La calida luz del sol que penetraba fuertemente en el salón, iluminaba la preocupada cara de Alex, mientras que Roy, rodeaba el gran sillón verde en el que esta estaba descansando.

La miraba a los ojos, con un aire pensativo y misterioso. Alex no se atrevía a hablar. Aún estaba confusa por el accidente que acababa de tener hace menos de veinticuatro horas, y que le había llevado a pasar la noche en el hospital, pero que por suerte no le había causado nada grave.

Roy se abalanzó sobre ella hasta llegar a estar frente a su cara y detenerse a tal distancia que su respiración se hacia con toda la atención de sus oídos.

- Enhorabuena Alex, de verdad –exclamó mientras se alejaba de ella y tomaba asiento a su lado en un cómodo sillón azul-. Has logrado que ambos, volvamos a ser el centro de atención durante el día de hoy.

Roy buscó en su pequeño maletín apoyado en el suelo, y sacó una docena de revistas en las que la portada estaba ocupada por sus fotos, y que demostraba como el accidente de anoche les había logrado realzar a la fama.

- ¿Enhorabuena? ¿El centro de atención? ¿De verdad crees que en estos momentos me importa algo de eso? Acabo de ser atacada por un joven que ni siquiera conocía, pero que por lo que sea quería matarme, y si eso no fuera bastante, mi socio, compañero o amigo desde hace un día, me instala un localizador y unas cámaras en el coche -respondió Alex indignada.

- Alex eso no es exactamente así, te instale todo eso por que me temía lo que podía ocurrir, y por lo que veo, no nos han venido nada mal –le dijo Roy con un aire angustioso en su cara-. Esto es más serio de lo que crees, y si, si debería importante lo que la gente piense de nosotros, ya que nos enfrentamos a una amenaza tan grande que podría acabar con nuestro proyecto e incluso con nuestras vidas.

El rostro de Alex empalideció, y la penetrante mirada de Roy hizo que todo su enfado hacia él desapareciera.

- Pero el joven que quería matarme esta muerto, o eso es lo que vi ayer, a si que ya no creo que me pueda hacer daño.

- Alex, ayer fuiste atacada por uno de los agentes de Castro. Lo que demuestra, que esto solo a sido el principio.

- ¿Un agente de Castro? ¿Pero de que va todo esto? –preguntó Alex sin estar segura de si quería saber la respuesta.

- Veras, estamos a punto de seguir juntos con una investigación que podría cambiar muchas cosas acerca de lo que sabemos. La vida, la que hasta ahora muchos consideraban única y simple, podría convertirse en algo mucho más complejo y que tal vez la humanidad no este preparada para saber. Según tus teorías, la muerte es un concepto creado por el ser humano y que en absoluto tiene que ver con el fin. Lo que significa que si eso se demuestra, la inmortalidad, algo que el humano lleva buscando durante años, no tendría sentido, ya que la vida de ninguna forma acabaría. Además, muchas de las religiones se verían afectadas, debido a que podríamos conocer o suponer con datos que hasta ahora nadie ha logrado, lo que realmente ocurre al morir. En este planeta son muchas las personas que viven a cuenta de la religión, lo que hace posible que muchos quieran acabar con tu vida para así asegurarse de que sus teorías no son rechazadas. Y no solo eso. Si se demostrase que la muerte no es el fin, miles de personas que en estos momentos lo están pasando mal, no dudarían en acabar con sus vidas, sabiendo que otro lugar les estaría esperando al final de tu supuesto túnel. Esto es algo que crearía el caos en la sociedad y llevaría al gobierno a destruir tus pruebas e investigación, aunque tu vida estuviera en juego, por lo que posiblemente, se hayan anticipado y hayan decidido acabar con nosotros. Es cierto que aparentemente no nos han puesto ninguna pega, pero por que tal vez tengan planeado acabar con el proyecto por las espaldas. Hay es donde entra Matías Castro, director de un grupo de personas que trabajan solo para él, y hacen cualquier cosa que les ordene, fieles a su palabra. Llevan años matando, delinquiendo... cumpliendo cualquier encargo de personas que obtengan una gran cantidad de dinero. Han llevado a cabo diversos ataques terroristas, y han acabado con la vida de muchas personas de poder. La policía, a pesar de haber detenido a tres de esos agentes, no ha logrado sacar ningún tipo de información. Además, estos tres jóvenes que fueron arrestados, decían no conocer al director, el cual se hace llamar Matías Castro, y que mantenía el contacto con ellos a través de cartas o por llamadas telefónicas, pero que siempre les tenia vigilados y que desde que decidieron trabajar para él, sus vidas se vieron manipuladas y controladas, dedicadas plenamente a Matías y sus peligrosos encargos. Por desgracia, los tres jóvenes fallecieron a lo largo de la misma semana por causas desconocidas, por lo que no pudieron obtener más información. Se cree, que Castro tiene una gran relación con políticos, escritores, actores, policías... e incluso grandes contactos en las fuerzas armadas, ya que es la única manera de explicar, que este hombre, sea invisible para la sociedad y que nunca nadie sepa quien es, ni donde está. La prensa, ha dedicado más de una portada a sus trabajos, que han acabado con la vida de más de una persona de grandes cargos. No es ningún secreto saber que homicidios han sido causados por él, ya que las victimas, antes de ser asesinadas, han recibido varias amenazas por llamadas telefónicas y cartas con su nombre. Muchos de estos asesinatos, han acabado con injusticias y amenazas para el pueblo, lo que puede traernos problemas, ya que muchos podrían considerar que nuestro nuevo proyecto sea algo peligroso y que por eso quieren destruirlo. Lo que me sorprende, es que Castro, cuando al fin decide acabar con alguien, nunca falla, y suele hacerlo de una manera limpia y sin dejar huella, lo que me hace pensar, que lo de ayer no fue un intento de matarte, sino una trampa, y que lo único que querían era llevarte a algún lugar, pero que por suerte para nosotros, no lo lograron.

Alex estaba paralizada. No sabía que aquello le llevaría a tantos problemas, ni con gente de tanto poder.

- ¿Y que se supone que va a ocurrir? –dijo con una voz temblorosa dejando al descubierto el miedo que le acababa de aumentar a pasos agigantados.

- Seguramente, lleven meses detrás de ti, espiándote por las calles, e investigando acerca de tu vida privada. Es imposible ocultarnos ante ellos, a si que lo único que podemos hacer, es trabajar con cuidado y no despistarnos, además de causar una buena impresión pública, para que la gente no piense que el proyecto traerá problemas, aunque no podamos asegurar, que sea algo bueno para la humanidad –esto último lo dijo mirando al suelo, evitando los abiertos ojos de Alex.

- Entonces... -Dijo apretando las manos con fuerza-. ¡No podemos rendirnos! Esto solo acaba de empezar, y ese proyecto es algo que voy a lograr, cueste lo que me cueste, aunque para ello, tenga que acabar bajo tierra.

- Eso es lo quería oír –dijo Roy levantándose del sillón, y abrazando a Alex-. ¿Y tú que tal estas? –le preguntó acerca de su salud.

- He estado mejor.