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Daemon Pov
Al salir de la oficina de Irina me doy cuenta que a pesar de tener una posibilidad de entregarla a mi jefe no quiero hacerlo. Nunca había dudado tanto en una misión antes.
El teléfono en mi bolsillo suena no más poner un pie en mi habitación, en ocasiones creo que el jefe sabe lo que estoy pensando y se encarga de refrescar mi memoria.
- Dime- contesto algo molesto.
- ¿Estás solo?- pregunta.
- Si, puedes hablar- afirmo con impertinencia.
- Ya revise las fotos de los documentos que me enviaste pero no tienen fecha o un lugar específico- reclama- Que mierda te crees que estás haciendo. Me sigues haciendo perder el tiempo y te aseguro que no vivirás un día más.
- La zarina me incluyó en el plan pero sobre la mesa había tres planos de posibles lugares, así que no sé cuál es el específico, pero mañana revisaremos la estrategia por lo que supongo que me dirá la fecha y el lugar que seleccionó, cuando lo sepa le informó- rebato- Como no dejes de amenazarme, ambos terminaremos muertos.
- Como digas, pero esperó la información de inmediato- habla y luego cuelga.
Caminando por el cuarto comienzo a divagar en voz alta inconscientemente.
Ya los tres gorilas terminaron la misión, pensé que les tomaría más, pero tenían todo listo en solo quince días. Y no sé si cuando regresen la próxima semana Irina retirará su confianza, no sé si he logrado seducirla lo suficiente para que los deje aunque ellos la reclamen. Necesito hacer algo más. ¿Qué me está faltando para tenerla a mis pies?"
La mañana llega antes de lo pensado y tras vestirme me dirijo a la oficina donde encuentro a Irina con una bata de seda sentada en el suelo de piernas cruzadas. A su alrededor se encuentran un montón de documentos de los cuales ya sabía el contenido. Casi en la punta de su nariz se aguantaban unos lentes de pasta negra que la hacían lucir como la secretaria sexy de los sueños húmedos de cualquier hombre, en sus manos sostenía una de las carpetas que estaba analizando con detenimiento. Una pizarra con un mapa dibujado a escala se encontraba a su derecha con algunas fotos del lugar y notas con los nombres de los integrantes de cada línea de defensa unidos a ella mediante chinchetas. Me pongo a buscar la ubicación de los trillizos por curiosidad, encontrando que los ha desplazado del primer frente para ponerme a mí a su lado junto a algunas de las muñecas, en cambio ellos están ubicados lo más alejado posible, junto a los francotiradores, a pesar de que se comenta que no son muy buenos en ese ámbito. Aunque personalmente solo me interesa que estén bien alejados de ella para que no estropeen el plan. Algo más a su alrededor me llama la atención, Irina raramente come cuando está trabajando, pero su escritorio está repleto de envoltorios de chocolatinas y a su alrededor entre los papeles hay cerca de cincuenta más, en la mesa de café se hallan los platos de la cena vacíos, por lo que descarto la posibilidad de que sea que ha tenido hambre porque no cenó, tal vez es solo el estrés de la misión.
Su vista se levanta y me sonríe haciendo gestos con su mano para que me acerque a ella. Evitando ensuciar alguno de los documentos por los que está rodeada me descalzo y me acerco a ella para besarla, su boca sabe a chocolate suizo y gaseosa de limón.
- ¿Dormiste algo anoche reina?-le preguntó.
- Si, me quede dormida algo temprano y desperté hace cerca de dos horas- afirma
- ¿Cuándo comenzamos a trabajar?- digo incentivándola.
- Justo ahora, te estaba esperando- admite poniéndose frente a la pizarra y analizando las líneas de defensa una por una, cambiando algunos de aquí para allá. Luego de un rato me doy cuenta de que personas importantes faltan en las líneas de defensa.
- ¿Donde estarían Nikita, Turquesa y Milenka?- preguntó extrañándome que no estén presentes, que faltara la niña seria entendible, pero Nikita o Turquesa no.
- No estarían- confiesa segura- el cargamento de diamantes es importante pero no puedo dejar a la mansión sin protección, ellas se quedarán junto a los guardias que regresan de Siberia para esa fecha- Asegura.
- Ya entiendo, otra cosa, estas segura de la línea de francotiradores, tengo entendido que los Komarov no son los más hábiles- digo tratando de ver su reacción, su cara de asco es graciosa, como la de un niño pequeño que le mencionas algo que le desagrada.
- No los quiero cerca, y no irán como francotiradores sino para la protección de estos.
- Entiendo, ahora ven aquí- digo haciéndola enmudecer, de esos tres desgraciados me importuna hasta oírlos mencionar. Ella me mira sonriente y se sienta sobre mis piernas.
- Te quiero mucho, pero eso ya tú lo sabías, estoy segura- señala besando mi mejilla.
- ¿Qué tanto? - pregunto sorprendido.
- Tanto como para humillarle al decírtelo aun sabiendo que tú a lo mejor no sientes nada por mí- responde con la cabeza escondida en el hueco de mi cuello. Su voz suena segura y solo una pregunta me viene a la mente.
- ¿Por qué me rechazaste en Tula entonces?- pregunté serio
- Tenía miedo de enamorarme de ti, pero no sirvió de nada, de igual forma caí- contesta a mi pregunta y sin saber por qué razón sus palabras me llenan de júbilo.
- Yo también pensé que era incorrecto enamorarme de ti pero aun así no conseguí evitarlo, te amo Irina- le digo y a pesar de que pueda sonar sínico, es lo más sincero que le he dicho.
Cuatro días después:
Los putos gorilas han estado fuera veintiún días pero aun así los quiero lejos más tiempo, Irina ha insistido en usar protección ya que dice que antes de que estuviéramos juntos al parecer su parche anticonceptivo no estaba bien puesto y se le cayó durmiendo, cuando fue a buscar otro se dio cuenta de que se habían acabado y esta renuente a salir de la mansión, tampoco es que haya pensado en pedirle siquiera dejar de usarlos pues sé que eso le costó una relación de dos años a los trillizos, ella no quiere hijos y yo tampoco por tanto, estamos bien.
Su llegada fue recibida por toda la guardia con algo de alegría, Milenka fue la primera en correr a los brazos de Josef que cargaba con dos peluches medianos cuando paso el umbral, todos nos encontrábamos allí a excepción de Irina, la cual aseguro no tener ningún interés en recibirlos alegrándome el día. Milenka fue pasando en los brazos de cada uno con un fuerte abrazo, al llegar a Josef repitió la misma acción por segunda vez y miro sus manos expectante.
- ¿Es para mí?- pregunto despacio con fingida inocencia.
- ¿Y para quien más sería querida?- le pregunto a la niña ofreciéndole uno de los juguetes.
- ¿Y el otro?- cuestiono pícara mirando hacia la niña escondida tras los pies de Clarie.
La chiquilla apenas salía de su habitación o hablaba con alguien que no fueran Milenka, Irina o Clarie, había ganado peso en el último mes.
- Alice- la llamo el mismo con una sonrisa conciliadora- o creo que ahora te llamas Perla, ¿no?- la chica asintió cuando llegó frente a él.- Este es mi regalo por ser tan valiente, espero que estés entrenando muy duro.
- Si padre, lo está haciendo- respondió Milenka- ¿No trajiste nada para mamá?- indaga la niña haciéndome apretar la mandíbula. Pero el no respondió a su pregunta y simplemente esquivo la mirada inquisidora de ella.
- ¿Por qué no vas a jugar con Perla, Mile?- dijo la voz de Irina a mis espaldas, al pasar por mi lado acarició mi mejilla y luego regreso a su actitud fría.
- Si madre- contestaron ambas niñas y ella les sonrió al verlas salir corriendo por la puerta principal. Hace una semana había adoptado a Perla y hoy en la mañana luego de recibir el acta legal borro cualquier información de la niña del registro civil sustituyéndolo por una partida de nacimiento nueva, lo que explicaba la falta de información o la alteración de la poca existente acerca de su familia.
- ¿Cómo les fue en la misión?- les interrogo cordial.
Josef se puso rígido al oír su voz dirigida a ellos.
- Esta todo resuelto zarina, le daremos el informe cuando usted decida- intervino Ivan.
- En la oficina a las 5 pm si no es urgente- dando la espalda me miró a los ojos coqueta - Daemon te necesito para hackear una cuenta, ahora- ordeno dura pero sin perder esa mirada seductora.
- Como órdenes, mi reina- le dije solo para molestar a los gorilas.
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