Capítulo 7|Nacimiento en la dinastía
Las lágrimas de Hulya seguían cayendo como cascadas sobre sus ojos, su madre acuno a su pequeña entre sus brazos y canto una nana que la daye de la pequeña le había enseñado, aquello era lo único que atesoraba de Topkapi, las enseñanzas de aquellas mujeres que la ayudaron a sobrevivir.
—Calma mi niña, el dia en que llegues a ser emperatriz todos te respetarán -susurro limpiando le el rostro, Hülya asintió con sus mejillas rojas debido a las bofetadas.
—Ese día Hülya será una gran emperatriz -dijo la pequeña hatun que las había acompañado, Kabuto asintió y les entregó a su hija para que la bañaran.
En Estambul una fiesta en honor a Özlem se llevaba acabo, la valide había ordenado preparar una celebración por el pronto nacimiento de un nuevo sultán, Özlem cursaba su noveno mes llenos de comida y dolores, sus salidas a caminar se habían reducido a cero y el cuidado que le daban era extremo.
Todo sea por no poder al futuro heredero al trono.
—Allah nos bendiga con un hermoso y sano príncipe -dijo Karma con disgusto, aunque ella y su gemela pertenecían a la dinastía siempre eran ignoradas por la valide, las odiaba y ella la odiaban a ella.
—Así sea -dijo Aasiyah con emoción, Özlem sonrió gustosa, las videntes que habían visto les habían dicho que sería el reinado más famoso de la historia y las asañas serían las más recordadas por todos.
El sultanato estaba asegurado por la descendencia de Özlem y eso la ponía aún más contenta.
Havva sultan era descendiente directa de Özukiler şheltan y de Hebe sultan su esposa, eso pocos lo sabían, la hija de ambas había sido adoptada tiempo después de haberse casado y la hija de ellas se había enamorado del sultán en turno, de ahí provenían ellas dos, las gemelas Karma y Havva, hijas de un sultán y de una princesa que había nacido del pecado.
Pecado que se volvía a repetir.
—Todos se están dando cuenta de que algo pasa - dijo ella con temor, su mayor enemigo y verdugo estaba enfrente de ella, de nuevo sucedería el abuso, estaba cansada física y mentalmente de eso, podía matar a cientos de mujeres y bañarse en su sangre, pero aquello era lo que más odiaba.
—¿Por que debería de preocupar me? Si me das un hijo tendré una buena posición -dijo el alzando su falda, Havva cerró sus ojos con asco, la mano del hombre se deslizó por sus muslos y finalmente acarició su intimidad, sus dedos jugaron con ella y finalmente lo vio sacar su miembro.
Havva estaba segura de algo, luego de que su padre falleció y su medio hermano tomó el trono siendo joven y ellas dos quedaron desamparadas.
—Madre -dijo Havva en sus pensamientos, su madre que había muerto joven dando a luz, fue la única que las amo, su hermano murió también ese día, pero por el no sentía nada.
Karma disfrutaba abiertamente de la compañía de aquel joven que tanto la traía loca, sin saber que el dolor que viviria seria tan extremo que el imperio lloraría sangre.
—La sultana más hermosa llegó - la joven sonrió feliz lanzando a los brazos de su amado.
—Ömer -dijo ella besando sus labios, a pesar de que tenía que haberse casado hace mucho ella había roto las reglas y a sus veinticinco años seguía viviendo en topkapi y soltera todavía.
—Mi sultana de belleza exótica-dijo el hombre desnudando a Karma, la joven sonrió gustosa y dejó que el hombre tocara su cuerpo sin pudor alguno.
Dos trágicas historias se vivían en silencio y el dolor era el único testigo.
Kabuto acarició su abultado vientre, desde que habían llegado a China se había mantenido en sus aposentos cumpliendo con las costumbres para una embarazada, los saludos matutinos a la emperatriz no se habían realizado por su parte, Hülya iba junto a una dama y sus criadas, ella estaba en sus aposentos encerrada leyendo y bordando para pasar el rato, eso fue hasta que las contracciones llegaron y el dolor agudo la persigue.
El descendiente de Aslan naceria aquel día, un día propicio a como le había dicho la emperatriz cuando consultaron a la oficina de astrología.
La emperatriz se había ganado el cariño de su pequeña Hülya por lo que ambas se apreciaban mutuamente y cuando se entero de que estaba por dar a luz mando a todas las criadas con ella.
—Debes mantener la calma pequeña - dijo la emperatriz Wei young, la pequeña asintió aferrándose a su vestido, la emperatriz soltó una pequeña risa.
—¿Estará bien?
—Si pequeña, ¿que tal si vamos a visitar a tu futuro esposo? - Hülya la miro dudosa, le habían dicho que aún no podían verse hasta el día la boda y aquel día estaba lejano.
—No, quiero esperar a mi mamá -la emperatriz soltó otra risa y asintió.
Kabuto pujo con todas sus fuerzas, el dolor era interminable, había pasado mucho desde que había estado embarazada que ya había olvidado aquel dolor.
—¡Puje una vez más! -la partera la alentó nuevamente y Kabuto soltó otro grito de dolor y la calma se sintió llegar, solo un pequeño llanto se escuchaba en la habitación, Kabuto sollozo de alegría y las damas a su alrededor la felicitaron por traer a la vida un pequeño ser.
—Los cielos están contigo Princesa -dijo la partera, la ayudante se llevó al bebé para limpiarlo mientras que las damas a su alrededor la limpiaban para recibir la visita de los Emperadores.
—Entremos -dijo el emperador una vez estuvo enfrente de su esposa y la pequeña princesa heredera, Hülya asintió emocionada y siguo al emperador a los aposentos de su madre.
—Veo que sigues dándonos sorpresas -dijo el emperador, Kabuto sonrió de lado y lo vio cargar al bebé - Un hermoso príncipe con los rasgos del difunto emperador Zhang - Kabuto asintió y una pequeña lágrima rodo por su ojo al recordar a su padre.
—Es hermoso Kabuto
—Gracias majestad -susurro cansada y vio los ojos curiosos de su pequeña hija que se dirigían hacia los brazos del anciano emperador.
—Ver -le dijo al anciano y este agacho al pequeño para que su hermana lo viera, Kabuto y la emperatriz rieron al ver aquello, la pequeña le había dado una orden al emperador y ninguno se había percatado.
—¿Me permites? -le dijo a Kabuto, ella sabiendo a lo que se refería sonrió, de todos modos no tenía a su padre o a su esposo para nombrar al pequeño. - Su nombre será Min-ho, Brillante y bondadoso, no es un nombre común en nuestro imperio, es de un reino pequeño, pero se que será tal cual su significado.
—Şehzade Minho -pensó Kabuto, su amado niño era el príncipe que Aslan estaba esperando y que no pudo ver nacer debido a su pronta muerta.
El niño que nacio para gobernar pero por el odio de terceros debió de quedar en el olvido.
Minho, brillante y bondadoso, el favorito de sus padres.
El nombre Min-ho es debido a que la historia estaba originalmente ambientada en la Dinastía Joseon de Corea, pero por cuestiones se cambió a la dinastía China.
Espero les guste. Y Comenten.
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