Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tyron Makenzie


Mientras la Élite de New High la pasaba de maravilla en ese paradisíaco lugar, Claire Everlin había tenido la más divertida cita que jamás pensó que tendría.

Ian había sido su salvador en el momento en donde su corazón estaba siendo destrozado en miles de trocitos por culpa de un pelinegro pecosa que ahora no catalogaba más que en la etiqueta de patán. Habían ido por hamburguesas en la sección de comida rápida, se la pasaron carcajeándose y haciendo uno que otro comentario sobre las materias que tuvieron ese día; después fueron a comprar las entradas, y en el tiempo en que iniciaba la película Ian la invitó a patinar. Claire nunca se había atrevido a patinar en hielo, incluso no había patinado en el cemento de las calles. Pero ese día lo hizo, sólo porque el rubio de ojos azules la había animado y convencido de que era muy fácil; no se despegó de la barandal, y sólo recorría la pista agarrada a él y el muchacho que la sostenía fuertemente de la mano.

Al final vieron la película de acción que tanto quería ver Claire, e Ian esperó a que llegaran sus padres para poder irse sin preocuparse de dejarla sola —justo como la había encontrado—.

El lunes Claire esperaba ver a Ethan y gritarle en frente de todos lo sin sentimientos que era, que la había ilusionado y que no merecía nada más que el odio que media generación le tenía por ser tan egocéntrico y patán. Sin embargo él nunca apareció. Ni al día siguiente lo hizo; al cuarto día se dio por vencida y dejó sus pensamientos de venganza a un lado.

En las clases de inglés se había juntado más con Tyron, pero cuando veía que Ian se les acercaba el chico de cabello castaño se alejaba de ellos. No era porque no quisiera a Claire, sino que le sabía una que otra cosa al rubio que acabaría con él y con sus intentos de coquetearle a su amiga.

—¡Eres un tonto Tyron Makenzie! —Claire soltó carcajadas.

—¡Pero lo digo en serio! ¿No has visto lo que hizo la maestra de inglés cuando nadie la veía? —dijo Tyron, acomodándose el saco.

Iban caminando a la salida. Ya casi todos se habían ido. Tyron al ver a Ian todavía sentado en las bancas de la entrada esperando a que pasaran por él, desvió el camino y se fue con Claire al jardín trasero —donde había juegos para niños de preescolar, ya que antes ahí también se encontraba el kínder—, y se sentaron en los columpios.

—Oye Claire... ¿Te puedo preguntar algo?

—Seguro Makenzie, ¿qué pasó?

—¿Cómo... Cómo te fue en tu cita con Ethan?

Claire detuvo su vuelo por el columpio. Tan solo haber escuchado el nombre del chico que le rompió el corazón ese viernes por la tarde la ponía muy mal. Tragó con fuerza y siguió meciéndose en el columpio, pero ya sin tanta intensidad.

—¿Pregunté algo malo Claire?

—No, nada de eso. Es sólo que... —Se volvió a detener. Giró la cabeza y se encontró con la mirada marrón de Makenzie—. Ellos son tus amigos, y no quiero decir algo malo en frente de ti.

—¡Si te ha hecho algo malo dejará de ser mi amigo! De eso ni lo dudes...

—¡ME DEJÓ ESPERANDOLO! —exclamó la castaña—. Estuve esperando a Ethan como una tonta y él nunca se apareció —Se había quebrado, tanto su voz como su persona—. ¿Qué hice mal Ty..? ¿Qué? —Empezó a chillar.

A Tyron le partía el corazón ver a su amiga de ese modo. Nunca la había visto llorando, es decir, NADIE la había visto llorando nunca en la escuela. Y que lo hiciera por un idiota como Ethan Miller lo enojaba todavía más. Se paró y la fue a abrazar.

—Claire... Me parte el corazón verte así. Te podría decir todas las virtudes que tienes, pero tardaría una eternidad. Sólo recuerda que eres una chica maravillosa, carismática e inteligente. Y nadie puede hacerte sentir lo contrario. Nadie, ni siquiera ese idiota de Ethan Miller.

Parecía ser tonta la escena, pero Claire se sintió protegida ya que sabía que podía contar con Tyron incluso para darle una paliza a su dichoso amigo, miembro de la Élite de New High.

—No sabes ni con quién te metiste Miller... —pensó Claire, aún sintiendo que aunque lo tuviera a un palmo de ella no le haría nada.

Nuevamente otra semana se fue y la vida de Claire Everlin siguió avanzando como la de todos en la preparatoria. El lunes la castaña llegó más temprano de lo usual para hacer con Ian la tarea de química que no habían entendido del todo.

Ese mismo día llegaba de nuevo la Élite para hacer presencia de nuevo y presumir de sus vacaciones en Bora Bora. Claire no quería saber nada de eso, ya había visto mucho en las fotos posteadas en las redes sociales.

Cuando todos se amontonaron en la entrada de los casilleros se supo que estaban los arrogantes y mimados miembros de esa mafia cerca, así que Claire puso todas sus fuerzas en concentrarse y en asentir con la cabeza a todo lo que le dijera Ian.

—Hola Ian —saludó Lauren—. ¿Qué hacen? Ah... la tarea de química. ¡Qué suerte que los estén cubriendo toda esa bola de entrometidos, sino la maestra los ahorcaría!

—Por primera vez hacen algo bien —recalcó Ian, echando un vistazo por allá.

—Oye Claire, ¿has visto a Lily? El viernes me dijo que iba a estar contigo pero no fue así... —Su amiga enarcó una ceja—. Tyron me dijo que estuvieron en los jardines traseros platicando —Las mejillas de Lauren se tornaron rosas.

—Es cierto, yo tampoco la he visto.

—¡Ey Everlin! —gritaron desde la multitud—. ¿Puedes decirme si soy Jared o Giancarlo? —se burló uno de los gemelos—. ¡O eres muy tonta para distinguirlo!

—¡Eres Jared, idiota! —gritó Claire. Ethan volteó a verla, y entonces ella reparó en su presencia. Volvió a hacer un sinfín de muecas, mas nunca retiro el contacto visual con él—. ¿Nos vamos Ian? Aquí ya no se puede hacer nada...

—Seguro —Ian tomó la mochila de Claire. Ella se paró y se fueron juntos al salón.

Lauren, quién se había quedado allí sola en las bancas de los casilleros, sólo se pudo hundir de hombros y decirle en mímica que Carlo le contaría todo. Pero Ethan no necesitaba que su amigo le contara "todo" porque él lo sabría en cuanto el timbre sonara, y eso sería antes de que todos empezaran por las fotos comprometedoras que le habían tomad con Serena.

Como Ethan lo predijo sonó el timbre en el momento justo, entonces Ashley se acercó a él para decirle en susurro:

—¿Qué esperas? ¡Tienes que ir con el coordinador de inmediato!

—Gracias Ash. ¿Te veo en el receso?

—Yo creo que tendrás que arreglar un lío enorme, así que no lo creo —Ashley se hundió de hombros—. ¡Nos hablamos pecoso!

Ethan curveó las comisuras de sus labios y empezó a encaminarse hacia la oficina del coordinador, la cual estaba en la primera planta del edificio.

Por otro lado, Claire al perder de vista al pelinegro se separó de Ian unos centímetros y dejó de pretender estar feliz con lo que le sucedía. Se sentó en el lugar de siempre, esperando que Lily llegara y se sentara a su lado.

La maestra se había tardado un tanto, y eso no era común en ella si no era por motivos de la dirección. Claire, al ver que no llegaba su amiga se limitó a inclinarse para poder tomar sus libros y cuadernos de la materia.

—Muy bien jóvenes, antes de empezar la clase quiero comentarles que uno de sus compañeros se ha cambiado de salón, así que pertenecerá al suyo de hoy en adelante. —La maestra de química se aclaró la garganta y añadió—: Adelante Ethan, toma asiento.

Claire no dudo en levantar la mirada para asegurarse de que había escuchado bien y no era producto de su imaginación. Cuando lo vio sintió un revoltijo de emociones apretujadas y con ganas de salir muy rápido. ¡Eso debía ser una broma!

—Ya que la señorita Lily Stewart hizo esta permuta con usted, por favor toma su lugar. El cual será suyo por el resto del ciclo escolar.

Claire fingió estar escribiendo algo en su cuaderno para no tener que mirar a Ethan al pasar y sentarse a su lado. Ella no era la única persona que odiaba esta permuta, también lo hacía Tyron e Ian —y por primera vez en lo que iba de la preparatoria, ambos sintieron que podían unirse por un enemigo en común—.

El celular de Ethan sonó, anunciando que un mensaje de texto le había llegado. No le hizo caso y continuó pretendiendo poner atención, mas lo que hacía era mirar de reojo el comportamiento de Claire. Deseaba tanto que ella volteara a verlo y pedir una explicación que ya la estaba planificando por si acaso.

Siguió vibrando y sonando el celular de Ethan, y eso sacaba de sus casillas a Claire puesto que no se podía concentrar con tanto ruido.

—¡Puedes apagar tu celular! —estalló Claire, girando la cabeza para mirar al culpable de su mal humor desde temprano.

—Señor Miller, sé que tiene un límite diferente al de todos los demás alumnos —dijo la profesora—, sin embargo en mi clase es usted igual a cada individuo sentado en las sillas. Así que le pido de la manera más atenta que ponga en silencio el celular o lo apague.

—Me disculpo profesora, lo haré de inmediato.

—Ahora aquí de nada le sirve su cara de niño bonito —susurraron, pero el salón estaba tan silencioso que se logró escuchar, haciendo que todos se rieran.

La profesora se dispuso a explicar el tema nuevo, y cuando no habían quedado dudas les dejó un ejercicio tipo examen. Y fue allí en donde el más pequeño de la familia Miller aprovechó para hablar con Claire.

Ella no quería hablarle, pero la hacía enojar que alguien no supiera algo muy obvio y fácil como lo era la química. Le explicaba de mala gana cada vez que él volteaba a preguntarle algo.

—¿Cómo es que pasas de año? —le preguntó Claire a Ethan, harta de estarle resolviendo el problema.

—Te seré sincero, tengo memoria fotográfica. Por eso es que todo lo que me gusta no lo puedo olvidar tan fácilmente.

Claire se había sonrojado, sintió que eso lo había dicho en una clase de metáfora indirecta para ella.

—¡Pues será mejor que hagas que te guste la química!

—¿Cómo la que tenemos en este momento? —Claire frunció la boca—. ¿Me vas a decir que no es cierto?

—No creo que la tengamos de la misma manera que la tienes con Serena...

—Joven Miller, su compañera no le resolverá el examen la siguiente semana, así que le sugiero que intente hacerlo por usted mismo.

Lo restante de la clase Claire se la pasó evitando al pelinegro, haciendo oídos sordos a sus súplicas para que le ayudara con otro ejercicio.

Cuando por fin escucharon el repique de las campanas la muchacha de cabello color caoba y ojos tan verdes como el césped, tomó sus cosas y las guardaba mientras caminaba, para que así no hubiera oportunidad de nuevo de hablar con Ethan.

Ethan hizo lo mismo que su compañera de clase. Corrió al gentío que se había hecho en la puerta para poder salir. Gritaba el apellido de Claire para que ella volteara, y cuando lo hizo se vio interrumpido por sus amigos.

—¿Qué ha pasado Miller? —preguntó Charles—. ¿Por qué te han cambiado de salón? ¿Quieres que hable con el director?

—¿Qué? —Ethan vio como la dueña de esa cabellera lacia color café intenso iba escoltada por dos chicos: uno de cabellera rubia y otro de cabellera achocolatada—. No, gracias Charles. La verdad es que mi mamá estaba preocupada por mis calificaciones, sentía que estaba muy distraído con ustedes a mi lado... ¡No los odia ni nada por el estilo! —añadió antes de que ellos quisieran discutir esta situación con su madre—. Oigan me tengo que ir, ¡los veo en el receso!

En el resto de las clases Claire se repetía mil veces que cuando viera a Lily la estrangularía por acceder a la permuta de salón, pero más que eso era porque había dejado su asiento libre para que Ethan se sentara. Odiaba ahora haber estado sentada junto a la pelirroja...

En el siguiente cambio de clases ocurrió lo mismo. Llamó a Claire por su apellido en lo que la multitud disminuía. Cuando por fin había escapado de todo un grupo preguntándole el porqué de su cambio de salón, corrió hacia Claire, quien estaba sin vigilancia.

Justo cuando iba a tocarle el hombro, sintió que alguien lo aventaba a un lado. Miró a quién había hecho tal acción de bárbaros. Se extrañó mucho al ver a Tyron.

—¡Ni te le acerques Miller! —le advirtió.

—¿Tyron? —Ethan enarcó una ceja—. Muy bien —Relajó el rostro—, ¡qué buena broma! Por un momento pensé que... —Recibió otro empujón de parte de Tyron Makenzie—. ¡Oye qué te pasa!

—¿Qué me pasa? —Siguió empujando al pelinegro—. ¡Qué te pasa a ti! ¿Cómo te atreves a regresar como si nada hubiera pasado? ¿Cómo tienes la cara para querer hablarle a Claire cuando la botaste?

—No me sigas empujando Makezie —habló Ethan, empezando a encabritarse por los golpes que recibía—. No me quieres ver enojado. ¡Ni siquiera sabes cómo sucedieron las cosas!

—Pruébame —lo retó Makenzie—. ¡Eres un idiota! ¿Crees que sólo porque no sé tu lado de la historia dejaré que Claire siga llorando por tu culpa? ¡ALÉJATE DE ELLA!

—¡NO LO HARÉ! —Ahora fue Ethan quien empujó, pero con más fuerza que su contrincante—. ¡TÚ NO ERES QUIÉN PARA DECIRME QUÉ HACER! SI YO QUIERO HABLAR CON ELLA LO HARÉ; SI QUIERO DEJARLA ESPERÁNDO POR MÍ LO HARÉ...

Esas palabras activaron el modo protector de Tyron, tanto que no se contuvo y tiró el primer golpe. Fue tan duro que hizo que Ethan perdiera el equilibrio. La mejilla le ardía al pelinegro, se tocó el labio esperando no encontrar sangre. Al constatar que no lo hacía devolvió el golpe y siguió la pelea.

Tyron esquivaba algunos puñetazos; Ethan ganaba distancia para poder propagarle un buen golpe a Tyron. Se había formado un gran círculo de mirones, quienes alentaban al que daba el golpe que parecía ser final.

Mientras tanto arriba en la primera planta entró Lauren, jadeante.

—Ty-tyron se es-está pele-peleando... —anunció Lauren, recargándose en el pupitre.

—Bueno, eso no es novedad —la interrumpió Claire, abriendo sus libros de matemáticas.

—... con Ethan —Claire dejó los libros a un lado y salió corriendo escaleras abajo.

Claire se había hecho paso entre el círculo de entrometidos, hasta que llegó al principio y pudo ver todo en primera fila. No podía dejar que Tyron se peleara. No sabía cuál era la razón por la que estaban soltándose golpes, pero lo podía intuir. Si Tyron iría a detención sería su culpa.

Sin si quiera saber lo que hacía avanzó hacia ambos. Esperaba que no le tocara un golpe —algo que más adelante sería irónico—. Volvió a la realidad y miró cómo Tyron estaba arriba de Ethan, propagándole puñetazos como si lo que estuviera haciendo fuera tocar la guitarra —cosa que se le daba muy bien—.

—¡Basta Tyron! —habló con esfuerzos, puesto que lo estaba jalando para que ya no golpeara a Ethan.

—Aléjate Claire... No es tu asunto

En un rápido movimiento la jugada cambió y ahora Tyron era el que estaba recibiendo los puñetazos. Ethan ya tenía hinchadas las mejillas y el labio partido y no dudaba que Tyron estaría igual si no hacía algo rápido.

—¡Ya déjalo Ethan! —Lo jaló del cuello de la camisa. Ethan estaba tan ensimismado, tan concentrado en dañar a Tyron que no midió su fuerza cuando empujó a Claire y ésta fue a parar al suelo.

A Claire le había dolido el sentón que se había dado, pero eso no le impediría detener ese barullo en lo llegaba alguna autoridad de la escuela.

Ethan había tomado a Tyron del cuello de la camisa y lo levantó para seguir peleando. Claire vio que se formaba un espacio cada que uno de los dos tomaba distancia con el brazo para impactarlo en la cara del otro. Aprovechó esa situación y cuando Ethan alejó el brazo se puso entre los dos.

Fue una mala decisión y un mal momento para Claire. El puño de Ethan no podía ser controlado, incluso cuando él se dio cuenta de lo que haría ya era demasiado tarde. El labio de Claire se rompió y de él empezó a emanar sangre.

—¡QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ! —dijo el coordinador, quien apenas había llegado—. ¿QUÉ HAN HECHO? —Dejó caer su vaso con café hirviendo y fue hasta Claire—. ¿QUIÉN TE LO HA HECHO?

Claire estaba en trance que no podía ni hablar. Le ardía el labio y parte de la mejilla, de seguro estaba tan colorada. Pasó un instante se llevó la mano a la boca en donde sintió el espeso líquido. No quería ni tragar para probar sangre; le disgustaba el sabor de la misma... Sería un terrible vampiro.

Sintió las piernas de gelatina, entonces se desboronó y Tyron alcanzó a sujetarla. Ethan, presa del pánico al ver lo que había hecho dio unos pasos adelante y se arrodilló para estar a la altura de la castaña.

—Claire perdón... ¡Perdóname Claire! ¡No era mi intención! —se disculpaba, aguantando el llanto.

No servían las súplicas de perdón, porque ella en ese momento escuchaba todo como un eco y el panorama se le hacía borroso y cada vez más oscuro. Lo último que vio fue a Ethan soltando lágrimas y agarrando se mano para llevársela al rostro y acariciárselo con su mano. Después todo se nubló. Se había desmayado. 

Grupo de facebook "Bookers: Lectorxs de iQueBooks" 

¡ÚNANSE!

¡Caramelossssss! ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué creen que pase después de esto? Les hice este gran meme para memorizar por siempre el capítulo xd. ¡espero les guste! 

No olviden comentar y votar, saben que amo ver qué piensan de la historia y así. ¡Ah sí! ¡YA LLEGAMOS A 2K! Tan rápido, bueno para mí fue rápido. Estoy super feliz. Tal vez podría subir otro capítulo el lunes como agradecimiento, o... ¿un booktrailer?
No sé, ¿qué quisieran como agradecimiento caramelos elitosos? ¡ESPERO SUS COMMENTS! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro