Capítulo 1 |La regente.
La maldición de la anciana decía que cuando el último Tulipán naciera, un sultanato sangriendo iba a surgir.
Estambul finales de 1700.
Horror fue lo que aquellos hermosos ojos azules reflejaban, un cuerpo yacía frente a ella, no poseía carné puesto que esta estaba mordida, una que otra frente a ella en la mesa sobre un plato.
Una figura delgada se chupaba los dedos con tanta paz que ella la envidio. Su rostro reflejaba pura excitación y sus ojos destellaban en maldad pura.
Sabía que aquello era motivo de muerte, pero sus labios se cellaron para siempre.
Debía de proteger a lo único que le quedaba.
Un mes antes.
—Que todos lo sepan, que todos corran la voz, el sultán Aslan ha pasado a la presencia de Allah- dijo un guardia en el mercado, todos se sorprendieron puesto que el sultán gozaba de muy buena salud y era un sultán justo.
El sultán que había salvado al Imperio de una fuerte guerra contra Inglaterra había fallecido dejando al Imperio sin un şehzade que tomará su puesto.
En Topkapi todos estaban en zozobra, puesto que el sultán había dejado escrito que no quería que el trono quedara en manos de sus sobrinos y puesto que sus dos consortes estaban en cinta debería de esperar a ver los resultados.
El trono debía de ser de uno de sus hijos de sangre.
O al menos eso pensaban sus allegados, Özlem hatun cursaba su tercer mes de embarazo, confinada en sus aposentos para que nadie dañase al futuro heredero, si es que era un varón.
Mientras que Kabuto Kadin estaba en su cuarto mes, la suerte estaba de su lado al ser la primera que daría a luz y tenía una niña ya, el futuro de su bebé estaría asegurado al trono.
Pero otros no tenían en mente dejarlas en paz, si querían ver a sus hijos en el trono, debían de matar a las embarazadas.
—Regente -dijo la kalfa haciendo una reverencia, la sultana la miro con enojo y la insto a hablar.
—por favor piénselo bien, ella aun esta embarazada ¿y si Özlem no da a luz un şhezade? -Aasiya alzó la mano y esta guardo silencio de inmediato- Sultana por favor.
—Esa mujer solo da a luz a hijos con rasgos de sus tierras ¡Debe de nacer un príncipe con el rostro de Osman! - la kalfa tembló en su lugar- Esa mocosa debe de casarse con el enemigo para hacer la paz y deshacernos de su inmundo rostro-la kalfa se mordió la lengua y asintió no muy convencida.
Özlem Kadin llegó a Topkapi cuando el Sultán apenas tomaba el trono, el antiguo sultán había fallecido luego de que los rebeldes lo habían emboscado, para ese entonces todas sus consortes principales habían dado a luz a niñas fuertes y la consorte principal había dado a luz a un şhezade.
Pero lamentablemente meses después dio a luz a una niña y murió en el acto causando que el mal que habitaba en topkapi aprovechará aquello y el recién nacido şhezade murió a manos de terceras personas.
Aslan había intentado tener otro şhezade, cada noche recibía a distintas concubinas pero algunas morían a los días o simplemente sus esfuerzos no dieron resultados.
Hasta que llegaron Özlem hatun y Kabuto Kadin, la segunda dio a luz a una niña años después a los veinticinco años de su majestad una nueva princesa nacía, dos años después Kabuto quedó embarazada nuevamente y Özlem Kadin finalmente quedó embarazada.
Luego de que Aslan recibió aquellas noticias murió de una terrible enfermedad, una concubina que ingreso a sus aposentos como parte de su ritual, lo infecto con la peste y finalmente días después se rindió a la muerte y con ello el fallecimiento de varias concubinas y princesas.
Todo un caos por espías que buscaban acabar con el gran imperio otomano, al fallecer el joven sultán, su joven madre que no había sido nombrada Valide, a pesar de ser la madre de el sultán y de llevar años desde que su hijo subió al trono, se hizo cargo del imperio a espera de que sus nueras dieran a luz.
Pero para Aasiyah, Kabuto Kadin era solo un obstáculo en su camino, la joven concubina era de origen asiático y su imperio tenía problemas con el imperio otomano, la joven había sido la princesa de China hasta que la dinastía Jin cayó en desgracia y la dinastía Han tomo su lugar.
Kabuto fue ofrecida por la dinastía Han para deshacerse de los últimos descendientes de la dinastía Jin, al llegar a Topkapi fue ignorada por todos y finalmente el sultán la encontró en el jardín llorando al haber perdido el anillo que su madre le heredó, finalmente Kabuto ingreso a la hasoda y se ganó el favor de su majestad.
Pero Aasiyah sultan no estuvo de acuerdo con aquello y logró sacarla de sus aposentos, pero ingreso nuevamente y quedo embarazada por segunda vez.
Kabuto y Aasiyah tenían un fuerte conflicto, Aasiyah odiaba a los descendientes de dicha mujer y Kabuto simplemente ignoraba que su suegra existía.
Ahora la recién dinastía Han, había cambiado de emperador y esperaba formar lazos con la dinastía otomana, Aasiyah sabía que aquella era su oportunidad de deshacerse de Kabuto, así que su plan era ofrecer a su pequeña nieta Hülya en matrimonio y enviar a Kabuto lejos de Estambul.
Aquella jugada podía ser su peor error o su mejor victoria, si la Dinastía Han decidía atacar a los otomanos por ofender los por enviarles a la última descendiente de los Jin, pero estaba dispuesta a tomar aquel riesgo.
-Todo por el bien del imperio
-Regente -entro un agha- ya esta listo el consejo -la mujer se ajustó su velo y salió directo hacía el diván.
Los hombres le hicieron una reverencia y la Regente se coloco detrás de las telas, los hombres se vieron entre si antes de comenzar a hablar.
La mujer no era de su agrado, sabían que si ella hacía aquella jugada el imperio sufriría grandes consecuencias.
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