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Capítulo 9

Algo raro pasa con Dominik, pero no sé qué es. Durante todo el día, pude sentir como se alejaba estratégicamente de mí, como si no quisiera ser muy obvio. Pues qué equivocado está, prácticamente todos nos dimos cuenta de su actitud.

Noté también que cuando quiso acercarse a hablar con su papá, este le hizo un gesto y se marchó. Dominik se veía contrariado en ese momento. ¿Qué demonios pasó? ¿Por qué siempre soy el último en enterarme de todo?

Pero no es como si pudiera ir a preguntarle qué le pasa, no cuando estamos rodeados de otros estudiantes. El hecho de estar recorriendo los lugares turísticos no ayuda. Es más, Dominik aprovecha cada ocasión para zafarse de mi intento de enfrentarlo. Lo que solo me pone de peor humor.

Menos mal tengo a Hansel conmigo para calmarme. No pienso devolvérselo hasta que deje de portarse como un idiota.

—Hey, ¿se puede saber qué rayos le hiciste? —Daniel se acerca hasta mí al vernos a Dominik y a mí en los extremos opuestos del grupo de estudiantes.

—¿Por qué debería ser yo el culpable? —digo indignado. Daniel niega con la cabeza como si hubiera dicho algo muy obvio. Yo no le veo el sentido.

—Te diría que me utilices para darle celos y se reconcilien, pero no creo que a Rowen le guste mucho la idea.

Le doy la razón en eso. Stixx me odia desde que se enteró que besé a Daniel. Ni siquiera fue para fines románticos. No pensé que sería tan rencoroso.

—¿Por qué siempre lo llamas Rowen? ¿No deberías usar su nombre?

—Hay momentos para cada cosa —dice guiñándome el ojo—, pero mejor no ensucio tu virginal mente.

—¡Hey, de donde sacaste eso? —susurro cerca de él.

—¿Lo de virgen? Se te nota en la cara, amigo. Deberías hacer algo al respecto. Y desde luego, me refiero a ti con Dominik.

—Para tu información, Dani. Yo ya no lo soy —Daniel me mira con escepticismo—. ¡Es verdad! —Bueno, no era cien por ciento cierto, pero tampoco soy un inexperto. Sé lo básico. Una vez casi lo hago con Asha, aunque ahora cuando recuerdo eso solo me viene un sabor amargo en la boca.

—¿Qué hacen? —Stixx se acerca hasta nosotros y rodea a Daniel con el brazo. Su mirada no es nada amigable, pero ya estoy acostumbrado.

—Solo hablábamos sobre el crush de Greg —dice Daniel y a pesar de mi advertencia para que se calle, continúa—. Tú sabes, aquel que ahora nos está analizando desde lejos como si estuviésemos tramando algo en su contra.

Cuando termina de decirlo, los tres volteamos y sorprendimos a Dominik mirándonos fijamente, sus mejillas de inmediato se revelan en un sonrojo y voltea de nuevo fingiendo que nunca nos estuvo espiando. A su lado, reconozco a Fred quien nos saluda con entusiasmo. Al principio no me caía bien aquel chico, estaba demasiado cerca de Dominik para mi gusto, pero cuando lo vi vestido de mujer me alivié de inmediato. Después de todo, a Dominik no le gustan las chicas.

Luego de un ataque de locura, cinco días de desvelo, una borrachera, tres besos robados, y miles de negativas e interrogantes sobre mí mismo y mi reciente descubierta bisexualidad, finalmente puedo admitir que mi fascinación por Dominik traspasó la simple curiosidad a algo más revelador.

Aunque ahora eso no tenía ninguna importancia, no cuando Dominik me rehúye como si fuera una peste.

—Iré a mirar alrededor —digo alejándome de Daniel y Stixx. Daniel parece querer agregar algo, pero se queda callado.

Sé que en el fondo, Daniel está preocupado por nosotros, pero no es como si pudiera evitar que las cosas vayan por este rumbo. He hecho cosas que jamás pensé que sería capaz, todo por el chico que ahora pone un muro entre nosotros.

Como si no nos hubiésemos besado un día antes. Como si no hemos sentido todas aquellas sensaciones raras al estar uno al lado de otro. O a lo mejor solo soy yo el idiota. Después de todo, Dominik nunca me ha dicho que le gusto o algo parecido. ¿Es esta su manera de decirme que ya no quiere tener nada conmigo? No es como si tuviéramos algo de todos modos.

Bueno, si hace eso, ni crea que le daré de vuelta a Hansel. Será mío oficialmente. Como si pudiera leer mis pensamientos, Hansel saca la lengua. Aunque apenas puedo verlo ya que está sobre mi hombro. Lo gracioso de tener al camaleón conmigo es que Dom deberá matar su orgullo si quiere acercarse a él de nuevo. ¿Será más fuerte su amor por Hansel que sus ganas de ignorarme?

—Bien grupo, ya estamos cerca del lago —habla el guía—. El lugar es hermoso y muy seguro, por lo que podemos quedarnos alrededor unos minutos para poder descansar.

Según el guía, las temperaturas han sido favorables, por lo que nos encantará el lugar. El grupo de padres luce ansioso y expectante, e incluso los estudiantes toman fotos por el camino o entre ellos. En cambio, yo ni siquiera sé cómo se llama el supuesto lago. Desde que vine, no he prestado atención a nada. Y eso que realmente quería disfrutar del viaje. Incluso falsifiqué la firma de mis padres en el certificado de permiso. Bueno, no es una falsificación, realmente es su firma, pero digamos que lo conseguí sin que ellos se enteren, con unos papeles por aquí, fotocopias, un poco de Paint y listo. El permiso ya era mío.

Solo espero que mis padres nunca se enteren o tendré el castigo de mi vida. Aunque lo más probable es que ni se den cuenta de mi ausencia.

Mientras camino con los demás en el grupo, noto al prefecto con los demás padres, parece estar debatiendo sobre un tema con otra señora rubia de grandes anteojos. Los he visto discutir desde que salieron. Dave se percata de mi presencia y me hace un gesto con la cabeza, yo levanto la mano para devolverle el saludo. Me agrada ese hombre.

—Hey, Greg, ¿estás solo? —mis tímpanos duelen al escuchar la voz de Asha. Pero lo disimulo. No sé qué es lo que planea últimamente, pero se está acercando de nuevo a mí y eso me incomoda. No olvidaré la manera en que me vio la cara de idiota. Me costó mucho cortar con ella, incluso debo admitir que derramé algunas lágrimas que jamás admitiré en voz alta, tengo una dignidad que mantener. Pero eso solo prueba lo mucho que me importó, llevaba años mirándola desde lejos, creyendo que era la persona que jamás fue. La realidad me pegó fuerte.

—No. Estoy con mis amigos, ¿recuerdas a Daniel, cierto? ¿El chico al que humillaste públicamente? —digo con una sonrisa. Ella no sabe qué expresión poner, pero se recompone rápidamente.

—No seas así, ya te dije el otro día que cambié, estoy muy arrepentida —se refiere a esa vez que me acorraló en el pasillo de la escuela. Frente a todos para que no pudiera escapar.

—Aléjate de mí. Ya te pedí que no volvieras a hablarme —le digo cortante, pero ella no me hace caso y en cuanto volteo para alejarme, me agarra del brazo.

—No me hagas esto, Greg. Tú y yo sabemos que aún sientes algo por mí.

No pude responder. No porque no encontrara las palabras, porque las tenía en la punta de la lengua, sino debido a que Hansel saltó de sorpresa sobre el rostro de Asha haciendo que empiece a gritar como loca.

—¡Auxilio! ¡Una lagartija! —vocifera a todo pulmón. Todos alrededor voltean a verla. Incluso Dominik quien al verme a su lado, hace una mueca de fastidio, pero en cuanto reconoce a Hansel en medio de la cara de Asha, viene corriendo con preocupación.

—Espera, cálmate Asha, quédate quieta para que pueda...

—¡Sáquenme esta cosa de encima! —A lo lejos puedo escuchar las risas de Daniel. Muy pronto, no solo él, sino todo el grupo se ríe a carcajadas.

—¡Hansel! —exclama Dominik y Dave repite el nombre del camaleón como una interrogante, a lo que Dominik lanza una maldición.

Intento hacer que Asha se quede quieta para sacarle al reptil, que en estos momentos ya debe estar asustado, pero es inútil, veo como Hansel se sube hasta su pelo y sus patas se enredan con sus rizos.

La agarro fuerte para que se quede quieta y Dominik por fin toma a Hansel para sacarlo de su cabeza. Hasta ahí llegó mi plan de secuestrar a su mascota.

—¿Qué está pasando aquí? —pregunta Dave mirándonos a los tres. Las risas cesan de inmediato. Para mi sorpresa, el bully de Fred, Zack, viene hasta nosotros y me saca a Asha de entre los brazos, a quien olvidé que tengo agarrada.

—¿Estás bien? —le pregunta, pero ella sigue estando en shock—. ¡¿Qué le hicieron a mi novia?!

¿Aquel idiota era su novio? ¿Entonces por qué me estaba coqueteando minutos antes?

—Dominik, ¿se puede saber qué hace Hansel aquí? —pregunta Dave. Veo como Dominik me mira como si quisiera estrangularme. Ahora está furioso conmigo, ¿pero cómo iba a adivinar que Dave no sabía que trajo a Hansel?

—Papá, lo siento, no quería dejarlo solo y...

—¿Así que esa cosa es tuya? —dice Zack, molesto. Asha aún seguía temblando. No entiendo por qué, Hansel es completamente inofensivo.

—¡Esa maldita lagartija casi me mata del susto! Lo hiciste a propósito —me acusa Asha y la miro con incredulidad.

—Ah claro, le ordené telepáticamente que te atacara, ¿no te conté que soy pariente del Dr. Dolittle? —digo con sarcasmo, eso solo la hace enfadar más.

—Ya basta —ordena Dave—. Greg, Dominik, acompáñenme de vuelta. Ambos recibirán un castigo.

—¡Pero papá...!

—Ya basta, Dominik —lo corta. Dave no luce para nada feliz.

Ahora no solo Asha, Zack y Dave, sino también Dominik me mira enojado. ¿Por qué todos me culpan a mí? Yo solo quería hacer turismo.

Dave le dice algo a la señora de anteojos, que si mal no recuerdo, es la madre de Fred. Ella asiente con la cabeza y va junto al grupo de padres para decirles que Dave nos va a llevar a Dom y a mí de vuelta. ¿No es eso un poco exagerado? Pero su expresión me dice que no tolerará una réplica más de nuestra parte. Antes de llevarnos, le pide disculpas a Asha quien está temblando y lloriqueando. Creo que en verdad se asustó. Debo hacer un gran esfuerzo para no reírme de ella. El resto del grupo mira la escena con curiosidad, solo Daniel sigue teniendo la mano en la boca para continuar riendo disimuladamente. Creo que le están saliendo lágrimas.

—Vamos —ordena Dave y a regañadientes lo seguimos.

El camino de vuelta es silencioso. Menos mal no hemos caminado demasiado, solo unos veinte minutos, por lo que no tardaremos en llegar de nuevo al hotel.

—¿Hansel está bien? —le pregunto a Dominik y este me ignora. Presiento que ahora, al contrario que unos momentos atrás, lo hace para no gritarme.

—No puedo creer que lo hayas traído, Dominik. ¿En qué estabas pensando? —lo regaña su padre.

—No quería dejarlo solo —se excusa—. Además, no fui yo quien lo descuidó —suelta la indirecta.

—Yo no hice nada, Asha y yo solo estábamos hablando y de repente Hansel saltó por ella.

—¿Y de qué se supone que estaban hablando? ¿No que ya no tenían nada? —escupe con reproche. Un momento, ¿entonces está enojado por eso y no por el castigo?

—Le estaba diciendo que me deje en paz, pero no quiso hacerlo.

—Pues yo no te vi tratándolo con demasiadas ganas.

—¡Ya paren! —grita Dave poniéndole fin a la diatriba—. Guarden sus discusiones amorosas para después, me están colmando la paciencia.

—¡No son discusiones amorosas! —decimos al unísono. Dave nos mira con escepticismo y exasperación, pero no agrega nada más al vernos tan molestos el uno con el otro.

No quería que las cosas terminaran así entre nosotros. No vine hasta aquí, después de todo mi esfuerzo, para acabar peleando con Dominik. Mi idea era divertirme con los demás, admirar el paisaje, pasearme por todos lados y con él a mi lado. Debería ganarme el premio al iluso del año.

—Se quedarán en sus habitaciones hasta nuevo aviso. No tienen permitido salir bajo ningún contexto, luego les diré su castigo —nos dice Dave una vez que llegamos al hotel. Por suerte nuestras habitaciones están separadas, Dominik la comparte con Fred y otros chicos, yo lo hago con Daniel, Stixx y tres más—. El resto del grupo vendremos recién a la tarde, aún nos queda mucho por recorrer.

—No quería venir de todos modos —murmura Dominik con los brazos cruzados.

—Pues bien, ahora harás lo que siempre haces, encerrarte en una habitación todo el día —replica molesto Dave. Creo que esto solo hizo que el problema entre ellos se intensifique. Ahora sí siento un poco de culpa por agravar la situación. Pero no fue toda mía, de hecho, fue completamente de Hansel.

Dave se despide y en un abrir y cerrar de ojos, nos deja a Dominik y a mí solos. Él no tiene intenciones de hablar conmigo, por lo que se va rumbo a su habitación. Le sigo los pasos, no es porque quiera hacerlo, sino que las habitaciones quedan una a lado de la otra. El camino es silencioso e incómodo. Siento que cualquier cosa que diga será usada en mi contra, por lo que cierro la boca.

Desde el hombro de Dominik, Hansel me mira con arrepentimiento. O eso es lo que quiero creer. Levanto la mano para poder acariciarle la cabeza, pero Dom lo quita de mi campo de visión.

—No lo vuelvas a tocar —gruñe. Sus ojos hierven en furia, sus labios se contraen en una mueca de fastidio y puedo ver las venas del cuello sobresalir al hablar. No debería estar pensando esto, pero se ve muy sexy enojado. Aunque preferiría no ser yo el receptor de su ira.

—Solo quiero saber si no sufrió ningún daño —me excuso. Con un poco de renuencia, Dominik levanta a Hansel y lo inspecciona. De una de sus patas, saca una hebra de cabello rizado.

—Asqueroso —murmura. No sé si lo dice por el cabello en sí o por la dueña del mismo. O tal vez ambas cosas.

—Yo también quiero verlo —digo. Dominik no me hace caso, sino que camina hasta la puerta de su habitación y la abre con la tarjeta que nos dieron en la recepción—. Vamos, Dominik, no seas así.

Dominik finge ser sordo y cuando está a punto de cerrar la puerta frente a mi cara, pongo mi pie en la abertura para evitarlo. De inmediato lanzo un aullido de dolor y dando saltos con el otro pie, entro atrás de él.

—¿Qué haces? Vete —ordena Dominik. Quisiera hacerlo, pero el dolor del portazo no ayuda a que pueda caminar bien. Sin hacerle caso, voy hasta una cama cualquiera y me siento para posteriormente levantar el pie dolido sobre mi rodilla y sobarlo a través de mi calzado.

—¡Duele! —digo con exageración esperando una reacción de Dominik. Este me mira dubitativo, pero luego se acerca un poco.

—¿Te lastimé mucho? —pregunta. Asiento con la cabeza y él pone sus manos sobre mi tobillo para masajearlos—. ¿Mejor?

—Ahora que no me estás gritando o gruñendo, sí —le digo. Dominik de inmediato se levanta de nuevo y se cruza de brazos. Me reprendo mentalmente por no haber permanecido en silencio—. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué está tan molesto? Y no me digas que es por lo que pasó porque me has estado ignorando todo el maldito día.

—Tienes razón, creo que es mejor hablar sobre lo que está pasando —me responde. Un mal presentimiento se acrecienta en mi interior. Dominik se pasea alrededor de la habitación, me doy cuenta que su cama es la de la esquina ya que sus cosas están un poco esparcidas por encima de las sábanas. El chico finalmente deja de caminar y lanza un suspiro sonoro—. Escucha, Greg, tú eres un chico genial, divertido, ingenioso y amable, pero creo que lo mejor será que nos alejemos un poco más.

—¿A qué te refieres? —digo confuso. No me gusta el rumbo de la conversación. En partes, me esperaba algo así, a pesar de la opinión de los demás sobre mí, no soy ningún tonto. Solo que no pensé que me lo diría tan abiertamente.

—Yo no estoy preparado para lo que nos está pasando. Lo más razonable es cortar con todo y que cada uno siga su camino.

Dominik hace un movimiento rítmico con uno de los pies a la par que evita mi mirada.

—¿Es por lo de Asha? Te juro que no...

—No es eso. Tú sabes que las cosas entre nosotros están tomando un ritmo algo acelerado y sinceramente, no quiero que avance más —me corta.

Dominik ni siquiera levanta la vista, solo se cruza de brazos y evita el contacto visual. Yo no sé qué decir. No es fácil admitir que un chico se lleva lo mejor de ti, requirió días de debate y vueltas en mi mente. Pero Dominik puede tirar todo mi esfuerzo a la basura con tan solo unas palabras. Unas que se inyectan dolorosamente en mi pecho.

—Solo quiero saber una cosa —digo y odio un poco lo peligrosamente temblorosa que sale mi voz. Solo es un chico, no debería de afectarme tanto—. ¿Esto tiene que ver con tu novio muerto?

Admito que lo digo con la mayor acidez que puedo. Dominik se congela en su lugar, pero no dice nada, solo se muerde un poco los labios. Después de unos momentos, mis oídos no pueden creer lo que están escuchando.

—Él no está muerto.

—¿Disculpa? —le digo con incredulidad—. Dominik, ¿te estás escuchando?

—Tú no lo entiendes. Yo sé que aún no me ha dejado.

—¡Está muerto! ¡Enterrado a mil metros bajo el suelo! —le grito. Dominik se acerca hasta mí y me agarra del cuello de mi chaqueta.

—¡No te atrevas a hablar así de él!

—Sé que aún lo amas —afirmo recuperando un poco la calma. Verlo hacer una expresión desesperada y dolida, me hace arrepentirme de mis palabras—, pero no puedes seguir en el pasado. Vive el presente, Dominik, hazlo conmigo —le propongo.

El chico me suelta lentamente de la chaqueta y yo espero ansioso su respuesta. Realmente deseo que diga que sí, que me acepte en su vida para hacerle entender que también hay cosas buenas en el presente, que no está solo sino rodeado de personas que lo quieren, pero él niega con la cabeza, y con eso, todas mis esperanzas se hacen trizas.

—No voy a olvidarlo. Nunca lo haré.

Siento un movimiento sobre mis prendas, Hansel se sube hasta mis hombros como si me estuviera dando su apoyo ante la manera tan cruel en que Dominik está cortando nuestra relación. Aunque ni siquiera lo puedo llamar así, no somos nada uno del otro. Jamás lo fuimos y por lo visto tampoco lo seremos. Él ya tiene a una persona a quien querer.

—Espera, ¿dónde te llevas a Hansel? —me dice cuando me ve cojear hasta la puerta.

—Iré a dar un paseo, te lo devolveré después —respondo cortante.

—No puedes, estamos castigados.

—Pues oblígame a quedarme —lo desafío.

—Solo cuídalo —contesta resignado.

Él no dice nada más. Me deja salir de su habitación. Lejos de él. Como si no fuera más que alguien de quien quería deshacerse desde hace mucho. ¿Qué esperaba? ¿Qué me siguiera y me diga que todo fue una broma, que me dará una oportunidad? Prácticamente le rogué que me escogiera, pero no lo hizo.

La vez que corté con Asha, me dolió mucho, tanto que solté un par de lágrimas, pero pude recobrarme mucho más rápido de lo que pensé. Pero ahora, no sé qué es exactamente lo que siento. Quiero gritar de frustración, darle un golpe en la cabeza para que recapacite, pero a la vez me siento tan aturdido, que no puedo hacer más que actuar como si estuviera en piloto automático. Creo que pudo haberme roto el corazón, pero como no puedo salir de mi estupor, no puedo decirlo con claridad.

Sin pensarlo mucho, salgo del hotel. No sé a dónde voy, pero no quiero permanecer cerca de él, no después de la forma en que me rechazó. Mis sentimientos fueron pisoteados como si no valieran nada. Camino más y más. Me alejo del hotel, del ruido, de todos. La tierra se resbala bajo mis pies debido a la humedad, el viento empieza a soplar con más frío. Mi única compañía es Hansel, quien aferra fuertemente sus patas sobre mi chaqueta. Después de unos minutos que me parecieron años, llego hasta un lugar con una hermosa vista. Puedo decir con precisión que es la parte opuesta del lago donde estuve con los demás del grupo. Desde este ángulo, puedo ver el paisaje desde una altura perfecta. Escucho risas y gritos desde muy lejos, pero me doy cuenta que solo es el rastrojo de lo que el viento trajo. Ellos deben de estar a una distancia considerable. Arriba, el cielo se ve hermoso y repleto de nubes. Todo es tan tranquilo, completamente opuesto a como me siento en estos momentos.

Me subo encima de un árbol, y me recuesto para admirar la vista y perderme en mis pensamientos. No sé cuánto tiempo pasó, pero antes de darme cuenta, ya ha atardecido. Lo más sorprendente de todo esto, es que mis ojos están secos. Lo único que siento, es un peso enorme sobre el pecho y un nudo en la garganta que no parece querer desaparecer. Entendiendo que este viaje fue un completo fiasco, me bajo del árbol y encuentro el camino de vuelta.

Pero cuando estoy a punto de llegar al hotel, me doy cuenta de que Hansel ya no está conmigo.

Pobrecito Hansel ;-;

Hasta lo próxima

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