Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26

El día se les escapó sin darse cuenta. Los paseos por la playa, los baños en la fresca agua, las grandes comilonas sobre la arena... todo eso ya era el pasado y debían prepararse para la inauguración.

Alex a pesar de haber sufrido una experiencia tan extraña y que aún no había logrado entender, decidió aprovechar el momento en el que se encontraba rodeada de amigos y gente que la apreciaba, ya que no podía saber lo que en un futuro la ocurriría. Claudia por su parte, prefirió dormir con el ruido de las olas antes de volverse a poner aquellos tapones que tanto les habían perjudicado la noche anterior.

El apartamento estaba patas arriba, envuelto en ropa que Claudia estaba haciéndola probarse para resaltar entre los demás invitados. Cuando al fin se prepararon, una joven de corta melena rubia y con una vestimenta elegante y apropiada para aquel evento, fue a recogerlas.

Alex llevaba el pelo recogido y un vestido corto de color gris que dejaba su espalda al aire. Claudia en cambio llevaba unos pantalones negros y una camisa blanca que resaltaba su revuelto pelo rojo.

Llegaron a la estación en la que estaba esperándolas el tren, que como era de esperar tenia un diseño moderno hecho por materiales de color blanco que le daban una apariencia futurista que emocionó a las chicas. Las ventanas eran grandes, los asientos grises y cómodos, y todavía olía a nuevo, tal y como Alex resaltó haciendo que sus compañeras la miraran con cara extraña.

El recorrido era largo, a si que aprovechó para echar un vistazo a las personas que viajaban con ellas. Era gente con clase y grandes cargos. Debían ser los invitados de Roy que acababan de llegar y les habían traído desde el aeropuerto. Alex tras acabar de contemplarlos uno a uno, decidió mirar los maravillosos paisajes que ofrecía la isla Taquimond a través de las grandes y relucientes ventanas.

- Alucinante... –se le escapó al quedar deleitada por aquellas vistas.

- Cierto –le contestó la joven que les acompañaba-. El señor Smith ha logrado modificar genéticamente la naturaleza de esta isla. Podréis ver que las especies de árboles, flores... no son como las de cualquier otro lugar, estas son mucho mas coloridas y fuertes, al igual que poseen mayor capacidad para hacer la fotosíntesis.

- ¿Y eso es legal? –preguntó Claudia al escuchar las palabras de la joven.

- Hemos tenido nuestros problemas, pero como dice vuestro compañero Roy, la evolución siempre gana, y gracias a ello también hemos conseguido modificar algunas especies de animales. Por ejemplo los conejos de esta isla son grandes y capaces de correr tres veces mas rápido que los que conocíamos hasta ahora. Y todo esto solo es el principio. Cuando la isla Taquimond se convierta en la isla más importante del mundo, desde donde se controlaran todas las empresas de Roy y pongamos en marcha nuestros proyectos, el mundo logrará grandes avances, estoy convencida.

Las dos chicas miraron asombradas a la trabajadora de Roy, pero cuando se disponían a preguntarla las dudas que les acababan de surgir, el tren entró bajo tierra para cruzar el gigantesco muro y así poder pasar a la zona norte en la que se encontraban los edificios, por lo que su atención quedo completamente dedicada a aquel subterráneo túnel iluminado.

Cuando volvieron a la superficie decidieron seguir mirando por la ventana, hasta que por fin, llegaron a los dos edificios de treinta planta unidos entre sí por un puente de cristal que unía la planta quince de ambos.

No tardaron en ver a Roy recibiendo a los invitados. Este les indicó que se dirigieran en los ascensores hasta la planta veinte. Allí los canapés, sirvientes, decorados... eran dignos de cualquiera de los que estaban en la sala y a pesar de solo poder estar en las plantas, veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, y veinticuatro de uno de los edificios, había espacio suficiente para todos los invitados.

Una hora más tarde, Alex se encontraba en la vigésima planta, junto a Roy, que decidió presentarle a su gran amigo y compañero desde hace tantos años.

- Mira Alex, este es mi socio Robin Jones.

Robin era un hombre bajo, de buen comer, y muy envejecido a pesar de tener la misma edad de Roy. Su gruesa barba blanca conjuntaba perfectamente con su elegante traje de color blanco, y con una pequeña flor del mismo color que llevaba colgada del bolsillo del esmoquin en el que llevaba un brillante bolígrafo dorado. Sus ojos eran azules y se ocultaban sobre sus pesados parpados, situados bajo sus peludas cejas de color gris.

- Encantado –le dijo mientras se estrechaban la mano.

- Lo mismo digo –le contestó.

- Esta es Aeryn. Mi mujer –continuó Robin presentando a su esposa.

Tras saludarla, se permitió echarla un vistazo. Era una mujer joven con el pelo corto y moreno y un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas. Pensó que aquella joven tan solo estaba con él por el dinero, y su manera de andar e incluso hablar, le ponían nerviosa, por lo que después de estar media hora hablando con ellos se despidió y subió hasta la planta veintitrés con intención de reencontrarse con Claudia.

Entre tanto desconocido se encontraba fuera de lugar, pero todos querían presentarse e incluso hablar con ella, ya que estaban deseando saber algo sobre la investigación que llevaba a cabo con Roy.

Al llegar a la planta en la que supuestamente estaría su compañera, se encontró con alguien que jamás hubiera imaginado volver a ver.

- Hombre Alex, que sorpresa –le dijo Thomas mientras se daban dos besos.

...


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro