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Una sensación de incomodidad había sumergido a todos, por parte de los chicos que solicitaban la ayuda solo miraban hacia el caballero sacro y al chico de cabellos desordenados, la asesina parecía divertirse, podría ser la única que no sentía o no detectaba la molestia que se notaba, después estaba la hechicera que cruzada de brazos y soltando un bufido esperaba que no hubiera una gran discusión porque no quería entrometerse.

Pero, Iida y Midoriya se miraban, el caballero levanto la tapa de su casco para mirar aún mejor el rostro de su compañero, ambos tenían las cejas fruncidas y se miraban con molestia mutua.

El chico de cabellos dorados ahogo una pequeña risita burlona, le parecía muy gracioso a su punto de vista mirar como dos amigos que tenían diferencia de altura se retaran con la mirada afilada que tenían.

—Ven —llamó Iida con voz gruesa y sonando autoritario. Caminó alejándose de los demás para dialogar en privado.

Midoriya se alzó de hombros y rodo los ojos.

—Ve con él, Izuku —se giró hacia ella para ver mejor a su hechicera —lo mejor no es tener problemas —el chico bajo la mirada pensativo, ella que aún seguía montada en la silla le levanto el mentón para que la viera —no te preocupes, me adelantare con ellos —le sonrió y guiño el ojo.

Por ese instante Midoriya había olvidado porque estaba molesto, sus mejillas se ruborizaron, así como también sus orejas, ladeo la vista mirando la tierra y después la volvió a mirar y únicamente asintió. Las palabras no le salían.

—¡Midoriya! —Iida interrumpió con un grito a lo lejos. El sentía que lo había dejado aturdido, pero ese grito lo hizo traerlo a la realidad y dejar de pensar tanto en Ochako.

La hechicera miró hacia enfrente, estaba lista para seguir dirigiendo al caballo, pero sintió como tomaron su mano, se giró para ver quien era, aunque ya lo sabía, eso no cambiaba el hecho que la tomó por sorpresa y la hizo ponerse nerviosa.

Midoriya tomaba su mano con suavidad y frotaba sus dedos con los nudillos de ella, aunque la hechicera usara guantes podría sentir el calor de él.

—Mas tarde —susurró con sus mejillas ruborizadas —podríamos hablar, quiero aclarar esto que siento... —le mostro una sonrisa sincera y tímida.

La hechicera no sabía que decir, su corazón había acelerado rápidamente como si estuviera en una situación donde su vida corría peligro, pero la diferencia era que en sentirse en alerta sentía un enorme nerviosismo que cubrió sus mejillas de un rojo intenso y no le quedo mas que simplemente asentir torpemente con una sonrisa curvilínea en su redondeado rostro.

Este gesto no paso por desapercibido por parte de la Tsuyu, la asesina, su silenciosa presencia hacia crear a Midoriya y a Uraraka que estaban solos, como siempre lo habían estado. Tsuyu sonrió de lado, le parecía interesante y curioso el comportamiento tan torpe de ellos.

—¿Terminaste? —Pregunto después de notar que el carruaje no se movía a pesar que Midoriya caminaba hacia el caballero sacro. La hechicera miraba la espalda de su amigo, sus mejillas aun estaban ruborizadas y su corazón no volvía al ritmo de latidos normales. —Esos dos están caminando hacia lo que creo es el pueblo, Ochako síguelos, kero —le pidió con su dulce voz.

La hechicera miró hacia su nueva amiga, después a esos dos jóvenes que caminaban y hablaban, bajo la mirada hacia su regazo y puso sus manos en sus mejillas y su respiración se volvió jadeante. La menor suspiró y los ojos.

Se bajo del carruaje y dio la vuelta, ahora estaba de lado izquierdo de la hechicera.

—Yo manejo, Ochako —se subió, la castaña aun con sus manos en las mejillas simplemente se movió hacia el lado derecho y dejo que la chica se sentara. Ahora el carruaje se movía —¿estas bien?

La hechicera negó rápidamente un par de veces, tenía su mirada perdida hacia sus botas.

—Siento que mi corazón hace bum, bum, bum y mi estomago ñam, ñam, ñam, mis mejillas y orejas las siento muy calientes, y ni siquiera pude decirle nada, me quede muda como si me hubiera comido la lengua los ratones —de sus labios salió un largo y agotado suspiró —¿Qué me dirá? —Bajo sus manos y se cruzó de brazos e inflo sus mejillas.

—Por todo lo que dices me hace pensar que no están juntos como lo creí al inicio, pero tu sabes que es lo que te dirá, kero. —La cara de la hechicera enrojeció como si hubiera probado alguna comida picante. —Hablaran de sus sentimientos.

—¿¿Q-que?! N-no, nada de sentimientos. Somos amigos, Tsuyu —frunció el ceño y por alguna extraña razón sentía un dolor en su pecho haber dicho aquello.

—No seas una mentirosa, pensé que eras más madura —el comentario de la menor hizo irritar a la castaña —. Quieres matar a una persona, pero te niegas a creer que estas enamorada. Estas dispuesta aceptar que matarías, pero no estas abierta a escuchar a tu corazón, eso no me da confianza, porque las personas que mienten siempre ocultan secretos —miraba por el rabillo del ojo a la hechicera que miraba hacia los arboles sin dejar de cruzar sus brazos.

—Escuchar a mi corazón —masculló —eso solo conseguirá que termine lastimada...

El caballero sacro miraba hacia la copa de uno de los árboles, pero arruga sus ojos, tenia el ceño fruncido, y achicaba mas los ojos cosa que lo molestaba, detestaba no poder visualizar objetos a lo lejos. Con sus manos tallo sus ojos y tronó su cuello.

—Aquí estoy, Iida —dijo detrás, el caballero se giró para verle, después miro como el carruaje se movía siguiendo a esos dos chicos.

—Aprovechaste para decirle a la hechicera que los acompañara —llevó sus dedos al puente de su nariz y suspiro molesto.

—La hechicera tiene nombre, se llama Ochako, no te dirijas a ella de esa forma tan déspota. No porque vengas de un reino y tengas un titulo eres mejor que ella, podrás ser mejor que yo, pero a Ochako la tratas bien. No es una herramienta que usaras para hacer más fácil tu misión.

Raramente a Midoriya Izuku se le podían ver estas facetas, mostrando un porte firme, seguro de si mismo y de sus palabras, sin tener miedo y con determinación. Ni siquiera en su aldea se defendía asimismo de las agresiones y burlas de los niños que lo molestaban. Haber conocido a Uraraka Ochako le había hecho un cambio a su persona, y por eso Midoriya se sentía muy agradecido de tenerla como amiga, pero más que eso, quería mantenerla a salvo porque la ama.

Así que, Midoriya había hablado con un tono de voz agresivo, frunciendo su ceño, y afilando sus ojos color esmeralda.

Iida no se quedaba atrás, dejando el sentimiento de molestia, le parecía admirable que Midoriya defendiera a su compañera, consideraba que seria un adecuado caballero sacro y podría estar en su brigada, pero, ahora el estaba desafiando una de sus órdenes.

—Ayudar a esos sujetos solo nos va a retrasar, te interpones no solo en mi misión, en la cacería de Asui, y en mi asunto con uno de los integrantes de La Ley Arcana.

En un hábil movimiento Iida saco su espada y la empuño para atacar a Midoriya que no se quedó atrás y se defendió cruzando la espada de lado. Iida bajo un poco su cabeza y la tapa de su casco se cerro cubriendo su rostro.

—¡Hey! —Se quejo el de hebras verdes, molesto apretó los dientes —¡¿Qué haces?!

—Ayudas a unas personas que no conoces sin recibir al menos una parte del pago, retrasas mi objetivo y el de Asui. No merecen nuestra ayuda —Iida hizo presión y se inclino hacia adelante, Midoriya retrocedió por la fuerza de su oponente.

Cuando creía que se llevarían bien, todo parecía indicar que no seria así.

Lejos de entristecerlo, sentía ira, no podía darle la espalda a personas que necesitaban ayuda, porque uno hace el bien no porque sea correcto sino porque es necesario.

Unos rayos color verde aparecieron en los brazos de Midoriya, esa corriente había bajado hasta sus piernas, se movió rápido hacia la derecha y le dio una patada a su contrincante, Iida se bloqueó con la hoja de la espada, pero no fue suficiente porque lo hizo retroceder metros hacia atrás, el suelo plano ahora mostraba una fisura, pues Iida había sido empujado con fuerza dañando la tierra.

Se sorprendió, no esperaba que un novato pudiera hacerlo retroceder, no se parecía a nada a cuando lo enfrento aquella vez. Miro hacia enfrente pero no miro a nadie, se puso de pie rápidamente, afilo su oído, sabia que podría atacar de izquierda, derecha o arriba, la cuestión seria ¿Cuándo lo hará? Escuchaba como las aves aleteaban rápido y hacían sus típicos sonidos huyendo del ruido provocado por ellos.

Fue cuando lo escuchó, un siseo, parecía un chillido no como un animal, era como el sonido de un rayo, miro hacia arriba y estaba Midoriya, su cuerpo cubierto por esos rayos verdes, lo único que vio fue un destello esmeralda en sus ojos.

Una cortina de polvo había nublado su vista, ahora Iida estaba a unos metros frente a Midoriya, si el caballero sacro no usara su velocidad sabía que ese golpe lo podría dejar muy herido o incluso peor. El polvo de la tierra desapareció y se veía a Midoriya de pie en el mismo sitio donde momentos antes estaba Iida, el suelo tenía una enorme grieta.

—¡¿A los caballeros sacros solo les importa el estúpido dinero de una misión y no las vidas que salvan?! —Alzó su voz, en un grito donde demostrada su notorio enfado. Su espada la sujetaba con su brazo derecho y la punta tocaba la tierra.

Iida paso saliva, no dijo nada, y solo desvió la vista hacia los árboles, frunció el ceño y chasqueo la lengua.

Se estaba dejando llevar por el dolor y el enojo por lo que un hombre le hizo a su hermano. Por eso, le había implorado a su príncipe, Shoto Todoroki que lo dejara investigar sobre el atacante de su hermano, porque se rumoraba que el mercenario estaba involucrado con La Ley Arcana.

El caballero sacro cegado por la venganza quería matar al mercenario ya que su hermano mayor Tensei le cortaron una pierna y no podría seguir siendo un caballero sacro como el, ahora el legado de la familia mas respetuosa y de estatus noble recaía en su Iida Tenya.

La presión social, su cargo, y la ira lo consumió.

Por eso, no quería perder tiempo, quería hacer pagar a ese mercenario la humillación que su hermano mayor sintió; olvidando por completo porque en primer lugar quería ser un caballero sacro.

«Si Stain se encuentra con La Ley Arcana —apretó el mango de su espada —no creo que se fuera de ese pueblo... Tengo que mantener la cabeza fría, un futuro líder no actúa de esta forma»

Iida guardó su espada y aspiro profundo.

—Tienes razón, Midoriya —respondió sintiendo vergüenza —me he alejado de mi propio código de honor —paso su mano por su nuca —ayudaremos a esas personas. Podrá servir como un entrenamiento, ahora me doy cuenta que tiene un gran potencial —le sonrió.

Midoriya relajo su respiración y al guardar su espada, sintió como si un rayo lo partiera. Grito de dolor, asustando a Iida quien corrió muy rápido hacia él, Midoriya estaba por caer al suelo, pero Iida lo sujeto de los hombros impidiendo que su cuerpo cayera.

—¿Qué te sucede? —Preguntó en un tono preocupante examinándolo.

—Tks —gruño de dolor, cerró un ojo y soltó una pequeña risita haciendo confundir a Iida —Ochako me matara por hacer esto —imaginó como la hechicera usaba su propia magia para darle una lección —no puedo controlar mi poder, siento un horrible dolor en mi cuerpo, pero mas en mis brazos.

Iida no dijo nada, solo se dispuso a cargar a Midoriya poniéndolo en su espalda, y comenzó a caminar.

—Vi que tu cuerpo tenía unos destellos verdes —dijo Iida sonando pensativo, —ya antes me dijiste que tienes la afinidad del rayo, pero esto es diferente, Midoriya.

Una media sonrisa se dibujo en el rostro del chico.

—Supongo que debe ser porque tengo esta bendición —el caballero sacro arqueó sus cejas —se activa con usar cualquier arma, pero es mas eficiente con las espadas.

—Había un hombre que al usar su bendición su cuerpo era cubierto por rayos dorados —Iida hizo una pausa, paso saliva y suspiro —¿hacia dónde te diriges Midoriya? Buscas la espada del legendario caballero sacro, All Migth ¿verdad?

—Si te digo que si... —alargó la vocal —¿Querrás tener un duelo por la espada?

—Quisiera —sonrió con sinceridad —pero no cualquiera puede usar la espada, solo las personas con esa bendición. Lo que dijo la señorita es verdad.

—¿Quién?

—No se supone que diga esto, el reino lo quiere mantener en secreto, pero me gustaría que cuando terminas con tu propósito te unas a mi brigada de caballeros sacros —lo miro por el rabillo del ojo mientras sonreía, después miro hacia adelante y su sonrisa se borró. —Hace un mes, una joven hermosa se encontraba dormida en los jardines de nuestra reina, la belleza de esa mujer le llamo mucho la atención a mi reina que inmediatamente la llevaron a una habitación. Cuando la mujer misteriosa abrió los ojos dijo que es una diosa y que llego al mundo de los mortales porque una catástrofe esta por ocurrir en el mundo, una batalla que involucrara a todos los reinos. Su nombre es Lady Momo, es una mujer fuerte, tiene buena destreza con el arco y la espada, además de que como es una diosa tiene su propia bendición y puede crear cualquier objeto que piense.

Midoriya no sabia que decir, estaba sin palabras, sus ojos estaban mas abiertos que lo habitual, y trago saliva asustado.

—Hitoshi me dijo que había pasado muchos años hasta que apareciera otro ser con la bendición que yo tengo... si es una diosa entonces, ¿este es el final de la humanidad? Es tan confuso, siempre hemos creído que los dioses solo son cuentos —su voz tembló al igual que su corazón.

—Créeme, todas las personas de confianza del rey y la reina estaban igual, después de tantos siglos, una diosa aparece, pero ella dijo que nos vino advertir ya que los demás dioses no les importaba los humanos así que fue desterrada. Lady Momo dijo que la persona elegida será llamada por la espada y así el One For All nacerá de nuevo. —Hubo un silencio —. Midoriya, nuestro encuentro no fue una casualidad, es obra del destino. No cabe duda que eres el sucesor de All Migth, el que debe portar la espada legendaria, no se porque la buscabas desde el inicio, pero ahora solo significa que estarás involucrado en algo mayor.

La respiración de Midoriya se aceleró y tosió un poco, no estaba seguro, pero lo único que quería era encontrar esa espada y liberar a su aldea, para así salvar a su madre, y que todo terminara.

—Desearía no conocer esa información, Iida —dijo sin ánimos en su voz, arrugando sus cejas para después hacer una mueca de disgusto.

—No te preocupes, Midoriya. Pase lo que pase, no estarás solo, ninguna persona nace para estar solo, es imposible, siempre tendrás a alguien a tu lado.

Pese a que Iida se refería que tendría amigos que lo ayudaran en sus batallas, lo cierto era que para Midoriya no fue así, cuando escuchó esas palabras solo pensaba en una persona. La imagen de una chica de rostro redondo, mejillas sonrojadas, cabellera castaña y sonrisa tierna, pensaba en Ochako, y eso lo hizo dibujar una sonrisa.

—Si... y yo estaré para ella cuando me necesite —dijo mirando hacia el cielo con esa sonrisa que aun no borraba.

Iida se extrañó, no dijo nada y tardo unos pocos segundos en entender, así que solo sonrió al notar que Midoriya pensaba en la hechicera.

—Aumentare la velocidad. Sujétate, Midoriya. 

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>> Como se podrán dar cuenta, en efecto. Momo es una diosa, y tendrá su propia aventura adaptándose al mundo humano, sus costumbres, pero no lo hará sola, tendrá amigos y enemigos, pero ha cautivado el corazón del príncipe menor de la familia real. Que bonito seria leer su historia ¿no? *toma juguito de uva*

Poco a poco algunos conceptos y personajes del canon de bnha irán apareciendo en este AU Medieval.

Y si, verán en este arco a Kaminari, Sero y a Jirou, así que algunas personas acertaron que eran ellos.

Bueno, creo que están ansiosos por la plática Izuocha, no cabe duda que Ochako si esta enamorada de Izuku, ahora solo falta saber qué hará Ochako.

No puedo creer que ya tenga un año con este fanfic xd, me la he llevado despacio, no se si eso es bueno o malo, ya que mi primer fanfic Izuocha (Pandora) me tarde en completarlo 11 meses, creo que tenia mas tiempo libre o más inspiración. Pero, tampoco vamos tan mal, la historia a mi punto de vista va bien.

¿Cuándo sale el siguiente capitulo? Pues ni idea, no prometo nada, espero antes de terminar el mes. Y si no nos leemos en este mes, pues:

"Feliz Navidad a todos ustedes, espero y reciban los regalitos que más querían"

Nos leemos pronto, ¡Eclipsa fuera! ♥