
Capítulo 12
A la tarde del siguiente día, Claudia preparó a Alex con el vestido que a la noche luciría en casa de los Heurtin. El vestido era blanco y dejaba al descubierto la mayor parte de sus largas piernas. Además, su espalda quedaba tapada por una tela transparente y pegada que reafirmaba su silueta, y su pecho, lucía cubierto por una tela blanca y opaca.
- Es perfecto –se le escapó a Alex al vérselo puesto en el espejo.
- Me alegro de que te guste –le sonrió ella sintiendo que su largo trabajo no había sido en balde-. Y ahora, a deslumbrar en esa fiesta.
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Al llegar Roy y Alex a casa de los Heurtin, un joven con esmoquin les recibió en la entrada, y tachó sus nombres de la gran lista de invitados. La casa era enorme y a su alrededor, había un gran terreno con piscina y un pequeño bar.
Los demás invitados, llevaban trajes impecables que mostraban su alto nivel en la sociedad. Las mujeres llevaban vestidos largos y coloridos, con enormes joyas en su poder, e ivan acompañadas por sus maridos que vestían con trajes similares al de Roy: elegantes esmóquines que llevaban con distintos complementos, como son los relojes, que muchos tenían sin necesidad de saber la hora.
Toda esa gente parecía muy superficial, y que el deber de causar buena impresión les atormentaba constantemente. Alex se sentía perdida en aquel lugar, por lo que dejó en manos de Roy la caza de contactos y se sentó en un cómodo y largo sofá blanco, frente a la piscina, deseando que llegara la hora de volver a casa.
- A mi tampoco me gustan estas fiestas -dijo alguien tras ella.
Alex se giró para ver quien era aquella persona. Era un joven de pelo moreno y corto que vestía con un traje gris que resaltaba su atractiva figura, de la cual Alex no pudo apartar la mirada.
- ¿Se puede? –pregunto refiriéndose al sitio que había libre en el sofá, a su lado.
-Si, claro.
- ¿Eres Alex Lawson verdad?
- Si, soy yo –dijo ilusionada al ver que aquel joven la había conocido, y se había fijado en ella.
- Tu proyecto, el "proyecto T" si no me equivoco, es algo que me intriga de verdad, espero que tengas suerte.
- Muchas gracias, debes de ser el único que sabe quien soy aquí.
- No te preocupes. Esta gente solo se fija en alguien si tiene oportunidad de hacer negocios. No les interesan chicas como tú.
- ¿Como yo? ¿Me lo debo tomar como un cumplido? –le dijo mientras le miraba sonriente a los ojos.
- Por supuesto. ¿No se supone que deberías ser lista como para llegar tu sola a esa conclusión?
- Se supone –le dijo mientras pensaba en como la noche estaba mejorando por momentos.
- ¿Y tu quien eres?
- Por fin te interesas por mí, las demás chicas no suelen tardar tanto.
Alex se rió, pero pudo ver como Roy se dirigía hacia ellos desde el bar, con una cara no muy agradable.
- Soy Thomas, Thomas Taylor, informático –dijo mientras le daba una tarjeta con su numero de teléfono.
- ¿Interrumpo algo? –les cortó Roy indicando a Alex que se levantara-. Debemos irnos Alex.
- Pero todavía solo han pasado dos horas.
- Alex, es urgente –le interrumpió él enfadado.
- Esta bien –se rindió y decidió hacerle caso.
- Encantada Thomas.
- Lo mismo digo, y llámame.
- Lo haré.
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