Capítulo 9|Una mentira de muerte.
Cuando Özlem regreso en si el llanto de la bebé se escucho por toda la habitación, su criada se acercó a la puerta y coloco el seguro, expectante miró a la kadin la cual le costó articular palabras alguna.
—Hable por favor -dijo la doctora, todas morirían si salían a dar la noticia de que había sido una niña.
—Yo... -susurro nerviosa —Maldita sea -bufo molesta y miro con odio a la bebé —Deben mentir, deben decir que es un varón, o todas morirán - sentenció.
—Pero se daran cuenta kadin - dijo una de las criadas, Özlem solo les dio una mirada mordaz.
—Todas, absolutamente todas deben de decir que fue un varón, es un şehzade y punto, si alguna llega a abrir la boca me encargare de arrancar le la lengua y se la daré de comer -soltó enfadada, todas asintieron nerviosas y prepararon a la bebé para dar el anuncio, Özlem fingió una sonrisa y apretó a la bebé con fuerza en sus brazos.
—Allah ayúdame -susurro bajo y Aasiyah sultan ingreso a sus aposentos sumamente feliz.
Lastima que su felicidad fuera una triste mentira.
—Mi hermoso príncipe -dijo cargando al bebé, Özlem mordió su labio con nerviosismo, por suerte la regente no había revisado al bebé —Necesita un nombre digno -dijo admirando al bebé —Tú nombre será Ashina, Sultán Ashina, un digno gobernante.
Özlem soltó un suspiro de satisfacción, habían superado la primera prueba, pero sabia que más adelante las cosas se complicarían.
Esa noche no se sintió el aire de victoria, todo lo contrario, la muerte asedio ese día, tanto la medica como las criadas que atendieron el parte de Özlem murieron, sus criadas más cercanas fueron arrojadas al bosforo y su única criada fue amenazada cruelmente.
Ashina crecería como un hombre y nadie debería de discutir lo contrario.
—Eres un hombre, eres un principe, un Sultán, nunca dirás que eres una niña -le susurró al oido, el pequeño bebé solo soltó una risa.
Karma sultan y Havva eran las hermanas más unidas, tal vez no era evidente, pero ambas compartían ese lazo de gemelas, y cuando Karma comenzó a sentir las náuseas comunes en el embarazo lo supo, aquel lazo solo se iba a intensificar.
—Te vez pálida -dijo Havva ayudándola a sentarse —Dime de una vez que pasa Karma.
—No -susuro con pena la joven.
—No eres reservada para nada Karma, te bañas en sangre cada moche - dijo Havva con enfado — habla de una vez.
—Estoy embarazada -soltó de golpe, Havva abrió sus ojos sorprendida. — es de un agha del establo... El abuso de mi - respondió a la pregunta que le haría su gemela, Havva se levantó de golpe.
—Dime ahora mismo quien es.
—No...
—¡Habla de una maldita vez Karma! - La joven brinco en su lugar.
—Te diré quien es pero cálmate -susurro, Havva solo volvió a su lugar, lo cierto era que ella también se había estado viendo con un hombre y este había ascendido rápidamente de puesto gracias a ella, si Karma se enteraba también la regañaria.
—Nadie debe de saber esto Karma, yo me haré cargo, nos iremos pronto del palacio.
Havva se acercó a su amante con una sonrisa, una boda era lo conveniente ahora, para que su hermana no saliera implicada se casaría y adoptaría a su sobrino como suyo, ambos se amaban así que nadie se opondría.
—Mi sultana -dijo el hombre con incomodidad, Havva le estaba empezando a cansar y cada día era más evidente.
—Debo decirte algo -dijo nerviosa, pero tampoco echaría a su hermana de cabeza, le diría que esperaban un bebé y de alguna forma lo haría pasar como suyo — Estoy embarazada.
El soltó a reír, su risa fue estruendosa y su cara se puso roja y un expresión de burla se asomo.
—¿Por que te ríes? Es verdad.
—Sultana, ¿cree que me gusta? -Havva alzó su ceja — Solo la utilice por poder, ya escale de puesto, ya no la necesito -dijo acercándose —Es tan fea y tan empalagosa.
Las manos de Havva temblaron y le propinó una bofetada, el hombre volvió a reír y la golpeo en el rostro, Havva cayó al suelo por el movimiento y una línea de sangre salió de su labio.
El hombre soltó otra risa y se dio la vuelta.
—Me da asco sultana, hay mejores mujeres en las afueras.
Havva soltó una risa y miro a su alrededor, a su lado habia una hoz que era utilizada en el corte de cereal, con rabia la tomó y se abalanzó al hombre que decía amarla, fuera de razón clavo la hoz en la espalda del hombre y cuando reacciono era tarde.
—Zorra -dijo el hombre cayendo al suelo.
—Zorra tu madre -se acercó nuevamente y sacó la hoz de su espalda, la tomó en su manos ensangrentadas y la clavo en su pecho —¡No debiste jugar conmigo! -le grito y la clavo muchas veces en su humanidad, para cuando reacciono Karma la estaba arrastrando fuera del lugar.
—Por allah Havva -se quejó su gemela, Havva solo soltó a reír sin parar —Te quejabas de mi.
—Tú lo hacías para bañarte en sangre, no sabía que era divertido, ahora dime quien fue el hijo de perra para matarlo -dijo pasando su mano llena de sangre en su rostro, Karma negó varias veces pero al final le dio el nombre.
Lo último que supo Karma sultan fue que Havva le había dado de comer su propio pene a su agresor.
Regresando con Özlem, la pequeña niña que yacía en sus brazos dormía plácidamente, dormía ignorante al mundo cruel que la rodeaba, a la madre cruel que la trataba fríamente y a la abuela que sólo deseaba tener el poder en manos.
—Crecerás y seras el mejor sultán, tendrás hijos, buscare una forma para que eso suceda y finalmente moriras sin decirle a nadie la verdad.
—Pero sultana -dijo su criada mas fiel, Özlem la cayó con la mirada y siguió susurrando palabras sin parar.
Tal vez aquella niña sea la que cambie el rumbo del imperio otomano.
En un capítulo anterior puse que era havva la que se bañaba en sangre jejej y no es así, es Karma, pronto corregiré eso.
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