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Irina Pov
Daemon me esperaba cómodamente sentado en un sillón de cuero negro en medio de la habitación solo en un pantalón de mezclilla gastado, su torso tenía los músculos marcados y su mirada de prepotencia me hacía querer golpearlo. Parándome frente a él deje que su mirada recorriera mí cuerpo hasta el punto de oscurecerse por la lujuria, aun en la tenue luz de la habitación podía ver su excitación a través de sus dilatadas pupilas. Su postura regia se fue achantando a medida que con mis manos apoyadas en los reposabrazos del sillón acercaba mi cuerpo al suyo hasta quedar con muestras caras una frente a la otra.
- Aclaremos unas cosas cariño, yo tengo tres amos así que señor será la forma más alta a la que puedes esperar que te llame- le informo alejándome de él y este asiente- Soy una swich por lo que también me gusta jugar y hoy quiero jugar- El asiente estando de acuerdo nuevamente, demasiado dócil para mi gusto- Mis límites son pocos pero en todos estoy totalmente en contra de las marcas en mi piel, ese derecho es reservado exclusivamente para mis amos, nada de sangre o alguna otra secreción corporal que no sean lágrimas, semen o sudor; no vas a besarme en los labios, está estrictamente prohibido y vas a usar protección. Mi palabra de seguridad es Mariposa. ¿Está lo suficientemente claro para ti?- pregunto al ver que se quedaba pensando un minuto.
- Entiendo. Mis límites son pocos también. Solo me opongo a los objetos punzantes y quemantes, a cualquier objeto que atente contra mi virilidad y a la cera caliente. Mi palabra de seguridad es killer- Dice con seguridad
- Estando de acuerdo entonces, que comience el juego- pronuncio con una sonrisa socarrona.
Me acerque al lentamente hasta sentarme a horcajadas sobre su miembro que comenzó a endurecerse de inmediato. Comencé mordiendo el lóbulo de su oreja para luego besar su cuello y clavícula hasta llegar a sus pectorales donde chupe suavemente sus pezones y seguir bajando a sus abdominales. Me puse de rodillas ante él y saque su miembro de sus pantalones chupando, lamiendo y a la vez jugando con sus testículos, tentándolo con maestría hasta que unos minutos después, avisándome con un fuerte gemido, me tomo fuertemente del pelo y se corrió en mi boca. Tragué todo y me relamí los labios para luego acercarme a un diván cerca de las aldabas que colgaban del techo con esposas de cuero y me acosté en él. Damon se acercó a mí y bajando con besos desde mi cuello comenzó a deshacerse de mi ropa, cuando estuve desnuda comenzó a chupar y morder mis pezones con rudeza haciéndome enloquecer, se alimentaba de ellos para luego soltarlos en un pequeño estallido. Sus dedos se reunieron a jugar con mi clítoris a la vez que dos de ellos se introducían en mi interior tocando mi punto G haciéndome gemir como meretriz desesperada y pedir por más. Su boca bajo todo el camino con suaves besos y mordidas tentadoras a mi entrepierna, su lengua torturaba mi clítoris a la vez que sus dedos seguían hundiéndose en mi interior. Luego de un tiempo alejo su boca de mí sobreexcitado sexo, lo que hizo que soltara una exclamación inconforme, el solo sonrió y tras parar la lengua por mi clítoris nuevamente soplo sobre este con delicadeza. Un orgasmo devastador llego a mí haciéndome gritar del placer y hundirme en la oscuridad por algunos instantes.
Cuando me recupere de mi éxtasis empuje a Daemon para que se alejara de mí guiándolo hasta las aldabas y sujetando bien las esposas de cuero a sus muñecas, el término colgado del techo y yo me aleje hasta el fondo del cuarto para volver con un látigo en mis manos. Me pare frente a él y sus ojos se iluminaron con excitación y miedo al ver el látigo. Sabía que era capaz de hacer mucho daño con uno, lo había visto de cerca con los chinos.
- Sabes. Creo que mereces unos cuantos latigazos por todas esas miradas lujuriosas que me has dado en el último mes. ¿Qué piensas al respecto mascota?- le pregunto autoritaria
- Si, ama, los merezco- contesta sin lograr representar sumisión, por lo que una mueca de disgusto se hace presente en la comisura de mis labios.
-Creo que deberías ser más sumiso Daemon, aunque eso no es algo que unos buenos azotes no puedan arreglar- digo amenazante y una advertencia se refleja en su mirada, una risa incontrolable escapa de mis labios- Ahora la que manda soy yo, niño bonito.
Haciendo resonar el látigo contra el piso me pongo de frente a su espalda y doy el primer latigazo, este silva en el viento antes de chocar con su piel haciendo que jadee. Los nueve latigazos siguientes proporcionaron efectos parecidos en él, jadeos y gemidos colmaban la habitación con cada uno y las marcas rojizas se extendían como crucetas por su espalda. Al terminar le quito las esposas y su mirada felina se centra en mi cuerpo desnudo, me asecha, me toma de la mano hasta estar frente a la cama de roble con grandes postes, amarra mis manos a los postes y abre mis piernas dejando mi sexo expuesto.
- Sabes, gatita, si tus piernas siquiera flaquean antes de que termine voy a castigarte de una forma que no va a gustarte, ¿queda claro?- dice en tono dominante haciendo que mis fluidos comiencen a chorrear fuera de mi sexo
- Si señor, queda claro-digo excitada ante su repentino cambio de rol.
Damon Pov
Admiro como asume una postura perfecta ante mi exigencia, sus piernas están separadas dando una espectacular vista y su espalda arqueada hace que ese precioso culo este aún más a la vista.
- Si señor, queda claro- Responde. Al oírla pronunciar la palabra señor de esa manera tan sensual mi polla se pone inhiesta.
Me acerco a un estante a la derecha de la cama hasta que encuentro lo que busco. Saco un spray lubricante del primer cajón y me acerco de nuevo a ella. Tomo el plug grande y lo impregno con el spray al igual que su cerrada roseta para luego introducir poco a poco el pedazo de plástico en su culo. Irina gime con cada pequeña porción de este que empujo dentro de ella y su sexo está muy mojado. Al terminar de introducirlo comienzo una serie de azotes con los que chilla de placer hasta llegar al orgasmo, en ese justo momento me coloco la protección y entro en ella sin compasión a la vez que muevo el plug dentro de ella. Oigo sus gemidos cada vez más fuertes y sé que lo está disfrutando, su sexo me aprieta de tal forma que pienso que no voy a poder seguir moviéndome y tras tres fuertes embestidas nos venimos con fuerza. Al salir de su interior Irina cae de rodillas en el suelo frente a la cama.
- O no pequeña, aún no he terminado contigo- le digo soltando las cintas que ataban sus muñecas.
La tomo en brazos y me acerco con ella a la cruz de San Andrés que está cerca de una mesa de castigo que pienso usar más tarde. La esposo de pies y manos a la cruz para luego buscar una fusta de equitación. Tomo unas pinzas para pezones y me paro frente a ella. La fusta choca sobre el primer pezón que se pone erecto tras un pequeño quejido de dolor, me acerco a este y lo chupo hasta tenerlo listo para la pinza y hago lo mismo con el otro. Sigo azotando su cuerpo mientras ella gime, el interior de sus muslos, su abdomen y su clítoris para finalizar. La saco de la cruz para colocarla sobre la mesa que está cerca, me coloco otro condón y con brusquedad saco el tampón anal y me introduzco donde estaba el mismo haciendo que un quejido de placer salga de ella, introduzco mis dedos en su sexo y juego con su clítoris sin salir de ella, cada vez que aumento o disminuyo el ritmo ella gime. Sujeto sus brazos tras la espalda y levanto su torso de la mesa acercando su cuello a mi boca para besarlo y morderlo suavemente, haciendo que su cuerpo se convulsione y sus glúteos aprietan mi polla, cuando estoy cerca de llegar tomo la cadena que une las pinzas que hay en sus pezones y llegamos juntos. Ambos caemos sobre la mesa con la respiración agitada. Cuando salgo de ella le dejo espacio para pararse de la mesa, esta toma una bata de seda y se la pone para luego darme una sonrisa. Se acerca a la puerta para irse y antes de salir me dice.
- Daemon, fue divertido, pero a pesar de eso es poco probable que podamos repetir, mis amos son muy celosos- explica con descaro
Y con una sonrisa en la cara me dejo aquí. Llegue aquí para matarla pero estoy completamente loco por ella, pero después de lo de hoy sé que va a ser duro sacarla de mi sistema.
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