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Especial: Vacaciones rusas 2

POV Caleb

Mi padre habia asegurado que seria bueno un poco de entrenamiento con Irina pero no supe quien era nuestra supuesta tia hasta hace un mes.

Estaba en la habitacion jugando ajedres con Ian justo cuando sentimos un ruido al otro lado del pasillo, pero lo deje pasar por el hecho de que Perla siempre tiraba el caballete al suelo al quitar los lienzos o se le caian las latas de pintura, pero solo segundos despues un grito nos hizo pararnos y salir corriendo hacia alli.

-Basta ya, te dije que no la toques- grito Milenka.

La puerta de las chicas estaba abierta de banda en banda y entramos rapidamente para ver que pasaba.

El nuevo director tenia a tres alumnos de quinto revisando entre las cosas de las chicas y a Perla agarrada de forma tosca de la muñeca mientras esta comenzaba a ponerse blanca del panico, esto no era bueno, se las consecuencias del panico de Perla y son peligrosas.

-Sueltala ahora- le grite caminando hasta tener su brazo agarrado y a Perla tras de mi, pero aun asi no la solto por lo que golpee su brazo hasta alejarlo de la chica.

Ian se encontraba junto a Milenka que tenia asesinato escrito por todo el rostro.

-Paren ya lo que estan haciendo- Grito- es una orden- los chicos dejaron de rebuscar de inmediato y se acercaron al director que los miraba como reprochandoles el que hubieran parado.

-No se metan en esto jovenes y regresen a su habitacion- nos pidio enojado.

-Cuando usted nos diga que estaba pasando aquí- agrego Ian.

Le deje resolver todo ya que sentia a Perla temblar con sus puños cerrados aguantando mi camisa. Le tome ambos brazos, apoye sus manos en mi pecho y la abrace para que se calmara, me miro a los ojos intensamente y solo asenti.

-Dejanos hacernos cargo- le pedi en un susurro antes de besar su frente y mirar a Milenka mas relajada al ver a su hermana calmada.

-No pienso dejar que esa pequeña traficante ingrese drogas a esta escuela- grito el señor señalando a Perla haciendo que me enojara aun mas de lo que estaba al ver la marca de sus dedos en el brazo de la chica.

-En que se basa para decir que esta traficando- cuestione tomando respiraciones profundas.

-La he visto- alego- usted mismo sabe de lo que hablo, señorito, la vi pasandole paquetes a usted.

Una risa compulsiva se apodera de mi cuerpo haciendo que Perla me mire a los ojos y se ilumine en una tierna sonrisa.

-Paquetes como este- digo metiendo una mano en el bolsillo de mi americana para sacar un pequeño paquete blanco y mostrarselo.

-Si- alega

-Bueno ya que esta tan interesado en saber que trafica, tome- le dije lanzandoselo, pero casi no logra cogerlo.

Mientras lo abre todos miran atentamente sus manos para ver el contenido del paquete. Y a pesar de la vergüenza que siento por lo que va a mostrar no pienso permitir que maltrate a la chica.

-¿Una Matriuska?- pregunta incredulo.

-No una matriuska, la ultima pieza de un regalo para mi madre- declaro mirando la pieza en sus manos.- Es perfecta cariño- le digo a Perla que mas tranquila se da la vuelta dejando mis manos caer en sus caderas.

-Pero eso no es posible, su madre es una maldita mafiosa- nos grita.

Los jovenes a sus espaldas se encojen avergonzados, pero no se meten y justo entonces llega el resto de nuestro grupo. Isaac e Ibrahim entran a la habitacion ante el espaviento uniendose a su hermano.

-Tiene algun problema con mi madre- rebate Milenka ante la ofensa.

-Si, las quiero a las dos fuera de aquí y a sus amiguitos tambien. No pienso parar hasta que no lo consiga-contraataca.

Pero ahora los que nos reimos somos nosotros, este hombre solo habia estado dos dias aquí y claramente no iba a permanecer mas ninguno.

-¿Que les da tanta risa, malcriados?- regaña

-Sabe que me da risa- habla Perla por primera vez- Que conozca a nuestra madre pero no a las del resto.

Ian saca el movil de su bolsillo y tras teclear algo en la pantalla lo vuelve a guardar. Unos minutos despues cuatro guardias de seguridad del campus estan formados en la puerta de la habitacion.

-Sus altezas, algun problema- saludan tras una reverencia ante la mirada de asombro del director.

-Que..que quieren decir- tartamudeo el señor.

Pero esta vez fui yo el que hable.

-Quiero que tomen a este Señor y lo saquen permanentemente del campus, tiene prohibida la entrada por mandato real- afirmo y los chicos me dan su aprovacion muda.

-A sus ordenes

Luego de ese dia nuestros padres decretaron que pasariamos dos meses de entrenamiento en Rusia, pero aun no se que hizo la Zarina con quien se atrevio a dejar una marca en la piel de Perla. Aunque la pregunta real seria ¿Queria saberlo?

Las chicas se llevaron una gran sorpresa cuando Irina las llevo a sus nuevas habitaciones, habia hecho una casa para ellas a solo unos pasos del edificio principal y nuestras habitaciones estaban justo alli.

-Es precioso madre, nunca pense tener un estudio, muchas gracias- abrazo Perla emocionada a la mujer aun demasiado joven para ser su madre.

El estudio era grande, con paredes de cristal que mostraban el bosque en toda su extension y estantes con todo lo que la chica pudiera necesitar, pero algo en una pared me sorprendio mucho, justo la unica pared que no estaba cubierta por ventanas tenia un gran numero de lienzos colgados, acuarelas y oleos de los paisajes que rodeaban la mansion o escenas familiares, pero habia una que era especial, una que nunca pense que ella recordaria. El fondo de la imagen era oscuro, dos pequeños en una cueva, la niña sobre las piernas de su contraparte masculina que le acariciaba el pelo, ella y yo, muchos años atrás.

La primera vez que me dejo tocarla.

Sin moverme de frente a la pintura busque que sus ojos hicieran contacto con los mios, pero no mas ver en que habia reparado sus mejillas se tiñeron de un profundo tono rojo y por un segundo dejo de ser la chica segura que bajo del avion para volver a ser mi pequeña.

-¿Perla, estas bien?- cuestiono Irina.

-Si, madre, perfectamente- contesto recomponiendose.

-Bueno, los dejare descansar chicos, su entrenamiento comenzara mañana al amanecer, las alarmas ya estan puestas y las chicas les mostraran el resto de la casa mas tarde, Clarie se hara cargo de sus comidas mientras estan aquí, ahora voy con los pequeños que aun no han terminado su entrenamiento- comunica antes de salir seguida de sus esposos.

Solo un momento despues sale Ian detras de Milenka que como ya es costumbre esta enojada con ellos por Dios sabra que, dejandonos solos al Ibrahim cerrar la puerta antes de irse.

-No pense que lo recordaras- confieso a pesar de que ella esta justo al otro extremo de la habitacion.

-Lo hago, pero no le pongas atencion a eso. De hecho, vamos, te llevo a tu habitacion- me evade rapidamente.

Justo cuando su mano toca el pomo de la puerta estoy parado tras ella con una mano en su hombro, la conozco y se que algo le molesta ultimamente. Se voltea apoyando su espalda a la puerta y levanta la barbilla para que sus ojos conecten con los mios. Pero en lugar de encontrar ese tono verde suave que siempre tiene cuando me mira, sus ojos se acercan mas a un tono olivo, esta enojada.

-¿Que le pasa a mi pequeña princesa mimada?- la pico esperando a que me de una respuesta sincera.

-No me llames mas asi Caleb- me riñe

-Te molesta, por eso lo hago- admito quitando un mechon de cabello de su rostro para colocarlo tras su oreja, pero su respuesta no es la de siempre, en lugar de inclinarse a recibir el ligero roce en su mejilla se aleja de mi toque- No hagas eso- la regaño, sabe que no soporto que no me deje tocarla.

-No lo hagas, te vi con ella- susurra dejandome sin palabras.

-¿De que me estas hablando?- indago

-Te vi besar a Hana hace un mes y ayer la llamaste justo como lo haces conmigo, por eso, solo no lo hagas mas- me pide, haciendo que quiera golpearme- No tienes que cuidarme Caleb, no soy tu responsabilidad, se cuidarme perfectamente sola.

-Perla, si, admito que la bese, pero no puedo entenderte, ¿por eso no me dejas tocarte?- indago sin entender nada- No es lo mismo, cariño- trato de explicarle haciendo que su mirada sea aun mas fria.

-Ahí es donde esta el problema, en que no es lo mismo- confiesa, pero me deja con las ideas desordenadas.

-No, no puedo entenderte, perdoname.

-No quiero que me veas como a un gatito perdido y dañado al que tienes que cuidar, no lo soy, pero esa es la unica forma en la que me ves, ¿cierto?- susurra y noto el dolor en su voz.

-Yoyo no te veo asi pequeña- dudo al dar mi respuesta y ella lo sabe.

Pone sus dos pequeñas manos en mi pecho pidiendome espacio en silencio y se lo doy, solo dos pasos, pero eso no le impide abrir la puerta para salir y justo cuando pienso que va a irse se acerca a mi hasta que su pecho esta justo contra el mio. Sus manos se posan a cada lado de mis mejillas y sus labios rozan inseguros los mios, pero no logro reaccionar a tiempo asi que se aleja con los ojos llenos de lagrimas.

Mi cuerpo demora unos cinco minutos en salir del trance en el que me dejo, pero solo necesito eso para saber que quiero mas. Corro por el pasillo, pero no logro encontrar su habitacion, mi mente esta tan nublada que no recuerdo siquiera si esta en este piso, y justo cuando voy a bajar al segundo piso un pequeño cuerpo con una fuerza descomunal choca con el mio.

-¿Qué carajos le hiciste a mi hermana?- me grita la voz de Milenka mientras me patea la espinilla haciendome saltar.

-Yoyo no lo se, ella solo- trato de explicarme pero no lo consigo y ella no me deja.

-Perla acaba de salir corriendo hacia el bosque y mis padres estan de caza asi que mas te vale que la encuentres porque si ellos lo hacen antes o le pasa algo por tu estupidez vas a terminar en el fondo del lago como comida para los peces- me amenaza.

-No le hice nada, pero no me dejo reaccionar- le grito, solo quiero encontrarla.-¿A donde pudo haber ido?- le pregunto.

-Lo mas seguro, al lago, en el lado norte hay un columpio al que siempre va- informa aun mirandome mal.

Salgo corriendo a toda prisa hacia donde me dijo pero no encuentro ni rastro de ella, a lo lejos se oye a los perros ladrar, pero no creo que se haya ido por ese lado, si esta triste no querra que la vean y justo cuando estoy a unos metros del lago, la veo, pero no esta en el columpio, esta sentada en el suelo hecha un ovillo, su cabeza oculta en sus piernas y mi corazon se oprime ante esa imagen. Trato de acercarme sin asustarla, pero cuando estoy a solo unos metros de ella una rama se rompe bajo mis botas y antes de que me de tiempo  a pestañear tengo un arma apuntando a mi pecho.

-Perla, baja el arma- pedi despacio sin dejar de mirar sus ojos rojos por el llanto.

-Solo vete Caleb, estare bien en un rato- alega bajando un poco el arma pero aun sin soltarla, se que me esta mintiendo asi que sigo acercandome hasta sentarme a su lado, tomo el arma de su mano y la dejo en el suelo antes de acercarla a mi, pero aun asi esta lucha para que la suelte, golpea mis manos y mi pecho tratando de alejarse, pero ya he tenido suficiente de eso.

-Perla, vasta- la regaño.

-Dejame en paz, ya tengo mi respuesta, no quiero oirlo , solo, solo no lo hagas mas doloroso- me suplica- No se en que estaba pensando, perdoname, olvidalo, si. Puedo superarlo.Nunca paso, solo estabamos en el estudio y me fui, recuerdalo asi

-Perla te he dicho que pares- le grito logrando que se calle, pero no espere la reaccion posterior a eso.

Si antes estaba nerviosa, ahora esta a la defensiva, sus ojos me miran con un miedo que nunca habia visto. Dios, ayudame a hacer esto bien porque esta aterrorizada.

-Mi pequeña, lo siento, no debi gritarte- no consigo nada con ello, solo que se aleje aun mas.- Perla, mirame a los ojos, soy yo, nunca te haria daño cariño, prefiero que me corten los brazos antes de hacerlo- regulo mi tono para que sea conciliador y de a poco el miedo va desapareciendo- Siento lo que paso en el estudio, si, es mi culpa, no supe reaccionar correctamente.

Observo su lenguaje corporal antes de intentar acercarme nuevamente, pero esta vez me lo permite, lo sigo intentando con mas fuerza hasta que la tengo a horcajadas sobre mis piernas y mis manos acarician su pelo revuelto y con hojas secas por todas partes.

-Yoyoyo siento haberte besado, no debi hacerlo- tartamudea escondiendo su cara en la curva de mi cuello, para que no pueda verla.

-No tienes que lamentar nada- le aseguro, pero ella niega con la cabeza haciendome cosquillas en el cuello con la nariz.

-Yo, lo que hice estuvo mal, se que solo me vez como alguien de tu familia- declara y se que le duele hacerlo.

-No, cariño, te equivocas, eres una chica maravillosa y muy atractiva pero- no me deja terminar, como siempre.

-Pero no te gusto, ya lo entendi Caleb, solo no me lo digas, puedo superarlo si no lo dices, pensare que fue un sueño y que estoy equivocada, no me gustas, solo es una ilusion.

-Algun dia me dejaras terminar de hablar- le regaño, haciendo que saque su cara de mi cuello y me mire a los ojos con esa picardia infantil de cada vez que va a hacer una travesura.

-Nop- contesta con esa maldita sonrisa que siempre me tine al limite, esa sonrisa en la que termina mordiendose el labio inferior.

Pero esta vez no quiero controlarme, esta vez solo quiero dejarme guiar por ese instinto que trato de reprimir cada vez que estamos asi. Por lo que alejo mis manos de sus muslos y recorro todo el camino hasta su cara sin dejar de tocarla, sin dejar de mirarla a los ojos que en un principio se abren con sorpresa, pero luego se cristalizan con lujuria.

-Caleb- susurra

-Shhh- le pido que no hable mientras acerco mi rostro al suyo.

Mis dedos suben por su cuello y terminan acariciando la marca de sus dientes en el labio inferior.

-Puedo- no se por que diablos pregunto, pero no quiero y no pienso arrepentirme de esto.

-Por favor- no espero a que termine la frase antes de besarla.

Sus labios estan frios como un cubo de hielo, pero aun asi son suaves y buscan los mios con devocion, la misma que senti en el primer beso, la que me hizo bloquearme, pero esta vez yo estaba al mando y no podia dejar de tocarla. Solo me dejo guiar por mis instintos y mis manos que alguna vez estuvieron en su cabello, ahora se encuentran sujetandola fuertemente de las caderas mientras muerdo y chupo sus labios. Sus suaves jadeos llenan mis oidos  pero mi cerebro solo me pide mas, tocarla mas, besarla mas y simplemente no puedo controlarme. Sus manos sujetan mi cabello mientras beso su mandibula, su cuello y justo alli se que tengo que parar. Pero ella no va a hacerlo sola, sus ojos estan cerrados pero la sonrisa en su rostro mientras se acurruca en mi pecho es todo lo que necesito para saber que esta bien.

-Yoquiero mas- me pide en un susurro bajo lleno de seduccion.

-Vamos a casa, pequeña, te estas congelando- le sugiero, porque se que estoy cerca de perder el control.

-No lo estoy- miente.

-Estas temblando y esta oscureciendo- admito a mi pesar.

-Solo uno mas- pide con un puchero y no puedo resistirme a besar suavemente justo alli.

-Listo, pequeña traviesa, ahora a casa- le sonrio.

-Eso es trampa, quiero un beso de verdad- reprocha.

-Ya te di uno- alego ayudandola a ponerse de pie.

-Lo olvide- sonrie picara antes de salir corriendo, sin saber en que se esta metiendo.

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