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Capítulo 5. Lo Que Buscamos...

Hola de nuevo, aquí su escritora que no sabia cuando darle una pausa a este capitulo, se supone que solo iba a llegar a la cantidad de palabras que el anterior y por buscar como alargarlo me ha quedado mas largo de lo planeado y ahora el otro lo debo preparar a la misma cantidad de este... vaya que me meto en líos sola.

En fin, creo que algunos han esperado este capitulo y si, apenas iré encausando los caminos de los personajes, porque creo que debo hacer que algunos trapitos de los personajes salgan. 

Me he pensado mucho el nombre de este capitulo, vaya que con los 4 anteriores no he tenido problemas pero con este... creo que me enfoque demasiado con el capitulo y el desarrollo de lo que quería poner como para enfocarme en darle un titulo bueno... 

Bueno, sin mas que decir por ahora, les dejo este capitulo.

Disfruten su lectura y nos vemos abajo.

...

Aclaraciones:

<Pensamientos>

-Diálogos -

(Interrupciones de la autora o aclaraciones)

(Complementos... algo corto como palabras, objetos, fechas, nombres etc.)

Capítulo 5. Lo que buscamos... No siempre es lo que se deseaba encontrar ¿O si?

—Tal vez si hablas con él... —comentó el tricolor de ojos amatistas, mirando de reojo a Atem.

—No tengo ganas de hablar con Yami —lo detuvo el tricolor de piel morena, sin mirar los ojos violetas de su amigo, y tomando un sorbo de su gaseosa —yo también estoy molesto.

—Y yo, pero Yami nunca ha sido así ¡Debe estar confundido! —Yugi suspiró.

Sí, estaba molesto con Yami por haber dudado de su mejor amiga cuando la habían golpeado ¡y luego encima se va de golpes contra su propio hermano! Pero... no podía negar que lo extrañaba. Habían pasado ya, varios días de eso, y no habían cruzado palabras desde entonces, solo lo veía y escuchaba su voz en clases y de lejos, ya que Yami había cambiado de asiento, el resto del tiempo era como si desapareciera, es más estaba seguro que lo estuviera evitando y eso lo entristecía.

—No entiendo por qué —murmuro Atem seriamente.

—Eres su hermano gemelo, estoy seguro que él te escuchará... siempre que no se pongan a pelear de nuevo —concluyó un poco más bajo, y con un mohín en los labios. Atem lo miró de reojo y apartó la mirada de inmediato —Además lo acabas de decir, Yami no ha pasado las noches en su habitación —agrego preocupado, el moreno siguió sin mirarlo, pero podía sentir los ojos de Yugi sobre él y no lo soportó más de un minuto. Suspiró rendido.

—Supongo que puedo intentarlo... pero no prometo nada —advirtió al menor, cuando vio de refilón su sonrisa.

—Me conformaré con eso —concedió Yugi. Atem volvió a suspirar y le revolvió el cabello al oji amatista antes de levantarse. Yugi se limitó a mirarlo mientras se alejaba caminando, el tricolor de piel blanca no podía hacer más que solo esperar y en verdad esperaba que se pudieran arreglar.

Se limito a seguir caminando, hasta que se topó con el causante de todos los males hasta ahora. Heba, este se encontraba caminando por el pasillo con unos libros en mano, todos los que pasaban a su lado lo miraban, pero este ni siquiera les prestaba atención, parecía que andaba en las nubes, sin mencionar la sonrisa boba que tenía en su rostro, cosa que molesto a Yugi ¿Cómo podía estar feliz después de todo lo que causo? Sin pensárselo mucho se puso frente a él.

— ¿Necesita algo? —pregunto Heba amablemente, Yugi noto como las mejillas de este estaban teñidas de un sutil rosa y que sus ojos se vean brillantes y relucientes, nada que ver a lo que había visto el día que se había peleado con Atem. De hecho, desde que se había peleado con Atem y había salido corriendo, no se había parecido el día lunes y al ayer martes había aparecido ya así.

—Quiero hablar contigo —respondió Yugi mirándolo serio, Heba solo ladeo la cabeza antes de sonreírle amablemente.

—Claro, dígame ¿Qué ocurre? —pregunto el sin dejar su tono amable.

— ¿Cómo puedes ser tan sínico?

— ¿Qué? —Heba solo se descoloco por la pregunta y más cuando Yugi se le acerco más.

—Después de todo lo que hiciste —reclamo.

— ¿Hacer? Si lo único que hice fue decir la verdad —comento confundido, antes de apresar sus libros contra su pecho —No soy quien, para decirlo, pero... La verdad la mayoría de las veces incomoda compañero y si les molesto, ni modo, Atem me presiono y termine por decir eso y si es por lo de Tea, ya había respondido por ello, no voy a disculparme por algo que ella se ganó.

—No solo es eso Heba ¡Atem y Yami casi se matan a golpes por tu culpa! —exclamo en voz alta, el de piel morena retrocedió un poco, todavía aún más confundido.

— ¿Qué?

— ¿Acaso no lo sabias? Después de que te fuiste, Yami llego y comenzó a discutir con Atem, para después irse a los golpes —los ojos de Yugi se llenaron de lágrimas al recordar la mirada fría que Yami les había dirigido cuando le reclamaron el ponerse en contra de la castaña.

— No, no lo sabía —Heba se limitó a desviar la mirada, la verdad ni se había interesado en nada que no fuera el mismo, después de todo, la mayoría lo veía con cara de asco y reproche, pero que Yami lo haya defendido, le hizo feliz, al menos el príncipe aún tenía bondad en ese corazón, que el recordaba hecho pedazos.

<Su hermano es bueno después de todo Mi Faraón> pensó con una sonrisa.

—Ahora lo sabes —Yugi noto como Heba se envolvía en su capa y sus mejillas se teñían de nuevo de rosa mientras que sus ojos brillaban de nuevo, ¿Qué era lo que le pasaba? Heba lo volvió a mirar con una dulce sonrisa, tan dulce que Yugi dudo en seguir reclamándole, el de piel morena llevo una de sus manos a su hombro.

—Lo siento por eso entonces, no lo sabía —hablo con voz suave y avergonzada, Yugi no supo cómo o porque, pero su tono lo hizo sentirse mal por estarle reclamando algo de lo que no estaba ni enterado.

—Yo... —titubeo, la mirada que Heba le estaba dando, lo había desarmado.

—Yo hablare con Yami al respecto, no quiero que el príncipe se pierda por mi culpa —agrego antes de seguir su camino —Ten lindo día.

— Eh... si... yo... —murmuro Yugi sin saber que más decirlo, solo lo observo alejarse tranquilamente, como sin nada a su alrededor podía romper esa burbuja que tenía a su alrededor — ¿Lo llamo príncipe?

...

..

.

Un suspiro salió de sus labios mientras caminaba sin prisa a ningún lugar en específico, venia de la enfermería, donde Hikari amablemente le había cambiado los curitas y ayudado a limpiar sus golpes, que, a pesar de tener unos días, aun dolían, pero al menos ya se había bajado la hinchazón, estaba perdido en sus pensamientos, sinceramente no tenía ánimos de nada, agradecía que hoy las clases acabaran temprano, no tenía ánimos de ver a Yugi, ni a los chicos. Después de recorrer los jardines, noto a una joven de cabellos negros, que él conocía perfectamente, así que eligió acercarse.

Yami caminó hacia su hermana, que estaba sentada a la sombra de un árbol, un poco más lento de lo que quisiera. Si bien había terminado recurriendo a ella cuando todo se volvió un lio y no sabía realmente que pensar, ya que se sentía con la suficiente confianza como para desahogarse con Hikari o los otros dos que amablemente le estaban apoyando, así que había ido a refugiarse con su hermana el sábado en la mañana que se la encontró en uno de los pasillos y ella lo había recibido con los brazos abiertos y sin preguntar nada, Yami aún sentía que había sido desconsiderado, al darse cuenta de que él y su hermano prácticamente la habían estado dejando de lado desde hacía bastante tiempo. Y pensó que, solo por eso, se merecía los buenos golpes que Atem le había colocado. Se tomó un momento para observarla, porque sentía que no lo había hecho en años. El pelo negro de ella siempre había sido largo, más allá de la cintura, pero ahora mismo las puntas estaban rozando el césped donde estaba sentada, por lo que debían llegarle a la cadera. Ella estaba sosteniendo un libro en su mano, y había una pequeña sonrisa en sus labios, por lo que supuso que no estaba estudiando. Al ver a detalle su rostro le sorprendió notar un sutil maquillaje, nada exagerado, pero era más que el 'solo delineador negro' que recordaba de ella, y se preguntó si ese cambio había sido algo normal de chicas o algo en particular hacía que ella quisiera arreglarse más.

—Yami —la mención de su nombre lo sacó de sus pensamientos y lo forzó a completar los pasos que los separaban de ella cuando lo miró con ojos amables y su pequeña sonrisa.

—Hola, Dany —trató de no fruncir los labios y se sentó a su lado, dejando algunos centímetros de por medio, recién dándose cuenta de que había una pequeña canasta ahí.

— ¿Cómo estás hoy? —consultó suavemente, colocando un separador en su libro antes de bajarlo sobre la canasta, para prestarle toda su atención. Yami lanzó un suspiro tembloroso y negó con la cabeza

—Estoy más tranquilo... pero no puedo decir que bien. —Dany se arrimó a su hermano menor, solo un poco —Jamás pensé agradecer el no compartir clases con Atem.

— ¿Te duele el pecho? ¿O la cabeza? —consultó, preocupada. Los hombros del tricolor se sacudieron ligeramente.

—Creo que ambos. Pocas veces he detestado mi vínculo con Atem como ahora —resopló, y frunció el ceño —puedo sentir su molestia, y sé que él siente la mía, pero no quiero que sepa nada más... hay cosas que ya no quiero que sepa.

—Lo entiendo, Yami —aseguró la azabache, hablándole suavemente —también me sorprendió lo que me has contado de tu hermano, y no para bien —sentenció, molesta. Había tenido el impulso de ir a comprobar como estaba Heba, ya que el pequeño se había perdido todo el fin de semana y el lunes, pero sabía que eso sería ser muy metida, Heba y ella apenas cruzaban palabras, pero más importante, Yami la necesitaba.

—Quiero decir... sé que está mal pegarle a una chica —Yami la miró. A él y a su hermano jamás les gustó verla llorar, y Yami sabía que confrontaría a cualquier imbécil que osara siquiera levantarle la mano con intensión de pegarle —pero Heba... él es travieso si y tal vez bromista, pero no es violento, mucho menos un abusivo... y con lo que le hizo Tea... —Yami bajó la mirada, sus manos se cerraban y abrían en puños repetitivamente —él dijo que ella lo había estado chantajeando... creí que Tea era una buena chica... pero estoy empezando a pensar que había más cosas que no vi.

—Nunca terminamos de conocer a las personas, Yami —comentó la mayor, en voz baja, pero más cerca. Yami abrió más los ojos, sorprendido cuando sintió la mano de su hermana sobre su cabello, presionando para que su cabeza quedara contra el hombro femenino; simplemente se dejó llevar y descubrió que su hermana había movido la canasta para que pudieran estar más cerca. El tricolor cerró los ojos y suspiró, dejando que el olor a rosas y la actitud serena de su hermana lo rodearan y tranquilizaran, era como sentirse un niño de nuevo, cuando ella les perdonaba una travesura y los sentaba en sus piernas para un abrazo.

Pronto descubrió que ella también estaba cantando, o quizás tarareando, porque no podía entender si solo murmuraba o si entonaba una letra, pero se sentía bien; la mano en su pelo frotaba su cuero cabelludo al ritmo de la canción y Yami sintió que era más fácil respirara, y que su corazón ya no dolía tanto. Le costó más que unos momentos notar que ella estaba usando magia.

— ¿Qué estás haciendo?

—Trato de bloquear tu dolor, pequeño —susurró suavemente, apoyando su cabeza contra la de su hermano —limitar tu conexión con tu gemelo, hará que te sientas un poco mejor, que sientas por ti y solo por ti —tímidamente, presionó un beso en la frente —sé que no tenemos un vínculo tan fuerte como lo tienes con Temu y, de hecho, el nuestro ha sido muy débil por un tiempo... pero espero que pueda ayudar de algún modo... —ofreció.

Apretando los dientes, Yami lanzó sus manos alrededor de la cintura de su hermana y se acurrucó hacia ella, ocultando mejor la cabeza contra su cuello. Se le escapó una sonrisa cuando ella se río por lo bajo, le había dado cosquillas

—Lo siento... es mi culpa. Yo... nosotros te hicimos a un lado —se apretó más contra ella. Dany podía sentir como cierto peso se aligeraba en su corazón, estaba tan feliz en ese momento, de al menos estar con uno de sus hermanos.

—Estamos en diferentes años, es normal que ustedes quieran pasar más tiempo con sus amigos —trató de restarle importancia, no dejar que Yami supiera cuanto le había afectado. Pero Yami negó.

—No solo fue 'pasar más tiempo' casi no pasábamos tiempo de hermanos... somos familia.

—Usualmente las personas damos por sentado a la familia, y priorizamos mantener las amistades. No seremos el primer ni el último caso —continuo ella —yo tampoco lo intenté lo suficiente.

— ¡Sí lo hiciste! —reclamó Yami, levantando la cabeza para mirarla —cuando Atem se distanció de Mana y Heba intentaste hacer todo lo posible por Atem y él ni siquiera te hizo caso.

—Eran sus amigos... yo no debí meterme.

— ¡Deja de excusarnos! —exclamó —nosotros fuimos unos terribles hermanos ¡Perdóname! —agachó la cabeza de vuelta hacia su hombro. Luego de unos segundos, tímidos dedos acunaron su rostro y lo levantaron con suavidad

Moonshine —los ojos color vino se ensancharon al máximo antes de encontrarse con los castaños de la chica. No había escuchado ese mote hacía mucho tiempo —ya te lo he dicho, te perdono. De corazón —ella presionó un beso en la punta de su nariz, y le dio una sonrisa llena de amor, tal como lo miraban sus ojos húmedos.

Yami sintió que sus ojos picaban también, mientras los pulgares de su hermana acariciaban sus pómulos. Sin querer que ella lo viera, se inclinó hacia sus piernas y volvió a enrollarle la cintura con los brazos mientras presionaba su rostro contra su abdomen. Dany se río más libremente cuando su hermanito se tumbó en su regazo y regresó una de sus manos al bonito cabello de tres colores del menor para arrullarlo.

Tú sabes muy bien que te conozco y no... —empezó a cantar, más claramente esta vez — puedes ocultar frente a mí el dolor... Tus ojos me dicen que hoy, algo estás guardando, pero no sé bien que es... —Yami tomó aire, y aún abrazado a ella, contestó.

No pienses demás, solo es preocupación —se encogió suavemente de hombros — quizás el cansancio que no me deja en paz... Tantas cosas que estoy pensando... debe ser solo el estrés.

Dany cerró los ojos y continuó tarareando la canción, a la vez que paseaba sus dedos por el pelo ajeno y dejando que su hermano encontrara en ella un lugar aislado de sus problemas, un refugio seguro para descansar. Sabía que la luna de su collar estaba destellando suavemente, porque estaba feliz y en paz como no lo había estado en un tiempo. También se río para sus adentros al pensar que Akefia estaría cuestionándose en ese momento qué o quién la tenía tan feliz.

La próxima vez que viera a su novio le echaría los brazos al cuello y lo besaría nada más verlo, antes de contarle la buena nueva. Es más, esa noche iba a volver a la cocina a preparar algo. Quizás un pastel. Ahora que lo pensaba ¿Les había dicho a sus hermanos que tenía novio?

...

..

.

Atem resopló mientras entraba al patio y miraba hacia todos lados. ¿Dónde demonios se habían ido a meter Yami?

De repente se había dado cuenta de que el vínculo con su hermano se había debilitado tanto que ahora tenía que concentrarse para seguirle el rastro. Notó una ligera acumulación de magia cerca y dio la vuelta en esa dirección por impulso, porque se sentía tranquilo y agradable... y no se esperó lo vieron sus ojos. Entrecerró sus ojos color vino frente a él, porque realmente no se esperaba ver a Yami acurrucado en el regazo de Dany como un niño pequeño, mientras ella le cantaba y le mimaba.

— ¿Qué? ¿Has venido a ponerle quejas a nuestra hermana? —se quejó en voz baja, con el ceño fruncido, mientras se acercaba con la mirada fija en su par y sin mirar a la azabache. Lo notó tensarse antes de girarse a mirarlo, y a pesar de que sus ojos se encontraron, no sentían más que molestia entre ambos. Nada más.

—Hola, Atemu —interrumpió la chica — ¿quieres sentarte? —le ofreció con una sonrisa.

— ¿Qué? —boquearon ambos gemelos, mirándola con incredulidad. Dany ladeó un poco la cabeza.

—Pensé que venías a hablar con Yami. —El moreno frunció más el ceño.

—Será en otra ocasión, no quiero interrumpir su momento —respondió con desdén, cruzándose de brazos.

—Atemu, los tres somos hermanos. Creo que podemos hablar lo que sea ¿no, Moonshine? —bajó sus ojos chocolates hacia el tricolor que aun yacía en su regazo.

—Hermana... —Yami le regresó la mirada con las cejas arqueadas hacia abajo, tratando de que ella desistiera. Atem se detuvo un momento cuando escuchó el sobrenombre de su hermano.

Moonshine y Sunshine ... hacía mucho que no escuchaba esas palabras. Sacudió la cabeza ¿En qué estaba pensando? Ya no era un niño pequeño y no necesitaba los mimos de su hermana, y pensaba que Yami era igual... pero al parecer no.

—Nuestros problemas no tienen nada que ver contigo, Dany —negó, tratando de no desquitar su molestia con su hermana. Su pelea fue con Yami, no con ella —Yami y yo ya no somos pequeños y no necesitas mediar entre nosotros. Él y yo discutiremos nuestras cosas solos.

Se tuvo que callar cuando los bonitos ojos de su hermana bajaron al pasto, y la mano que no acariciaba el pelo de Yami jugó nerviosamente con el colgante de luna que llevaba; le pareció distinguir que el brillo en sus ojos se apagaba, pero pudo ser el simple hecho de que ya no lo estaba mirando... trató de recordar en qué momento ella había empezado a usar ese collar, pero se dio cuenta de que no lo sabía; desde algún punto, ella lo llevaba para todos lados y a todas horas.

—No creo que tengamos nada que hablar de forma urgente y, ahora mismo, realmente prefiero quedarme con mi hermana, Atem —enunció Yami, mirando a su gemelo solo un momento antes de acomodarse bocarriba. Atem estuvo a punto de llamarlo cobarde, cuando su hermana abrió la canasta que tenían a un lado y sacó dos esponjosos cupcakes envueltos en papel que tenía franjas de color blanco y lila.

El olor de los productos horneados acarició la nariz de ambos tricolores.

—Quería que Yami probara de los cupcakes que hice anoche, estaba probando una receta nueva —explicó, haciendo lo posible por desviar el tema, porque el ambiente se estaba caldeando — ¿quieres uno? —Yami se sentó para tomar el cupcake que Dany le dio y retiró un poco del papel y dio un mordisco, sorprendiéndose cuando se topó con algo cremoso en el centro.

— ¿De qué son?

—Cupcake de naranja, relleno de yogurt griego —suplió la mayor — ¿qué te parece? —Yami le dio una sonrisa a su hermana.

—Está muy rico. —Dany le regresó una gran sonrisa contenta. Siempre se ponía feliz cuando a las personas les gustaba lo que ella cocinaba.

— ¿lo vas a querer, Atemu? —El mayor de los gemelos simplemente tomó el bocadillo y se marchó de allí en silencio.

...

Atem caminaba de regreso para buscar a Yugi y conversar de lo que había pasado o que tal vez pedirle un consejo a su amiga castaña, pero durante su caminata una persona se apareció en su campo de visión, el mismo tricolor de piel morena que no había visto desde que le había puesto una mano encima, ese mismo que su hermano gemelo defendía sin razón, el que hasta ahora se había dado cuenta que era la razón de todos sus males, este venia caminando en su dirección pero parecía perdido en sus pensamientos, venia con una bonita sonrisa en su rostro, mientras que a su alrededor se notaba una aura de alegría, Atem noto como las pocas personas que todavía lo miraban y lo saludaban sutilmente él les regresaba una gran sonrisa, contagiando a los demás de esa curiosa felicidad que portaba.

Cosa que hizo enojar a Atem, ¿Cómo podía estar tan feliz después de todo? Ahora Atem era una burla, porque un chico estaba enamorado de él, su hermano su había enojado con él y habían dejado a su mejor amiga como una villana, porque sí, ese tricolor había sido mal visto por qué le gustan los chicos, pero Tea también se había visto mal al usar eso en contra de alguien tan agradable, al menos eso era lo que se murmuraban, que sí, era un rarito y todo, pero eso no significaba que jugaran con eso.

En pocas palabras, había gente (la mayoría) que pensaba como él y sus amigos y otras pocas que pensaban como Yami, para sus males Hikari se había puesto del lado de Yami, aun le dolía la mirada que esta le había dirigido.

Flash Back

—Lo siento chicos, pero no tengo bebidas —se disculpó la encargada de la cafetería.

—Entendemos —comento la única chica del grupo — ¿Qué hacemos entonces?

—Pues que alguien entre al comedor y nos compre algo de tomar y que otro pida algo para comer aquí —dijo el castaño de ojos índigo con una sonrisa, pasando como sin nada uno de sus brazos por los hombros de la tricolor, provocando de uno de los individuos rodara los ojos y otro subiera un tic en el ojo derecho — ¿O qué opinas tu ágape?

—Por mi está bien —respondió ella con una sonrisa — ¿Están acuerdos chicos? —pregunto a los otros 3.

—A mí me parece bien —respondió el tricolor de piel blanca, antes de codear a su hermano, tratando de reprimir una risita al sentir la molestia de este.

—Claro —se limitó a decir el moreno mirando hacia otro lado que no fuera ese castaño con sus manos sobre la linda bicolor, además de intentar ignorar la mirada burlona de su gemelo. El castaño de ojos azules solo asintió en respuesta.

—Pero ¿quién ira? —cuestiono Yami.

—Juguemos un piedra, papel o tijera —dijo la bicolor, los 4 chicos estuvieron de acuerdo

— ¡Piedra, Papel o Tijera!

...

—Ni modo hermano, a ti te toca ir al comedor por las bebidas —dijo Yami con una risita.

—Y a mi ágape le toca ir por los bocadillos —dijo Kaito con una risita, ambos suspiraron.

—Bien, que es lo que quieren —murmuro a Atem resignado.

—Para lazuli y para mí, una malteada especial de chocolate y para Shinichi un café negro, por favor —dijo el de ojos índigo mientras le daba dinero al moreno — ¿Lo quieres frio o caliente?

—Frio —respondió antes de mirar a Atem —Solo pídelo como café con hielo, sin leche, ni azúcar por favor.

Atem quiso fruncir el ceño, debido a que ese chico pedía como quería lo que la bicolor iba a tomar y lo que más le irritaba era que, acertaba, ni siquiera le preguntaba a Hikari si eso quería, y ella parecía no importarle, como si confiara en que Kuroba iba a pedir exactamente lo que ella iba a querer (Sin mencionar todos los apodos que se tenían) aunque también estaba que con el oji azul pasaba lo mismo, aunque bueno, lo poco que sabía, Kudo y Kuroba se conocían desde antes de entrar aquí, de hecho Kudo había entrado a esta escuela por él, así que imaginaban que eran amigos de la infancia.

—A mi tráeme un refresco —dijo Yami, al final el moreno tomo el dinero y se fue hacia el comedor, mientras que Hikari camino hacia la cafetería, en lo que los otros 3 elegían una silla.

—Vamos Shin—chan, no es necesario que jales una silla —dijo el castaño más alto al más bajo, este solo alzo la ceja —Puedes sentarte en mis piernas si quieres —agrego con coquetería, el de ojos azules se ruborizo antes de golpearle el hombro.

—Si serás —agrego antes de sentarse, Yami los miro curiosos pero con una sonrisa divertida, su amistad era demasiado curiosa a sus ojos, Kuroba parecía una persona muy coqueta con las mujeres, pero ahora que se detenía a pensarlo, lo poco que lo había tratado, había caído en cuenta de que solo lo había visto coquetear con un chico y ese Shinichi Kudo, claro que era de juego, pero si un poco curioso, aunque bueno, al oji morado le gustaba Hikari, así que seguro solo era para molestar al serio de Kudo.

—Ustedes pelean como si fueran una pareja a veces —comento en broma Yami, ambos lo voltearon a ver.

— ¿De verdad? —cuestiono Shinichi un poco apenado por ese comentario, Kaito se limitó a reírse, para pasarle un brazo por los hombros y apegarlo a él.

—Shin—chan será mi esposa algún día —dijo Kaito antes de soltarse a reír, Yami empezó a reírse cuando Kudo completamente ruborizado lo golpeo en la cabeza.

— ¡No bromees así tonto! —exclamo el oji azul.

—Ya, ya perdón... pero es que eres muy serio a veces —dijo Kaito haciendo un puchero, que provoco una ligera risa en Kudo.

Yami y Shinichi se encontraban riendo de un chiste que acaba de contarles Kaito, cuando sintió al extraño en su interior, repentinamente la risa se esfumo y comenzó a sentirse ¿molesto? No pudo evitar voltear a donde se había ido Atem, además de notar que algo pasaba ya que la gente se había amotinado en algún lado.

— ¿Ocurre algo Sennen? —pregunto el de ojos azules.

—No lo sé... —respondió antes de ponerse en pie —Algo pasa con Atem.

— ¿Qué ocurre con Atem? —cuestiono la bicolor que acaba de llegar con una bandeja llena de bocadillos.

Yami cerro los ojos cuando una sensación extraña embargo su cuerpo, sin pensárselo mucho corrió hacia el comedor, por algún motivo sentía que debía detener a Atem, Hikari y los dos castaños se miraron antes de irse detrás de él. Ni bien entro al comedor y comenzó a hacerse espacio entre los estudiantes alcanzo a escuchar.

– ¡¡¿QUE MAS QUIERES?!! – grito Heba alzando la mirada a Atem, dejando ver su labio partido y sus ojos morados llenos de lágrimas. – Después de despreciarme y decirme de cosas por eso y ahora me golpeas.

– Cállate – dijo Atem seriamente, sus ojos estaban sombríos y completamente serios.

— ¿Por qué lo golpeaste? —murmuro Yami para sí.

– No, no me voy a callar, diré todo... QUE SE VAYA TODO A LA MIERDA... Te Quiero, estoy interesado en ti, desde la primera vez que te vi – empezó a decir Heba, mientras de sus ojos aun salían lágrimas.

– ¡¡CALLATE YA!!

– ¡¡NO!! – grito más fuerte mientras se ponía en pie – ¡¿Quieren la verdad?! ¡Pues esta es la puta verdad!, este es mi secreto, esto es por lo que no me llevo bien con esa puta manipuladora, ella lo sabia y me chantajea... Yo estoy interesado en ti Atem, de forma romántica... seguro sientes asco de mí y seguro la mayoría de aquí también... pero ¡Yo no elegí ser así! ¡¡Yo no elegí querer a un chico!! – empezó a caminar, hacia la salida, rápidamente todos se quitaron como si tuviera alguna enfermedad contagiosa – Y antes que digan... ¡¡Renuncio a todas mis actividades!!

El comedor quedo en completo silencio. Yami miro como Heba pasaba su lado con sus mejillas bañadas en lágrimas, miro a su hermano y pudo sentir todo el coraje y asco que sentía hacia Heba, sin pensarlo más se acercó a el que, se había acercado a Tea, que estaba entre los brazos de Yugi.

—Lo hiciste llorar —dijo Yami llegando a su lado, sus amigos lo miraron.

— ¿Perdona? —cuestiono Atem, volteando a ver a Yami a los ojos, debido a eso, Yami pudo ver como había iniciado todo, sintiendo más rabia. ¿Cómo se había atrevido a golpearlo? Y solo porque Heba le había dicho que lo quería.

— No debiste golpearlo ¿Qué te pasa Atem? —cuestión Yami, haciéndole frente a su gemelo, este lo miro confundido.

— ¿A mí? Yami, él es un abusivo, golpeo a Tea por una tontería —respondió Atem aun enojado, Yami miro a su amiga, esta asintió y le mostro su mejilla ligeramente enrojecida.

— ¿Era necesario romperle la boca a él por ello? ¿Era necesario humillarlo así? ¿Era necesario que TU te metieras en eso? —cuestiono Yami, enojándose más, mientras seguía mirando los ojos de Atem y seguía viendo lo que había pasado, apretó sus manos tratando de controlarle.

Yami sabía que Heba estaba interesado en su hermano, tenía tiempo que lo sabía, una vez por accidente había escuchado una conversación de el con Mana, en una de las clases que compartía con ellos, había sido accidentalmente, por pura casualidad, pero se había enterado de los bonitos sentimientos de ese tricolor de ojos morados, se le había hecho muy tierno y en lo personal a él le hubiera gustado que la persona en la cual él estaba interesado, se expresara de él, de la misma manera en la que Heba hablaba de su hermano. Y no había querido decirle nada a Atem, para que no se sintiera mal por sus problemas con Heba, pero ahora se enteraba que era por eso mismo.

Atem no podía tolerar que Heba lo quisiera.

—No sé a qué quieres llegar con esto Yami, pero si, era necesario, así ese mari...

—¡¡Yami!! —grito Yugi asustando cuando Yami sin pensarlo más le dio un puñetazo en la cara a Atem, que lo mando al suelo.

— ¿Marica? ¿Así lo ibas a llamar? —cuestiono el de piel blanca, mirando como su hermano se levantaba y limpiaba un hilo de sangre – Yo no veo lo malo con que este enamorado de ti, simplemente pudiste decirle que no, que no lo veías así y no comportarte como un imbécil al humillarlo.

— ¡¿De qué lado estas Yami?! —reclamo Atem antes de empujarlo furioso.

— ¡Pues de tu lado no! —respondió regresándole el empujón — ¡¿Era necesario meterte tu sabiendo lo que significas para Heba?! O más bien ¿Era necesario meterlo en esto Tea? —pregunto volteando a ver a la castaña.

— ¿De qué hablas? —dijo ella sorprendida.

—Heba lo dijo... TU sabia de esto, dime ¿Desde cuándo?

—No, yo no...

—¡¡DESDE CUANDO!!

—Hace poco me entere... Atem me lo conto —respondió ella, apegándose a Yugi debido al grito de Yami, cosa que Yugi también se asustó.

— ¿Cómo puedes Atem? Él tenía sentimientos bonitos por ti, creo que era la persona que más te ha idolatrado —empezó a decir Yami, todos lo veía como raro por defender a Heba, si juzgaban a Heba por eso ¿A él también? ¿El serio tratado igual por todos? ¿Ni por qué era su amigo? No, parece que no, ya que Mana, ahora mismo le había dado la espalda a Heba, un golpe en su mejilla lo trajo de regreso a la realidad.

— ¿Cómo te atreves a gritarle a Tea de esta manera idiota? Aquí la víctima es ella —alrededor de ellos solo escuchaban el bullicio de la gente, pero era silenciado por los pensamientos que ambos se estaban mandando.

>Tu, sabias de sus sentimientos por mi<

>Si, pensé que si te lo decía que haría sentir miserable... pero veo que yo estaba equivocado<

>Es asqueroso eso Yami<

— ¿Ella? No me hagas reír Atem —dijo con una risa falsa, volviendo a golpear a su hermano —Aquí la única persona que se fue, con un golpe y con el corazón roto fue Heba —de un momento a otro termino en el suelo debido a que Atem se le fue encima.

> ¡¿Por qué lo es?! ¡¿Por qué Atem?!<

— ¡¿Cómo puede defender a alguien como el?! —de un momento a otro Yami cambio de posición con él, escuchaban los gritos de sus amigos, pero ni la dulce voz de Yugi lo iba a detener.

— NO ¡¿Tu cómo puedes juzgarlo por algo como eso?! ¡¿Desde cuándo querer a alguien es un maldito delito?!

— ¡¡Basta ya ustedes dos!! Kaito, Shinichi ayúdenme —dijo una voz, rápidamente Yami fue jalado por dos pares de brazos y quitándolo de encima de su gemelo, Atem en cambio fue agarrado por sus amigos.

Yami había sido jalado por Kuroba y Kudo, mientras que Atem era agarrado por Joey y Tristán, rápidamente Tea se puso en medio de ambos, sus ojos estaban llenos de lágrimas nuevamente.

—Chicos por favor, no peleen más... No vale la pena pelear... quizás me he equipo...

—No te metas Tea, tú no tienes nada que ver —escupido Yami con rabia —Es más, ni eres importante en este lio, así que deja de llorar.

— ¡Yami! No le hables a si a Tea —dijo Yugi acercándose a este.

— ¡Ni te me pares en frente que no quiero verte! —le grito antes de mirar hacia otro lado, la bicolor miro como su hermano bajaba la mirada y sus ojos se ponían tristes, le hubiera gustado ir a abrazarlo, pero sabía que la rechazaría, así que solo desvió la mirada hacia sus amigos.

—Vamos a llevarnos a Yami de aquí —dijo Hikari, los castaños asintieron antes de jalarlo hacia fuera del comedor, el tricolor de piel blanca les lanzo una mirada llena de frialdad a sus "amigos" antes de ser sacado por la fuerza del comedor.

Fin del Flash Back

Seguía muy molesto por todo... no podía comprender como era que ese tricolor pudiera andar como sin nada y el peleando con su hermano, Yami se había alejado de ellos, y por él estaba bien, pero tenía Yugi que convencerlo, si no apreciara a ese tricolor no lo hubiera hecho, pero una parte de el estaba preocupado, sus amigos le había dicho que esos 3 días Yami no se había sentado en su lugar, que se había cambiado de asiento al más alejado posible, contando que no se le veía en el comedor a la hora del almuerzo o comida, también a Atem le intrigaba que en todo el fin de semana no lo vio, ya que su gemelo no había ido a dormir a la habitación que compartían juntos, solo había notado que se había llevado ropa para varios días y cosas personales, como su cepillos, su cargador de celular, sus libros de la escuela y pequeñeces así. Esperaba que hablando con el ya hoy por fin fuera a dormir a su cuarto.

Aunque no podía evitar el sentirse furioso al ver el aura tan dulce y feliz con la que cargaba, como si algo muy bueno le hubiera pasado, además de notar lo brillante de sus ojos y el rubor en sus mejillas, además de su capa, estaba seguro que era no era la capa que usualmente usaba, pero no iba a pensar en esos detalles estúpidos, así que sin pensárselo más, iba a reclamarle, pero cuando reacciono él ya había pasado cerca suyo.

— Oye ... —se quedó callado, su voz no salía — ¿Qué? —se dijo a sí mismo, no había podido pronunciar el nombre del menor, abrió la boca para volver a llamarlo, al ver que se alejaba, pero su voz no salió.

< ¿Qué demonios? >

Mientras el tricolor menor de piel morena, caminaba buscando al otro, sabía que debía hablar con Yami y quizás enterarse un poco más de lo que paso, en verdad no se había esperado que él lo fuera a defender, aun así, le daba gusto que al menos había personas que no lo miraban con asco, se detuvo cuando casi juro escuchar que al parecer la voz de Atem estaba cerca, pero no escucho ni vio nada, quizás solo había pasado de largo por allí, en fin, seguía su camino aun con la voz de su Faraón en su mente y la sensación cálida en su pecho, sin contar la capa que este le había obsequiado, todavía tenía su delicioso aroma, con la calidez en su interior siguió caminando mientras tarareaba una canción, hasta que por fin, observo a quien buscaba, debajo de un árbol se encontraba Yami, conversando con una pelinegra, que era su hermana mayor.

—Te encontré.

...

— ¿Por qué lo haces?

— ¿Qué cosa, Moonshine? —Yami dio otra mordida al cupcake y se relamió el yogurt de los labios

—Esperar que se acerque, pedírselo... dejas que te haga daño porque siempre termina alejándose. —El tricolor se tensó en su sitio cuando una sola lagrima bajó rápidamente por la mejilla de su hermana.

—No importa si son ustedes... al final tu volviste, así que seguiré esperando que él lo haga —y aunque su voz se quebró al principio, lo dijo con una sonrisa, y ni una lagrima más bajó. Yami la abrazó con fuerza.

—También espero que Atem entienda...

—Lamento interrumpir —una voz amable y dulce les interrumpió, haciendo que ambos hermanos se separan.

—Heba —dijeron ambos, este solo les sonrió, ambos notaron la alegría que este cargaba.

—Acabo de enterarme de lo que paso... Y quería disculparme contigo Yami —empezó a decir mientras se arrodillaba frente a el —No pensé que alguien fuera a defenderme por eso...

—Para nada... tu eres quien la ha de estar pasando terrible —dijo Yami antes de querer llevar su mano a los cabellos de Heba, pero este lo detuvo, tomando su mano entre las suyas.

—Aun así, Yami, no debiste hacerlo, pero gracias —dijo sonriendo dulcemente, antes de llevar una de sus manos a la mejilla de Yami y murmurar algo mientras acariciaba esta ligeramente —Con eso bastara, lamento no darme cuenta antes.

Heba sin más se apartó, Yami llevo su mano a su rostro y volteo a ver a su hermana, Dany se sorprendió al ya no ver las zonas moradas, con cuidado le quito los curitas y efectivamente ya no tenía nada.


—Solo no digan que fui yo, se supone que no debo usar esos hechizos de curación, si no está una persona experta en esos hechizos —pido amablemente, ambos asintieron —Bueno, me retiro, solo veía a eso.

—Oye Heba... —Dany lo miro preocupada, su alegría no estaba bien de alguna manera.

— ¿Sí? —este la miro sonriente.

—De verdad te encuentras bien —ambos vieron como desviaba la mirada y su cara cambiaba completamente.

—Duele y mucho... —un suspiro salió de sus labios —Pero hay cosas más dolorosas, además siempre he sabido del rechazo y odio de el por los homosexuales, así que yo mismo me lo busque —agrego algo incomodo por el hecho de hablar de eso frente a sus altezas, aunque ellos no supieran.

—Nosotros desconocíamos eso —dijo Dany.

—Bueno... la forma en la que lo supe, no fue nada linda, así que... Si así iba a saberlo, me hubiera quedado en la ignorancia. —Heba sin más le sonrió, ambos se miraron, pero por algún momento sintieron que algo no estaba bien.

—Entendemos —Dany se limitó a llevar su mano a de Heba que aun sostenía la de Yami —Lamentamos mucho todo lo que te hizo nuestro hermano.

—No se preocupen, como dije... esto también fue parte mi culpa, desde un principio no debí caer en el juego de esa castaña —Heba solo sonrió antes de mirar al cielo, como recordando, fue cuando Yami noto que Heba ya no traía la herida en su boca. Este alejo su mano lentamente de las otras.

—Heba... sé que tal vez no quieres hablar del tema, pero... necesito que me hables de tus problemas con Tea —tanto Dany como el mencionado miraron sorprendido el tricolor de piel blanca que desviaba un poco la mirada —Necesito saber que tan ciego he estado.

—Moonshine...

—Por favor.

—Si eso quieres —acepto el de piel morena, antes de sentarse frente a ambos hermanos —Pero no les aseguró que les guste mucho la historia.

—No importa —dijeron ambos a la vez, Heba se limito a suspirar antes de hacer memoria.

—Bueno, para resumir. Mis problemas con Tea aparecieron cuando Atem, Mana y yo nos hicimos amigos, al principio todo iba hacia Mana, ya que ella pensaba que Mana quería con Atem, cosa que es una mentira. A ella le gusta otra persona, claro que al principio era una pelea sana de ella contra nosotros, cosas simples como quien llamaba la atención de Atem, quien lo conocía mas y cosas así... —comenzó a contar el de ojos morados, sin apartar la mirada de las ramas de los árboles. —Las cosas se comenzaron a complicar cuando Atem confeso que le gustaba alguien, eso nos lo dijo a todos, las pocas veces que nos llegamos a sentar con todo su grupo —bajo su mirada hacia el tricolor.

—Si, lo recuerdo... pero no dijo quien —comento Yami.

—Tea tontamente pensó que era ella, ya que bueno, si habían hecho una relación especial con él, pero no de la manera en que ella quería, entonces nos advirtió que no nos metiéramos en su futura relación con Atem y claro que solo nos echamos a reír —Yami ni pudo evitar reírse por esa ocurrencia de su anterior amiga, ¿enserio Tea pensó que Atem quería con ella?

—No es por insultarla, pero está equivocada —dijo Yami, su hermana y el menor lo miraron intrigados.

—Por tu risa, intuyo que sabes quien es la persona que le gusta a Atem —dijo Dany alzando una ceja, el solo asintió con una sonrisa.

—Soy el único que lo sabe —acepto Yami, antes de regresar su mirada a Heba.

—No preguntare, antes de enterarme nos peleamos, pero bueno... Cuando ella empezó a alardearnos, de que ella era la persona en la que él estaba interesado, Mana y yo solo decidimos alejarnos, porque en verdad nos habíamos fastidiado de estar soportando sus fantasías sobre ella y Atem siendo una pareja despampanante.

—Debió ser difícil para ti. —Dany miro preocupada el menor, pero este negó antes de sonreír.

—Fue divertido, confiaba en que Atem no tenia esos gustos, así que jamás he pensado en que el este interesado en Tea, siempre quise pensar que el no era un tonto, pero veo que es peor de lo que me hubiese imagino, aunque tengo el consuelo de que no se fijaría en Tea, me quedo con eso para mí satisfacción personal. —ambos hermano rieron estando de acuerdo con el —Claro, como era de esperarse, al nosotros alejarnos de Tea, el también lo hizo y fue cuando las cosas se complicaron y pasaron a subir de nivel, buscaba cualquier excusa para pelear con Mana, pero luego las cosas recayeron en mi cuando se dio cuenta que Atem jamás se enojaba con Mana porque yo lo hacía entrar en razón y también se enteró de quien era la persona de la cual Man estaba enamorada... Y claro, fue con el chisme a la novia de ese chico y a Mana se le armo con la novia, así que la quito del camino.

—Entonces ella se dio cuenta de que tu querías con Atem...

—Si, Tea manipulo todo para que Mana pensara que por mi culpa se habían enterado la novia de lo que había pasado, cosa que no fue así, lo que ella intento fue que nosotros nos peleáramos, y en esa discusión que tuvimos salió que me gustaba Atem, cosa que ella escucho, Mana no me hablo por un tiempo y fue cuando Tea comenzó a chantajearme con decirle a Atem, en su momento me daba mucha pena el tema así que le seguí el juego ya que no quería que se enterara y una vez Tea saco el tema de las relaciones entre dos chicos y bueno, Atem no hizo el mejor comentario del mundo... eso hizo que ambos nos diéramos cuenta que se lo iba a tomar muy mal el hecho de saberlo...

— ¿Cuál fue el motivo entonces? —ambos hermanos miraron intrigados el tricolor de piel morena.

—Yo se lo dije.

—Pero si sabias que el no iba a estar de acuerdo. —Dany por más que le daba vuelta al asunto no entendía del todo, aunque miraba de reojo a su hermano que se había quedado pensativo.

—Era eso o que lo supiera toda la escuela... Tea es amiga de las personas mas chismosas de aquí, ella y su grupo de arpías sabían de esto y me dijo que si no me alejaba de Atem lo iba a difundir, entonces intente pelearme con Atem por cualquier estupidez, pero no funcionaba, habíamos hecho demasiada conexión que él sabía que había un motivo detrás de todo eso, de hecho días antes de lo que paso, Mana volvió a hablarme, pero no le conté de la amenaza de Tea, ni de los problemas que tenía con ella, al final me sentí arrinconado cuando Atem me exigió una explicación a todo y sinceramente hubo un tiempo en que no podía mentirle ni podía evitar hacerle caso... así que y no tuve otra que confesarme...

—Heba...

—Obviamente lo tomo de la peor forma, me dijo muchas cosas hirientes, llenas de asco y desprecio, claro que Mana estaba escuchando y me defendió, le dio sus buenas cachetadas antes de sacarme de allí, yo no estaba bien, si sabia que me esperaba un rechazo, pero no de esa manera, no tan crudo y feo... Desde allí jamás quise volver a hablar con él, pero Atem se empeño en que arregláramos las cosas.

— Eso es algo que no entiendo —murmuro Dany —Por más que me lo he pensado.

—Él no ha cambiado su forma de pensar, simplemente quiso hacerse el ciego y olvidar que yo me confesé, solo quería que le dijera que era una tonta broma que había llegado muy lejos, no quiso aceptar que eso fuera verdad y se estaba negando rotundamente, por eso quería volver a ser mi amigo, quiso pensar que todo era un juego de mi parte... Claro que yo iba a estar dispuesto a acceder, pero otra vez se metió Tea y bueno... imaginan como se fue todo hasta que termine por reventar

—Si, lo entendemos Heba —dijo la peli negra llevando sus manos a los hombros de su hermano, este se quedo callado desde hacia un buen rato, pensando en lo mal que se había portado la chica que consideraba su mejor amiga.

...

..

.

—Rose, hola ¿Cómo te ha ido? Supe que tuviste un problema de salud —dijo un castaño de piel morena, mientras se acercaba a la joven albina que se encontraba leyendo, este alzo su mirada.

—Mahad, hola —saludo amablemente —Si, pero fue algo sin importancia, ya estoy mejor, solo necesite descansar el fin de semana —agrego mientras cerraba su libro.

—Me alegro, bueno no te interrumpo mas con tu lectura —Mahad sonrió amable antes de dejar a la oji rojo, para que pudiera seguir leyendo.

—No, espera —le detuvo mientras se levantaba — ¿Puedo preguntarte unas cosas?

—Por supuesto —respondió al castaño antes de sentarse a su lado, ambos estaban sentados en una de las grandes jardineras de las áreas verdes.

—Pues... he notado a Mana... diferente —empezó a decir Rose, mientras alzaba la vista —Ella me comento que ustedes se conocían desde pequeños, así que imagino que eras de las personas que más la conoce.

—Es verdad, nuestros padres son mejores amigos desde niños, y nosotros también —dijo Mahad mientras sonreía al recordar a una pequeña castaña.

— ¿Cómo defines a Mana? Tu que la conoces tan bien.

— ¿Por qué me preguntas eso? ¿Ocurre algo con Mana?

—No lo sé —Rose solo resoplo sin cambiar su expresión neutra —Pero desde hace unos días la noto diferente, no es la misma que conocí el día que llegue —agrego mientras apretaba los labios.

—No entiendo a qué te refieres, aunque bueno, no he hablado con ella desde la semana pasada, como por el jueves, creo —dijo Mahad pensativo.

—Creo que desde ese día o el viernes se comporto extraño, pero no me había detenido a pensarlo hasta el lunes, estos 3 días ha estado muy extraña —Rose se alzó de hombros quitándole importancia —Tal vez sean cosas mías porque estoy molesta con ella.

— ¿Por qué?

—Por lo que paso con Heba el viernes, no estuve de acuerdo con que ella se pusiera del lado de Atem, si según ella estaba molesta por eso mismo, con Atem, le dio la espalda completamente a Heba enfrente de todos —Mahad miro a la albina después que dijo eso.

— ¿Estas seguras que eso paso? —cuestiono sorprendido.

—Yo estaba en el comedor cuando ocurrió, Mana me había acompañado, pero cuando se acerco Dany a decirme que debía estar descansando ella se fue y regañar a Heba por algo y después de armo el problema con Atem —respondió en tono serio, Mahad se quedó pensando.

Rose tenia razón, Mana no era una persona convenenciera, no es esa manera, ella se suponía que defendía a cuerpo y espada a Heba de Atem y ahora, la albina le estaba diciendo que Mana misma había aventado a Heba por delante, dejándolo solo, eso si era extraño, su amiga no era de esa manera y ahora que se lo pensaba, Mana no le había hablado en esos días, se la había topado en el comedor pero esta ni siquiera lo había mirado, aunque él había pensado que se debía que seguro estaba con la cabeza en la nubes, como muchas veces le pasaba a la castaña.

—Hablare con ella, seguro tendrá un motivo —dijo Mahad después de estar un rato en salación, Rose se limito a mirarlo y asentir.

—Me disculpo sí que quite el tiempo —dijo Rose amablemente.

—Para nada, cualquier cosa que pase con Mana es de mi interés —dijo Mahad con una sonrisa.

—La quieres mucho ¿No es así?

—Es como mi hermanita menor, claro que la adoro —Mahad solo serio un poco, Rose quiso suspirar, ahora se sentía mal por Mana, siendo tan observadora como era, había notado del interés de Mana por Mahad, pero como ella temía, el moreno no la veía de la misma forma, además tenia entendido que Mahad tenia novia y que llevaban ya unos años de relación, lo poco que Mana le había conversado, pensaban casarse tiempo después de que ambos se graduaran.

—Tienes razón —comento Rose, mientras miraba su libro, no sabia si estaba en lo correcto al conversar con Mahad sobre eso, pero no sabia con quien mas hacerlo, Heba andaba últimamente en las nubes y no quería sacarlo de eso para recordarle su amargo momento de la semana pasada, ya que solo sabia que Mahad y Heba conocían lo suficiente a la castaña como para que ellos le dijeran si, en verdad le pasaba algo o no.

...

..

.

—Vamos Shin-chan —dijo con diversión un castaño de ojos oscuros.

—Kaito por favor —murmuro el otro castaño mientras miraba a ambos lados buscando el cómo escapar, esta situación le estaba siendo incomoda, de todas las formas posibles, solo esperaba que no pasara nadie.

—Solo responde —dijo Kaito son una sonrisa inocente, que solo provoco un escalofrió en el más bajo, ya que lo conocía lo suficiente como para saber que eso no significaba nada bueno.

—Ya te dije que era Hattori —Shinichi llevo sus manos al pecho ajeno, tratando de separarlo de si, se encontraba de espaldas con una pared y con Kaito frente a él, demasiado pegado a él. Shinichi había estado conversando por teléfono un rato y cuando había colgado, repentinamente Kuroba lo había acorralado contra la pared mas cercana, solo para preguntarle con quien conversaba por teléfono tan amigablemente.

—Pero te pregunte que quería —mientras hablaba Kaito se inclinaba hacia el oji azul, sin dejar de mirar sus ojos, y disfrutando del sonrojo ajeno.

—Eso es entre él y yo —murmuro apenado, desviando la mirada para no ver los intensos ojos de Kaito, presiono mas sus manos en el pecho ajeno.

—Pero quiero saber —murmuro haciendo un puchero que Kudo no podía ver.


—Eso es porque no preguntas Shinichi —dijo como sin nada Kuroba, antes de regresa con su sonrisa coqueta —Pero yo si quiero saber, mas cuando son tus pretendientes.

— ¿Cuántas veces te he dicho que Hattori no quiere conmigo?

—Vamos Shin-chan... Todos, menos tú, sabemos que él tiene un crush secreto—imposible contigo —explico el castaño mientras miraba de arriba abajo, a quien tenía frente a el —Y admito que lo entiendo.

—A veces tus bromas de mal gusto llegan muy lejos —reclamo el más bajo empujándolo por fin con todas sus fuerzas, alejándolo de si para empezar a caminar por el corredor.

— ¿Y si en verdad no fueran bromas? —cuestiono ligeramente serio, Kudo se quedo frio a mitad del pasillo.

— ¿Disculpa?

Ambos se quedaron mirándose unos segundos, Shinichi lo miraba sorprendido e interrogante, mientras que Kaito se había quedado pensativo.

—Shinichi, yo... —pero las palabras de Kaito se quedaron en el aire cuando un grupo de estudiantes paso a un lado de ellos, uno que otro saludo a Kaito y este les regreso el saludo y cuando regreso su mirada al oji azul, este ya no estaba.

< ¿Ahora huyes de mi Shin-chan? > pensó con diversión, antes de negar ligeramente con la cabeza e irse a buscar a su amiga bicolor.

...

..

.

—Anda ya, que estás muy linda —dijo con una risita mientras observaba a su amiga, darse otra mirada en el espejo de cuerpo completo.

—Gracias.

—Ya es tarde Dany y no queremos hacer esperar a tu "rey" ¿Verdad? —dijo con ligera burla la joven que se encontraba sentada en la cama, mirando como su amiga se sonrojaba completamente

— ¡Hikari! —reclamo apenado, mientras que la mencionada solo se reía ligeramente.

—Está bien, lo siento Dany, pero ya enserio, se hace tarde —comento señalando el reloj en forma de gato que había en la pared.

—Es verdad —dijo la azabache apurada antes de tomar su bolso, donde guardaba algunas cosas, como su mandil, un libro de recetas entre otras —Nos vemos mañana Hikari, no te duermas muy tarde.

—Si, no te preocupes. Me daré un baño y me iré a dormir —dijo la bicolor mientras se levantaba para dirigirse a buscar sus casas para ducharse.

—Me llevare mis llaves, cierra —dijo Dany antes de salir por la puerta, alcanzó a escuchar un "si" de parte de la menor y como ponía seguro a la puerta, sin mas se apuro a caminar por los pasillos de los dormitorios de mujeres para poder irse al edificio de actividades extras, que era donde estaba la cocina, que se le dejaba usar a los estudiantes.

Camino con más prisa, sabiendo que su novio ya la estaría esperando, casi corrió cuando vio desde el pasillo como la luz de la cocina estaba encendida, pero se detuvo cuando vio a su novio, recargado a lado de la puerta, este se cubría la boca tratando de reprimir sus risas, mientras más se acercaba podía escuchar voces desde a adentro.

— ¿Akefia? —le llamo, pero este llevo su mano a su boca, en señal de que no hiciera ruido, ella lo miro confundida, el moreno solo le hizo señas para que se acercara más.

Akefia Thief, uno de los jóvenes con una reputación de ser mala persona, ser el típico chico malo de la escuela, de piel morena y cabellos plateados. Miembro del equipo de básquet de la escuela y conocido por diversas travesuras hechas tanto con su hermano como su grupito de amigos, además de tener una gran afinidad con la magia oscura, dando así un toque mas misterioso, que a su vez era temido por algunos como admirados por otros.

—No hagas ruido princesa —murmuro el moreno con una risita contenida.

— ¿Qué pasa? —pregunto ella.

—Pues que el dragonete esta adentro con...

—Si tanto te quejas de que es tarde ¿Por qué insististe en que lo hiciera yo misma? —cuestiono con seriedad una voz dentro de la cocina, Dany la reconoció como la voz de...

—Es más satisfactorio. Para mí, claro —respondió con ironía la otra voz, la azabache sin pensárselo mucho se asomó, mirando con asombro a una albina parada frente a una de las mesas, mientras mezclaba algo en un tazón y frente a ella se encontraba un castaño que la miraba con burla.

—Bien, ya que dijiste "nada de magia" vas a tener que sacarme las frutas del congelador —pidió la albina —No quiero que la leche condensada acentúe abajo o cuando se lo vacié arriba, quedara simple de abajo y muy dulce de arriba.

—Ni siquiera sé porque lo quisiste hacer así. —se quejó mientras sacaba unas canastillas con fruta.

...

— Pero ¿qué pasa allí dentro? —le pregunto Dany a Akefia en un susurro.

—No lo sé, cuando llegue ellos ya estaban allí dentro —respondió del mismo modo el de cabellos plateados —Pero es divertida su plática.

— Kefi —le regaño sin alzar la voz.

—Vamos es la verdad princesa —murmuro tratando de no reírse —se nota que no se agradan para nada.

—Lo se... —murmuro Dany aguantando un suspiro.

...

—Tu pusiste las condiciones, solo elegí el postre que yo haría para ti —dijo ella ligeramente molesta —Deberías estas agradecido que una chica te cocine algo.

—Hay demasiadas chicas que quisieran estar en tu lugar y cocinar algo para mí, tu eres quien debería sentirse alagada, de que yo Seto Kaiba, vaya a probar un postre tuyo —alardeo el castaño, haciendo reír, sin nada de gracia a la oji rojo.

—Seguro que la mayoría seria para darte una indigestión.

—Si esa es tu intención lo probaras primero.

—Por favor, llevas desde que empecé observando, no creo que se te haya pasado nada de lo que le pude haber echado.

— ¿Quién me garantiza que no fue antes?

—Vaya que eres desconfiado.

—No son ustedes las mujeres las que dicen "una mujer preparada vale por dos" bien, yo solo soy precavido.

...

— Uch —murmuro el moreno, la azabache le cubrió la boca.

—No hagas ruido —le regaño nuevamente, Akefia solo rodo lo ojos antes de tomar la mano de Dany y quitarla de su boca.

—Vamos preciosa, también que quieres reír —le acuso con una sonrisa, haciendo que ella se llevara una mano a la boca. Tenia que admitir, que sí, la disputa de esos dos, también le causaba gracia.

...

—Desconfiado y amargado.

—Tú serás la mujer más dulce del mundo.

— ¿Conoces el chocolate amargo?

— ¿Y tú el cacao?

La pequeña discusión de ambos jóvenes fue silenciada por una risita que venia de afuera, ambos rápidamente voltearon hacia la puerta, esperando ver a alguien, ambos se miraron unos segundos confirmando que los dos habían escuchado ese ruido

— ¿Quién está allí? —preguntaron a la vez, no era normal que alguien anduviera por allí.

—Lo sentimos, no sabía que estaba ocupado —dijo la azabache entrando con el moreno siguiéndola.

—No te preocupes, no sabía que vendrías hoy —comento el castaño, relajándose al ver a su amiga allí, el sabio que Dany en ocasiones venia a la cocina a hacer algún postre y que la mayoría de las veces venia ese chico con ella, se limito a mirarlo serio cuando cruzaron miradas.

—Si, lo siento... espero y no les moleste que estemos aquí —dijo Dany, tratando de desviar el tema la ver la mirada que su novio y su amigo se lanzaban.

—No hay problema —respondió el castaño, suavizando su mirada cuando le respondió, sin más Dany se puso su mandil y empezó a sacar algunos trastes mientras Akefia se sentaba tranquilamente en uno de los bancos frente a la mesa donde su novia tenía su bolso, así como Seto estaba sentado frente a la mesa donde estaba la albina.

—Se ve muy bien Rose ¿Qué harás? —pregunto Dany al ver dos panes redondos sin decorar en una de las mesas vacías, al mencionado alzo la mirada antes de dejar de mezclar el tazón.

—Un pastel de tres leches con relleno de nuez —respondió mientras se acercaba a uno de los panes y le vaciaba con un cucharon un poco de lo que tenia en el tazón que era leche.

—Se escucha rico —comento Akefia mientras volteaba a ver a la albina, esa solo asintió.

—Cuando lo termine, pueden probarlo —dijo Rose mientras regresaba a lo suyo.

<Que fría> pensó el moreno.

—Supongo que yo hare galletas —murmuro Dany sacando varias cosas del refrigerador — ¿Qué opinas tu Kofi? —pregunto ella dulcemente, mirando al mencionado, este sonrió mirándola de regreso, perdiéndose en los bellos ojos de su chica.

—Todo lo que preparas es delicioso princesa —respondió, pero al escuchar un carraspeo ambos se sorprendieron, por un segundo se habían olvidado de los dos individuos, claro que las miradas recayeron en la albina, debido a que el castaño si estaba enterado de su noviazgo. De hecho, solo 5 personas, sabían del noviazgo de ellos dos.

La albina solo alzo la vista al ver como los 3 se le quedaron mirando, ligeramente confundida, ladeo la cabeza en señal de no entender la mirada se los 3 jóvenes que estaban con ella.

— ¿Ocurre algo? —pregunto antes de dejar el tazón e irse al refri a sacar el betún y las nueces picadas para ponerle de relleno.

—No es... solo... —murmuro Dany.

—Imagino que están saliendo —comento ella cerrando el refri, elegantemente su cabello recogido en una coleta alta se movió cuando volteo a verlos —No sé por qué el secretismo y no soy curiosa como para preguntar... aunque intuyo que tiene una razón —agrego después para tomar otro traste más pequeño y revolver un poco de nueces con el que iba a usar de relleno del pastel.

—Se evitan problemas —dijo Akefia desviando la mirada.

—Shadow debe ser —la albina solo miro unos segundos el moreno para luego seguir con lo suyo —He escuchado que se jacta de ser tu novia.

—Si...

—Supongo que suficientes problemas tienes con la castaña, como para tener otra enemiga —esta vez fue Dany la que dio la respuesta afirmativa.

—No eres curiosa y sabes mas de lo que pareces —dijo Seto.

—Me informo —se limitó a decir alzándose de brazos —Además, esos datos no son secretos, todos hablan de ello, hasta a personas como a mi que no le interesan esas cosas lo sabe.

Dany miro unos momento a Rose, esa chica a veces podía ser tan cruel y fría, incluso un poco mas que Seto, pero sabia que era una máscara, igual que su amigo castaño, sabia que era amable, la había visto ayudar a sus demás compañeros en silencio incluso a ella, con cosas tan sencillas, como levantar un libro, arreglar algo y pequeñeces así, la azabache pensaba que si fuera ten desinteresada como decir o parecía, no se molestaría en ayudar con diminutas acciones a otras personas. Además, Ryou le había dicho que ella era mucho mas de que se podía o ella dejaba ver y admitía que le intrigaba conocer mas de su compañera, que no fuera esa forma tan apartada.

—Y yo soy el desinteresado. —Seto solo rodo los ojos antes la respuesta de la albina, Rose lo miro.

—Jamás te he llamado así —dijo ella —No pongas palabras en mi boca señor prodigio.

—Me lo dice la Dama de hielo.

—Ni siquiera sé porque me dicen así, el que tiene mayor afinidad con el hielo es Ryou —comento antes de alzar ligeramente la mirada.

—Eso es simple, por como eres —respondió Akefia con simpleza. 

Continuara...

Y aquí queda el capitulo numero 5 de esta historia medio rara llena de cosas raras, con muchos personajes y cosas así, peri bueno se va avanzando, gracias por ponerse a leer esto y tener paciencia, también quiero decir que empezare a publicar otro libro con mini drabbles sobre los personajes, pero deseo que ustedes adivinen de quien pertenece cada entrada, claro que cuando lo haga avisare, quizás para el próximo capitulo avise o de mas detalles.

Sin mas para ya no quitarles su  tiempo los dejo con una sola pregunta.

¿Yami debería aceptar hablar con su hermano gemelo Atem?

Me despido mis lectores, gracias por leer.

Rose Shirogan.

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