Hülya estaba triste y desolada, huir era un método corto y poco eficaz, ella y Yangyang debían de encontrar su rumbo y buscar aliados.

—Iremos al norte, ahí esta el general Wang, nos ayudará.

—Es un hombre importante, obtener el poder militar ayudará a la rebelión, pero asumir el control como traidores no nos beneficiará.

—Lo se, por eso tenemos que obligarlo a dejar de lado el trono, una vez sea emperador lo haremos caer.

—Entonces en marcha - Yangyang asintió.

Havva hatun no era exactamente una belleza que todos debían de ver, poseía más un rostro exótico y una personalidad fuerte, todo aquello era la combinación perfecta.

—No corras Havva, se saldrá el bebé si brincas así  - la kalfa le iba regañando, Havva no detuvo su andar y siguió emocionada hacia los aposentos del sultán.

Ashina se había ido a un viaje de expedición por algunos meses, su embarazo había avanzado mucho en aquel tiempo.

—Puede pasar - Havva entro sin demorar.

—Su Majestad - Havva sonaba emocionada, extendió los brazos hacías Ashina y corrió hacía el.

Ashina abrió sus brazos y recibió a la embarazada.

—Lo extrañamos - Ashina acaricio su vientre.

Si aquella joven se enterará de lo oscuro tras su embarazo, seguramente la odiaría de por vida.

—¿Te va bien? - se refirió a su embarazo, Havva asintió.

—Todo va bien majestad, ambos estamos bien.

—Te hice algo - Ashina tomo la caja que estaba en su escritorio y se la tendió a Havva, la joven emocionada la abrió, era un bonito collar de tulipan, era idéntico al color que portaba la gran valide, aquello era muestra clara que la aceptaba como parte de su familia.

—Es hermoso majestad - sus ojos se aguaron, Ashina tomó el collar entre sus manos y le aparto el cabello a Havva.

—Te queda muy bien, llevalo siempre contigo.

—Nunca me lo quitare majestad.

Dilaşud que había pasado una única noche con Ashina, se preparo aquel día para visitar a su majestad, vestido azul, una pequeña corona y un delicado aroma, perfecta a como la gran valide había ordenado.

Al ingresar Ashina estaba en el balcón tomando un poco, se acercó a paso lento y le abrazo por la espalda.

—No te di permiso de abrazarme - Dilaşud se alejo —¿Quieres tomar algo?

—A usted - Ashina suspiro y le tendió una copa —Tomaré todo lo que usted quiera, soy suya.

Ashina asintió y la beso.

—Entonces se obediente Dilaşud - la joven sonrió y tomo todo de un sorbo.

La gran valide Aasiyah observo el harén con tranquilidad, si todo iba a como ella quería, Dilaşud daría a luz a un niño y su mandato estaría seguro.

—Asegúrate de cambiar al niño en cuanto nazca - la kalfa asintió.

—No se preocupe, esta todo listo, una niña se ha preparado.

Una semana después nacieron los mellizos Orhan y Adalet, la valide Ozlem había frustrado los planes de Aasiyah colocando a la joven Havva en sus aposentos privados para que diera a luz.

Yangyang subió a Hülya al caballo, le colo el velo en el rostro y echo a andar en completo silencio.

—Pudiste pedir otro caballo...

—Así me sientes más cerca - Hülya abrió la boca —No es como si tuviéramos dinero Hülya, solo guarda silencio.

—Eres odioso, molesto y tonto - Yangyang asintió —Idiota.

—Te dejaré tirada si sigues así.

—Molesto  -ella suspiro, si bien no tenían mucho dinero, ir juntos en un caballo era incómodo, podía sentir todo su abdomen pegado a su espalda.

—Debes actuar para el plan.

—¿Qué quieres que haga?

—Eres la última mujer con la sangre del antiguo Jin, te odiaran por eso, pero hay algunos soldados que aún pertenecen a Jin, Hülya debes de dirigirlos, debes de decirles que fundaras un nuevo imperio y que estarás a la cabeza, por el antiguo Jin.

—Eso estropeara tus planes.

—Lo que es hoy Han, mañana será Tang, fundaremos un nuevo imperio, una nueva dinastia.

—Es arriesgado.

—Padre lo hizo bien, un periodo corto para Han, pero no merece tener ese trono, no después de que mataran a la mayoria de sus hijos.

—El fratricidio es algo común, algunos lo verán normal.

—No todos  - Hülya asintió.

Si su plan tenia exito, ambos serían emperadores y verían un nuevo amanecer, vengaria a su madre y hermano.

Dilaşud observo a Havva con ambos bebés en brazos, sintió envidia y ganas de golpearla, apesar de meses ahí no había dado noticias.

—No te sientas mal, pronto darás noticias, el mañana para ti sera brillante Dilaşud.

—Esl espero, por que no pienso soportar el rostro alegre de aquella mujer.

—Serás tu pronto, te enviaran con su majestad hoy, alégrate.

Özlem ingreso a los aposentos de Ashina con rapidez, su sonrisa era evidente y su alegría se podría sentir en todos lados.

—¿Por qué tan sonriente?

—Tús hermanos fue asesinados, Kabuto también, ya no tienes rivales.

—Eres cruel madre - Ashina suspiro — ¿Qué haremos con la valide? Casi mata al hijo de Havva.

—Esa vieja Bruja, es momento de pensar en cómo matarla, nos estorba nada más.

—Ordene que comenzarán a darle pequeñas dosis de veneno, pero eso solo es una pequeña medida, debemos hacerla caer.

—Debo de tomar al consejo en manos, me reunire con sus esposas.

—No tuviste hijas, si tuviera una hermana tendría un esposo poderoso.

—Tú eres la hija - Ashina la miro mal — Adoptare una sirvienta, una joven y bonita que se casara con un buen paşa, así tendre influencia.

—Bien madre, ve.

—Ten cuidado con Dilaşud  - Ashina asintió.

El norte era un lugar lejano de la capital, frío y tenebroso, pero no desolado, debido a la constante guerra el poblado cercano había desaparecido.

—Sí ponemos fin a la guerra podremos llevarnos al general.

—¿Cómo le haremos?

—¿Crees que no lo se Hülya? Entrenabas con la espada a escondidas, sabes como luchar, eres buena creando una estrategia, te usaré para ganar esta guerra en el norte.

—Eres un aprovechado y chismoso.

—Acostúmbrate, serás mi esposa - Hülya suspiro —Tomaremos el crédito por la guerra, debes de disfrazte.

—Seré un hombre para ganar poder... patético.

—Patético es morir sin tener venganza Hulya.

Después de siglos regrese con esta historia.

Estuve organizando mis ideas, así que cambios pequeños se vendrán en la trama, esto no afectará lo que ya han visto.

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