Ultrafialový night club
Esa noche pasaron un rato ameno. El restaurante que había alquilado Charles era magnífico, y naturalmente salió a la plática que ese era parte de la cadena de lugares que tenía su madre. Las risas fueron el platillo fuerte de aquella noche, una vez que el vino había efectuado en ellos.
Serena tomaba fotos de todos para más al rato subirlas a las redes sociales y esperar por los ciento de likes y comentarios sobre que decían todo tipo de cosas relacionadas con pertenecer a su círculo social, sobre el genial estilo de vida que llevaban y... últimamente para alabar a Claire.
—¡Cómo desearía que Gio y Adam estuvieran aquí! —habló Ashley.
—El lunes por la mañana ya los tendrás. Ella ya sabe que tiene prohibido decir algo sobre la competencia.
—¡No! Déjala... Digo, no gané el primer lugar, pero no hay por qué no decir lo que en verdad pasó. Aunque ahora que está con nosotros su primita...
—Es muy dulce —replicó Tiffany—. El día de ayer me ayudó a sacar toda la ropa fuera de temporada de uno de mis armarios. Después estuvimos hablando y en serio que es una joya. ¡Es inteligente, guapa, miembro de la Élite...!
—Sin mencionar lo buena que es en esgrima, ¿o no Ethan? —cuestionó Charles. Ethan se enrojeció de la cara, entonces su novia lo miró arqueando una ceja.
—¿Pasa algo que yo no sepa?
—¡Tú dime! —recriminó el pelinegro—. ¿Hay algo que yo no sepa de Chad Strasser?
Claire se cruzó de brazos, y al ver que Ethan mantendría su posición de chico rudo, con la mandíbula contorneándole el rostro y juntando sus pobladas cejas, fue a los tocadores. Ashley quiso ir en su auxilio y evitar que llorara pero Serena se adelantó y llegó con la chica de ojos verdes.
—Si vienes a decirme algo hiriente será mejor que lo hagas ya.
—¿Qué te hace pensar que quiero hacer eso? —preguntó Serena. Claire alzó la mirada y le respondió con solo una mirada—. Sí bueno, cómo sea. Ethan puede ser un idiota la mayor parte del tiempo. Y no niego que todavía siento que tengo la oportunidad de quitártelo pero ese ya no es mi trabajo —Sonrió, como si estuviera victoriosa de algo.
—¿De qué hablas?
—Hablo sobre el hecho de que ahora no tienes que batallar conmigo para que Ethan no te bote como un juguete. Por si no lo has notado te lo hago saber... Se está cansando de ti, y cuando te deje podría ser yo la que esté consolándolo, o tal vez alguien más —Serena se miró en el espejo para acomodarse el cabello—. En caso de que yo no me quede con él, amaría a la nueva pareja de Miller... Es una hermosura, aún mejor que tú, Everlin.
El fin de semana Claire no dejó de hacer locas teorías sobre quién podría estar atrás de su novio que no fuera Serena. Tuvo que llamarle a Ashley para que la ayudara en todo esto, pero la rubia no tenía ni la menor idea de lo que hablaba Claire. Nunca se le pasó por la cabeza llamarle a sus amigas fuera de la Élite: Lauren y Lily para que la ayudaran en ese lío de ansiedad y nervios en el que se había metido.
Su mundo ahora era otro: Ashley, Giovanna, Carlo, Tiffany y Adam. Ellos eran los que la apoyaban en cualquier situación; aunque Tiffany no lo hacía a menudo y casi siempre era a regañadientes la ayuda que proporcionaba.
Al inicio de la semana Claire fue la primera en tomar su lugar en la mesa. Ethan había ido a hablar con Carlo afuera del salón, ya que a ese salón los habían castigado gracias a Giovanna y Serena quienes no paraban de hablar en voz alta. Ethan le había prestado sus lentes Ray-ban negros al ver que Claire tenía una jaqueca intensa. Unas chicas de primer grado pasaron por ese lugar y empezaron a hacer escándalo para que la chica de cabello color caoba les hiciera caso.
—Por favor Claire, ¿dejarías que nos tomáramos fotos contigo? Nunca antes nadie había sido tan accesible como tú.
—Seguro, sólo les pido un favor a cambio —Las cuatro chicas asintieron con la cabeza—. No hagan tanto ruido, me duele mucho la cabeza.
En total silencio se tomaron varias fotos con Claire y apenas al dar dos pasos de distancia ya las estaban posteando en las redes sociales con la descripción de: "Claire es fabulosa. #LaMejor #ÉlitedeNewHigh" y la etiquetaron.
Ethan vio todo lo sucedido y sonrió al ver que Claire, a pesar de su jaqueca y de que le hubieran dicho que eso no se podía hacer —lo de ser accesible, tomarse fotos con cualquiera y saludarlos—, lo dejaba a un lado porque ela no era así de mal educada. Retomó la plática con Carlo, con quien hablaba por la ventana.
—Entonces, ¿me estás diciendo que Chad estaba coqueteando con Claire?
—Sí Carlo... No sé si ella estaba correspondiéndole al coqueteo, pero me da una rabia inmensa que siempre esté queriendo estar cerca de ella. Es como si Chad tuviera una alerta que le avisara cuando está sola y necesita estar con alguien. ¡Lo detesto!
—¿Y por qué no hablas con ella?
—No, no quiero... En estos días hemos estado teniendo nuestras peleas y lo último que quiero es que en una de ellas me altere tanto al ver que no cede por su estúpido orgullo y todo culmine.
—Oh no... —habló Carlo, mirando en dirección a la terraza de la cafetería. Ethan se alteró, pensó en que su novia ya estaba con Chad—. ¡Ja, ja, ja! ¿En serio pensaste que estaría con ella? —Soltó carcajadas—. ¡Sólo está Tyron, Lauren y Lily ahí!
—¡Muy gracioso, inútil! ¿Y qué les han platicado Adam y Giovanna?
—Ah... Lo de siempre, no hay algo nuevo que escuchar. Ya sabes: "Adam esto, Adam el otro; Giovanna es hermosa, Giovanna es la mejor novia"
—Bueno, ¿y por qué no fuiste el sábado a la cena que le organizaron a Ashley? Ella estaba preguntando mucho por ti y por Lauren.
—De hecho no fui por estar con Lauren. Fuimos a jugar bolos y me ganó —Ethan se sorprendió—. Sé lo que estás pensando. "¿Cómo Lauren pudo ganarle al perfecto Carlo Mitman, el mejor jugando bolos?" —dramatizó el castaño.
—¡Yo nunca me he referido a ti con la palabra perfecto! Pero retomando el tema, seguro que te dejaste ganar.
—Ese es el truco Miller... Dejarla ganar siempre —Ethan volteó a mirar a Claire—. ¡Ánimo Miller! Dudo que Claire te bote por un par de ojitos bonitos.
—¿En verdad piensas que Chad tiene ojos bonitos?
—¿Soné muy gay?
—Viniendo de ti todo suena gay.
Una vez que salieron todos de sus salones para dar paso al receso, Lily y Lauren se alejaron antes de que Serena empezara a discutir sobre qué hacían ahí. Tyron fue el último en irse.
—Prométeme que irás a mi fiesta de cumpleaños.
—¿Cuándo te he fallado? —inquirió Claire.
—Por eso mismo te lo dije... —Se rió él—. En la semana te digo en donde será porque todavía no tengo la menor idea.
—Entonces si no tienes nada preparado aún —Se paró de su lugar y empezó a caminar con él. Saludo a Giovanna y a todos los demás con un gesto de manos y siguió su camino. Tyron negó con la cabeza— déjame organizarte la mejor fiesta que nunca has tenido.
—¡Pero con qué dinero Claire! Mi mamá no puede gastar tanto ahora por lo que se avecina con la universidad.
—Considéralo un regalo de parte de Ethan y mío. ¿Sí?
—¡Ah si por supuesto! Y sobre todo de Ethan, el idiota que te hizo llorar un par de veces...
—¡Eso está muy en el pasado! Anda, acepta esto. ¿No antes eran ustedes dos grandes amigos?
—Sí, obviamente. Pero lo dejó de hacer desde que estuvo de mujeriego con Serena y ahora...
—¿Ahora? ¿Ahora está de mujeriego también?
Tyron había hablado de más. No quería hacerle saber a su mejor amiga lo que sabía hasta el momento ya que no sabía si era verídica esa información que le habían dado. Sonrió y le acarició una mejilla a Claire.
—Está bien... ¡Te dejaré organizar cualquier travesura para celebrar mi cumpleaños!
—¡No te arrepentirás! En serio que no —Lo abrazó y se fue de ahí muy contenta, gritando a lo lejos a su novio para empezar a preparar todo para dentro de una semana.
Tyron siguió su camino. No sabía muy bien que haría en ese receso. Los de segundo grado habían pedido las canchas para jugar baloncesto y los de primero jugaban soccer. Tampoco podía ir con Lauren ya que ella se encontraba con Carlo hablando de cosas que no era de su interés. Y luego estaba Lily, quien estaba con nuevas amigas tras su cruel sustitución con la pelinegra y la castaña.
Lily.
La pelirroja de quien había estado perdidamente enamorado desde que entraron a secundaria y quien lo había rechazado más de tres ocasiones y él seguía ahí para él. Fue hacia uno de los casilleros, —el cual habían alquilado Claire y él para las tonterías que quisieras— y sacó su guitarra acústica. Hacía mucho que no tocaba el instrumento, y dado a que no había otra cosa que hacer decidió jugar con algunos acordes.
Todos pasaban y se detenían un momento a escuchar lo que tocaba Tyron, después se iban al ver que él no les hacía caso. Así era él con las personas que no conocía: frívolo, testarudo y rudo. Cuando conoció a Claire, lo catalogaban como el chico malo de la generación. Vestía de negro, le gustaba el heavy metal y el rock clásico, le hablaba muy golpeado a las personas y se consideraba un asocial de primera. Si no hubiera sido por Lauren él ni le hubiera hablado a Claire.
—¿Qué tocas? —preguntó una voz aguda.
—¿Qué? —Miró a su lado derecho—. Ah, hola Lily —Sentía como se le subía la sangre a las mejillas. La pelirroja volvió a mirar la guitarra en espera de una respuesta—. Sólo toco... Hace mucho que no lo hago. Estaba intentando sacar los acordes de Smells like a teen spirit de Nirvana.
—Sonaba bien. ¿Te sabes otra canción?
—Sí, aunque esa es con guitarra eléctrica y no suena mejor en acústica —le advirtió. Sonrió por inercia.
—Tyron —Él alzó la mirada, y se encontró con los ojos verdes más lindos que jamás vio. Los de Claire estaban bien, pero nunca lo vieron de la manera en la que lo habían cautivado los de Lily—, vine porque he estado pensándolo muy bien esto que te voy a decir. Antes que nada sé que fui muy cruel contigo, lo sé. Pero después de que no estuvieras conmigo en casi cualquier momento, me di cuenta que te extrañaba de una manera vasta y horrible.
—Lily...
—No, espera. Si tú quieres podemos salir a conocernos más. Me conoces como amiga, pero no como algo más que eso. ¡Te invito al cine! Yo pago. Quiero darte esa oportunidad que te negué por demasiado tiempo. ¿Qué dices? ¿Quieres salir conmigo?
—¿Puedo pensarlo? Ahora no tengo cabeza para meditarlo y...
—No hay problema. Me llamas cuando sepas la respuesta —Le dio un beso en la mejilla y se fue de ahí.
Esa misma tarde discutió con Claire por teléfono sobre el hecho de que estaba considerando salir con Lily por primera vez sin ser amigos. Era su oportunidad. Su amiga le recriminaba sobre cómo podía dejar a Ashley de esa forma tan atroz. Tenía que decidirse, porque si la rubia se enteraba de que, después de volver a empezar de nuevo, él salía con Lily...
—¡Pero ni siquiera hemos salido nosotros dos! —recriminó Tyron—. Ashley y yo sólo dijimos que empezaríamos de nuevo todo esto. Haríamos como si recién nos hubiéramos conocido.
—¿Y vas a arruinar eso por Lily?
—¡Pero Lily es tu amiga! ¡Deberías de estar suplicándome por que salga con ella!
—Lily sólo quiere a alguien que la quiera. No la quisieron y regresó con la única persona que sabe que la adora como un loco... Dime Makenzie —Cuando ella utilizaba sólo el apellido de Tyron la cosa era seria—, ¿te habría dado una oportunidad Lily, sabiendo que tenía chance con el que le gustaba?
—¿Sabes qué Claire? Deja esto tal cual está. El único que sabe que hacer soy yo —Colgó.
A pesar de que estuvieran peleados, esa situación no dejó que Claire prosiguiera con los preparativos de la fiesta número diecinueve de Makenzie. Ethan había accedido a ayudarla a conseguir uno de los mejores antros de la ciudad. Incluso el pelinegro ayudo a conseguir invitados para la gran fiesta que se avecinaba.
—No creo que podamos ir a esa fiestesita —dijo Jared—. Strasser nos ha invitado justamente a su fiesta de cumpleaños número diecisiete. Será en el Verlangen dance club.
—Así que por eso no conseguí ese lugar para la fiesta de Tyron... ¡Me tuve que conformar con el Ultrafialový night club.
—¿Entonces no irán a la celebración de Chad? —preguntó Adam—. ¡Tienen que ir! ¡Será la fiesta del año!
—Iremos después de estar con Ty —contestó Claire.
—¡Menos mal! Pensé que declinarían la invitación a un evento tan...
—Exclusivo —terminó Claire por Serena—. Lo sé.
—¿A qué hora es lo de Tyron? —preguntó Ashley.
—A las once. Pensé que él ya te había dicho...
—No. Ni siquiera sabía que le festejarían el sábado por la noche. No me dijo nada.
—Qué raro —dijo Claire—. A lo mejor se le habrá olvidado por todo este asunto de los exámenes finales.
—Podríamos ir una hora como máximo —dijo Giovanna de la nada—. Lo de Chad es a las diez y media, y el tiempo en lo que llegan todos... Además, ¿a quién no le gustaría que nosotros estuviéramos en la fiesta? ¿Qué dices mi amor?
—Si Gio quiere ir un rato allá por mí no hay problema.
—Genial... Tendremos que ir al evento del rarito —confirmó Charles, abrazando a Serena.
El jueves por la tarde a Claire le llegó un mensaje de texto de un número desconocido que decía:
"¿No estarás en mi celebración el sábado? ¡Vamos Claire! Tu amigo no se puede disgustar contigo si llegas un poco tarde a algo que tú organizaste"
Chad había conseguido su número de teléfono sólo para reprocharle que no iría el sábado por la noche con él. No le contestó el mensaje. No quería que Ethan se enojara con ella por una simple respuesta. A decir verdad desde que Chad, Charlie o Caroline se habían presentado a la escuela él no había estado con los nervios de punta, siendo posesivo o un completo idiota con ella así que quería decir las cosas a cómo habían estado.
El viernes después de clases estaba esperándolo en la biblioteca para ayudarlo a estudiar para los exámenes finales. Claire aún no sabía a qué universidad entraría y no le preocupaba mucho el asunto, ya que de seguro entraría a la misma universidad en la que estudiaron sus padres. Estaba entre los estantes de libros, buscando uno que hablara de los temas de historia que a Ethan y a ella se les complicaban un poco. Hojeaba cada uno de ellos para que le llegara el aroma a libro viejo.
Su novio había entrado al lugar y visto la mochila de Claire en uno de los cubículos para dos personas. Dejó su mochila, y fue a buscarla. De seguro estuviera admirando los lomos de los libros, pasando los dedos para sentir el relieve de las letras, o se hubiera quedando leyendo alguno que le hubiere parecido interesante. La localizó mas no fue con ella y se fue al otro lado de la estantería. Cuando ella quitó un libro de su lugar se asustó al ver la cara de Ethan.
—¡Me has asustado! —dijo ella, estabilizando de nuevo la respiración.
—Perdóname Claire —le contestó él, tratando de no reírse—. ¿Lista para que tus dotes de maestra salgan?
—Sí, estoy lista para batallar contigo y hacer milagros para los finales —Empezaron a caminar despacio.
Claire seguía buscando libros para poder estudiar. Ethan siempre estaba del otro lado de la estantería, siguiéndole el paso y admirándola desde cerca. De vez en cuando su novia lo volteaba a ver y se hacía una batalla por ver quién hacía la cara más chistosa.
Después de haber estudiado un rato y que el pelinegro entendiera la mayoría de los temas, tomaron un pequeño descanso. Claire aprovechó para leer un poco y él se le quedaba viendo. Ella reía junto al personaje del libro y a Ethan le causaba ternura. Ella fruncía el ceño y a él le daban ganas de pasar su pulgar por entre sus cejas para que relajara el ceño. Una que otra vez Ethan pasaba uno de los mechones de cabello de Claire por atrás de su oreja.
—Claire, ¿ya leíste ese beso tan lindo que se dan?
Ella dejó el libro a un lado, no sin antes poner el separador y miró a Ethan, quien no se había quitado los lentes de pasta gruesa que tenía para leer. Lo observó un instante y negó con la cabeza. Él se le acercó hasta que la pudo ver más de cerca.
—No, ¿en donde aparece?
—¡Ay Claire! Pues aparece justo en este momento —Sus labios rozaron los de la chica y ella sonrió al instante después de apenas besarse.
Siguieron dándose pequeños besos, hasta que sonó el celular de Ethan. Era su madre, pidiéndole que ya regresara a casa. Le hizo caso omiso. Se iría hasta que llegaran por Claire, y se tardarían una media hora como mínimo.
—¿Y ya sabes a qué universidad te irás? —le preguntó a Ethan.
—Ojalá y no hubieras preguntado eso.
—¿Por qué?
—Porque sé que tú no estarás ahí. —Se quedó callado. No quería decirle más— ¿Por qué no dejas que te pague la colegiatura de la universidad a la que iré?
—Eso es como dar un paso muy grande en esta relación... Es cómo aceptar que ya somos para siempre, y sabes que lo eterno no dura mucho.
—No quiero alejarme de ti, preciosa. En serio que no quiero.
—Tampoco te pediré que te inscribas en la que yo estaré. No es justo. Tú tienes la oportunidad de estudiar en una de las más prestigiosas universidades.
Ethan suspiró. Todavía no le decía la verdad a Claire. En vacaciones tenía planeado un viaje a Europa para ver más opciones para estudiar. Su más grande sueño desde pequeño era estudiar en el extranjero, y estaba a punto de lograrlo; pero ahí estaba ella, anclada a ese lugar, haciendo que ahora no quisiese irse.
—¿Qué harás en vacaciones?
—No lo sé. Tal vez vaya a visitar a mis abuelos. Mi tío Elliot me ha dicho que mi abuela quiere verme. Tal vez me quede aquí y vaya al club para aprovechar la membresía que me has pagado. ¿Por qué?
—¿Qué dices si nos acompañas a nuestras vacaciones por Europa? Así no tendré que estar preocupado por ti todo el tiempo, o imaginando que estás por ahí con otro jurándole amor eterno.
—Vaya... Y eso que no quieres ser escritor. ¡No me imagino cuantas historias te maquilas en la cabeza todos los días!
—No tienes ni idea, preciosa. No tienes ni idea... —Ethan se volvió a sentar bien—. Entonces que dices, ¿quieres venir?
—No creo que me dejen —Claire sonrió de medio lado—. Así que al terminar el ciclo escolar será el último día que nos veamos hasta que decidas en que universidad estarás y ver los días que nos podríamos ver.
Sin ningún aviso la abrazó. La extrañaría y mucho.
El sábado desde muy temprano ellos siguieron hablando y organizando lo último para aquella noche. Claire había preparado una estrategia para que Ethan y Tyron se reconciliaran. No toleraba que no se hablaran por su culpa. Le había dicho a su novio que pasara por ella a la casa de Makenzie.
Por estar al pendiente de qué cosas faltaban para esa noche, se olvidó de qué hora era. Se fue bañando a las nueve de la noche, y tenía que esperar a que su cabello se secara para poder ondulárselo un poco más. Sin mencionar que no había visto qué se pondría para la ocasión. Se probaba una cosa y se la quitaba y así sucesivamente hasta que encontró el atuendo adecuado que no consistía en otra cosa que unos leggins imitación de cuero que le llegaban hasta la cintura, y se había puesto un brassier negro debajo de una blusa blanca semi traslucida que se había fajado.
Tocaron en su casa. Su mamá le gritó que ya la estaba esperando alguien abajo. Al parecer su plan para que Ethan y Tyron se reconciliaran ni siquiera había sucedido. Por suerte ya estaba terminándose de ondular el cabello, no haría esperar mucho a su novio. Cuando acabó y dejó todo ordenado bajó por las escaleras.
—Listo mi amor. Vamos por... ¿Qué haces aquí? —Vio a Chad sentado muy cómodo en uno de los sillones de la sala—. ¿Quién te dio mi dirección? Sabes... ¡Esto ya parece acoso!
—Lo sé, ¡perdón! —Se paró en seguida—. Jared le pidió a su hermano que me diera la dirección de tu casa; al parecer se la pidió a su novia.
—Será mejor que te vayas Chad... No quiero problemas con Ethan.
—¿Problemas? ¿Qué problemas?
—Al parecer siente celos cuando estás conmigo —Se rió—. Da igual. Tengo que ir al cumpleaños de mi amigo.
—¿Entonces no irás a mi evento? —Ella negó con la cabeza—. ¡Ya sé! No me hagas esto, por favor. Serena y Charles ya están allá. De hecho todos ya me están esperando. ¡Ven un rato! Media hora. Sólo media hora y te prometo que yo mismo te llevo al festejo de tu amigo.
—No lo sé... Ethan y yo quedamos en que sólo estaríamos con Ty.
—Anda. ¡Media hora! —Claire checó su reloj de muñeca y vio que apenas darían las diez y media.
—Sólo media hora, ¿de acuerdo? —El chico asintió con la cabeza.
Claire no quiso ni siquiera decirle a Ethan que iría a la fiesta de Chad por un par de minutos. No quería armarle una escena al chico de ojos azules en su día. En el camino platicaron de cómo la trataban los demás de la Élite de New High, y su afán por romper una que otra regla. También salió a la plática la fascinación que tenía Meredith con su caso, pero más por su tío, a quien no dejaba de presumir en sus redes sociales, entonces Claire tuvo que meterse a los perfiles de la chica y en efecto vio que ella y su tío estaban mejor que nunca.
Al llegar ella le pidió que no entraran juntos, así que Chad fue el primero en adentrarse en el club y al hacerlo soltaron globos color metálico para darle la bienvenida. Cinco minutos después entró Claire y fue a sentarse con Jared, Tifanny y Charles y Serena.
—¿Y pequitas? —le preguntó Charles al oído.
—Se la ha hecho tarde. Dijo que vendría más al rato por mí.
—¡Quédense! —la animó Jared—. ¿Qué se pueden perder en la fiesta de perderdor Makenzie —Claire lo fulminó con la mirada.
A diez minutos de haber llegado empezó a beber un poco. Al principio sólo fue brandy, después Tiffany y Serena empezaron a tomar shots de tequila y whisky, respectivamente. Después de suplicarle que se tomara una ronda de ellos, y que todos los que estaban a la redonda empezaran a vociferar su nombre, accedió.
Había un fotógrafo en la fiesta y aparte una cabina de fotos. Tiffany tomó a las otras dos chicas y las metió en la cabina fotográfica con sombreros de espuma, collares y lentes ridículos. Se tomaron sus fotos instantáneas. Después llevaron a Jared y Charles y los cinco se tomaron otro set de fotos. Chad le había pedido a Claire que se tomara unas con él, pero ella no quiso si sólo estaban ellos solos, así que Tiffany apareció con ellos en las fotos.
Cuando el alcohol había actuado en Claire y su forma de ser con extraños: cohibida y tímida, se fue, entonces Chad se aventajó de ello y se tomó fotos con ella. Sólo salían sonriendo y haciendo caras chistosas. Se veían casi como una pareja.
Luego de un rato, el celular de Claire empezó a sonar, era Ethan preguntándole donde estaba. Apenas y pudo contestarle sin que sonara a que ya estaba ebria. Miró el reloj del celular, ya eran las once y quince minutos. Espero a que se le bajara un poco el alcohol y le pidió a Chad que la llevara con Tyron. Él accedió de inmediato. No fue hasta entonces que él se dio cuenta del estado en el que estaba la chica.
Hizo que una de las nuevas chicas que entrarían a la Élite de New High, quien se llamaba Amber, le retocara el maquillaje y la arreglara un poco. Después hizo que comiera algo picante para bajarle la ebriedad y acto seguido se fueron.
—¡Claire! ¿Dónde estás?
—Tran-tranquilo Miller, ya voy para allá —le contestó Claire, ya recuperando sus cinco sentidos.
Estaban llegando al lugar. Chad detuvo el auto para que el valet parking estacionara su Camaro del año color azul metálico. Le abrió la puerta a Claire. Ella al instante pudo ver a su novio al otro lado de la acera, dándole la espalda.
—¿Quieres que vaya por ti? ¿Estás todavía en tu casa?
Claire le estaba agradeciendo a Chad el que la llevara hasta allá.
—No, ya estoy aquí —Cruzó la acera.
—¿Estás con alguien? —Claire le tocó el hombro. Él volteó y sonrío. La abrazó pero la alejo en seguida—. Apestas a alcohol y cigarros. ¿Dónde estabas?
—Ethan yo... —Percibió movimiento atrás de su novia, miró y vio un camaro llegando. Un señor le estaba dando las llaves a Chad.
—¿Qué hace él aquí?
—Él me trajo a la fiesta.
—Eso quiere decir ¡qué estabas con él!
—No, no... ¡Ethan espera! —gritó Claire. Sintió vértigo y se detuvo en la persecución del pelinegro.
—¡Ethan! ¿Qué pasa? ¿Cómo se la estaban pasando?
—¿Qué hacías con Claire? ¿A dónde la llevaste?
—¿Qué? ¡A ningún lado!
—¡CLAIRE ESTÁ EBRIA! ¡NO PUEDE SI QUIERA CAMINAR BIEN! ¿QUÉ LE HICISTE A MI NOVIA, STRASSER?
Claire llegó con ellos, se puso entre ambos. Tomó aire y cerró los ojos para que el mareo se le pasara.
—Estaba en su fiesta —admitió ella—. Paso por mí, le dije que no iría a su celebración y entonces me dijo que solo lo acompañara media hora. El tiempo se me pasó muy rápido. Estaba con Serena, Tiffany... Ah, y Charles y Jared.
—¡Quedamos en que no iríamos con él! ¡Hicimos un trato Everlin! —exclamó Ethan, de una manera más amena a cómo le había hablado al otro chico.
—Lo sé. ¡Lo sé!
—Y no me llamaste. No me dijiste que fuera contigo mientras que era lo de tu amigo. ¡Tu amigo, Claire! Tyron te estuvo esperando todo este tiempo. Ninguno de los dos te podíamos localizar. Incluso Giovanna y Adam no se iban de aquí porque no te encontrábamos. ¡Estábamos angustiados!
—Amor, yo...
—¿Amor? No Claire... No me llames así. Es la primera vez que me dices de esa forma ¡y es porque estás alcoholizada! ¿Qué te está pasando? ¡Tú no eres así!
—¡Sólo fue por esta noche Miller!
—¡TÚ NI TE METAS STRASSER! ¡NO QUIERO NI PENSAR EN LAS BARBARIDADES QUE PUDISTE HACERLE, O QUE LE HICISTE!
Se empezaba a hacer un alboroto afuera, el cual pudo ver Ashley desde adentro. Les dijo que Claire ya estaba afuera, entonces Tyron dejó a su acompañante a un lado y corrió afuera. El barullo se hacía más fuerte. Una vez que Tyron estaba afuera había visto como Ethan se había ido en su mini-cooper color negro.
—¿Qué pasó, enana? —Su amiga se aventó a su pecho y comenzó a llorar.
—Creo que hemos terminado, Makenzie. Ethan me dejó.
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Fuera del capítulo, estaba pensando en hacer un grupo de Facebook para todo aquel que le guste lo que escribo. ¿SE UNIRIAN AL GRUPO DE LECTORES?
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Gracias a @plopusandante por hacer el instagram de Claire
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