Apenas ave, suspiro
en el viento. Ni mi amor
vislumbras. Ríe dolor
sin brisa colgante. Expiro
sombras de encierro. Retiro
mis plumas hechas con plomo
ya sin alzarme. Entre cromo
bate beso. Vuelo ardiente
a oscuras. Mi extensión miente.
Soy un ave. Alzo alas tomo

plateado vuelo. Mis luces
desnudas. Ya no me callan.
De todas partes estallan
cristales de fuego. Cruces
impuras. Fragor induces.
Mis alas combaten solas
y sin credo.  Como estolas
a dos agujas, sin uso.
Quiéreme  como ave. Intruso
de mi cielo. Libre de olas

y de espumas. Ya sin tierra
de anclaje.  Aleteando mátame.
Son mis modos de cuervo. átame
libre de culpas. Encierra
mi plumaje. Ya no me aterra
ser ala de hierro.  Talas
mis dudas. Mi aletear calas.
Sin Dios que me salve. Sed
de aliento. Salto sin red.
Ya no quiero plumas ni alas.

La había prometido para el miércoles pero no pude resistirme.
Próximamente:
Los frágiles fantasmas