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Capítulo XXX

Varios días atrás en: El Edén.

El caos se había desatado en el pueblo cuando sus habitantes se enteraron de la habilidad de Clara para controlar a los Híbridos y que por eso, seguramente, habían sido atacados.

Ahora, Edén estaba divido en dos grandes grupos.

Muchos querían entregar a Clara a sus enemigos, o incluso matarla, argumentando que nunca estarían seguros con ella allí.

Y habían otros, aunque muy pocos, que apoyaban la idea de tener a Clara con ellos ya que reconocían que su habilidad podría ser una gran ventaja para enfrentar a los Híbridos y a otros posibles enemigos.

Al ver a su gente dividida e insegura, Sara intentó hablar con ellos y explicarles que Clara ya no estaba en el pueblo y que su habilidad para controlar a los Híbridos podía ser una gran ayuda, pero, muchos no confiaban en sus palabras y pensaban que Sara tenía a Clara oculta en el Búnker ya que desde que el Búnker fue encontrado Sara, los Altos mandos, y varios de los mejores soldados del E.R.E se la pasaban en ese lugar.

Para Sara ya se había vuelto una costumbre reunirse día a día en el búnker con los Altos Mandos de Eden y los líderes de cada escuadrón para mantenerse informada de todo lo que las disputas estaban causando.

—Saquearon casi la mitad de las provisiones de emergencia del almacén —Explicó una mujer— y se rehúsan a reponerlo.

—¿Trajeron las armas del cuartel para acá como se los dije? —Le preguntó Adam a un soldado que estaba cerca de él.

Cada uno de los que estaban presentes en esa reunión hablaban a la vez contando todos los problemas que sus equipos tenían. La falta de orden y de organización irritaba a Sara, como líder, su trabajo era mantener el orden en el pueblo, y estaba fallando.

—Esto ya se está saliendo de control —Exclamó Sara apoyando ambas manos sobre la mesa—. Qué Dan no esté de acuerdo conmigo es aceptable pero está haciendo que nuestra gente se peleen entre ellos.

Sara estaba enojada por las cosas que estaban sucediendo en el pueblo. Como líder, era su deber mantener todo en orden y funcional, pero, desde que la situación de Clara se dio a conocer el líder del Kaldya, Dan, se mostró en desacuerdo con las decisiones de Sara y poco a poco más personas lo fueron apoyando. Él era el principal responsable de la inestable situación que estaba ocurriendo en Edén.

—¿Por cierto dónde está Sander? —Pregunto con molestia al no verlo aún allí.

—¡Capitana! —Interrumpió un soldado de repente.

—¿Que pasa? —Preguntó volteandose hacia el soldado.

—Se han apoderado del cuartel y tienen rehenes —Explicó respirando de forma agitada por el cansancio.

Al oír eso la mirada de Sara cambió a una de enojo, bastaba con verla para saber que estaba muy molesta. Suspiró para calmarse y luego habló:

—Mas le vale a Dan no lastimar a mi gente... —Dijo sonando amenazante mientras caminaba para salir del búnker y regresar al pueblo a ver la situación seguida por los demás.

Al llegar al pueblo encontró a mucha gente reunida en la entrada del cuartel.

—¡¿Que rayos está pasando aquí?! —Exclamó Sara apartando a las personas para llegar al frente.

Habían colocado un monitor en la entrada principal del cuartel de tal forma que todas las personas de afuera vieran lo que pasaba dentro. Sara caminó hasta un pequeño aparato que estaba en la pared junto a la puerta y presionó un botón, era un intercomunicador.

—¡Dan, explícame ésto! —Dijo manteniendo pulsado el botón esperando una respuesta mientras observaba la escena que ocurría dentro del cuartel en el monitor.

Pasaron pocos segundos para que alguien le respondiera.

—Entrega a la Chica o tu gente muere —Dijo la voz del otro lado. Era Dan, el líder de Kaldya.

En el monitor se podía ver cómo él tenía a varias personas, seis en total, arrodilladas en el piso y amenazaba con acabar con sus vidas.

—Ya te dije que ella no está aquí —Respondió Sara con el ceño fruncido y con un tono serio.

—Entonces dime en donde está.

—No lo haré. Ya he comprado que hay muchos traidores en este pueblo. Esa información es secreta.

—Ya que lo pones así... —Dijo el traidor tomando a una chica que tenían como rehén y arrodillándola delante de él— no me dejas de otra.

Y así, con mucha frialdad, Dan disparó el arma acabando con la vida de la chica.

—No es personal. Solo quiero lo mejor para mi gente. Traiganlo —Les dijo a dos de sus hombres. 

Venía con otro rehén. Le habían colocado un saco en la cabeza para ocultar su rostro, pero, bastaba solo con ver la fuerte contextura de su cuerpo para saber quién era esa persona que tenían capturada.

Los hombres de Dan pusieron de rodillas al rehén y luego le quitaron el saco de la cabeza. Era Sander. Su cabeza sangraba tanto que la sangre bajaba por su rostro y por su cuello. Además, lo habían amordazado y golpeado tanto que su cuerpo tenia muchos moretones. Aún así, él levantó su mirada y vió a Dan con un enorme odió. Para haberlo atrapado seguramente lo habían noqueado de una manera furtiva mientras estaba ocupado en algo importante. De otra manera, sería imposible que lograrán tomarlo de rehén.

Sander miro mejor su alrededor y vio el cuerpo de la chica a la que Dan había matado momentos atrás.

—Eres un maldito cobarde —Le dijo Sander a Dan con mucho desprecio en sus palabras.

A Dan pareció no importarles las palabras de Sander y caminó hasta pararse junto a él.

—¿Dejaras morir a otro de tus compañeros? —Le preguntó a Sara mirando hacia la cámara como si estuviera hablando frente a frente con ella.

Sara no respondió: sabía qué poner la vida de una persona por sobre la vida de muchas otras era algo que un líder no se podía permitir. Y Sander sabía eso.

Su muerte no sería culpa de Sara, solo de él. Por descuidado se dejó sorprender y ahora estaba ahí, a punto de morir. Entregándose a la muerte, el Sargento cerro sus ojos esperando a que Dan presionara el gatillo del arma.

—Tomare ese silencio como un sí —Dijo Dan y, en un instante, acabó con la vida de Sander disparando el arma sin siquiera mirar a su víctima.

El cuerpo de Sander cayó inerte en el piso y un charco de sangre se formó en pocos segundos.

Ver aquella escena hizo tensar todo el cuerpo de Sara. La ira invadió rápidamente su ser. Casi se podía ver cómo sus ojos se volvían rojos.

—Lo que vayas a hacer yo lo haré también —Le dijo Adam al ver sus intenciones. Tenía el deseo de vengar la muerte de su padre.

—Tú ya sabes que hacer. Y seré yo quien se encargue de matarlos —Le dijo Sara dándose la vuelta para irse de ahí—. Esto no tomará mucho tiempo...

Dominada por la ira en su interior, Sara, caminó hasta salir del pueblo y fue de regreso al Búnker. Ahí aún habían muchas armas que no habían sido repartidas entre los soldados del E.R.E. Tomó una pistola con silenciador y algo de munición. Luego caminó hasta el laboratorio principal en donde estaban Dianna, Kyala, Ethan y algunas otras personas.

—Tú, quiero que me digas todo lo que esté pasando en la entrada y dentro del cuartel —Le ordenó a Ethan mientras se colocaba un intercomunicador en la oreja.

El chico no tardó mucho tiempo en interferir la señal de las cámaras del cuartel y mostrar lo que captaban en la pantalla de su computadora.

Con eso listo Sara salió otra vez del búnker y caminó en sentido contrario al pueblo hasta llegar al borde de un agujero.Y después saltó a su interior. Ahí estaba una vieja puerta de madera cubierta por muchas lianas que ocultaban un túnel que servía para llegar al pueblo sin ser vistos. 

Era el mismo pasaje que Sander y los demás habían usado para llegar al pueblo el día en que los atacaron. Solo los Altos mandos conocían la existencia de este.

Haciendo un poco de fuerza abrió la puerta y entró en ese oscuro lugar iluminando su caminó con una pequeña linterna. El pasaje tenía varias entradas o salidas dentro y fuera del pueblo e incluso dentro del cuartel lo que permitía desplazarse sin ser detectado por alguien.

Sara avanzó durante varios minutos y luego tomó el pasaje que llevaba hacia el cuartel. Y finalmente se detuvo frente a una reja que bloqueaba un ducto de ventilación.

—Bien, Adam estoy dentro. Haz tu parte —Habló através de un aparato que tenía en su muñeca. Y, sin esperar respuesta, removió la reja y entró en el estrecho ducto.

Sus enemigos eran los que estaban dentro del Cuartel. Y ellos seguramente no tenían ni idea de que ella también estaba allí ahora y con intensión de asesinarlos a todos.

Avanzó por el ducto haciendo el menor ruido posible y deteniéndose cuando escuchaba pasos acercándose. Tardó cerca de tres minutos hasta que salió de ese lugar.

Una vez fuera empuñó su arma y se preparó para asesinar a cualquiera con quién se encontrará. Todos los que estaban en el cuartel eran sus enemigos en ese momento, así que no les tendría piedad.

—Ethan dime en donde están mis enemigos —Le habló al chico que vigilaba las cámaras en el búnker.

Confiaba en que Adam había llamado la atención de la mayoría de los traidores en la entrada del cuartel, pero, sabía que Dan no era alguien estúpido que enviara a todos sus hombres a lidiar con una amenaza sin dejar ningún guardia para cubrirlo. Y necesitaba a Ethan para saber la posición de los pocos que quedaban vaciando guardia por el lugar.

Estando alerta comenzó a avanzar por los pasillos para llegar a la sala de control. Ethan rápidamente le informo cuantos enemigos quedaban y cuales eran sus ubicaciones, algunos estaban en pareja y otros completamente solos. Y sería por esos últimos por los que iría primero.

Cuando iba a doblar en una de las esquina vio a dos hombres armados saliendo de una de las salas, no lo pensó dos veces y rápidamente les disparó con sus armas. No tuvieron tiempo de reaccionar. La puntería de Sara era sorprendente y más lo era su voluntad para matar. Continuó moviéndose por el cuartel matando uno a uno a sus enemigos

Cuando llegó a la entrada de la sala en donde estaba Dan y el resto de su gente entró sin pensarlo dos veces. La puerta nunca hacia ruido al abrirse así que nadie se dio cuenta de su llegada. Con velocidad y eficiencia levantó su brazo con su arma y asesinó a los cuatro compañeros de Dan.

—¡Te dije que me traigas a Sara! —Exclamó Dan molesto hablando con Adam por los radios sin darse cuenta de que Sara está allí y había matado a sus compañeros. No fue hasta que escucho el click de un arma siendo cargada a sus espaldas que supo la situación en la que se encontraba.

—Esperame en el infierno —Le dijo a sus espaldas y sin más disparó a la cabeza de Dan.

Y con la muerte de Dan su matanza había terminando.

Dan había matado solo a Sander y a los otros seis rehenes pero ella sola había matado a veinte personas armadas como si fuera algo muy fácil. Solo faltaban aquellos que habían ido a resguardar la entrada del cuartel para que nadie entrara y Adam solo estaba esperando el momento para acabarlos.

Sara caminó hasta un panel que servía para controlar las diferentes puertas de cuartel y sin tardarse demasiado abrió la enorme puerta principal dejando a los hombres de Dan sin un lugar seguro para cubrirse y a Adam y a su grupo paso libre para acabar con lo traidores.

Con la matanza terminada Sara convocó a todos los líderes a una reunión ese mismo día.

—¡No voy a tolerar más estas estupideces! —Exclamó en voz alta y golpeó con ambas manos la mesa en donde todos estaban sentados. Estaba molesta, sus aliados habían matado a su gente, pero, sabía que no todos eran culpables y participes de esa traición—. Ustedes están en Mí pueblo —Enfatizó—. No harán lo que les venga en gana, sino lo que yo diga.

Sara se detuvo un momento y miro a sus aliados. Todos guardan silencio y para ella eso era lo mejor, de lo contrario podría matarlos ahí mismo. Lo de Dan les serviría como advertencia si pretendían traicionar la nuevamente.

—Ya les dije que la chica, Clara, no está en el pueblo —Dijo luego de soltar un suspiro—. La envíe lejos hasta que controle su habilidad. Nuestro pueblo necesita fuerza no sentimentalismo. Veo una gran oportunidad en esa chica y su habilidad para controlar a las Bestias..., y pienso usarla bien. Díganme... ¿Acaso soy la única que quiere Venganza? ¿Soy la única que está dispuesta a luchar? Voy a suponer que no. Entonces yo usaré a esa chica como mi mejor arma y si alguno de ustedes tiene problemas con mis desiciones tendré que acabarlos —Finalizó y sin más salió de la sala. Ahora que no estaba Sander dirigir a todos en el pueblo sería más complicado. Ahora tenía mucho trabajo que hacer.

—Si no la conociera pensaría que está loca —Le comentó Troy a Dianna mientras veía a Sara irse.

—Es como ella dijo, necesitamos fuerza no sentimientos —Respondio Dianna con seriedad—. Nuestros enemigos nos superan en fuerza, necesitamos un líder como Sara si queremos luchar contra ellos.

[...]

—Y eso fue lo que pasó... —Dijo Kyala terminando de contar todo lo que había sucedido últimamente en Edén.

—Sí... Así es mi hermana. Era de esperar que actuará así luego de que Dan matará a Sander —Dijo Abigail tras soltar un suspiro. Luego voltio a ver a Clara—. Ella se está preparando para una gran batalla y quiere que tú seas su mejor arma.

—¡Clara no es un arma! —Protestó David—. Ni siquiera sabe en donde están nuestros enemigos ¿Como planea atacarlo?

—Mi hermana no es la líder por nada ¿Sabías? Estoy segura que ella puede averiguar en dónde están. El punto es... —Le habló a Clara— ¿Tú vas a ayudarnos en esto o no?

Dudosa de sí misma Clara miro a su hermano de un manera comprensiva, entendiendo que él se preocupaba mucho por ella, pero, también entendía que su nueva habilidad podía ayudar a enfrentar a los Híbridos y salvar a muchos personas.

—Aun no soy buena controlando mi habilidad —Dijo acariciando al Híbrido gran gato con cuernos que estaba a su lado—. Pero me esforzaré para cumplir las espectativas de la líder.

Abigail sonrió levemente luego de oír las palabras de Clara.

—¿Y que opinan ustedes? —Les preguntó a Alan, Liena y los demás.

—Hare lo que ustedes decidan hacer —Respondió Alan cruzado de brazos mirando a sus amigos.

—Yo creo que todos vamos a morir —Dijo Liena sarcásticamente. Pero, en realidad todos sabían que a pesar de su forma de hablar ella estaba dispuesta a apoyarlos en cualquier cosa.

El único de los presentes que estuvo en desacuerdo fue David. No quería que usarán a su hermana como un objeto.

—Bien, escuchenme ahora —Esta vez fue Sara quien habló através del comunicador—. Prepárense lo mejor que puedan. Ayuden a Clara a dominar su habilidad, de ser posible quiero que se vuelva capaz de controlar a varios Híbridos de Nivel 5 —Ordenó. Sus palabras parecían fría pero, como líder, debía hablar así—. Hace varias tiempo envié a William junto a dos escuadrones con los mejores rastreadores para localizar la base enemiga comenzando por los dos bunkers que aparecían en el diario de Alan. También tengo a Ethan intentando averiguar la ubicación de los demás búnkeres de T.F.T y a Dianna y Lorraine las tengo  fabricando explosivos, municiones, armas y todo lo que nos haga falta.

Sara continuó contándoles todas las preparaciones que estaban haciendo en el pueblo para la batalla que se avecinaba. Eran muchas para el poco tiempo que había pasado.

—Nos vendría bien piezas para construir vehículos. Les encargo eso a ustedes, cuando las tengan enviaré a un grupo por ellas —Dijo Sara y sin nada más que decir dejo a Kyala hablando con los demás

—Bueno, creo que eso es todo por ahora. La jefa ya quiere que volvamos al trabajo —Habló Kayala con tono bromista despidiéndose de sus amigos. Luego apagó el comunicador.

Y así como Sara les había ordenado comenzaron a prepararse para la batalla. Clara entrenaba más tiempo con los Híbridos y Alan la ayudaba y cuidaba siempre para que no saliera lastimada; Leo y David salían a cazar en los alrededores de la base; Liena iba a explorar las ruinas de la ciudad para encontrar cosas útiles y Hanna se encargaba de cuidarla con su rifle desde el techo de la base; y Abigail trabajaba con las piezas que Liena le traía.

==== Fin Del Capítulo ====

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