Capítulo 19
—¿Nos queda tan poco? —pregunto en cuanto Greg termina de contar el dinero.
Estamos los dos en la cama que compartimos, después de que decidimos rentar la habitación más pequeña del lugar, no era necesario seguir usando una de dos camas. Hansel mira nuestros escasos billetes y supongo que está preocupado también por su bienestar.
—Sí, ya usé casi todo lo de la tarjeta de débito para pagar el alquiler de los próximos días. Debemos empezar a buscar algún trabajo —contesta Greg apesadumbrado. No llevamos ni siquiera una semana de independientes y ya estamos atravesando por problemas financieros.
—Encontraremos algo, no te preocupes —me acerco a Greg para confortarlo. Sé que se siente un poco inseguro por la decisión que tomamos y por ser él quien lo sugirió, pero yo soy tan responsable como él por nuestra situación actual.
El timbre de mi celular nos espabila de nuevo. Fred ha estado llamándonos varias veces para mantenernos al tanto de lo que ocurre mientras estamos fuera, sé que mi papá está muy preocupado por mí, lo cual me tiene un poco deprimido, también tengo entendido que los padres de Greg, contrario a lo que pensábamos, se pusieron aún más agresivos al enterarse de la desaparición de su hijo. Por otro lado, el grupo de WhatsApp que comparto con Daniel, Stixx y los demás amigos nuestros, ha estado bardeado de mensajes preguntándonos qué pasó de nosotros. Las ganas de responder no me faltan, pero si lo hago, temo que la nostalgia haga que disminuya un poco mi determinación inicial.
—Hola, Fred —contesto y luego pongo el altavoz. Greg se recuesta contra la cabecera de la cama y dobla sus piernas para abrazarlas con las manos mientras presta atención a la llamada.
—Hola, Dominik, ¿cómo lo están haciendo? —saluda Fred de vuelta.
—Estamos muy bien —miento. No quiero que luego de escuchar lo cortos que estamos de dinero, se preocupe y quiera delatarnos—. ¿Todavía no saben que estás al tanto de nosotros?
—No y es muy difícil fingir que no sé nada, tu papá está desesperado, Dom —Greg se muerde un poco el labio por la ansiedad—. Mi mamá y él fueron a dar parte a la policía y ahora están buscándolos las autoridades. ¿Estás seguro de querer continuar?
—¿La policía? —pregunto. No pensé que Dave llevaría esto tan lejos.
—Así es. Dave no fue a trabajar desde que te fuiste, se tomó unas vacaciones. Además, con todo el asunto de los padres de Greg no podía simplemente ir al instituto y fingir que todo estaba bien.
—¿Mis padres todavía siguen con la denuncia? —habla Greg.
—¡Hola, Greg! Sí, aún no la retiraron y ahora creo que tienen menos ganas de hacerlo. Estuvieron en tu casa, Dom y fueron muy prepotentes con Dave, lo culpan a él y a ti de todo esto —comenta Fred con pena. Greg y yo nos miramos preocupados. Esto se está saliendo un poco de las manos—. Ahora estoy en tu casa, mi mamá está apoyando a Dave en todo lo que puede…tal vez deberías llamarlo, ¿no te parece? Al menos para decirle cómo estás.
—Lo pensaré, Fred, por ahora debo cortar —Fred intenta decir algo más, pero cuelgo la llamada. No quiero seguir escuchando. Nos quedamos en silencio por largo rato.
—Deberías llamarlo, Dominik —sugiere Greg. Las ganas están presentes, ¿pero de qué habrá servido todo esto si no llegamos a ningún lado?
—Todavía no es el momento, no quiero que todo esto haya sido en vano.
—¿Y si lo fue? —pregunta Greg con impotencia, sacando afuera aquella duda que llevaba consigo desde hace rato.
Lo conozco, sé que se siente inseguro y responsable por todo lo que está sucediendo, pero el arrepentimiento es lo último que quiero escuchar. Es ahora cuando deberíamos estar más unidos, no empezar a desmoronarnos. Por esa razón, me irrito de inmediato ante la sugerencia de Greg y por el rumbo de la conversación.
—¿Crees que es un error haber luchado por nosotros? —respondo un poco enojado.
—No sé, es solo que todo esto trajo más problemas que soluciones, no sé si valga la pena —Greg desvía la mirada en cuanto mis ojos se posan en los suyos. Sus palabras se instalan en mi pecho como si fueran cuchillas.
—No puedo creer lo que estás diciendo —me levanto del lugar y camino en la habitación para ordenar mis ideas— ¿Crees que si no hubiéramos hecho esto seguiríamos juntos? ¡Tus padres son unos monstruos insensibles que jamás permitirían que nos viéramos de nuevo!
—¡No llames monstruos a mis padres! —Greg también se levanta en cuanto termina de escuchar mis palabras—. Podrán ser algo obstinados y tercos, pero aún así no me gusta escuchar que los llames de ese modo.
—¿No quieres que diga lo desgraciados que son? ¡Tú fuiste el primero que los señaló con el dedo!
—¡Lo sé! Pero eso no significa que tengas el derecho de insultarlos como te plazca.
—Los llamaré como yo quiero, ¿qué no ves el daño que le están haciendo a las personas a su alrededor? ¿Con qué otro nombre además de monstruos insensibles debo llamarlos?
—Dominik… —Greg me ruega algo que yo no puedo comprender a causa de la frustración que siento.
—¿Qué? Es la verdad. Están haciéndole todo eso a mi padre nada más por venganza.
—Lo hicieron porque se preocuparon por mí —responde Greg algo inseguro.
—¿En verdad crees que tú les importas? Si tanto te aman, ¿por qué tuvimos que llegar hasta estas instancias? ¿Por qué no quieren que seas feliz? ¡Solo buscan su propio bienestar! Y tú, como el idiota que eres, solo estás justificándolos una y otra vez.
Greg recibe con dolor mis palabras, pero yo estoy demasiado enojado como para notarlo.
—Tal vez tengas razón, de hecho, me llegué a replantear muchas veces si ellos realmente me aman y la respuesta nunca fue del todo clara para mí, ¿pero sabes qué? No porque ellos me odien significa que yo deba sentir lo mismo. Ellos son mis padres, te guste o no, tendrás que lidiar con ellos si realmente me quieres porque yo no los dejaré de lado, lo de ahora solo es temporal, pero no planeo distanciarme de ellos nada más porque a ti no te gusten. Todavía tengo mis dudas si lo que están haciendo es porque me quieren o simplemente buscan culpables por el mal rato que vivieron, pero de todos modos, eso no va a cambiar lo que siento. Al igual que mis sentimientos por ti son sinceros, el amor que les tengo también lo es.
Me quedo un poco aturdido por su respuesta tan franca. De inmediato me siento como una basura por haberle dicho cosas tan hirientes que Greg no se merece. Estoy descargando todo el enojo y la impotencia que siento con la persona que no ha hecho más que estar a mi lado todo este tiempo. ¿Cómo me sentiría yo si fuera Greg quien llamara monstruos a mis padres? No me lo tomaría bien en absoluto. Pero antes de poder abrir la boca para disculparme, Greg sale de la habitación dejándome completamente solo.
Me paso los próximos minutos caminado sin rumbo por la habitación, Hansel me mira con sus ojos saltones desde la cama como si estuviera tratando de entender mi comportamiento, pero ni siquiera yo puedo hacerlo. Los padres de Greg han hecho demasiado daño, no puedo simplemente pasarlo por alto, pero a su vez, si quiero tener una relación estable con Greg, ellos vienen incluidos, me guste o no. Por lo que debo aguantarme las ganas de querer insultarlos y tratar de ser más tolerante aún cuando ellos hicieron exactamente lo contrario conmigo.
Desde nuestra cama, mi celular suena otra vez. ¿Serán Stixx o Daniel de nuevo? No han dejado de hacerme llamadas desde que nos fugamos. Sin embargo, me vuelvo a encontrar con Fred. No entiendo por qué llama de nuevo si hemos hablado apenas minutos atrás. ¿Habrá sucedido algo?
—Fred, ¿pasó algo? —digo con preocupación.
—Dominik, ¿en verdad eres tú? —caigo sentado en la cama en cuanto la voz de Dave interrumpe al otro lado de la línea.
—Papá… —susurro y por alguna razón, me vuelvo a sentir como un niño que acaba de ser descubierto cometiendo una travesura.
—¡¿En qué demonios estás pensando?! —exclama con furia. Pocas veces le escuché gritar antes—. ¿Sabes lo preocupado que estaba? ¡Si no fuera porque Sabrina escuchó la conversación de Frederik jamás hubiera sabido nada de ti!
—Papá, tú no entiendes, no quería que tuvieras más problemas por mi culpa —siento mi voz entrecortarse un poco. La de Dave también sale algo rasposa, lo conozco lo suficiente para poder decirlo a ciencia cierta.
—¿Estas loco? ¿Cómo pretendes que esté mejor si tu desapareces de la nada y no vuelvo a saber más de ti? —Dave respira agitadamente y yo presiono el celular para que este no se deslice de mis manos—. Escucha, Dominik. Eres mi único hijo, la única familia que me queda, perdí a tu madre, a tu hermano e inclusive me alejé de tus abuelos con el tiempo, pero te tenía a ti y eso era suficiente para poder seguir adelante. Por favor, ya no hagas esto.
Mi determinación se vino abajo con aquellas palabras. La desesperación en la voz de Dave era notable y él único que lo puso en ese estado fui yo. Quiero decirle que esa no era mi intención, que nunca quise hacerle daño, que la finalidad de esto era ponerlo a salvo, pero no me salen las palabras, estan atoradas en mi garganta llenándome de un cúmulo de emociones que apenas puedo controlar.
—¿Dominik? Responde, dime donde estas e iré en este mismo momento por ti. Puede venir también Greg si quiere, ya podremos hablar con sus padres más adelante.
—Eso sería peor para ti —contesto con un hilo de voz.
Un estruendo afuera de nuestra habitación interrumpe nuestra conversación. No le hago mucho caso al principio, pero el ruido era cada vez más fuerte. Escucho como mi papá llama mi nombre reiteradas veces mientras que yo intento saber el origen del alboroto. Abro la puerta unos centímetros para poder ver y me encuentro con algo que deja sin aliento y completamente pálido.
Los padres de Greg estan con él en el pasillo. Greg está alzando los brazos como si intentara proteger algo y tanto el padre, como su madre, tienen levantada la mano como si lo estuvieran amenazando. Esto no puede estar pasando.
—¿Dominik? ¡Contesta! —me grita mi padre desde el otro lado de la línea.
—Son los padres de Greg, ellos nos encontraron —digo sin poder creer lo que estoy viendo.
—¿Qué? ¡Debo ir ahí ahora mismo! —exclama Dave—. Dame la dirección, iré lo más rápido posible.
Dudo un poco en hacerlo, pero ahora que los padres de Greg estan aquí, ¿qué otra opción tengo? Ellos se lo llevarán y no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Con toda la rapidez que puedo, le digo la dirección a Dave y este, asegurándome que llegará en cinco minutos, corta la llamada. Mi papá estaba aún más alterado que yo.
Debí haber hecho un ruido en la puerta, porque la discusión acalorada de la familia se silencia en cuanto la madre me mira directamente a los ojos desde su lugar. Por instinto, cierro la puerta, pero es muy tarde, escucho sus pasos apresurados en el corredor. Con urgencia, tomo a Hansel de la cama y lo sostengo con la mano en un intento de protegerlo.
—No se atrevan a meterse con Dominik —escucho que dice Greg desde la puerta. Ya me imagino al chico con los brazos abiertos, protegiendo la entrada, pues eso es exactamente lo que hizo en el corredor. La que no lo tomará nada bien es la dueña del establecimiento, aquella que solo se dedica a mirarnos con reprobación cada vez que nos ve.
—Vamos a aclarar de una vez por todas este asunto, Gregory —su padre tiene un tono autoritario y eso no hace más que intimidarme, pero recuerdo todo lo que Greg hizo por mí y me armo de valentía.
—Greg, déjalos pasar —quise sonar lo más seguro posible, pero fue todo lo contrario. Estaba asustado de sus padres.
El chico abre a regañadientes la puerta y viene a situarse a mi lado. A pesar de haber discutido con él antes, Greg parece haberlo dejado atrás. Primero entra la madre, alta y esbelta con una mirada que haría congelar el Sahara. Luego le sigue el padre, un hombre un poco más bajo que la mujer, pero igual de serio y con aires de prepotencia. Eran intimidantes no importa desde qué punto de vista se los mire.
—¿Cómo supieron dónde encontrarnos? —pregunta Greg ni bien sus padres ingresan a la habitación. Antes de responder, ambos se ponen a mironear alrededor, desde nuestros restos de comida en una esquina, las mochilas llenas de ropas sin usar, el piso con algunas ya usadas que todavía no pudimos lavar y la cama desordenada que compartimos Greg y yo desde que nos mudamos a esta habitación. En esto último, la madre arruga levemente la nariz como si fuera conciente de lo que su hijo y yo estuvimos haciendo ahí. Pues sus pensamientos no estan muy alejados de la realidad.
Su padre, en cambio, estaba más indifirente al ambiente en el que estamos y más atento a las reacciones de su hijo. Frunce el entrecejo ni bien Greg termina de preguntarles, como si le molestase el hecho de tener a su hijo cuestionándoles cosas que antes solo las callaba. Me enorgullece el Gregory Foster de ahora, el que ya no se queda callado ante las exigencias de sus padres y en cambio expone lo que piensa, haciendo valer su opinión.
Con Hansel apretado en el pecho, me acerco aún más a él y junto mi mano libre con la de él como una manera de pedirle disculpas por todo lo que pasó hace rato, Greg entrelaza nuestros dedos y devuelve el agarre con un apretón fuerte.
—Le dijimos al banco que nos avisara de cualquier movimiento en tu tarjeta y eso nos trajo directamente aquí —explica la madre como si no fuera la gran cosa.
—Adriana, no tenemos por qué dar explicaciones —corta el padre de Greg—. Aquí lo único que debemos hacer es llevar a nuestro hijo de regreso.
—Pues les invito a tomar asiento porque eso está lejos de suceder —Greg se cruza de brazos y los mira obstinadamente. En estos momentos me entran unas ganas enormes de darle un beso.
—Greg, nosotros solo queremos lo mejor para ti. ¿Crees que te lastimaríamos a propósito? Es porque somos adultos y tenemos más experiencia que te queremos hacer entender que esto que estás haciendo no es lo correcto —afirma su padre de vuelta.
—¿Y qué es lo correcto para ustedes? ¿Encerrarme? ¿Dejarme incomunicado? ¿Alejarme de los que quiero? ¿Quedarme sin amigos? ¡Diganme!
En ese momento mi celular suena de nuevo, pero me es imposible contestar, no con el ambiente que se está cocinando en la habitación.
—Eso fue solo temporal, desde luego que no te hubiéramos aislado de todos por siempre, era solo mientras te recuperabas —se excusa la madre.
—¿Qué me dicen de Dominik? ¡Dijiste que mi orientación sexual no te importa y luego pretendes alejarme de él! —grita el chico a mi lado. Yo no sé qué más decir, por lo que me quedo en silencio a su lado.
—El hecho de que también te gusten los hombres es otro asunto aparte, lo que aquí importa es que cometiste locuras guiado por lo que te dice este muchacho indecente —su padre me señala con la mano como si fuera un producto cualquiera en un mostrador—. Mira lo que te está obligando a hacer, ¿hasta dónde piensas llegar? ¡Deberías estar enfocado en tus estudios!
—Señor Foster, si me permite…
—¡Tú te callas! —grita la mujer.
—¡No le hables así a Dominik!
—Le hablaré como se me dé la gana y tú, Greg, estarás castigado de por vida —amenaza la Sra. Foster.
—No me importa si me castigan, solo no quiero que me separen de Dominik. Mamá, papá, ¿qué no lo entienden? Yo lo amo —Greg vuelve a tomar mi mano ya que la soltó en medio de la discusión—. ¿Realmente me quieren? Si es así, ¿por qué intentan alejarme de él? —Greg pronuncia sus palabras con desesperación, como si estuviera tratando de llegar a sus padres de alguna manera. Ellos guardan un largo silencio y se miran entre ellos como si tuvieran algún poder telepático que Greg y yo desconocemos. En la cama, mi celular vuelve a sonar.
—Por supuesto que te queremos Greg, pero…
—¿Pero qué? Ustedes ni siquiera hacen el intento de escucharme, ¿qué tan alto tengo que gritar? ¿Qué tan lejos tengo que ir? No hay manera de llegar a ustedes, se niegan a ver otra cosa que no sea lo que quieren. Sé que todo este tiempo no he sido más que el hijo callado y obediente, pero eso me estaba matando por dentro. ¿Saben lo solo que me sentía en esa enorme casa? Incluso cuando les dije que quería intentar tocar un instrumento, se burlaron de mí y me mandaron estudiar aún más duro. No tienen idea de lo difícil que es pretender ser la persona que ustedes quieren que sea. ¿Y saben qué? Me di cuenta de que es inútil intentarlo. Con Dominik puedo ser yo mismo, no hay estándares que cumplir, gustos ajenos que acatar ni sentimientos que ocultar. Él me acepta como soy y no solamente una parte de mí como ustedes lo hacen. Él escucha cada palabra que digo por más que sea una estupidez y a pesar de que discutimos a veces, sé que lo que sentimos el uno por el otro no va a cambiar. ¿Realmente creen que no sé lo significa el amor? ¿Quieren que lo deje atrás y vuelva a ser el de antes? Si se supone que me quieren, ¿por qué buscan dañarme de esa manera?
No puedo evitarlo más tiempo, al escuchar esas palabras me sentí como si me hubieran estrujado el corazón. Abrazo a Greg con tanta intensidad que no me sorprendería romperle unos huesos. Él se sorprende del arrebato tan repentino y me corresponde el gesto. Sin importarme el hecho de que le estoy dando la espalda a sus padres, me quedo sintiendo el cálido cuerpo de Greg contra el mío.
—Te amo —le digo con la voz entrecortada—. Tú fuiste el único que logró sacarme de aquel estado deprimente en el que me encontraba a causa de las pérdidas que sufrí. No te rendiste conmigo y me enseñaste a darle una segunda oportunidad al amor. Yo también estaría perdido sin ti.
Nos separamos un poco y noto que los dos estamos al borde de las lágrimas, por lo que terminamos riéndonos de nuestro estado penoso. Desde mi posición, no puedo ver la reacción de sus padres luego de la confesión de Greg, pero él tampoco les está prestando tanta atención, sus ojos solo me están mirando a mí y no puedo decir que eso me moleste.
—Deberías contestar —me dice y es ahí cuando noto que mi celular suena de nuevo.
—Debe ser Dave —Greg se sorprende al escuchar mi respuesta—. Me llamó desde el teléfono de Fred y me prometió que vendría en cuanto le dije que tus padres estaban aquí.
Lo incómodo de todo esto, es que mi celular se encuentra en la cama cerca de donde están parados los padres de Greg. Todavía estoy intimidado por su presencia, pero con Greg a mi lado me siento seguro. En un acto que nos sorprende tanto a mí como a Greg, su padre toma el celular y me lo pasa. Agradezco el gesto con una voz diminuta y contesto.
—¡Dominik, al fin contestas! —me saluda de nuevo Fred.
—¿Qué pasa? —pregunto extrañado pues por alguna razón, esperaba que fuera Dave quien llamara. Aunque ahora debería estar en camino.
—Antes que nada, lamento que hayan sido descubiertos —habla con rapidez, se escuchaba muy acelerado, cosa que me extraña.
—Descuida, no estoy molesto.
—En cuanto Dave terminó de hablar contigo, juntó sus cosas y se fue. Mi mamá ha estado haciendo la decoración de interiores con la excusa de estar más tiempo a su lado —Del otro lado de la línea, escucho como la Sra. Sanders le dice que vaya directo al punto, que no había tiempo que perder, lo que me alerta de inmediato—. Estábamos en tu casa cuando sonó el teléfono. Era del hospital.
—¿De qué hablas? —pregunto, pero antes de saber la respuesta, mis piernas pierden fuerza y me tumbo en la cama.
—Es tu padre, sufrió un accidente automovilístico.
—¿Qué? —pregunto con un hilo de voz. Greg se acerca hasta mí con preocupación y sus padres también prestan atención. Debo verme extremadamente terrible para que dejen de lado su resentimiento hacía mí.
—No quiero mentirte, en el hospital nos dijeron que fue muy grave. Lo llevaron a cirugía de inmediato.
—¡¿Cirugía?! ¡¿De qué estás hablando?! ¿Cómo pasó todo eso?
—El informe de los bomberos dice que cruzó un semáforo en rojo y fue ahí cuando otro conductor casi impactó contra él, en un intento de desviarse, chocó contra una columna y algunos restos del vehículo atravesaron su cuerpo.
No sé en qué momento, pero el Sr. Foster me saca el celular para preguntar la dirección y los demás detalles. Yo estoy en mi lugar con las manos y las piernas temblorosas sin poder creer lo que Fred acaba de contarme. Greg, quien escuchó retazos de la conversación, entiende lo suficiente para intentar consolarme, sin embargo, yo estoy demasiado aturdido para poder reaccionar.
Miles de recuerdos se instalan en mi mente. Un Dave más joven que me llevaba de campamento con mi madre, uno más maduro en casa de mis abuelos el día que decidió sonreírme de nuevo luego de la pelea que tuvo con mi madre. Dave tratando de ocultar sus lágrimas en el funeral de su difunta esposa, años después intentando recuperar nuestra relación luego de que se agrietara por mi relación con Ashton. Y Sobre todo, un Dave que me dijo que luchara por lo que quiero, que no me rinda con Greg y que estuvo cada vez más presente en mi vida, brindándome su apoyo en los momentos en que más lo necesite.
Llevo mis manos al rostro y suelto todos aquellos sentimientos de impotencia y frustración que llevo conmigo desde hace tiempo. Mis manos se humedecen y tiemblan a un ritmo cada vez mayor. Greg me envuelve en un abrazo y recuesta mi rostro contra su pecho mientras me susurra que todo estará bien.
—No puedo perderlo a él también, Greg. Simplemente no puedo.
—No perderás a nadie, Domi. Fue solo un accidente, el estará bien —me consuela. Quisiera no haber notado la inseguridad en sus palabras, pero lo hice.
—Debemos irnos ahora —dice la Sra. Foster, Greg está a punto de reprocharle que no me dejará solo cuando la mujer continúa:—. El hospital no está muy lejos de aquí. ¡Apúrense!
Al entender las implicancias de esa afirmación, Greg me suelta un momento para ir a abrazar a su madre, quien le da palmadas en la espalda al no saber cómo reaccionar, luego vuelve junto a mí.
—Vamos, Dominik.
—Veré si puedo llamar a un colega que tengo en ese hospital para averiguar más detalles, mientras tanto, junten todo lo que necesiten en el menor tiempo posible —ordena el padre de Greg. No puedo ni siquiera dar las gracias porque mi voz se niega a salir.
Greg se encarga de tomar las cosas necesarias, las cuales no son muchas, a la vez que toma a Hansel, a quien dejé en la cama, para llevarlo en sus manos.
—No te muevas de ahí, ¿quieres? —Hansel le muestra la lengua.
Vamos en completo silencio dentro del vehículo, excepto por el señor Foster, quien está al teléfono con un doctor que fue su compañero de estudios y que trabaja al hospital donde nos vamos. Greg no se separa ni un solo segundo de mí, ya dejó de susurrar palabras de aliento y en su lugar, me acaricia levemente el brazo mientras yo recuesto mi cabeza sobre sus hombros.
—¿Alguna noticia? —pregunta la mujer al volante en cuanto su esposo corta la llamada. El hombre guarda silencio durante un rato que me parece eterno.
—Tal y como dijo el chico que llamó, por el momento está en cirugía, sufrió severos golpes en las costillas y tuvo una hemorragia interna muy grande, eso sin contar con el fuerte golpe que se llevó en la cabeza —Greg me da un apretón, pero es en vano, el pánico ya está en cada célula de mi cuerpo—. Debemos esperar a que terminen de operarlo para ver cómo evoluciona.
Como todo buen doctor, expone los hechos con objetividad, sin dar falsas esperanzas. La señora Foster no emite ni una palabra más y continúa el camino. Greg es el único que se anima a hablar.
—Pero, estará bien, ¿cierto?
—No lo sabremos aún, necesitan mantenerlo en observación. Sin embargo, no todo es tan malo, tu padre —dice refiriéndose a mí—, goza de buena salud por lo que pude llegar a apreciar, tampoco tiene una edad muy avanzada, esas son variables que hay que tomar en cuenta.
No se me pasa por alto el hecho de que en ningún momento dijo que estaría bien.
Llegamos al hospital y entro como si estuviera en un funeral. Me digo que debo ser optimista, pero las consecuencias del accidente resuenan en mi mente reiteradas veces. En cuanto pongo un pie dentro, Fred, quien aparentemente estuvo esperándonos bajo las órdenes del señor Foster, aparece dentro del rango de mi visión.
—¡Dominik! —me dice al llegar junto a mí y luego me da un abrazo—. Lo siento, todo esto es mi culpa, si no lo hubieran descubierto, él no hubiera sufrido ningún accidente.
—Dejemos los culpables para después —dice Greg y Fred asiente en señal de acuerdo. Yo todavía soy incapaz de hablar.
—Les llevaré con mi mamá, ella está con tus abuelos, estaban camino a tu casa para hablar con Dave sobre lo de la denuncia…—se detiene debido a la presencia de los padres de Greg—, por lo que vinieron con nosotros de inmediato hasta aquí.
—Yo iré a informarme mejor de lo que está pasando —dice el padre de Greg.
—Luego llámanos, Marco —replica la señora Foster y Marco asiente con la cabeza.
Fred nos lleva por unos intrincados pasillos hasta llegar a uno que termina en dos puertas cerradas con un letrero que lleva “acceso restringido” escrito. En los asientos están Sabrina, mi abuelo y a quien reconozco vagamente como mi abuela. La primera en verme fue Sabrina, quien viene corriendo hasta mí para darme un abrazo, gesto que me reconforta de inmediato.
—Dominik, quiero que sepas que estoy aquí para ti, ¿sí? —me dice y por alguna razón, siento una extraña calidez en el pecho al escucharla.
Mi abuelo, al verme, solo asiente con la cabeza y luego no hace nada más. Mi abuela, en cambio, ni siquiera me dirige la mirada. Ella siempre fue una persona dura conmigo, pero esperaba al menos que en estos momentos fuera un poco más comprensiva. Sabrina observa la actitud de los mayores y su expresión se endurece.
—Vamos a sentarnos —me dice Greg, quien no se despegó de mí desde que salimos. Sabrina afirma en acuerdo y yo los sigo como si fuera una marioneta.
Un momento después, mi abuela se levanta de su lugar y lanzándome una mirada mortalmente seria, sale del corredor. Yo me quedo anonadado en mi lugar sin saber qué hacer, mi abuelo va tras mi abuela y ambos se pierden al dar vuelta. Completamente aturdido por lo que acaba de pasar, me levanto de mi lugar y voy detrás de ellos.
—Dominik, ¿dónde vas? —pregunta Greg.
—Tengo algo que hablar con ellos, esperame aquí, ¿si? —Sin esperar respuestas, voy a averiguar el motivo de aquella actitud tan despectiva.
Doy vuelta en el corredor y veo que giran en otro que va a la sala de internos, rápidamente, voy hasta ese punto para poder seguirlos, pero antes de hacerlo, escucho sus voces, según deduzco, se sentaron en los bancos de esa sala para poder hablar con tranquilidad.
Mi abuela se oye furiosa, por lo que la potencia de su enojo me paraliza antes de poder girar y sobrepasado por la situación, tomo un lugar en la esquina para poder escucharlos. Sé que eso es de mala educación, pero algo me dice que las respuestas a mis preguntas jamás serán contestadas de frente.
—¡No puedo soportarlo más! Todo esto es su culpa —afirma con rabia. No hace falta ser muy inteligente para saber de quién están hablando.
—Tranquila, querida. Esto fue un accidente…
—¡No me digas lo que tengo que hacer! Tú tampoco eres inocente, con ese amigo tuyo planearon que Dave se case con Elise. Maldito sea el día en que se conocieron —Mi estómago se revuelve al escuchar el nombre de mi madre. ¿Qué tiene que ver ella en todo eso?
Por el rabillo del ojo, veo como Sabrina se acerca hasta mí preocupada, debió haberme seguido. Le hago una seña con el dedo para que guarde silencio y ella dubitativa, se acerca. Al sentarse, me pasa las manos sobre los hombros, pero estas se detienen en cuanto escucha a mis abuelos.
—Ninguno de los dos pudo haber previsto lo que Elise haría. Ni siquiera guardamos contacto desde ese día, debes empezar a dejar el pasado atrás —dice el hombre como si hubiera escuchado todo eso miles de veces antes.
—¡No me pidas que lo haga! ¿Cómo pretendes que olvide las infidelidades que aquella mujer cometió a espaldas de mi Dave? Era una desvergonzada. ¿Cuántas veces vimos a Dave al borde de la depresión por su culpa? Y ahora esto…
Las noticias me dejan aturdido. Esto no puede ser cierto. Mi madre no es esa clase de persona, ellos deben estar equivocados y solo dicen eso por la situación en la que se encuentra su hijo.
—Esto no tiene nada que ver con Elise.
—¿Cómo qué no? Me dijiste que Dave te llamó desesperado porque los padres del…novio de Dominik lo denunciaron, ¡novio! ¿puedes creerlo? ¿Ese chico no aprendió a la primera las consecuencias de lo que algo tan vulgar como eso trae consigo? Mi Dave nos dejó a un lado por él, todo porque le dije unas cuántas verdades, pero dime, ¿quién en su sano juicio cría al hijo de otro hombre como si fuera el suyo propio? ¿Cuán ingenuo tienes que ser para hacer algo como eso? Si aquella mujer siguiera viva, Dave hubiera hecho lo mismo con el otro niño que iba a dar a luz.
Estoy seguro de que mi corazón dejó de latir por unos breves segundos. El de Sabrina también. Si lo que mis abuelos dijeron es cierto, entonces, eso solo puede significar una cosa. Dave no es mi papá.
Hola a todos, les traigo el capítulo un poquito más triste de lo acostumbrado :( pero necesario u.u. También quiero aclarar algunas cosas:
➡Sobre el capítulo anterior, hubo muchos problemas con la lectura y creo que fue a causa de que anulé la publicación y la volví a subir, debido a los guiones (no es un secreto que wattpad los cambia), pero ya no lo haré o se quedan sin cap, por lo que les pido un poco de paciencia si son de los lectores que no quieren leer con guiones cortos.
➡Por otro lado, para los que no siguen mi cuenta y por tanto no leyeron el mensaje en mi perfil, decidí cambiar el nombre de unos de los personajes por motivos muy largos de explicar y poco interesantes, por lo que quedaría así:
Aqueron = Ashton.
➡Tercer punto: la portada. Bueno, no hay mucho que comentar, solo preguntar, ¿les gusta? Espero que si, la hice con mucho cariño 💜
Eso es todo, espero volver a leernos pronto. Los quiero.
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