Capítulo XXXII
—¿Creen que Alan y Liena estén bien? —Pregunto Clara, triste mientras acariciaba al Híbrido al que había domesticado.
—Hmp, tranquila..., esos dos son duros. Estarán bien -Le dijo Leo, pareciendo tranquilo, aunque realmente estaba preocupado por sus amigos.
Llevaban varias horas viajando y no se habían detenido en ningún momento, a pesar de la preocupación que sentían por sus compañeros; Alan y Liena.
Tanto se habían alejado de su anterior ubicación que era muy poco probable que volvieran a reunírse.
Solo podían esperar llegar al Eden con la esperanza de volver a reunirse todos ahí pero aún faltaban varios días de viaje para eso.
—Nos detendremos aquí por hoy —Dijo, deteniendo el vehículo en medio del bosque.
—¿Que? ¿Por que? —Le preguntó Hanna.
Detenerse a pasar la noche en un bosque lleno de bestias peligrosas definitivamente no era una buena idea.
—No hay energía suficiente —Explicó Leo.
En todo el tiempo que había pasado desde que se volvieron miembros oficiales del E.R.E y desde que Abigail les entregó su vehículo, Hanna había sido la que menos tiempo había dedicado a aprender las funciones que este tenía.
—Oye, oye... ¿Como que no hay suficiente energía? ahí dice que aún nos queda suficiente así que podemos seguir moviéndonos —Dijo otra vez Hanna, mirando un dispositivo que indicaba la energía restante con la que contaban.
Abigail suspiro con pesadez, preguntándose por qué siempre todos ellos cuestionaban sus decisiones a pesar de que ella era la más experimentada del grupo. Si decía algo los otros simplemente tenían que estar de acuerdo con ella.
—Si continuamos avanzando nos quedaremos sin energía y en caso de ser atacados no podremos hacer nada —Les explicó. Luego fue a la parte trasera del vehículo y se acostó en una de las pequeñas camas que habían allí—. Es mejor reservar un poco para una situación así.
—¿No se suponía que la energía se cargaba con el sol? —Volvió a preguntar Hanna, torpemente, lo que solo hizo que la paciencia de Abigail disminuyera aún más.
—Estuvimos usando la fuente de energía del vehículo en la base... Y cuando nos tuvimos que ir no fue como si hubiéramos tenido tiempo de recargar energía —Le dijo Abigail, sin voltear a verla y con un claro tono de sarcasmo.
—Ok, ok, pero no tenias que enojarte —Realmente ella no habia preguntado con la intención de hacer enojar a Abigail.
Abigail solo ignoró a Hanna, se cubrió los ojos con un pequeño trapo y dijo en voz alta:
—Bueno, eso fue todo por hoy... Yo voy a dormir. Y espero que nadie me moleste.
Los demas, excepto Leo, también se acostaron para descansar, él se quedó en silencio haciendo guardia para vigilar que ningún Híbrido se acercara a ellos, pero, luego de varias horas el sueño lo venció.
Ahora todos estaban profundamente dormidos y expuestos a cualquier amenaza.
Y, como era de esperar, la suerte no estuvo de su lado esa noche...
[...]
Fueron despertados por los fuertes golpes que recibió el vehículo.
—¡Salgan Ahora! —Se escuchó una voz desde afuera.
Alertados por aquel llamado se reunieron en la zona de carga, en donde dormía Abigail.
—Oye, oye —Le dijo Hanna, casi en pánico mientras la movía para despertarla, pero, Abigail parecía no querer hacerlo.
—Ey, despierta —Le dijo esta vez Leo—. Estamos en problemas.
Él le quitó a Abigail el trapo que tenía cubriendo su rostro y ella lo miró fijamente.
—Los odió... —Dijo antes de levantarse.
Los chicos voltearon a verla, esperando que ella tuviera alguna idea para salir de esa situación. Ella por su parte solo arregló su traje y ocultó una simple navaja en su cinturón.
En realidad Abigail estaba al tanto de todo lo que estaba pasando ya que se despertó al escuchar pasos y susurros afuera del vehículo, sin embargo, sabía que en esa situación lo único que podía hacer era negociar con quienes fueran los que estuvieran afuera.
—Salgamos —Dijo, con seriedad, una vez que estuvo lista.
—¡¿Pero si hacemos eso no nos mataran?! —Exclamó Hanna, preocupada y temerosa.
—Si quisieran matarnos lo habrían hecho cuando dormíamos —Dijo con tono sarcástico—. Ahora, bajen del vehículo o entonces sí nos van a matar.
Abigail presionó un botón que hizo que la puerta, de la parte de carga del vehículo, se abriera. Luego salió sin más a confrontar a quienes estuvieran afuera.
Y no tardó en verlos...
Eran un gran grupo con muchas personas armadas, los tenían completamente rodeados con sus vehículos, bloqueando cualquier camino por el que pudieran intentar escapar.
Si cometían un error sería el fin.
—¿Necesitan algo? —Les preguntó, con un tono precavido pero manteniendo su tono sarcástico.
—Queremos a la chica del cabello blaco. Si la entregan podrán irse tranquilos —Dijo el que parecía ser el líder: un hombre robusto, vestido con una capucha arapienta que cubría casi todo su cuerpo, y una mascarilla negra que cubría la parte inferior de su rostro.
"Sí vienen por Clara seguramente fueron enviados por los progenitores" Pensó Abigail, trató de analizar rápido la situación pero entonces...
—¡¿Y que si no la entregamos?! —Interrumpió David saliendo del vehículo, sonando altanero y ganándose una mirada muy severa por parte de Abigail.
Esa protesta de David enojó internamente a Abigail, no estaban en una posición para negociar.
Abigail esperaba que esos hombres fueran unos simples saqueadores con intenciones de robarle sus cosas, pero, no había pensando en una situación donde ellos exigieran que le entregaran a Clara. Y ahora David se atrevía a negarse desde el principio a la petición.
—No seas imprudente —le susurro Abigail a David, tomándolo por el brazo para evitar que hiciera algo estúpido—. Si no hacemos lo que dicen nos mataran a todos.
Manteniendo una aptitud calmada ella caminó al frente con ambas manos levantadas, acercándose más al líder de aquel grupo armado, los cuales, al verla caminando hacia su líder, amenazaron con disparar.
—Tranquilos, no pondremos resistencia —Dijo ella, con una voz tranquila— pero iremos todos con ustedes.
Eso último que había dicho sorprendió a los demás. Ninguno esperaba que ella simplemente decidiera entregarse.
—Eso no podrá ser. Tengo órdenes claras y es llevar solo a la chica —Explicó el hombre, volteando a ver a Clara quien ya había salido del vehículo y se había parado al lado de Hanna.
Abigail pareció pensarlo un rato, moviendo levemente su cabeza de un lado a otro, y luego hablo:
—Entonces solo yo iré con ella. No creo que una persona más importe ¿O sí? —Comento, está vez con una voz y risa burlona.
Estaban rodeados, con una gran desventaja numérica y sin posibilidad de escapar, oponerse a lo que ellos pedían sería buscar una muerte segura.
Y Abigail era consciente de eso, pero, no podía solo entregar a Clara. Su hermana le había pedido que protegieran a la chica.
—Ya lo dije, no pondremos resistencia, pero, deja ir a mis compañeros a salvo. Apenas son unos novatos que posiblemente mueran sin mí para guiarlos —Habló, de una forma algo dramática.
El hombre lo pensó un rato y luego, suspirando con pesadez, dio su respuesta:
—De acuerdo, tú y la chica vendrán con nosotros, los demás podrán irse.
Eso bastó para calmar un poco a Abigail. Aunque no sabía lo que podría pasarle a Clara y a ella al menos sabía que los demás estarían a salvo. De lo que sí estaba muy segura era que el hombre frente a ella no parecía alguien sanguinario, que asesinaria solo por asesinar, sino que parecía ser alguien muy racional y comprensible.
Los chicos vieron con atención como Abigail hablaba con aquel sujeto y, con lo poco que habían escuchado, ya sabían que decisión había tomado.
Abigail regresó con ellos y dijo:
—Nos vamos con ellos Clara —Habló sin vacilar.
—¡¿Que?! —Exclamaron todos a la vez.
Sara los había enviado lejos de Edén para proteger a Clara pero ahora Abigail decidía entregar a la chica que, su hermana, le había pedido proteger.
—¡¿Enserio vas a entregar a mi hermana?! —Protesto David.
—Sí —Respondió con una actitud relajada, mientras escribía algo en una libreta que había sacado de su bolsillo.
El chico continuó diciendo varias cosas, mostrando su desacuerdo con Abigail. Ella, por su parte, solo lo ignoraba, realmente no le interesaba escuchar las decisiones sin sentido que un novato podría tomar. Y después de un rato, cuando David terminó de decir todo lo que quería, Abigail lo miró y le preguntó:
—¿Entonces prefieres que nos maten a todos aquí mismo y que se lleven a Clara igual?
David no supo que responder a eso. Como siempre, Abigail tenía razón. Pero aún sabiendo eso no estaba dispuesto a entregar a su hermana.
Abigail continuó ignorando a David y está vez se acercó a Leo.
—Regresen al pueblo. Trataré de ponerme en contacto con ustedes lo más pronto posible —Le dijo, luego le entrego el papel en el que había escrito—. Dale eso a mi hermana.
—Pero, ¿Como harás eso? -Le preguntó Leo. Básicamente ella se estaba entregando como una prisionera, ¿Como podría ponerse en contacto?
—Solo lo haré —Aseguró Abigail. Luego se volteó hacia Clara—. ¿Ya estás lista? —Le preguntó, pero solo obtuvo una mirada de duda de Clara—, por tu hermano... Hazlo si no lo quieres ver morir.
Clara trago saliva, no quería que nada le pasara a su hermano, ni a ninguno de sus compañeros. Entendió que Abigail había tomado esa decisión para protegerlos a todos. Respiró hondo y armándose de valor decidió irse con ella.
—Esta bien.
Con la desición tomada ahora solo quedaba despedirse.
Hanna, entre lagrimas, abrazó a su mejor amiga. Leo también abrazó a la chica de cabello blanco.
David abrazo a Clara y le susurró al oído:
—Ire por tí...
Tras esa amarga despedida Abigail y Clara comenzaron a caminar hacia el otro grupo.
Luego, dos sujetos se acercaron a ellas, le ataron las muñecas con unas cuerdas.
-Suban -Ordenó el líder, abriendo la puerta trasera de su vehículo.
Clara fue la primera en entrar al vehículo, y luego lo hizo Abigail. Y tan pronto como se subieron el vehículo comenzó a moverse. La joven dirigió su vista a sus amigos, esperando volver a verlos pronto, pero, a la vez con el temor de no saber lo que le esperaba.
Por su parte, el resto de los chicos veían como Clara y Abigail se alejaban más a cada segundo.
Con un trago de amargura David, Leo y Hanna subieron a su vehículo y retomaron el camino de regreso al Eden.
Lo que había sido un grupo de siete personas ahora era solamente de tres.
¿Como le explicarían la situación a Sara?
=== Fin de la primera parte ===
Les agradezco a todas las personas que llegaron hasta este punto de la historia.
Quiero decirles que está historia se volvió mucho más larga de lo que había planeado por lo que decidí dividirla en tres partes de las cuales una de ellas será una precuela en donde se explorará el pasado y como inicio la era de las bestias.
Mientras tanto, antes de publicar las otras partes de la historia, quiero corregir esta misma y hacerla mejor.
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