11
Pov Irina
- Remátenlo -ordeno Isaac a los demás- No sé cuánto tiempo más podré aguantar. Ella se siente tan bien alrededor de mi polla.
- Está cerca. - Dijo Josef con sus manos enredadas en mi cabello- Relájate, cariño. Solo respira profundamente y tómame.
Ivan me folló la boca con estocadas profundas, su polla hinchándose contra mi lengua mientras los otros dos se volvían más grandes e insistentes en mi interior. El placer creció rápido y con fuerza, desgarrando mi compostura. Con cada empuje me enviaba más lejos en un abismo de necesidad tan profundo, que no estaba segura si saldría alguna vez de él. No lo deseaba. Mi cuerpo se montó en una ola de sensación que ellos apilaron sobre mí. Todo lo que tenía que hacer era dejarme llevar y sentir. Relaje la garganta. Ivan se adentró en mi boca y lo succione fuertemente, justo como le gustaba. Su cuerpo se puso rígido. Grito, sonando desesperado y agonizante. Luego el semen tibio me recubrió la lengua. Una esperada sorpresa salobre y picante. Entonces el instinto se hizo cargo y lo trague, limpiando con la lengua hasta la última gota. Durante ese tiempo, Josef e Isaac me saquearon despiadadamente, las manos callosas sujetándome con fuerza como si no quisieran dejarme ir jamás. Cuando Ivan se retiró de mi boca, me desplome contra Isaac, deleitándome en la sensación del corazón masculino latiendo acelerado bajo su pecho. Casi de inmediato él me abrazó hasta que lo mire a los ojos. Pero esto no duro mucho, aferrándose a mi cabello, Josef tiro de mi cuerpo hasta tener mi espalda pegada a su pecho y su polla aún más profundo dentro de mí, sus envestidas se volvieron erráticas justo cuando comenzó a lanzar maldiciones cerca de mi oído. Ivan pasó la mano por mi vientre, metiéndola a la fuerza entre nuestros cuerpos.
- ¿Esto es lo que necesitas, cariño? -Su dedo encontró mi clítoris- Móntalo. Córrete para nosotros.- Exigía su voz
- Ahora, Irina -ordenó Josef -Voy a correrme y quiero que tú también lo hagas.
-Yo también, no puedo aguantar más -se incorporó Isaac, manteniendo la cabeza erguida lo suficiente para soltar las abrazaderas que torturaban mis pezones.
La sangre volvió a circular por ellos en una oleada al rojo vivo de exquisito dolor, mientras Ivan hacía círculos en mi clítoris. La sobrecarga de placer, junto con la fricción, me catapultó a un orgasmo cegador como ningún otro que hubiera experimentado. Me quede sin aliento mientras el orgasmo se precipitaba cual tsunami por mi cuerpo. Empezó en mi núcleo, creció y luego se extendió como un reguero de pólvora por mi cuerpo hasta culminar en un gran estallido que me engulló, arrancando un grito de puro éxtasis de mi garganta. Justo cuando llegue a mi clímax, Isaac y Josef cedieron a la necesidad. La polla de Isaac latió dentro de mí hasta que se corrió con fuertes ráfagas, recubriendo mi interior con su esencia, sus manos aferrándome como si nunca me fuera a dejar ir. Josef tomo mi cara y la giro hasta que sus ojos verdes se fusionaron con los míos como si su mundo empezara y terminara en mí.
Caímos juntos en un montón de carne caliente y satisfecha. Mi cabeza descansaba sobre el pecho de Isaac. Podía oír el latido fuerte de su corazón mientras él respiraba sin aliento debajo. El cuerpo de Josef me apretujaba contra el de Isaac, el peso y el calor eran bienvenidos. Josef finalmente se paró y quitándome de sobre su hermano se tendió junto a mí, su rostro en la línea del mío. Se veían satisfechos y felices. Y justo tras ese último vistazo el peso de mis parpados me hizo ir con Morfeo.
*********
Siento un inmenso calor invadirme justo cuando comienzo a despertarme, todos los músculos de mi cuerpo se sienten engarrotados y sobre utilizados, pero sería incapaz de quejarme por ello tras una noche como la de ayer. Al abrir los ojos, me doy cuenta de que los trillizos están dormidos formando un nudo entre nuestros cuerpos, brazos y piernas rodeándome de forma protectora. Hago el intento por levantarme un par de veces pero me doy cuenta de que no piensan soltarme por voluntad propia. Al mirar el reloj en la pared veo que marca las once de la mañana, por dios, hemos dormido más de la cuenta.
- Chicos, déjenme levantarme, ya es tarde- les pedí.
- No- gruñeron todos a la vez.
Iván pone sus manos sobre mis pechos y comienza a masajearlos suavemente, provocándome para que me quede en la cama.
-Quedate un poco más con nosotros, te recompensaremos, además, te extrañamos, fueron tres largos meses.- Admite Josef.
- Iván en serio necesito levantarme, por favor convence a tus hermanos o voy a aplicarles la ley seca- le digo fingiendo seriedad ya que es el mayor.
- ¿Qué es eso amor? -inquiere Josef besándome el cuello por lo que se me escapa un gemido.
- Es que no les doy sexo en un buen tiempo- explico, el muerde mi cuello y yo vuelvo a gemir de placer.
-Sabes que eso no lo aguantarías ni tú, mi reina- se burla Josef muy seguro.
- Mejor no me retes y déjenme ponerme de pie si no quieren sufrir- les amenazo.
Todos levantan sus manos y pies dejándome bajar por fin, beso a cada uno en los labios y me pongo una de las batas de satén que guardo en un cajón cerca de la puerta. Tras cerrarla bien me dirijo a mi habitación por un baño y ropa limpia. Me seco, visto y maquillo para luego ir a la cocina a tomar una manzana como desayuno o más bien almuerzo. Caminando por el largo pasillo que lleva a las escaleras del tercer piso me paro a cerrar la puerta de la habitación vacía de Ana antes de subir hacia la oficina.
Al entrar Damon se encuentra trabajando en un nuevo ordenador que instalaron ayer a mi pedido.
- Buenos días- digo llamando su atención.
- Buenos tardes, alteza- corrige.
-¿Algo nuevo el día de hoy?- pregunto pasándoselo por alto.
- De hecho si, han enviado un mensaje para usted en la mañana de lo que al parecer es una misión pero se encuentra en un idioma que desconozco- informa de inmediato.
- Enseñame- Le pido poniendo las manos a sendos lados del respaldo de su silla, casi tocando sus hombros.
El abre un email que está en tailandés por lo que me pego un poco más a la pantalla y en un momento en el que se recuesta hacia atrás su cabeza queda apoyada en mi pecho, me tenso un poco dándome cuenta de que mi colocación puede haberlo incomodado y el vuelve a la posición en la que estaba casi inclinado sobre la computadora.
- Lo siento, alteza- se disculpa a pesar de que no veo el arrepentimiento en sus ojos.
- No te preocupes la culpa es mía, intentaba leer sin mis lentes y me incline más de lo que debería- admito
Vuelvo a centrar mi mirada en el monitor y leo en voz alta.
"El primer envió ya está en camino, espero y sea de su gusto, el punto de recogida es donde pactamos antes de que se fuera del Triángulo.
Saludos,
Min."
- ¿Que dice alteza?- pregunta curioso.
- No te preocupes es solo trabajo de campo y eso aún no harás. Vamos a almorzar en un rato- evado su pregunta intencionalmente.
El solo asiente y bajamos la escalera hasta la cocina una hora después, allí están todos y es justo lo que necesitaba.
- Nikita, trillizos, Dmitri y Franc los necesito en mi oficina luego del almuerzo con cuatro de nuestros mejores francotiradores sin incluir a Milenka. Tengo una misión para ustedes- convoco en tono autoritario.
Les dejo comer tranquilos y media hora después estaban todos en la oficina como les pedí.
- ¿Cuál es la misión zarina?- pregunta Nikita
- La misión consiste en ir a buscar el primer envió de drogas de nuestro territorio en el Triángulo. A las 8 pm los van a estar esperando en la fábrica abandonada que está a unos 110 km de aquí. Es un trabajo relativamente sencillo pero no voy a arriesgarme a perder mercancía- informo.
-¿Cuál es el plan Zarina? - vuelve a inquirir la misma
Me concentro hasta ver una maqueta de la vieja fábrica en mi mente y trazo una estrategia con la opción menos arriesgada.
- El cargamento es grande e importante por lo que estarán en el lugar indicado una hora antes y exploraran el terreno en busca de algún tipo de trampa o emboscada- ordeno - Nikita, tú y los trillizos harán el intercambio mientras Dmitri y los otros cuatro chicos estarán con sus armas observando el intercambio desde las cuatro torres del lugar y Osan, ya que eres uno de nuestros mejores francotiradores, tú estarás en el techo de un edificio abandonado que hay a la izquierda- trazo la estrategia sin interrupción mientras voy dándoles la información.
-¿Órdenes?- cuestiona Iván en tono profesional
Sonrió ya que somos poco afectuosos en público, la guardia sabe que estamos juntos porque nos han visto en situaciones comprometedoras a los cuatro en determinados momentos.
- Para ustedes y Nik es que eviten un enfrentamiento y entreguen el dinero- digo sacando una maleta que está debajo de mi escritorio y dándosela a Isaac, ya que este es su campo- Para ustedes cinco, Osan principalmente, ya que vas a estar más cerca y tener un mejor ángulo. Cualquiera que apunte una pistola en contra de ellos, o si quiera los amenacen lo quiero muerto. ¿Queda claro?- exclamo
- Si Zarina- contestan los cinco hombres.
- Ahora váyanse todos excepto Nikita y los trillizos-ordeno.
Exceptuando los antes mencionados el resto sale por la puerta de manera inmediata para prepararse.
- ¿Necesitas algo de mí, Irina?, porque a ellos se para que los dejas- indaga Nikita con una sonrisa pícara.
- En realidad si Niki, quiero ir a visitar a Ana mañana y quiero que tú me acompañes- le pido.
- A qué hora salimos- acepta con seriedad.
- Al mediodía- informo- Ahora ve a torturar a los nuevos por mí. Aunque, creo que por las miradas que le estabas dando a Dmitri en la cocina, dudo que quieras torturarlo más que hacer otras cosas carnales con el- trato de calmar el ánimo de ambas con una insinuación sexual.
-¿Quién sabe?, tal vez lo quiera en mi cama de vez en cuando, la verdad es que no está nada mal- afirma maliciosa.
Niego divertida por sus ocurrencias y le hago un gesto con la mano para que se vaya.
- Nik, recuerda que ahora lo que quieras experimentar es para tu placer y bajo tu consentimiento - digo seria antes de que salga por la puerta, suficiente tuvo con lo que paso en su adolescencia.
- Ya lo sé querida, pero gracias por recordármelo de todas formas, ahora me voy- dice guiñándome un ojo antes de salir.
Cuando la puerta se cierra veo a tres leones que vienen a devorarme...
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