Irina POV

"Que comience el juego"

Esa es la respuesta que recibo de Nikita. Guardando el teléfono en una gaveta bajo llave veo salir a Damon del baño para acto seguido acostarse a mi lado y abrazarme por la cintura. Pobre infeliz, no sabe lo que le espera.

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Unos suaves toques en la puerta me hacen abrir los ojos lentamente intentando acostumbrarme a la luz, olvide cerrar las cortinas anoche pienso mientras el resplandor me da directamente en la cara.

-¡Madre!- llama al otro lado de la puerta la voz dulce de Milenka.

Me bajo de la cama y recojo la bata que termino tirada por el suelo anoche para cubrir mi desnudes, no necesito que mi hija me vea en esas fachas.

- ¿Qué paso, querida mía?- Pregunto abriendo la puerta. Y me la encuentro junto a la pequeña Alice.

- Los trillizos la han estado buscando, madre- informa con clara preocupación- Y también quería decirle que Alice decidió cambiar su nombre.

Mi mirada se fija en la de la otra niña para luego preguntar.

- ¿Cómo deseas ser llamada, pequeña?- Me agacho hasta quedar a su altura para poder mirarla a los ojos.

- Perla, madre, deseo ser llamada Perla- dice tímida.

- Pues así será- le afirmo besando su mejilla con cariño- Perla Marcov, me gusta cómo suena- expreso dándole a entender que había aceptado adoptarla.

Los pasos que se acercan por el pasillo no me toman por sorpresa, pero menuda será la de ellos cuando vean a Daemon en mi cama.

- Hasta que te encontramos- exclama Ivan casi parado detrás de mis pequeñas.

Mi mirada se dirige dentro de la habitación esta vez y sé que Daemon está oyendo porque su respiración y el movimiento de sus globos oculares tras sus párpados lo delatan, mostrando que no está dormido sino aparentando, quiere calibrar mi reacción pero ciertamente soy una mejor mentirosa que él.

- ¿Irina?- cuestiona nervioso al ver el cuerpo dormido enredado en mis sábanas.

- ¿Princesa?- se acerca a mi Josef con los ojos rojos y mi anillo entre sus dedos, está claramente afectado por lo que había hecho, su visión conecta con la de su hermano y su expresión es de shock. - ¿Por qué?

- Milenka, Perla- ambas me miran de inmediato- Bajen con Clarie a por la merienda y díganle que en un rato suba el desayuno para dos.

- Como usted mande, madre- dice Perla tratando de imitar a Milenka lo que me causa gracia, se ve tierna haciéndolo. Milenka le sostiene la mano y se aleja casi arrastrándola.

- ¿Qué problema tienes, Josef?- le cuestiono lo más fría que puedo.

- ¿Por qué te acostaste con él, Irina?- Indaga Isaac.

- Aclaremos algo antes de contestarles. ¿Desde el inició el trato no fue que los tres eran un paquete?- les pregunto esquivando la pregunta de ellos ya que sería capaz de delatarme al responder.

- Si- contestan y veo a Josef bajar la cabeza hasta mirarse los pies.

- Ayer Josef y yo tuvimos una fuerte discusión, no pienso darles un hijo y esa es mi decisión final, nos divertimos un tiempo, pero ya no quiero seguir con esto.- Digo con un tono capaz de engañarme a mí misma.

- Podemos arreglar cualquier cosa, reina- Afirma Ivan mediando en el problema y a la vez fulminando a Josef con la mirada.

- Ese es el problema, Ivan, no quiero arreglar nada, se acabó- le espeto seria.

Josef cae de rodillas en el suelo frente a mí y a pesar de que me vanaglorio diciendo que no soy capaz de sentir nada por nadie, siento una pequeña punzada de algo que no me agrada, no quiero verlo así, derrotado, él es mi mejor guerrero, mi compañero, mi igual.

- Irina, amor, perdoname- pide mirándome a los ojos.- No sabía lo que quería cariño y en la noche cuando peleamos estaba un poco bebido, hablemos ¿sí?, no puedo permanecer en este lugar sin ti, sé que fui un idiota pero por favor perdoname- Un nudo se forma en mi garganta ante sus palabras y por una vez en mi vida sé que voy a arrepentirme de lo que haré, pero en este punto ya no hay vuelta atrás.

- No te preocupes por eso, no pensaba dejarte aquí, tu nueva misión es ir a Tailandia a resolver los problemas con los envíos desde el triángulo- los ojos de Ivan se iluminan con esperanza ya que antes cuando peleábamos solo expulsaba al que había cometido el error, pero esta vez los necesitaba a los tres fuera del plan, ellos no me permitirían siquiera acercarme a Daemon en el momento en que les diera la más mínima esperanza.- De hecho, vayan todos, no quiero verlos hasta que el negocio este arreglado.

- Solo contestame algo- dice Jos con voz rota- ¿Por qué te acostaste con él?

- Porque lo quiero a mi lado a partir de hoy- Digo ocultando cualquier expresión que pudiera reflejarse en mi cara y sé que esas fueron las palabras que más les dolieron a todos.

- Cumpliremos la misión, Zarina- Alega Josef recuperando la actitud de hombre frío. Mirando mis labios con nostalgia toma mi mano entre las suyas y traza un símbolo de infinito en ella, por siempre, deletrean sus labios antes de marcharse y siento algo en mi interior romperse ante el recuerdo que inunda mi mente.

…El Josef de dieciséis años de mi recuerdo es más desgarbado, pero esos ojos verdes siguen teniendo la pasión y la vivacidad de esos tiempos. Tras un largo día de entrenamiento estamos otra vez bajo el viejo árbol del patio de la mansión, yo acaricio su pelo mientras su cabeza reposa sobre mis piernas, sus manos juegan con una manzana y un cuchillo que había sacado de mi cinturón ofreciéndome un tajo de esta con diferentes formas cada cierto tiempo, una flor, una estrella, un arma, un corazón y cada una me hacía reír más que la anterior. Una voz furiosa se oye desde la puerta trasera y ambos nos ponemos de pie, alertas, un Andreev enojado se acercaba a mí con rapidez pero aun así no llego a tocarme al chocar contra el dueño de esos ojos verdes que se interpuso entre nosotros. La cara del anterior estaba plagada de moretones, su tabique desviado y puntos de sutura en su ceja izquierda, Josef lo había dejado hecho una caricatura cuando lo encontramos con la mucama.

-Mira con quien te encuentro, puta- me grita de forma frenética, él es dos años mayor que nosotros pero viene drogado hasta la médula, sus ojos rojos y dilatados, este no era el chico del que pensaba estar enamorada, este me engañaba a cada paso que daba y me ofendía cada dos palabras.

-No la vas a tocar y vas a largarte de aquí antes de que te meta una bala entre las cejas, no te mate la última vez porque tu padre es un gran socio, pero te acercas de nuevo a ella y no vas a contarlo-Le amenaza Josef con su arma apuntándole a la frente.

Tras mirarme con recelo este se aleja de nosotros pero antes de desaparecer anuncia.

-Esto se acabó Irina- me gritó haciendo que mi corazón se oprimiera un poco y me dejara caer en el suelo, la sensación de alivio más grande embargándome.

-Irina, mi ángel, él no es para ti, nunca lo fue- me asegura Josef mientras besa mi frente como suele hacer cuando estoy triste, sin darse cuenta que lo que siento es todo lo contrario, siento mis mejillas arder ante su suave contacto y sus ojos conectan con los míos, el bosque contra el mar, pero eso solo frena lo inevitable, su boca busca la mía en cada beso que deja desde mi sien hasta la comisura de mis labios y la necesidad que lo haga solo me lleva a tomar la iniciativa, lo beso, lo beso como si fuera la primera vez que lo hago ,tímido, suave y eso solo provoca que termine con mi cuerpo contra la corteza del árbol a mis espaldas y su frente presionando la mía, nuestras respiraciones aceleradas y la más hermosa sonrisa que he visto salir de sus tentadores labios frente a mis ojos.

-¿Sabes que te amo, cierto?- me pregunta con sus ojos escudriñando los míos en busca de la verdad pero solo me limito a asentir despacio, él toma mi mano, traza un símbolo de infinito en mi muñeca y tras besarlo se limita a decir:

-Por siempre…

Cuando siento sus pasos alejarse me recompongo para luego acercarme a la cama y abrazar al hijo de puta que se hace el dormido y que se crea mi actuación.

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Hace ocho días que los trillizos están en Tailandia, la confianza de Daemon ha sido cultivada con cuidado, ya que piensa que somos una pareja y que estamos bien, la misma ha ido aumentando. Lo veo entrar a la oficina y he aquí mi oportunidad.

- He estado pensando en algo - le digo risueña.

- ¿Qué ha estado pensando mi reina hermosa?- cuestiona dulce, joder es empalagoso, no lo soporto, además de que está usando un apelativo que solo me gusta oír de los labios de mis chicos, me está probando, pero va a perder su tiempo.

- Quiero presentarte ante todos como mi pareja dentro de un mes- le informo

- ¿Por qué no ahora?- interroga dudando un poco.

- Quiero llevar a cabo una misión muy importante antes de presentarte, es algo que no quiero avisar hasta que nos falten alrededor de dos horas para realizarla y deseo que lo hagas a mi lado, como mi mano derecha y mi pareja, esta será tu prueba de estrategia- le digo tomándolo del cuello para besarlo y luego acariciarle la mejilla.- Necesitas demostrar ser un buen estratega para tener el respeto de la guardia.

-¿Cuándo empezamos?- pregunta ansioso.

- Mañana comenzamos, necesito terminar de revisar los planos que tengo en mi habitación desde la semana pasada ya que no he tenido tiempo, así que esta noche los analizó bien y temprano comenzamos a estudiar la maniobra. 

- Estoy de acuerdo, ¿Hoy trabajaras toda la noche?- pregunta curioso.

- Si cariño- admito y se va a su habitación finalmente.

La mañana llega bastante rápido en lo que me preparo para dar el mayor golpe de mi vida, envió archivos trucados a su computadora antes de que llegue a la oficina. Cuando finalmente aparece me besa ligeramente para luego tomar asiento frente a su ordenador. Se concentra profundamente en leer todo para darle una buena información a su jefe, lástima que toda es falsa de otra forma le aseguraría un buen ascenso. Unas horas más tarde llama mi atención para mostrarme algo que recibió.

- Llegó un informe de la misión de Tailandia- me informa- pero debes leerlo tú, la verdad es que no entiendo el idioma.

Me coloco detrás de él y aprovecha esto para besar mi pecho.

Zarina, hemos encontrado el chivato y lo hemos hechos pagar sus porquerías. Nos encargaremos de reestructurar la cadena de mando antes de regresar. El próximo cargamento llegará en una semana y princesa, por favor perdoname por presionarte, por ser un imbécil y un egoísta, tú tienes todo el poder sobre nosotros.
Tuyo siempre,
Josef