Sonreí. Era bastante obvio que Akira se había ido para ver mas a su maestro aquel, y Akane solo la había seguido.
Ah, esas dos. Supongo que no les habrá gustado que me fuera a otra clase, y las dejara solas sin nadie que les hiciera el trabajo. Bueno, no les hace mal separarse de mi por lo menos un poco. Ya estaba harta de hacer de su madre.
Aunque claro, también el hecho de que Sasori sensei impartiera la materia influía un poco. Solo un poco. No es que me gustara ni nada. ¡Era un maestro, dios! Además, yo no tengo preocupación ni tiempo para esas cosas.
Tengo que salir de la escuela con las mejores calificaciones posibles y ayudar a Akira y a Akane a aprobar... No tengo tiempo para andar enamorándome por ahí y descuidar mis estudios.
-Muy bien clase. Empezaremos con algo sencillo. Tomen estas hojas y expresen que es arte para ustedes. Pueden hacer lo que les plazca, un dibujo, un esquema, un diagrama... Tienen el resto de la clase- me interrumpió la voz cansada de nuestro profesor, como si tener que enseñarnos algo tan básico fuera casi doloroso para él. Cerré los ojos, apartando esos pensamientos de mi mente. Tenía que concentrarme en el trabajo, no en él.
Realmente es algo mas difícil de lo que creía. No soy una maniaca del dibujo, como Akane. Tampoco soy buena descifrando mis pensamientos como Akira. ¿Qué es lo mas hermoso que he visto en mi vida?
Rápidamente pongo en palabras lo que pienso y siento, entregando el trabajo sin verlo a los ojos.
¡¿Qué demonios me esta pasando?!