"El nuevo sultanato"

Ashina había llegado a Estambul semanas después, el pueblo que antes vitoreaba su nombre, ahora estaba tirado en las calles muriendo congelados y otros escondidos suplicando piedad y el fin de aquel frío invierno.

Habían rumores de que una joven hermosa les estaba dando comida y la mayoría había corrido hacia el lugar para recibir el alimento, Dilaşud sultan estaba ahí, había hecho aquello como ofrenda para que el alma de su pequeño Osman cruzara a la otra vida.

—Corre el rumor de que el hijo del sultán Aslan está vivo - Dilaşud dejó de servir en el tazon y les miro.

—Por favor prosigan  -les regalo una sonrisa, los chismes se seguían escuchando por todo el albergue, algunos hablaban sobre el hijos misterioso del difunto sultán y otros decían que la obra de Dilaşud era la obra del sultán, ella quiso reír, era su obra nada más, quería orar por su hijo asesinado, para encontrar la verdad y la justicia.

Hülya observo su reflejo en el espejo y suspiró, sus mejillas habían crecido y sus pechos se habían agrandado, temía no gustarle a Yangyang, la noble consorte era joven y esbelta, Ayşe lo era aún más y las concubinas Ling, Li y Zhen lo eran aún más, temía engordar más de lo debido y perder a Yangyang.

—Son tonterías. -le dijo Suoxin, Hülya suspiro —Una vez de a luz su cuerpo regresara a como antes o incluso se pondrá más hermosa.

—Tú siempre encuentras la manera de mejorar todo -la joven asintió —¿Entregaste mi pedido?

—Si, aunque deben de haber cientos de niños, usted debe de dar a luz a los tres primeros.

—Con que este que nazca sea varón todo bien, luego podremos dejar a una de rango menor dar a luz.

—La segunda asistente Du es hermosa, es joven y su familia es muy fértil, pero son pobres y de baja estatus, ella puede ser la siguiente.

—Esta bien, por ahora ve y trae comida, tenemos hambre. -Suoxin soltó a reír y salió.

La noble consorte era la hija más amada de sus padres, siendo la única mujer de la familia tenía tanto poder como obligaciones en ella, podría ser la emperatriz si tan solo hacia un ligero movimiento, pero antes de sacar a Hülya, ella debía de dar a luz, por eso bebía infusiones  y té para ser más fértil, pero sabía de antemano que tendría problemas, a su madre le costó concebir a su hermano mayor y más a ella, partos difíciles y problemas festiles, tenía tanto y a la vez nada.

—Prepara el baño, asegúrate de echar más flores, no deseo oler a eso - su último recurso fue una plan que apestaba demasiado, pero decían que era la mejor para concebir, ella daría a luz a un hijo a como fuera.

Minho observo el mapa y sonrió, estaban en la entrada de la capital, un enorme ejército le acompañaba, ya nadie apoyaba a Ashina, visires, paşas, beys e incluso aliados de otros imperios, nadie estaba con Ashina y lo único que lo mantenía en el trono era la capital.

—Tenemos dos opciones  - Minho miro a Seungho y al gran visir —El pueblo o una masacre.

—Entonces dejemos que el pueblo se encargue  - el visir se reverenció —Enviaré a mis hombres a esparcir rumores.

—Ya envié a mis infiltrados al palacio, nos abrirán la puerta una vez el pueblo haga la revuelta.

—Reúne al ejército, preparen todo para la victoria.

Ashina abofeteo a Dilaşud apenas ingreso al palacio, no sabía como dejar salir su ira y simplemente se acercó a la joven y la golpeó varias veces en el rostro, Dilaşud le miró desde el suelo con rabia y dolor, no solo había perdido a su hijo, también estaba siendo acusada de negligente.

—Te sacaras a ese bastardo que llevas en el vientre  - ella le miro con horror —No mereces ser madre.

—¡Es su hijo!

—Seguro engañabas a su majestad  - Havva se metió, Dilaşud la miro mal.

—¡Tú cállate! -sintió otro ardor en la mejilla, esta vez no fue Ashina, fue Havva la que había propinado la bofetada.

—Yo soy la esposa de su majestad, tu eres una simple concubina, debes respetar me.

—Yo jamás respetaré a una víbora como tu -se puso de pié —Y menos me deshare de mi hijo, ¡Nunca!

Ashina la tomó del cabello y la estrelló contra la mesa, Dilaşud cerró sus ojos sintiendo la sangre correr por sus piernas.

¿Qué mal había echo ella para merecer tal trato?

¿Acaso ella había asesinado a inocentes o había causado daño a alguien?

Su dolor no era nada, sus hijos se habían ido y ella era objeto de burlas para aquellos que fingian gobernar.

El pueblo se acercó a las puertas del palacio y exigió la deposición de Ashina, pedían su cabeza y exigían que dejara al pueblo vivir en paz, habían perdido familia, casas y no tenían comida, morían de hambre y frío.

—¡Saquen a su majestad! ¡Qué se entregue!

A lo lejos las puertas de la ciudad se rindieron, el ejército del príncipe misterioso avanzaba con ferocidad, la población les daba camino y se reverenciaban aunque no conocían al hombre que prometía darles paz.

—Mi pueblo, mi padre dejó dos concubinas embarazadas al morir, Kabuto era una mujer de Jin, una princesa de sangre noble y de buenos valores, Aasiyah sultan y Özlem kadin la enviaron de regreso a Han y fingieron mi muerte  - Minho se quito la máscara todos le vieron con sorpresa — Özlem y Aasiyah cometieron un error al negarme mi puesto siendo el mayor, el más adecuado y el heredero que mi padre dejó.

—¡Su majestad el sultán Aslan II! - un poblador grito, pronto todos comenzaron a corear aquel nombre con emoción.

—¡Mi pueblo! ¡Les entregaré al usurpador y ustedes harán justicia por su propia mano! -las puertas del palacio se abrieron, el ejército de Minho ingreso sin dudar.

Minho bajo del caballo y camino con paso elegante hacia el interior, solo tomaría el trono sin derramar sangre, solo la sangre de Ashina, su madre y sus aliados.

Havva y Özlem se encerraron en un pasadizo secreto del pacio, solo ellas y los hijos de la pelirroja y el pequeño heredero de Ashina, no sabían nada de su majestad, ambas habían huido despavoridas y cobardemente se encerraron sin importarles si Ashina vivía o no.

Minho camino hacia la Hasoda, los eunucos se habían rendido y le abrieron la puerta, al ingresar encontró a Ashina fundido en alcohol, todo estaba tirado y había sangre tirada.

—Una mujer en el poder está bien, pero una mujer fingiendo ser un hombre es terrible y más si engañas a mujeres y les haces creer que sus hijos son tuyos -negó varias veces, tomo una jarra de vino y se la tiro al rostro, Ashina de levantó con rapidez y de mal humor.

—¿¡Quién se atreve!?  - Minho sonrió —¿Y tu quién eres?

—¿Qué quién soy? Soy Minho, hijo de la princesa  Kabuto y del sultán Aslan -Ashina soltó a reír.

—Yo soy su único hijo.

—No creo que una mujer que se hace pasar por hombre sea hijo de mi padre, mi padre solo tuvo a Hülya y a Minho, tu no eres nada.

—¡Soy el sultán! ¡Aghas! - estos ingresaron rápidamente —¡Tomen a ese loco y decapitenlo!

—Llevenlo al pueblo, podría dejarte vivir y entregar a otro, exponer que eres mujer, pero si ellos lo saben tratarán de sacarte y podrían abusar de ti, así como tu lo hiciste con esas esclavas -tocó su mejilla —No es tu culpa, tuviste a esa madre, ¡llevenselo!

Un día frío un parte se adelantaba, una mujer gritaba de dolor para tratar de dar a luz al heredero, cientos de doncellas con cuencos de agua, toallas y medicina para el dolor, iban y venian, Jingyi estaba dando a luz prematuramente, unas deseaban que muriera y otras deseaban que su hijo no naciera.

Pero contra todo pronóstico un llanto se escucho, tan cantarino y colorido, un llanto fuerte y aguerrido.

Finalmente minho a tomado lo que es suyo ¿Qué sucederá?

Hülya/Jingyi ya está dando a luz ¿que creen que sea?

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