía mientras se relamía sus labios.

Muscular corría hacia Ochako, mientras que ella apretaba los puños y su mirada mostraba una pelicular mirada de molestia. Susurró algo, que nadie pudo escuchar, antes de que Muscular la golpeara ella se agachó y con sus manos tocó el suelo, por unos escasos sus manos brillaron de rosa, para Muscular parecía que se había tenido el tiempo, pero estaba equivocado.

Ha pesar de poner tantas capas de musculo sobre su cuerpo se sentía tan ligero como una pluma de un ave, miraba a su alrededor y las jovencitas que estaban desmayadas estaban flotando, después miró asombrado a la chica de baja estatura.

—¿Alguna vez —murmuró Ochako con una voz ronca, ella no lo miraba, mantenía su vista aun el suelo —te has preguntado como se ve el sol de cerca? —Levantó su cabeza para mirarlo.

Muscular había notado que la joven no tenía ningún brillo en sus ojos, era como si ella no tuviera vida, él había sentido un poco de miedo, la mujer de cabello castaño no pestañaba ni dudaba.

—¡Arg, maldita perra! Así que eres una de esas que las están cazando como si fueran ratas, pensé que no quedaba ninguna con vida —chasqueaba su lengua comenzaba a sentir desesperación y gotas de sudor se resbalaban por su sien.

Ochako se puso de pie.

—Para ustedes nuestra magia les atormenta porque no puede ser comprendida ni pude ser replicada, nos ven como una amenaza, nos persiguen, nos esclavizan o solo nos matan, pero, a diferencia de mí, tú eres peor y mereces morir por el daño que les hiciste —frunció mas el ceño.

Deslizó su mano en forma diagonal, haciéndole un corte en las capas de los músculos, aquel hombre grito de dolor, las sangre había salpicado en la mejilla, cuello y vestido de Ochako, pero no hizo nada, solo se quedo callada y pasó su mano por su mejilla para quitar el liquido carmesí que escurría por su piel. Se arco un poco y le dio un golpe en el torso a Muscular quien escupió sangre de su boca y manchó la cara redonda de la castaña.

Como Muscular era tan ligero aquel golpe cargado con la magia vendaval de Ochako lo hizo elevarse rompiendo el techo de la cueva, aquellos que estaban escondidos habían mirando como una silueta salió disparada hacia el cielo.

La castaña con un temblor en sus brazos, de forma lenta acercó mas sus manos para que sus dedos se toquen.

—Liberar —susurró y cuando sus yemas de sus dedos se tocaron un brillo rosa apareció.

Muscular había perdido la velocidad con la que fue lanzado, en ese momento sabia que su peso volvió a la normalidad cuando sentía la presión de viento ejercer sobre su cuerpo, aun con una herida en su torso y brazo, logro echar una mirada hacia abajo, sabia que si no hacía nada caería muerto.

Con la fuerza que aún le quedaba, de su espalda salía una extraña masa rosa y rojo y lo cubría por completo en una esfera de puro musculo.

—¡¿Pero que mierda acaba de pasar?! —Había gritado entre asombrado y asustado Kaminari tocando sus cabellos rubios y estrujándolo.

Tsuyu miraba la situación con cautela, su mayor característica era que se mantenía seria y calmada en situaciones donde los demás flaqueaban.

—Es la señal, kero —se adelantó y salió de los arbustos.

Iida y Midoriya salieron de sus respectivos escondites y comenzaban a llegar hacia el centro donde había caído Muscular.

La esfera de musculo desapareció, había un cráter en forma circular que tenía en medio al hombre que no dejaba de gruñir, sangraba mas de su torso y no podría crear musculo en esa zona para protegerse.

—¡Sero! —Gritó el de cabellos rubios cuando vio a su amigo de pie arriba en la cueva, esto había alertado a los tres individuos que llegaron justo.

Simplemente Sero asintió, mostró su codo y tres bandas de cintas blancas aparecieron sujetando a Asui, Iida y Midoriya que se habían sorprendido y asustado por el repentino movimiento.

Caminara se acerco un poco y aspiró profundo. Apuntó sus manos hacia el suelo y rayos dorados se esparcieron por toda la tierra dándole una descarga eléctrica a Muscular que lo había dejado inconsciente.

Las cintas de Sero dejaron de sostenerlos, y los tres tocaron el suelo de forma suave, todos se acercaron mas hacia el cráter, y dos personas mostraban un semblante preocupado.

—¿Qué clase de poder mágico tiene su compañera, Denki? —Preguntó con curiosidad la asesina llevándose su dedo a su mentón.

Kaminari y Sero cruzaron miradas confundidos mientras arrugaban sus cejas.

—Jirou no puede hacer algo como eso... —hubo un pequeño silencio —en todo caso... —los miro de forma seria.

El sonido de un cristal romperse sorprendió a todos, provenía del báculo de la hechicera. Midoriya preocupado sacó rápidamente el báculo de su mochila, y note que la cabecera del báculo, de las tres gemas color rubí una de ellas se había rompido.

—¡Ochako! —Dijo preocupado Midoriya y se giró rápido hacia la entrada de la cueva y corrió para buscarla.

En aquella profunda cueva, la castaña se tambaleaba, se sentía muy agotada, era como si algo que la protegía perdiera poder poco a poco, había pasado demasiado tiempo que no usaba su primera magia que sin pensarlo solo se dejo llevar por su ira, sus ojos le pesaban y juraba ver todo dando vueltas, quería llegar hacia las jovencitas y salvarlas, pero se cayó, su cuerpo no le respondía, fue ahí donde miraba la misma oscuridad. 

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Inicio del capítulo: 29/12/22

Fin del capítulo: 25/01/23

>>Tenia ganas de poner la fecha de lo que tarde en escribir el capítulo, o sea tampoco piensen que estuve cada día escribiendo, pues no, pero en que hacia otras cosas o me ponía a escribir otras cosa mas pues ese tiempo me tomó.

Si bien actualice al principio de año pues ahora les traigo otro capitulo a casi finales de mes. Este lunes entro a la escuela así que estaré mas ocupada.

Volviendo con el fic, quiero hacer que esto al principio se veía todo lindo, agradable e inocente y conforme vamos explorando más el mundo mágico-medieval, nuestros protagonistas conozcan que no todo es de una forma justa y correcta, que se encontraran con cosas malas y experiencias que no podrán olvidar.

Y aunque considere escribir una escena mas fuerte en donde Uraraka seria abusada por Muscular no pude, lo que también me hizo tardarme más, ya que no quería hacerle eso a Ochako (pero Jirou no se salvó de eso), ni darle un trauma mas a la niña, y se que es un tema delicado, pero a lo que voy es que si, no porque tenga la etiqueta de madura significa que habrá lemon o smut, significa que habrá escenas de ese tipo.

— Formateé mi computador porque hice una limpieza (física) a la laptop.

— Si hice respaldos y respaldos de los respaldos, no perdí nada de mis escritos.

— No tengo la licencia de Office así que no se hasta cuando podre escribir en la laptop, escribir en el celular no me gusta.

Nos vemos en una siguiente actualización c:

¡Eclipsa, fuera! ♥

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