『 CAPITULO XI 』
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Y dicho eso fue así que no soporto más y sus lágrimas descendieron, unas de ellas tocaron sus labios y sintió el sabor salado. Dejó caer su báculo y corrió abrazar a Izuku, lo rodeó con sus brazos esperando que él sintiera su verdadero afecto, con la esperanza de darle confort, de transmitirle que a ella le partía el corazón como al él también.
Midoriya se quedó perplejo, su ritmo cardíaco aumentó, y bajo su mirada para ver como las manos de Ochako lo abrazaban por detrás, solo que esta vez notó que ella usaba unos guantes carmín con adornos dorados. Sonrió con tristeza, realmente necesitaba ese abrazo, pero no sabía si dicho cariño era real o falso.
—I-izuku —dijo con voz temblorosa por ahogar su llanto, apoyaba su mejilla húmeda en la espalda del —ese fue mi primer plan y no puedo negar que yo quería hacer eso, pero cuando me contaste el motivo de que tuviste que huir de tu aldea para salvar a tu madre, desistí. Te conocí mejor, y en tan pocos días me has hecho recordar a cuando yo tenía una familia. He vuelto a sentirme amada, comencé a quererte, para mí eres también mi primer amigo. ¡Y nuestra amistad no es falsa! —Gritó llorando abrazándolo más fuerte, —s-si no te dije nada de eres una persona bendecida es porque quería estar muy segura, no sabía si tú eres portador de una magia perdida, solo necesitaba más tiempo, no quería ilusionarte. —Midoriya bajó las manos de su pecho confundiendo a la chica y se giró para verla —¿Izuku?
Él suspiró cansado, coloco sus manos en los hombros de la castaña e hizo una mueca de dolor que fue notada por ella, Midoriya aún seguía con un pequeño dolor en sus brazos, y no dijo nada, prefería seguir ayudando a Hitoshi Shinso en la construcción de la casa. Uraraka lo miró preocupada y al pestañar las pocas lágrimas que se mantenían almacenadas en el borde de sus ojos bajaron, Midoriya la miraba fijamente observando cada minucioso detalle del bello rostro de la chica que estaba opacado por la tristeza del momento.
—Ochako —dijo su nombre en un tono dulce y tranquilo, — dime para que quieres la espada —pidió amablemente.
La chica se sorprendió y entre abrió su boca y junto sus manos uniéndolas a la altura de su pecho. Cerró su boca y bajo la mirada. Midoriya hizo una mueca, dejo de tocar sus hombros y tocó ambas manos de la hechicera.
—Necesito saber. —Ochako elevó su cabeza para mirar los brillosos ojos esmeralda, —así te puedo ayudar si conozco la verdadera razón —le sonrió para darle valor.
Midoriya se mantenía en silencio sin borrar su calmada sonrisa, la hechicera apretó el agarre de sus manos y así se mantuvo por unas milésimas de segundos que parecían eternos, suspiró para tener valor y frunció el ceño.
—Si me hago con el poder de la espada —Midoriya alzo sus cejas interesado por conocer la verdad, la chica paso saliva y continuó: —podre matar a Himiko Toga —dijo firme sin titubear y desviar la mirada.
Midoriya se sorprendió y su semblante cambió por completo a uno entre asustado y preocupado. Si Ochako Uraraka quería matar a la bruja Himiko Toga significaba que había historia entre ellas dos, ¿o por qué motivo quería asesinarla? ¿Ella sería capaz de cometer ese horrible acto? Y en entre esos pensamientos se cruzó el más importante para él. ¿Cómo salvaría a su aldea? Quería la espada para tener el poder necesario de hacerle frente a esos caballeros oscuros, pero si ellos no retroceden... ¿La única salida era matarlos?
«¡No! Eso es una locura, All Might nunca tomaría ese camino y yo no quiero arrebatarle a nadie sus vidas. No tengo ese privilegio, pero... Ochako —la miró preocupado y apretó las manos de la chica —¿Es capaz de hacer eso? —Bajó la mirada hasta ver los guantes de la chica —sus manos no están hechas para quitar vidas»
—Ochako, ¿alguna vez has asesinado a una persona?
La hechicera rompió la unión entre ellos y se abrazó a sí misma y frunció los labios para negar.
—N-no —lo miró —y no sé si seré capaz de hacerlo... —ladeó su cabeza hasta mirar el báculo que estaba en el suelo —esa bruja me quitó todo lo que tenía, mi familia, mi hermana y mi maestra. —Echo un vistazo hacia el cielo sintiendo nostalgia —si estoy viva es gracias a ellas.
Midoriya arrugó sus cejas, no conocer a su totalidad el pasado de la hechicera lo hacía tener curiosidad, pero no quería hacer sentir mal a la chica al pedirle información aun cuando ella no está lista para hablar de su pasado.
Hasta donde sabe, ella tuvo que abandonar su hogar, sus padres están muertos, odia tener magia, fue criada por una maga o hechicera a la cual llama como maestra, y una mujer que dice ser su hermana, pero asegura que no tienen un vínculo sanguíneo. Y que se la ha pasado viviendo en la soledad desde el accidente. En donde él cree que esa aterradora bruja tuvo algo que ver.
—Escúchame, Ochako —la nombrada lo vio con vergüenza y tocó su brazo desviando la mirada para después arrugar sus cejas —lo que buscas es una venganza. Independientemente de lo que haya pasado no debes estar cegada por esa ira. Ya te lo había dicho antes: "se dice que aquel que logre empuñarla obtendrá un poder mágico mayor a cualquier ser vivo, pero, si no se usa con responsabilidad podría destruir todo a su paso". —Midoriya suspiro y se cruzó de brazo mientras que la chica lo mira frunciendo sus labios de lado. —La espada en las manos equivocadas puede corromper el frágil corazón de los humanos.
—Entonces... —, pero fue interrumpida.
—Te ayudare a que le den el castigo que se merece —la hechicera abrió ligeramente su boca sorprendida y frunció el ceño analizando el semblante serio del chico —después de todo tiene una recompensa a su nombre. Matarla no te corresponde, pero debe ser juzgada por sus actos, y si necesitas el poder de la espada para capturarla, entonces —hizo una pausa, se acercó a donde estaba el báculo lo recogió y se lo entregó sin quitar sus manos de los guantes de la hechicera, —te ayudare —le sonrió. Hubo un par de segundos en total silencio observándose con una sonrisa tímida, Midoriya rio en un tono bajo y dulce —sí, después de todo somos un dúo, eres mi amiga, ¿verdad?
El chico de hebras verdes levanto su mano para conducirla hacia la mejilla de su amiga, pero titubeó y estaba por retroceder, pero ella dio un paso lo que hizo que al fin él tocara su suave mejilla. La sonrisa nerviosa de ambos se borró y se miraban con un brillo especial en sus ojos, ambos entre abrían sus labios, esperando que uno de ellos diera un paso más.
Se miraban con dulzura y una inocente timidez, sus corazones bailaban al mismo ritmo, Midoriya seguía tocando la mejilla de la chica como si su rostro fuera de porcelana, lo hacía con mucho cuidado y con delicadeza mientras que sus ojos viajaban a los labios de su amiga, paso saliva inquieto.
Estaban a centímetros de que sus labios se unieran, pero por desgracia de ambos un sonido los hizo alejarse apartando su mirada de donde provenía dicho sonido.
Y vieron una figura conocida.
—¿Interrumpo? Espero que no —dijo Hitoshi con pereza en su voz. Al observar los rostros de ambos que estaba rojo arqueó una ceja confundido —¿todo bien entre ustedes?
—S-si —Midoriya respondió de inmediato con una sonrisa nerviosa mirando a su amigo y después vio a Ochako que apretaba su báculo mirando la piedra rubí. La sonrisa nerviosa se borró y cambio a una dulce cuando miro a la chica que estaba igual que el: nerviosa y sonrojada —Ochako y yo estamos bien. ¿Pasa algo, Hitoshi?
—He traído su carruaje hasta aquí y alimente al caballo.
—Gracias, iré por mi mochila, tengo unas dudas respecto a la espada —caminó dejando solos a las personas que dominan la magia.
—Uraraka —llamo en un tono inexpresivo frunciendo el ceño. La hechicera lo miró cambiando su semblante adecuándose al tono de voz del mago, —mantente alerta. No puedes vivir oculta por mucho tiempo. Ella te encontrara pronto, —se cruzó de brazos —y Midoriya no puede estar involucrado, su destino es encontrar esa misteriosa espada legendaria.
Y se alejó de la castaña provocándole un sentimiento de incertidumbre. Siguió al mago que se dirigía hasta Midoriya que estaba leyendo el libro de pasta gruesa.
—Es muy raro, no hay información detallada de las personas que tienen una bendición como la mía, ni siquiera sé cuál es el nombre real —el de hebras verdes pasaba las páginas buscando más información, —¿o como debo usar esta bendición?
—Izuku, tu bendición despertó debido a tus emociones y porque estabas usando algo que tu creías que es un arma. Solo que esta vez sí usaste una espada, ¿Dónde está por cierto? —Preguntó la castaña involucrándose más a la conversación.
—Se hizo pedazos. Sospecho que es debido a que como no sé cuánto poder debo de usar la rompí —soltó un suspiro cansado y cerró el libro mirando desanimado a sus amigos.
Hitoshi chasqueó la lengua.
—No es así —se llevó su mano a su mentón capturando la atención de los dos chicos —no se trata de cuanto poder, sino que la espada que encontraste en mi casa no es adecuada a su usuario.
—¿Qué tratas de decir? —Preguntó el chico.
—Midoriya —lo miró a los ojos esmeralda —necesitas una espada con propiedades mágicas. Si tu bendición está hecha para que tus portes la legendaria espada ese es el motivo de porque la espada se rompió, no está hecha para ti —comentó Shinso recargándose en el carruaje.
—¿Hablas de una espada similar a la que usan los caballeros sacros? Su espada es moldeada al tipo de magia que usan. Ellos son una variante de los magos y hechiceros, son habilidosos con la espada, pero tienen movimientos especiales al dar las estocadas lanzando hechizos —Midoriya la miraba sin entender y ella sonrió de lado, olvidaba que el chico es primerizo en el mundo de la magia, —es una espada con propiedades mágicas adecuadas al tipo de magia de cada caballero sacro. Los caballeros hacen un examen para conocer la afinidad de su elemento de la naturaleza y dependiendo de eso se les da una espada que tiene con las características de dicho elemento. Necesitan de la espada para usar los hechizos, pero ellos son más como el ejército de cada reino, la armada real.
Midoriya se comenzaba a marear por todo el nuevo conocimiento, cada día confirmaba que el mundo mágico es complejo.
—También han mejorado en sus armas, ahora pueden usar arcos, lanzas o escudos. Los magos son increíbles ¿no? Buscan los materiales necesarios para experimentar —sonrió de lado Hitoshi.
—Si, genial con eso, pero yo no uso magia. Tengo una bendición que se activa al usar un arma así que... —Midoriya abrió sorprendido su boca y sonrió al comprender lo que Hitoshi le quería decir. La hechicera miro confundida a los chicos —¡Hitoshi, eres un genio! —Lo sujetó de los hombros sonriendo, el mago se intentaba alejar del —si uso una espada con propiedades mágicas puede soportar mi poder y la espada debe de funcionar porque mi bendición se activa con cualquier arma. —Después vio con una sonrisa a su amiga —¿Ochako, se puede hacer?
La hechicera parpadeó al sentirse extraña por la gran emoción de Midoriya, pero asintió sonriendo.
—Si puede funcionar, cabellos rizados.
—Lo hará —se separó Hitoshi y se alejó un poco de ambos, no quería estar envuelto de la felicidad de Midoriya —estoy seguro que habrá personas o criaturas que se cruzaran por su camino y no puedes depender de Uraraka, Midoriya —dijo en un tono serio quitando la sonrisa al chico que lo miró apenado —tan solo recuerda lo que pasó conmigo.
—Lo entiendo y no quiero ser una carga... —se excusó Midoriya sonrojado por la vergüenza.
—Como sea, encontrar un material será difícil y buscar una persona que haga la espada también lo será —se cruzó de brazos la hechicera.
—No —dijo el mago. —Conozco a un hombre y estoy seguro que le dará la espada adecuada a Midoriya mientras recorre su camino hasta encontrar la cueva. Ahora tienen que viajar hasta encontrar —miró el sendero donde conducía la salida del pueblo —al herrero Power Loader.
Mientras que otros encontraban una nueva aventura para hacerse fuertes, otros perdían lo que una vez llamaron hogar. Sucedió en un abrir y cerrar de ojos, incluso aunque el viento les haya advertido, ninguno de ellos hizo caso. Un pequeño grupo de bandidos llamado La Ley Arcana había llegado a un pueblo para saquear los recursos y el oro.
Entre los pueblerinos algunos daban sus cosas de valor y solo un pequeño sector de personas se oponían a entregar sus tierras, su oro, sus ropas y cualquier cosa que despertara la curiosidad de ese grupo. En ese pequeño sector de personas reacias se encontraba una joven adolescente que con esfuerzo se llevó sus pertenencias y se escondió en una casa del árbol que ella había construido junto a su abuelo alejada del pueblo. Estaba sentada frente al pequeño escritorio de madera escribiendo con apuro una carta.
—Esto va a funcionar —dijo tratando de convencerse, miro de reojo su cuadernillo donde tenia unos bocetos de armaduras, armas y herramientas. Exhaló el aire de sus pulmones frunciendo el ceño. Se levanto del banco y miro por una improvisada ventana que había hecho, a lo lejos la imagen caótica de su pueblo la hizo apretar las tablas de madera con impotencia —no creo que con el poco oro que tiene el pueblo guardado sirva para contratar a un caballero sacro —se giró para tomar los goggles que había diseñado y le permitían visualizar mas a lo lejos. —Si los ataco desde aquí revelare mi posición y cuatro contra uno es una enorme desventaja, pero —sonrió de lado y tocó sus labios con su dedo pulgar, —dos inventores pueden hacer más, ¿verdad Izuku? —Dijo mirando la hoja amarilla que estaba en el escritorio.
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Y con este capitulo les informo que se concluye el segundo arco.
Debido a la pista de Shinso nuestro dúo buscara al herrero donde tendrán una pequeña aventura y se encontraran con cierta cosa...
Por otra parte, en otro lugar paralelo al Té Verde; una misteriosa joven solicita la ayuda de Izuku, pero ese el prologo al arco que se viene, porque antes, al fin después del tercer arco veremos a unos personajes de la clase A ¡al fin! Jajaja
Si, usare a muchos personajes de bnha que de seguro no son los protagonistas en fanfics que han leído, pero usare a los personajes que se adecuen a la historia y al poder que quiero mostrar.
Bueno como mencione en las notas finales del capitulo anterior, ya este lunes 31 de enero inicio mi semestre en línea. Escribiré en mi tiempo libre, pero no les puede dar una fecha en concreta cuando actualizare —posiblemente a mediados de febrero—, pero si lo hare, no se preocupen.
Eclipsa, fuera.
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