『 CAPITULO XIV 』
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Izuku Midoriya no desviaba la mirada sobre el libro que yacía sobre la mesa de madera. Sus pupilas estaban dilatadas y su mente estaba en blanco, aunque un pensamiento hacía eco en su interior:
«¿Como ese libro había llegado a las manos de mi madre?»
Parecía una enorme coincidencia. Su aldea estaba fuera de toda relación con los pueblos y villas cercanas, incluso de los distritos custodiados por el reino de la Flama, parecía todo normal, pero fueron invadidos por los seguidores del Señor Demonio, se enteró que todo este tiempo había tenido una bendición igual que el caballero sacro All Might del que tanto leía, y ahora, descubre que el libro que tanto cuidaba como un tesoro no era una copia más, era el original y que ocultaba secretos que los otros no tenían.
Midoriya respiraba con dificultad, y atontado retrocedió un par de pasos. La hechicera arrugó sus cejas preocupada, y Power Loader acercó una silla para que el chico de hebras verdes se sentara, incluso Snowey que había salido de la mochila, se encontraba en el regazo del mismo, frotando su pelaje en el abdomen de Izuku.
Ochako se acercó a su amigo, se hinco y le tomo sus manos para que el conectara sus ojos esmeraldas a los de color chocolate de ella.
—Estoy aquí, Izuku —le decía en un tono de voz suave y calmado, mientras le sonreía y frotaba sus manos, —respira, no pasa nada malo.
Midoriya cerró sus ojos y aspiró profundamente para después exhalar el aire.
—No puedo entender. Tengo la sospecha de que esos caballeros negros vinieron a la aldea por... —calló abruptamente corriendo su mirada hacia la mesa.
La hechicera giró su cabeza para seguir la mirada de Izuku, y cuando comprendió de que se trataba hizo una mueca de lado y froto sus manos contra las de él.
—El libro —completó ella. —Si tu sospecha es cierta, entonces, ¿tú familia tiene relación con Nighteye?
—Pero, ¿por qué en el libro nunca se menciona que él era su compañero? Nadie lo conoce —preguntó mirando sus manos mientras arrugaba sus cejas, después miro a la hechicera —mi madre recibió el apellido de mi padre. Y mi padre falleció cuando yo tenía tan solo un año de nacido, mi madre nunca me habla de mis abuelos, todo es tan confuso y extraño —se llevó sus manos a sus sienes y frunció el ceño.
Uraraka torció sus labios de lado, colocó ambas manos enguantadas sobre cada hombro de Izuku, cuando el sintió el tacto, abrió sus ojos y miro hacia arriba donde ambos conectaron sus miradas.
—Se bien que es difícil de asimilar, pero no es un hecho, Izuku. No sabemos con exactitud cuál es la relación de tu familia con el libro, tienes muchas dudas, pero lo mejor que puedes hacer es enfocarte en encontrar la espada y salvar a tu madre —concluyó Ochako, buscando entre la mochila del chico la lacrima y se la entregó —cuando tu madre este a salvo le podrás hacer las preguntas.
Midoriya miraba la esfera de cristal y después vio a la hechicera que le sonreía para animarlo, como respuesta él asintió.
—Gracias, Ochako —una sonrisa se apareció en su rostro, bajo la mirada para ver la lacrima y pasaba la yema de sus dedos por el cristal. —Me alegra tenerte a mi lado.
La hechicera notó como las mejillas del chico tenían un marcado color rosa acompañado con una tímida sonrisa, esto de algún modo hizo que el corazón de la castaña latiera con más intensidad y desvió la mirada.
Power Loader quien había dejado solos al dúo regresó no sin antes, sobre la mesa de madera colocar un pequeño plato con zanahorias, lechuga y apio, Snowey al ver los vegetales, ansioso se acercó disfrutar de la comida.
—No le des tantas vueltas al asunto, Izuku —dijo el herrero con un tono de voz animado, para que el ambiente no se sintiera tenso, —es probable que el libro haya caído en las manos de tu madre por medio de un trueque o simplemente lo compró y no se había dado cuenta que era el original, las coincidencias no existen. —Midoriya sonrió de lado.
—Si. Tienes razón, de ser lo contrario mi madre me hubiera dicho, entre ella y yo no nos ocultamos cosas —guardó la lacrima en su mochila. Power Loader frunció sus labios, pero nadie se percató de ese detalle ya que el herrero nunca se quitaba el casco incluso para estar adentro de su propia casa. —Mi bendición es la misma que All Might, o eso me han dicho, se activa cada vez que uso un arma, pero cuando me enfrente a Hitoshi use una espada, pero se rompió después.
La hechicera se sentó en una de las tantas sillas sobre la mesa, estaba a lado de Izuku quien aun con una sonrisa no tan convincente miraba al herrero. Power Loader paso su mano sobre su nuca y chasqueo la lengua.
—Es porque era una espada común y corriente —se cruzó de brazos, Midoriya asintió dándole la razón sobre ese punto —. Necesitas una que este a tu porte, pero si tienes esa bendición solo puedes usar el arma que te pertenece por derecho: la legendaria espada. La única que puede resistir un poder tan extenso —el semblante del chico cambio a uno más serio, parecía incluso cansado.
—Lo sabemos bien, herrero. Izuku también lo sabe y estamos aquí porque queremos una espada con una propiedad mágica, Shinso nos dijo que es muy bueno en su trabajo —la hechicera entrelazó sus manos a la altura de su mentón y lo miraba achicando los ojos —no me importa el precio, tengo las cinas suficientes para pagarle.
Midoriya la miró incrédulo, simplemente contemplaba el rostro de su amiga que se encontraba estoica y como si analizara al hombrecito, como si tuviera oportunidad de ver el rostro entre las pequeñas aberturas del casco plateado en forma de dragón. Izuku cayó en cuenta que él no tenía nada de dinero consigo, y que de nueva cuenta dependía de Ochako, se sentía avergonzado de que ella lo ayudara, porque quería hacer lo mismo. Aun así, le sonreía de forma tierna, su mejor amiga que es muy cuidadosa con el dinero y estaba dispuesta a dar grandes cantidades de cinas con tal de que él tuviera una espada decente y a su altura.
—Izuku, ¿cuál es tu afinidad? —Aquella pregunta hizo que el chico regresara en sí. Se había perdido en sus pensamientos, miraba en silencio al herrero mientras arqueaba una ceja confundido.
—Afinidad ¿con que? —Cuestionó perdido de la conversación.
Escuchó una tierna risita y miró hacia la hechicera quien se tapó la boca y le murmuraba un "lo siento", Midoriya sintió su rostro arder, y no sabía si 1) porque no había prestado atención pensando en Ochako, 2) porque la risa de su amiga era muy dulce o 3) porque verla haciendo esa expresión lucía tan hermosa.
Cuando se preguntaba cuál de todas las opciones era la posible correcta, bajo la mirada más avergonzado porque en cada una involucraba a la hechicera.
—Mis disculpas, estaba pensando y no los escuché —susurró aun con la mirada hacia su regazo jugando con sus pulgares, respiró y exhalo el aire, se armó de valor y miro al herrero —¿es sobre la espada no es así? Quiero que sepa Power Loader que, aunque tenga una bendición, desde que tengo memoria he vivido como un no-mágico, no tengo idea de los conceptos que me diga, solo se lo básico.
Se carcajeó el herrero, y Midoriya se encogió de hombros y sonrió, miro hacia Ochako quien simplemente le sonreía intentando ahogar una risa.
—Que modesto muchacho, pero estas de suerte, tengo conmigo la piedra que te ayudara a saber que afinidad tienes con la naturaleza —Power Loader se puso de pie, busco entre unos gabinetes de las tantas cosas que tenía, entre ellos libros y figuras de madera. Al regresar donde estaba el chico, dejó sobre la mesa un pequeño cofre de madera con diseño en líneas cruzadas. —Hechicera —llamó sin dejar de tocar el cofre con sus dos manos, ella lo miró atentamente —me imagino que ya conoces el proceso. De la cocina trae un cuenco y un cuchillo.
Midoriya trago duro cuando escucho la última palabra y arrugo sus cejas asustado, su corazón se inquietó, sintió sus manos húmedas por haber transpirado de lo nervioso que estaba.
—Aquí están las cosas —la voz firme de su amiga lo hizo dar un pequeño brinco cuando ella dejo sobre la mesa el cuenco acompañado de un cuchillo.
Snowey quien había terminado de comer, miraba atentamente los instrumentos sobre la mesa y después echo un vistazo a la cara pálida de Izuku. Se acercó hasta él y froto su cabeza sobre el estómago del chico.
—¿Para qué esto? —Sin ocultar su tono nervioso preguntó mientras tocaba la cabeza de Snowey, pero ni su sueve pelaje lo hizo sentir relajado, se puso de pie —¿Qué me harán?
—Relájate no te dolerá tanto, Izuku —le dijo su amiga mientras se acercaba hasta él, dejó enfrente el cuenco y el cuchillo.
—¡Me va a doler! —Gritó abriendo más sus ojos por la sorpresa, su cara perdió todo color natural y se notaba mas blanca.
Snowey cerró los ojos, Ochako lo miro arrugando las cejas y Power Loader se mantenía en silencio.
—Estarás bien muchacho, me imagino que tienes como 14 años, podrás aguantarlo, a la hechicera se lo hicieron de niña —lejos de darle tranquilidad, el herrero se deleitaba incrementando el temor de Midoriya.
—¡Tengo 16! —se quejó. —¿Ochako? —Gimoteó mirándola.
La castaña se acercó más a Midoriya, le sonrió para darle confianza y le tomó su mano haciéndolo sonrojar, no podía sentir su piel, ya que la mano de la hechicera estaba cubierta por su guante, pero aun así la sensación de tomar la mano de la chica que ama lo había dejado sin palabras. Izuku apretó la mano enguantada de ella, la hechicera ese gesto lo sintió con miedo, pensaba que era un gatito asustadizo y eso le causaba ternura.
—No hay de que temer cabellos rizados, estás conmigo —le sonreía la hechicera mientras apretaba el agarre suavemente. Midoriya respiró profundo y asintió.
Power Loader cuando notó que el chico estaba más relajado, abrió el pequeño cofre, dentro de él se encontraba una franela de color azul marino y sobre esta una piedra de al menos cinco centímetros de ancho, Midoriya observaba más aquella misteriosa piedra y vio que tenía un símbolo, un espiral cubría el centro de la piedra. Parecía como si fuese tallado aquel diseño.
—Izuku, esta es la piedra lírida y con ella podemos conocer qué clase de elemento posees, o si tienes una variante de este. Primero están los cuatro elementos básicos: agua, fuego, aire y tierra; todos estos son el ciclo de la vida y las principales magias, después están sus variantes. Del agua está el hielo y los gases; del fuego se encuentra la lava, después está el aire que su variante es el rayo y por último la tierra, que se encuentra la vegetación y la arena —con mucho cuidado tomó la piedra lírida y la colocó en el cuenco de madera, —muchos caballeros sacros acuden a este método cuando no conocen cuál es su afinidad y así hacerse con un arma que los ayudara para encomiendas. Recuerda que de los magos y los hechiceros nacen la mezcla de un caballero sacro.
Midoriya en silencio escuchaba sin quitar sus ojos sobre la piedra. Ochako llevo la mano de su amigo hasta estar a unos cuantos centímetros de altura de la piedra que reposaba en el cuenco, ella agarró el cuchillo, y él la miró asustado.
Cuando la hechicera acercó la hoja de filo sobre la palma de Izuku, se detuvo.
—¡No me mires de esa forma! —Gritó nerviosa sin mirarlo, Midoriya que estaba tan cerca sintió como su tímpano se rompía. Si que Ochako tenía unos excelentes pulmones. Snowey se cubrió sus ojos con sus orejas. —Se necesita un poco de tu sangre para saber que afinidad tienes, a mí a los seis años, mi maestra también lo hizo y no duele, solo arde un poco.
—Es-está bien —tartamudeó nervioso viendo como la cuchilla estaba tocando su piel. —Es solo que esto parece la iniciación a un culto, no sabía que la magia podría tener su lado extraño —el herrero sonrió divertido —, pero no la juzgo, no cambia mi opinión; respeto y amo la magia, así como también te amo a ti, —rápidamente y nervioso agregó: —¡Porque eres una persona con magia! ¡AH!
Midoriya miro su mano y vio como un hilo carmesí brotaba, arrugo sus cejas, no creía que el corte seria tan largo, casi era toda su palma de la mano. La hechicera con nerviosismo y temblando dejo el cuchillo en la mesa, no sin antes haberlo limpiado con un trapo. De forma brusca cerro la mano de Midoriya donde tenía el corte y la ladeo sobre donde estaba el cuenco y las gotas de sangre caían en la piedra lírida.
El de hebras verdes olvidando lo que había sucedido, miraba con cada detalle como su sangre coloreaba la pequeña piedra, no fue hasta que el símbolo en forma de espiral se tiño del color de su sangre que fue cuando la hechicera alejó la mano de su amigo y le amarró un pedazo de tela para evitar el sangrado.
—Ahora, es solo cuestión de segundos —mencionó el herrero.
Izuku tocó su mano vendada y frunció el ceño, por supuesto que tenía curiosidad, todo respecto a la magia le parecía sin duda alguna extraordinario. Nada se comparaba a conformase leyendo en los libros o escuchando historias. Ahora él era el protagonista de sus propias historias, por supuesto, sin olvidar a la hechicera.
Del centro de la piedra salieron pequeñas chispas de un color azul blanquecino, y después una sonata de rayos aparecieron por pequeños instantes, tanto así que las sombras de los tres se veían reflejadas en el suelo.
Un resultado poco común e inusual.
Porque lo normal era que simplemente aparecieran pequeñas chispas.
Midoriya festejo alzando sus brazos maravillado de lo que había visto, pero Ochako simplemente lo miraba con un semblante de preocupación, Power Loader levanto su dedo índice para comenzar a explicar aquella reacción, pero la mano levantada de la hechicera lo hizo callar y entendió que no quería darle más motivos a Izuku de preguntarse cuál era su historia, porque era algo que él no conocía.
—¡Rayos! —Dijo animado con una sonrisa, miró a su amiga que simplemente le asintió y le mostraba una sonrisa ladina. —¡Mi afinidad es el rayo, Ochako! —La abrazo —me encantan los rayos, hay mucho que aprender de ellos.
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>>Un mes y un día me tarde en actualizar. Pensaba en actualizar ayer, pero aprovechando que hoy es cumpleaños de unos de mis husbandos, el ardiente y explosivo Dynamight, me espere hasta que sea 20 de abril para publicar el capitulito.
Novedades:
No puedo creer que estuve dos semanas sin internet, y en ese tiempo de aburrimiento me puse a escribir otro fanfic (Dios mío, no paro jsjsjs), me puse a escribir el árbol genealógico de Izuku Midoriya en esta historia, claro. Son notas de la historia que tengo en un cuaderno junto a una línea temporal de la historia. Le pongo dedicación a esto jajaja.
¿Cuántas veces Izuku ya le dijo a Ochako que le gusta/ama, pero lo arruina?
Tengo como unas 800 palabras del siguiente capitulo, pero ya veremos cuando lo termine de escribir, porque después debo leerlo, corregirlo, añadir cosas y volverlo a leer. Todo esto para que tengan una lectura decente 😉
Ya el lunes regreso a mis clases u.u
Bueno, sin nada mas que agregar, espero que el capitulo les haya gustado.
Eclipsa, fuera.
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