Capítulo 12 |Todo bien
Las clases para ser la emperatriz ideal comenzaron para Hülya, la primera concubina real había organizado sus clases y la mayoría del tiempo Hülya estaba ocupada.
—Debes comportarte muy bien hija -dijo Kabuto besando su frente, la joven Princesa asintió.
—Siempre lo hago -sonrió — ahora me retiro -la joven salio directo hacia sus clases, todos los recibía clases de etiqueta, idiomas, cultura, política y más, aunque para algunas personas Hülya no era de sangre pura, era la adecuada para ser la emperatriz.
Ashina termino de poner sus ropas, su madre la ayudo a prepararse, aquel día era su momento de tomar el trono y ser ella la que mandaría para siempre, aunque su abuela había intentado persuadir al consejo le fue de poca ayuda, el gran visir que aún se mantenía en su puesto había declarado que el príncipe estaba listo para ser el sultán.
Por lo tanto aquel día Ashina sería coronada como sultán.
—Vamos hijo -Özlem tomó su mano —Lo harás bien -Ashina asintió, sabía que su madre anhelaba con todas sus fuerzas ser valide, así que aquel día le daría el gusto.
—Vamos -salió directo hacia sus patio para la coronación, Özlem y Aasiyah sultán estaban desde la torre de la justicia presenciando aquel acto memorable.
—¡Laga vida al sultán Ashina, que allah guíe su espada! -aquellos vítores resonaron por todo el patio principal, aghas, visires, el ejercicio imperial y demás estaban ahí, Ashina había tomado el puesto que su madre quería, pero que ella deseaba desechar y huir.
—Mi amado nieto al fin se coronó como sultán, debes guiarlo por el buen camino, como la gran madre sultana dirigire el harén con mano firme como siempre - Özlem la miro de reojo.
—Lo siento madre sultana, su majestad me ha nombrado directora del harén - Aasiyah rodo los ojos.
—¿Tienes experiencia acaso Özlem? He pasado por tres sultanes, así que yo soy la más adecuada - Özlem quiso refutar pero tenerla de enemiga en aquel momento no era adecuado.
En circasia una bella joven de cabellos negros como la noche portaba su hermoso vestido blanco con pequeñas gemas doradas, su padre sostenía su mano y con una pequeña entrada ceremonial ingresaron a la capilla, era una boda pequeña, pero su elegancia la hacía ver de lo más costosa y deslumbrante, la joven de nombre Ekatherina caminaba con alegría, se casaba con su hombre ideal y su vida sería feliz.
Eso fue hasta que en uno de los típicos ataques otomanos se llevó acabo, su vida cambió drasticamente y por quinientas monedas estaba siendo vendida en un mercado de esclavos.
Al llegar al harén otomano su belleza cautivo a todos en aquel lugar, la gran madre sultana la escogió de primera, aquella joven sería entrenada para ser la primera en darle un bisnieto.
Pero en aquel mismo tiempo en circasia, una bella joven de cabellera negra y mirada felina era capturada durante una fiesta de la cosecha, Ivanna fue tomada a la fuerza y fue vendida como carne en el mercado.
Las mujeres circasianas eran conocidas por su indudable belleza, las más hermosas de circasia estaban en el harén imperial otomano.
Y una de ellas lograría llegar alto... si es que se hacían notar.
En una de las remotas islas de Venecia, una hermosa joven de cabellos como el fuego se paseaba por el colorido mercado del pueblo, había llegado de vacaciones de rutenia a Venecia y aquel hermoso lugar había robado su atención.
Eso fue hasta que las campanas sonaron y una estampida de barbaros llegaron, la joven noble fue capturada y vendida, no pudo despedirse de sus padres, de su esposo o amigos, Ágata ni si quiera logro gritar o llorar, cuando vio era vendida por un precio alto en un mercado de esclavos.
Minho era un príncipe muy querido en el Imperio, el emperador compartía varias comidas con el a la semana, compartias citas de libros y caminatas por el jardín, el emperador miraba en el un nieto amado, y Minho miraba en él, el padre que nunca tuvo.
—Príncipe Minho ¿Que libro leerás hoy? - el emperador tomo asiento en su lugar y el príncipe realizó una reverencia y se sentó.
—Es un libro de comedia, vino de un continente lejano - El emperador le insto a comenzar su lectura.
Un príncipe de rostro marcado camino por su pequeño palacio con tranquilidad, sin responsabilidades de un principe el vivía en tranquilidad, cada día mejoraba su habilidad con la espada y vivía el día a día sin peleas por el trono.
Pero no siempre todo es perfecto.
Hülya se sentó en el balcón de sus aposentos a ver la luna, la fecha para su boda se dictaria en aquella noche, se vería su la luna estaba en compatibilidad con el sol o su matrimonio no sería el adecuado.
—¿Le rezas a los cielos? -dijo kabuto desde la puerta —Es bueno tener aunque sea un poco de fe.
—Con un poco no se logra nada, pero la esperanza jamás muere -dijo la joven con una sonrisa.— solo quiero esto para ti... la mujer que alguna vez te desprecio vendrá aquí y te rogara tu perdón y tu ayuda- Kabuto sonrió de lado.
—Si es cierto que deseo verla sufrir, pero se que esa víbora jamás pediría perdón... pero se que la harán sufrir, tengo esa esperanza -susurro — Aasiyah nos desprecio por nuestros rasgos, por nuestro origen, ya llegará el día en que alguien le pasara factura, ahora tú mi querida Hülya, tu tienes que concentrarte en ser alguien que le de esperanzas y resultados al pueblo, eso es lo que tu padre querría para ti.
—No te preocupes madre, prometo ser la mejor y seguir los buenos pasos de mi padre y del abuelo emperador -Kabuto soltó una risa.
—Y quiero nietos... quiero ver a muchos niños correr antes de morir - Hülya dejó de sonreír —Eso pasará en un futuro, no te preocupes, tu madre no morirá aún. - Hülya asintió.
Ashina se preparo para la visita de su madre, discutirian un asunto sumamente importante en aquella noche en el que nadie podía transitar por los pasillos de Topkapi, tal vez el rumbo de la historia otomana cambiaría para siempre con aquella discusión.
¿Pero el imperio estaba listo?
Capítulo 12 listo, espero les guste y voten y comenten para seguir escribiendo.
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