Capitulo XXIV
Sander y los demás intentaban llegar al pueblo lo más rápido posible, todos seguían al Teniente pero él no corría hacia el pueblo sino que en dirección contraria.
-¡El pueblo es hacia el otro lado! -Habló Liena, diciendo en voz alta lo que todos pensaban en ese momento.
Sander no se detuvo y siguió corriendo y, como era de esperarse, todos lo siguieron.
Llegaron a un tipo de zanja en la tierra donde por fin se detuvo el Teniente.
-El pueblo está siendo atacado -Decía mientras retiraba muchas lianas que recorrían las paredes de la zanja-. Llegar directamente solo haría que nos maten.
Sander termino de quitar las lianas revelando una vieja puerta que al abrirla mostraba un túnel con dirección al pueblo.
-Es mejor llegar sin que nos vean -Agregó y sin pensarlo mucho tiempo se adentró en el túnel.
Los demás comenzaron a seguirlo por ese túnel hasta que finalmente salieron en los talleres del Cuartel.
-Sepárense —Ordenó Sander moviéndose lo más rápido posible—, los que no tienen armas busquen algunas, protejan a toda nuestra gente y ayuden lo más que puedan en la batalla.
Luego de indicarles que hacer corrió hacia la entrada del pueblo, allí estaba su hijo, Adán, liderando a un pequeño grupo de soldados del E.R.E que servían como primera línea de ataque y defensa.
-¡No dejen que lleguen al muro! -Grito Adan, mientras le disparaba con un subfusil a los Híbridos.
La estrategia que Adán había ideado para mantener a raya a los Híbridos parecía funcionar. Era simple; usar las armas sonicas para acabar solo con los Híbridos grandes y armas de fuego para acabar, o al menos retener, a los Híbridos más pequeños que intentarán llegar al muro el tiempo suficiente como para que las armas sonicas vuelvan a estar preparadas para otro disparo.
-¡Sander, hasta que llegas! -Escuchó la voz de Williams-. Hemos llevado a los niños y a los ancianos al Cuartel y les hemos dado armas a todos los que puedan luchar.
Como dijo Williams todos en el pueblo tenían un arma, pero, no todos tenían una de fuego. Algunos tenían espadas, lanzas y otros tenían sus arcos y todos estaban preparados para la batalla en caso de que el muro fuese destruido.
El muro comenzó a retumbar.
Los Híbridos poco a poco llegaban y arremetían contra el muro. El miedo se hacía presente en el rostro de muchas de las personas que esperaban el momento en el que los Híbridos finalmente lograrán pasar el muro. Era normal, muchos de ellos ya habían vivido la misma situación antes y sabían lo difícil que era salir con vida de un ataque así.
-¡Esto no se ve bien! -Exclamó Sander mientras pensaba rápidamente en un plan- ¡¿Donde esta Lorraine?!
-¡Está dirigiendo al equipo médico en el cuartel! -Exclamó Williams mientras le disparaba a los Híbridos.
Sander corrió hasta el Cuartel para buscar a Lorraine, dudaba que tuviera lo que necesitaba ya que los materiales para hacerlo lo que quería eran difíciles de conseguir y fabricar, sobre todo ahora que no tenían un buen equipo para ir de expedición.
Cuando llego al Cuartel se tuvo que abrir paso entre una gran cantidad de personas que corrían de un lugar a otro preparándose para defenderse.
Después de varios minutos buscando finalmente encontró a Lorraine, estaba atendiendo a un hombre que había sido herido por su propia arma cuando el mecanismo de disparo falló y causó que la bala estallara dentro del cañon causándole daño.
-¡Lorraine! Te estaba buscando.
-¿Para que? -Cuestionó ella mientras comenzaba a vendar el brazo del hombre-. Estoy ocupada aquí Sander.
-¡Necesito todos los explosivos que tengas! -Exclamó apresurado pero a la vez con calma.
Lorraine solo se limitó a decirle en donde estaban así que él fue y los tomó todos, no eran muchos pero eran suficiente para su plan.
Sander volvió a correr hasta el muro, llamó a Williams y a su hijo y le explico lo que pensaba hacer con esos explosivos.
[...]
-Esas Armas son un problema.
Jackson hizo una seña y uno de los sujetos que los acompañaban, específicamente una mujer, caminó hacia uno de los Vehículos que estaban con ellos y sacó de él un gran rifle.
-Balas fragmentarias -Volvió a hablar mientras tomaba una de las balas del rifle y la inspeccionaba-, explotan al hacer impacto causando una pequeña explosión pero suficientemente potente como para matar a una persona en un rango de un metro.
-Si... como digas -Dijo la mujer que cargaba el arma-. Esos detalles no me interesan.
La mujer posicionó el arma en un árbol caído, preparándose para disparar. Apuntó hacia su primer objetivo; un soldado que estaba en una de las torres detrás del muro y que estaba usando una extraña arma que causaba explosiones.
—Ahí va el primero —Dijo disparando su arma y matando a la persona que protegía el pueblo—. ¿Mato solo a los que están en las torres? —Le preguntó a su líder.
—Sí, no quiero que todos en ese lugar terminen muertos por nosotros —Dijo el hombre—. Necesitamos completar la misión.
La mujer continuó disparando el arma matando a los guardias del pueblo, aunque fallaba algún que otro disparo la bala explotaba al impactar con cualquier cosa cercana a su objetivo.
Con los guardias muertos los Híbridos pudieron arremeter contra el muro sin seguir muriendo. Cada vez que embestían el muro este mismo temblaba al recibir los fuertes impactos, a pesar de estar reforzado en algunas partes con hierro era notable que no aguantaría mucho. Los Híbridos continuaron hasta que lograron derribar el muro. Con velocidad comenzaron a correr hasta el interior del pueblo, pero, salieron volando en pedazos luego de que varias y fuertes explosiones ocurrieran.
-Vaya... -Ironizó Jackson.
Otro grupo de Hibridos comenzó a correr rumbo al pueblo pero al igual que anterior también fue erradicado, solo que esta vez no había sido por explosiones sino debido a una lluvia de balas.
-Así que tenías razón con esto -Le dijo a un hombre que estaba parado a su lado.
-Sander es muy predecible. Ya esperaba que usaría los explosivos de Lorraine para algo así.
-Avancen -Ordenó Jackson por un pequeño comunicador que tenía en su oreja y ya no solo eran los Híbridos que se dirigían al interior del pueblo sino que ahora todas las personas que habían venido con Jackson se dirigían a atacar.
[...]
-¡Ahí vienen! -Gritó uno de los vigilantes del pueblo viendo cómo los Híbridos comenzaban a entrar y a dispersarse por todas partes.
Casi todos los Soldados que se encargaban de usar las armas sonicas habían sido asesinados dejando al pueblo sin poder defenderse por un breve periodo de tiempo.
Rápidamente Adan organizó a un grupo para recuperar las armas sonicas.
-¡Protejanlos! —Ordenó Adán en voz alta mientras despejaba el camino para los soldados que habían recuperado las armas sonicas—. ¡Deben llegar al Cuartel y darnos apoyo desde allí! -Les dijo mientras él y los soldados con armas de fuego comunes se quedaban para protegerlos de los Híbridos.
La batalla entre Humanos e Híbridos comenzó, gran cantidad de los Hibridos ya habían muerto, pero, el mayor problema eran las personas que venían con ellos pues la mayoría tenían Armas de fuego lo que obligaba a la gente de Eden a cubrirse para protegerse de las balas.
-¡Disparen a los que tienen las armas! -Ordenó Williams, cubriendosé detrás de un muro acero.
Los pocos que escucharon la orden obedecieron rápido y se enfocaron en atacar a los invasores que usaban armas, mientras que aquellos que no habían escuchado a Williams atacaban a los Híbridos y trataban de proteger a sus compañeros, pero, la cantidad de enemigos hacía que eso les fuera difícil.
Los Híbridos se habían dispersado por el pueblo lo que obligó a todos los escuadrones de Eden a hacer lo mismo para proteger a las pocas personas que aún se habían refugiado en el cuartel.
Los que cargaban las armas sonicas estaban tratando de llegar al cuartel pero no eran capaces de moverse muy rápido debido a todo el peso y el tamaño de las armas que cargaban.
-¡Escuadrón Híbrido ataquen! -Ordenó el capitán de dicho escuadrón, Dan. Él era el líder de Kaldya, un pueblo dedicado a entrenar Híbridos.
El Escuadrón Hibrido (E.H) no tenía tantos miembros como él E.R.E u otros escuadrones ya que solo aquellos que venían de Kaldya se ofrecieron a tener a Híbridos como compañeros.
Cada miembro del escuadrón tenía su propio Híbrido con el cual mantenía una especie de vínculo de amo y mascota.
A los Híbridos se les hacía fácil saber a quien atacar, era simple; si su amo atacaba a una persona o a otro Híbrido debían hacer lo mismo.
-¡Adan ve al Cuartel y encárgate de preparar una defensa! -Le ordenó Sander a su hijo- Instalen esas armas lo más rápido que puedan y empiecen el contraataque.
Sander luchaba junto a sus subordinados, los dirigía simplemente con señas y ellos entendían sin problema. Sabían que los Híbridos y sus atacantes se habían dispersado por todo el pueblo así que si solo se dedicaban a proteger una pequeña zona serían rodeados en cualquier momento y perderían la batalla así que decidieron moverse a otra zona del pueblo para mantener a los enemigos dispersos.
Adan también había pensado lo mismo que su padre así que les dijo a los demás soldados que estaban con él que debían separarse. Y así lo hicieron, se separaron en varios grupos mientras resistían el ataque.
-¡Abajo! -Le gritó Liena a Alan, pues vio cómo le apuntaban con un arma.
Alan se movió con rapidez logrando salvarse de recibir el disparo, y con la misma velocidad con la que se movió para esquivar el ataque sacó una pistola y le disparo al hombre que le había disparado.
Liena y Kyala peleaban muy cercanas entre ellas para ayudarse ya que las Armas que habían traído del búnker se les cayeron cuando un Híbrido las atacó pero igual lograron matarlo gracias a sus espadas, pero, ahí fue cuando dos hombres intentaron arrebatárselas y con el forcejeo las armas que habían traído del búnker se les soltaron y cayeron muy alejadas de ellas. Tuvieron que iniciar una batalla cuerpo a cuerpo contra sus atacantes, por suerte, ambas aún tenían sus espadas y las usaron para acabar con algunos de sus rivales pero tan pronto como se libraron de algunos llegaron otros que también tenían espadas al igual que ellas lo que les complicó aún más la pelea pues no solo eran superadas en número sino que al ser mujeres se les hacía difícil luchar contra hombres en una pelea a espadas pues debían ejercer mucha fuerza para bloquear y desviar los ataques de sus oponentes y eso era lo que más se les dificultaba ya que eran superadas en fuerza y en número.
Alan luchaba contra dos hombres que al igual que él usaban una espada, él a pesar de tener una pistola decidía no usarla pues sabía que la iba a necesitar si aparecía alguien más con un arma, pero, al ver cómo sus amigas iban siendo superadas en numero decidió terminar con sus oponente volándole la cabeza con un disparo a uno y clavándole su espada en el pecho al otro. Corrió hacia donde estaba el hombre que había matado tiempo atrás y tomó el arma que yacía en el piso y comenzó a disparar contra los hombres que tenían rodeadas a sus amigas. Debido a su inexperiencia usando Armas de fuego falló varios de los disparos, pero gracias a que había disparado los enemigos se dispersaron para intentar cubrirse de las balas pero las chicas los mataron usando sus espadas.
-¡Tomen esto! -Dijo Alan dándole el rifle que había recogido a Kyala mientras que a Liena le dio su pistola.
-¿Pero tu que usarás para defenderte entonces? -Le preguntó Liena con cierto tono de preocupación.
-Usare mi espada -Respondió con seriedad-. ¡Hay que buscar sus armas!
Ambas asistieron a lo que dijo y comenzaron a correr hacia el lugar donde se les habían caído las armas.
Por otro lado, David se había separado de sus amigos sin darse cuenta pero por suerte no estaba solo, algunos cuantos soldados del E.R.E y otros pocos del E.H estaban cerca de él así que no recibiría toda la atención del enemigo. A diferencias de los demás él no había tomado ningún arma del Búnker y tampoco había recibido una al llegar al pueblo así que solo tenía su espada para luchar. No era tonto, sabía que las personas que habían atacado el pueblo tenían Armas de fuego que podría usar si se las lograba quitar, ese era su mayor problema, el no tener ninguna arma de fuego para atacar le hacía difícil poder acercarse a alguien que tuviera un arma y matarlo.
Más Híbridos comenzaron a acercarse a donde estaban y detrás de ellos venían personas armadas los cuales comenzaron a dispararle a David y a los que lo acompañaban.
-¡Cúbranse! -Gritó uno de los soldados mientras uno de sus compañeros abría la puerta de una casa.
Sin perder el tiempo todos comenzaron a entrar a la casa, no todos lo lograron, los que venían más atrás fueron alcanzados por una gran cantidad de balas pero eso le dio tiempo a los demás para resguardarse y comenzar un contraataque. Los Híbridos que él E.H había logrado entrenar seguían afuera atacando a los otros Híbridos pero era claro que les sería imposible ganarle a uno ya que los Híbridos que atacaban el pueblo eran de Nivel 3, es decir que eran más grandes y fuertes que los Híbridos de Nivel 1 y 2 de Edén.
No pasó mucho tiempo cuando los Híbridos de Edén habían sido aniquilados, sus entrenadores trataban de ayudarlos desde la casa disparándole a los Híbridos rivales pero ellos de igual manera eran apoyados por la gente que los acompañaban.
Los Híbridos de Edén habían sido aniquilados mientras que los Híbridos atacantes no dejaban de llegar y arremeter contra la casa tratando de ingresar, el miedo invadió a varios de los compañeros de batalla de David, quienes soltaron sus armas y se agacharon en el piso esperando el momento en que los Híbridos entraran y los mataran a todos. Al ver eso él tomó el arma que uno de sus compañeros había soltado y comenzó a contraatacar.
-¿¡Que creen que hacen?! -Gritó frustrado al ver cómo varios de sus compañeros se dejaban dominar por el miedo.
No todos estaban así, la mayoría seguía atacando a los Híbridos impidiendo que se acercaran a la casa, pero, las balas no les durarían para siempre y sin importar lo que hiciesen los Híbridos terminarían destrozando la entrada de la casa y lograrían entrar.
David recargo el rifle y corrió hacia una ventana para iniciar su ataque y ayudar a sus compañeros a resistir.
-¡Si no ayudan todos vamos a morir! -Volvió a Gritar sin dejar de disparar-. ¡No sólo moriremos nosotros, nuestra familia, amigos y quizá todos en el pueblo acaben muertos!
Finalmente David se quedó sin munición, algunos de sus compañeros seguían disparando pero sabía que pronto les pasaría lo mismo. Volvió a tomar su espada atento al momento en el que cualquier Híbrido lograse entrar.
-¡Levántense! -Gritó uno de los soldados que también se había quedado sin municion y al igual que David esperaba el momento en que los Híbridos lograsen entrar-. ¡Si van a dejar que los maten traten de llevarse a todas las bestias que puedan!
Otro de los soldados que se habían quedado sin municion llamó a sus compañeros. Se le acababa de ocurrir un plan con el cual quizá se podrían salvar, no todos que se salvarían, era obvio, pero igual era mejor que solo quedarse a morir allí.
-Los que aún tienen munición dejen de dispararles a los Híbridos -Comenzó a explicar- y ataquen a las personas que los trajeron, eso hará que se dispersen y dejen de dispararnos, los demás saldremos y atacaremos a los Híbridos que estén más cerca de la casa luego nos dispersaremos por el pueblo y trataremos de llegar al cuartel -Dijo para luego suspirar pesadamente-. Es claro que no todos lo lograremos, por eso yo seré el primero en salir para... -Fue interrumpido por alguien, una chica.
-¡No lo hagas Martín! -Exclamo con su voz quebrada mientras le sujetaba el brazo-. Eres lo único que me queda -Agregó cabizbajo mientras comenzaba a sollozar-, mis padres murieron, luego mis amigos y ahora...
Todos guardaban silencio mientras la chica liberaba todas sus emociones, muchos comprendían cómo se sentían ya que todos han perdido a un familiar o algún ser querido por causa delos Híbridos.
-Airea, proteger a aquellos que te importan es la mejor que puedes hacer en tu vida -Dijo Martín acariciando la cabeza de la chica. Luego bajo la mirada mostrándose pensativo pero a la vez triste, pensando cuales serían las mejores palabras para despedirse de su compañera -, y si tengo que morir para protegerte lo haré con gusto -Agregó mientras levantaba la barbilla de la chica para besarla.
Martin se puso de pie tomando su arma, una lanza, y se preparó ara salir haciéndole una seña a los demás para que estuvieran en sus posiciones.
Cuando estuvo a punto de abrir la puerta fue detenido por cuatro soldados.
-Saldremos nosotros -Habló uno de ellos.
Los cuatros se veían mucho más mayores que los demás presentes y sus uniformes demostraban que eran soldados más veteranos del E.R.E
-La sangre joven vale más que la sangre vieja -Dijo otro mientras le entregaba su rifle a Martín-. Tú eres un líder, se te ocurrió un buen plan para salvar a tus compañeros aunque eso significaría sacrificarte. Vales demasiado como para morir aquí.
-¡Ustedes ya saben que hacer! -Ordenó otro de los saldados antiguos a los más jóvenes que tenían Armas con municion. Luego él y sus compañeros sacaron sus espadas de la parte de atrás de su chaleco, luego los cuatro juntaron sus puños- Hasta que nos volvamos a ver- Dijeron al unísono y rápidamente abrieron las puertas para salir a la batalla.
En cuanto salieron vieron como muchos Híbridos corrían hacia ellos no solo para matarlos sino también para matar a los que estaban dentro de la casa, sin dudarlo cada uno corrió hacia un Híbridos diferente y cuánto los Híbridos estuvieron a puntos de atraparlos se deslizaron el suelo y le clavaron sus espadas en el estómago. Habían acabado con cuatro Hibridos muy rápido pero aún faltaban muchos y ahora estaban muy cerca de esas bestias como para repetir lo que acaban de hacer, rápidamente se levantaron y le hicieron una seña a Martin quien le ordenó a todos sus compañeros salir y correr hasta el cuartel.
-¡Salgan! -Ordenó a algunos soldados que aún seguían en la casa disparándole a los Híbridos.
-¡Vete tu! -Dijo uno-. Nosotros nos quedaremos a ayudarlos.
-Así ustedes tendrán más tiempo -Agregó otro mientras su arma dejaba de disparar por no tener más municion, rápidamente tomó una lanza que estaba su lado y corrió hacia los Híbridos para enfrentarlos directamente-. ¡Vete ahora! -Dijo mientras forcejeaba con una de las bestias.
Martin, sabiendo que no debia desperdiciar la oportunidad que
aquellos que se estaban sacrificando les estaban dando a todos los demás, comenzó a correr nuevamente para llegar al cuartel.
Mientras David y los otros corrían hacia su objetivo varios Híbridos comenzaron a seguirlos y como éstos eran mucho más rápidos poco a poco los fueron alcanzando hasta atrapar a varios y empezar a destrozarlos con su garras y colmillos. Se sentía impotente al no poder ayudar a sus camaradas, lo único que podía hacer era correr hasta el Cuartel para conseguir otra arma y regresar a la batalla.
-¡Ayuda! -Chillo una chica que iba un poco más atrás de él, la chica estaba siendo perseguida por un Híbrido que a pesar de no ser uno grande aún era capaz de matarla con mucha facilidad.
David conocía esa clase de Híbridos pues cuando estuvo viendo en el bosque junto a sus amigos aveces solían toparse con uno de ellos, aunque eran pocas, esas ocaciones las aprovechaban para aprender a enfrentarlos y les funcionó. Tras haber matado a varios de esos Híbrido y analizado sus cuerpos se dieron cuenta que su parte más débil era su lomo mientras que su estómago era tan resistente que una espada apenas podrá hacerle una cortada no muy profunda pero lo suficientemente grave como para que el Híbrido sintiera mucho dolor. Sin pensarlo más, comenzó a correr hacia la chica y le gritó que se apartara, en cuanto la chica se hizo a un lado el Híbrido lo vio y comenzó a dirigirse a él, cuando estuvieron muy cerca David se deslizó y cortó su estómago, el Híbrido no murió ya que era muy resistente en esa parte pero ahora ya no se movería tan rápido. En el momento en el que el Híbrido se apartó de David por sentir como le rebanaba el estómago David se levantó rápido y saltó sobre el Híbrido clavándole su espada en el lomo para finalmente matarlo.
-¿Estás bien? -Le preguntó a la chica con la voz entre cortada por el cansancio esta asintió con la cabeza y David le dijo que siguiera corriendo. Volvió a acercarse al Híbrido que había matado para tomar su espada pero otro Híbrido se le acercó sin que se diera cuenta y le saltó encima tirándolo al piso, David reacciono a tiempo y tomó un palo que estaba cerca de él y se lo metió al Híbrido en la boca haciendo fuerza para alejar sus fauces de su rostro.
Estaba solo y sin ayuda ya que sus compañeros ya se habían alejado mucho de él. Comenzó a sentir sus músculos fatigados y poco a poco la boca del Híbrido se le acercaba más a su rostro, era capaz de sentir el aliento de esa bestia en su cara, cuando sintió que ya no podría seguir más escuchó un fuerte sonido, un disparo. El Híbrido cayó muerto sobre él y sin pensarlo respiró aliviado, luego se quitó al Hibrido de encima y comenzó a buscar con la vista a su salvador.
-¿No pensarás en dejar que te maten o si? -Preguntó la persona que lo ayudo, David alzo la visto y vio que era uno de los hermanos Thomson, aquellos a los que él y Kent enfrentaron durante Las Pruebas.
-¿Nicholas? -Preguntó aún tirado en el piso.
-No... soy tu padre -Dijo con sarcasmo estirándole su mano para ayudar a David a ponerse de pie- ¡¿Como preguntas esa pendejada ahora?!
David vio por arriba del hombro de Nicholas y vio cómo un enorme Híbrido se acercaba corriendo hacia ellos.
-¡Cuidado! -Exclamó alertando a su compañero pero el Híbrido estaba muy cerca como para que reaccionara y le disparara a tiempo.
Fijo la vista en el cinturón de Nicholas y vio una Daga la cual tomó rápidamente y comenzó a correr hacia a la Bestia y justo cuando el Híbrido saltó para atraparlo se deslizó por el suelo y le clavó la Daga en en estómago, esta vez este Híbrido si murió ya que para suerte de David y Nicholas este no era de esos que tenían el estómago duro. David se levantó rápido y vio que Nicholas al igual que él también había matado con Híbrido, solo que Nicholas había usado su rifle por lo que a él se le hizo más fácil.
-¿Has practicado no? -Preguntó Nicholas con un tono de broma.
-Veo que tú no te quedas atrás -Respondió David entregándole la Daga ensangrentada. Luego fue a donde estaba el Híbrido que había matado tiempo atrás y tomó su espada.
Luego de tener nuevamente sus armas de vuelta ambos comenzaron a correr hacia el cuartel.
[...]
En otro lugar del pueblo se encontraban Hanna, Leo y Clara. Los tres estaban apartados de su grupo y muy lejos del cuartel. Los soldados del E.R.E y los otros escuadrones que se encontraban cerca de ellos estaban siendo aniquilados, si no los mataban los Híbridos, recibían un disparo o eran apuñalados por las personas que atacaron el pueblo.
-¡Hay que llegar al cuartel rápido! -Exclamó Leo al ver que poco a poco eran superados en número.
Leo y las chicas se encontraban muy cerca entre sí para lograr protegerse entre ellos, pero debido a que iban siendo superados eso se les comenzaba a dificultar y cada uno comenzó a vigilar por su cuenta sus alrededores.
-¡Clara Cuidado! -Gritó Hanna luego de ver que un Hibrido se le acercaba a Clara por la espalda debido a que ya le estaba disparando a otro. Hanna no tardo mucho y disparo su rifle matando al Híbrido que cayó muerto arriba de Clara-. ¡Me encanta esta arma! -Exclamó con entusiasmo, el rifle que eligió en el búnker no solo era ligero sino que también era muy potente lo que facilitaba matar a los Híbridos.
Hanna corrió para ayudar a Clara a quitarse al Híbrido muerto de encima mientras que Leo se encargaba de dispararle a todos los Híbridos que intentaban atacar a sus amigas.
-¿Por qué siempre me pasa esto? -Se quejó Clara recordando sus encuentros anteriores con Híbridos.
-Oye, oye, es que hasta los Híbridos te quieren -Bromeo Hanna ayudando a su amiga a ponerse de pie.
Hanna miró rápidamente a su alrededor dándose cuenta que ya casi no habían miembros del E.R.E ni otras personas de Eden cerca de ellos.
-Hay que ir al Cuartel -Dijo esta vez con seriedad.
Ambas corrieron hacia donde estaba Leo y luego los tres comenzaron a dirigirse al Cuartel. Al llegar vieron como muchos de sus compañeros eran atrapados por los Hibridos mientras intentaban llegar al Cuartel para entrar. Las Armas Sonicas apenas estaban siendo instaladas en las torres del Cuartel, necesitaban más tiempo para colocarlas y muy pocos parecían darse cuenta de eso, entre ellos David, Nicholas y un pequeño grupo de E.R.E liderado por el Teniente Sander, los demás parecían desesperados por entrar al Cuartel. Clara, Hanna y Leo entendieron la situación y se unieron a la batalla junto a sus compañeros.
Los soldados que seguían luchando fuera del cuartel trataban de aguantar lo más que les fuera posible pues sabían que las Armas Sonicas tardarían un poco en estar preparadas. Varios esperaban que aquellos que estaban desesperados por ingresar al cuartel tomaran alguna arma y salieran a ayudarlos, pero, el tiempo pasó y todos lo que ingresaron al cuartel nunca salieron a ayudarlos, la única ayuda que recibían eran la de los soldados que estaban en las torres que tenía el cuartel y en las que estaban instalando las Armas Sonicas, pero, ese proceso fue interrumpido cuando varias explosiones pequeñas comenzaban a impactar contra los soldados que tenían ese trabajo. Eran las personas que estaban atacando el pueblo, ellos usaban un tipo de balas explosivas con las cuales fue que lograron matar a los primeros soldados que defendían el pueblo desde los muros.
-¡Despliéguense! -Ordenó el Teniente al ver que las puertas del cuartel ya estaban cerradas y que ya no recibirían apoyo de las Armas Sonicas durante un rato.
Todos los que estaban afuera comenzaron a correr para cubrirse de esos proyectiles explosivos aunque no todos lograron salvarse. Las personas que disparaban esas balas lo hacían desde una distancia considerable y además estaban bien ocultas, lo que hacían el mayor trabajo eran los Híbridos los cuales comenzaron a llegar nuevamente y esta vez eran muchos más ya que todos se estaban reunido en el mismo punto.
Los chicos se habían dispersado otra vez debido a las explosiones, esta vez las únicas arma que envían eran sus espadas y sus lanzas, tampoco contaban con el apoyo de sus demás camaradas ya que estaban asediados en el cuartel y los intentaban usar las Armas Sonicas para ayudarlos terminaban muertos uno tras otros sin siquiera tener tiempo de cargar un disparo.
David había logrado cubrirse tras unos escombros, pero, terminó rodeado. Por un lado tenía a muchos Híbridos que corrían hacia a él y por el otro lado tenía a unas personas que lo matarían si se movía de allí.
-Esto va a ser estupido... -se dijo a sí mismo al pensar en algo.
Rápidamente se movió y comenzó a correr hacia una casa, si llegaba se libraría de esos invasores pero no de los Híbridos aunque los Híbridos era lo que menos le preocupaba ya que sabía que Clara y sus amigos estaban cerca y posiblemente también estuvieran rodeados de Híbridos o estuvieran protegidos dentro de una casa. Logró llegar hasta donde quería pero un Híbrido lo empujó con su cabeza y lo pegó contra la pared de la casa, gracias a que tenía su espada pudo liberarse del Híbrido colándosela en el cuello, pero no pasaron ni cinco segundos cuanto otro Híbrido arremetió contra él empujándolo y dejándolo a la vista de todos, rápidamente se levantó y trató de correr otra vez, pero, una explosión ocurrió a su lado causándole un gran daño en una de sus piernas.
David cayó al suelo; su espada aún estaba incrustada en el cuerpo del Híbrido al que había matado rato atrás, y no tenía ningún otra arma con la cual defenderse. Trato de levantarse pero la herida de su pierna y un gran dolor en su torso se lo impidieron. Dos Híbridos se acercaron hasta donde estaba, con un gran esfuerzo comenzó a arrastrarse para hacer más distancia pero eso no le servía de nada. Los Híbridos comenzaron a correr hacia él, se rescató con la pared y exhaló su último aliento mientras veía como con mucha ferocidad esas bestias se le acercaban, pero, cuando los Hibridos estuvieron a pocos centímetros de David se escuchó un fuerte grito que hizo que se detuvieran.
Alzó su vista y vio a su hermana, Clara.
-¡Lárguense! -Volvió a gritar y los Híbridos comenzaron a correr alejándose del pueblo, luego de eso ella cayó al suelo desplomada.
▁ ▂ ▄ ▅ ▆ ▇ █ Fin Del Capítulo █ ▇ ▆ ▅ ▄ ▂ ▁
Tiempo sin hacer un capítulo tan largo, pero lo hice así porque quería escribir toda la batalla en un mismo capítulo. En realidad esta capítulo es uno que deseaba escribir desde que inicie la historia.
Notas del Capítulo:
>Cuando mencione a Lorraine por primera vez dije que su pueblo se especializaba en el manejo y fabricación de explosivos... así que si decir algo como "que casualidad que tenga justamente eso ahora" no aplica.
>Cuando mencione a Kaldya también dije que la gente de dicho pueblo se especializaba en adiestrar Híbridos de Nivel 1 y 2 ya que son los únicos que se pueden llegar a entrenar, con mucho esfuerzo, para que sigan órdenes.
Preguntas:
¿Que creen que le paso a Clara y por qué creen qué pasó?
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