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Los juegos del hambre

*Canción de ETHAIRE en la multimedia*

Claire estaba en su cuarto, practicando en frente del espejo el cómo le pediría permiso a su padre para que la dejara ir a la premier de la película. Era algo parecido a una misión suicida, ya que cuando tenía que pedir permiso para salir tenía que ser con unas semanas de anticipación, ¡pero ella nunca creyó que Ethan en verdad terminara de leer los libros!

Bajó las escaleras tan lento que hasta ella se empezaba a desesperar de su lentitud, pero sus piernas parecían no ceder al intuir que todo sería una catástrofe en cuanto hablara. Cuando estuvo abajo, y antes de salir de la casa, entonces soltó la bomba.

—Entonces me estás pidiendo permiso, ¿para salir con el mismo chico que te abrió el labio? ¡Pero qué clase de mente te cargas para pensar que te dejaré salir con él, Claire!

—Papá... ya me dejaste salir con él a lo del parque de diversiones... —detuvo la oración al recordar que le había dicho que el carro que la recogió era el de Giancarlo, que era novio de Lauren.

—¡Ah mira! Aparte de tener una relación odio-amor con ese muchachito, ahora resulta que mi hija me ha mentido. —El papá de Claire se aclaró la garganta— NO. Mi respuesta es que no irás, ¡y menos de noche!

—Van a ir otros amigos. ¡Lauren! Va a ir Lauren y de seguro Lily y Tyron. Ellos te caen bien, ¿no?

—¿Y quién irá por ti? Yo a esa hora estoy dormido y lo sabes...

—Me puede traer Ethan... O Ashley, sí Ashley —corrigió Claire, al ver la cara de su papá ponerse roja como el color de la kétchup—. ¿Si me vas a dejar? ¡Por favor, por favor!

—¡De acuerdo! Pero sólo me entero que ese tal...

—Ethan

—... Que ese tal Ethan te hizo algo y ¡no va a poder abrir los ojos de nuevo para ver el día! Ahora vamos a la escuela.

El transcurso a la preparatoria no fue mejor, ya que el silencio era incómodo y Claire no se atrevía a ver a su padre porque sentía que él se arrepentiría de inmediato y se lamentaría de ello después.

Una vez que bajó del carro sintió que esa opresión en el pecho se desvanecía, volvía a respirar. Empezó a caminar sin siquiera fijarse por donde iba. Trataba de no morderse las uñas, pero estaba tan nerviosa y ansiosa que, de no ser por una voz que le gritó desde atrás, se hubiera comido las uñas.

—Te... ¿Te puedo ayudar Serena? —le preguntó Claire, enarcando una ceja.

—No. Bueno tal vez... Giovanna no ha llegado, y tampoco Charles, y como sabes no me gusta que me vean a la primera hora de clases sola. No logro llamar la atención.

—Entonces... ¿Quieres que te espere hasta que lleguen los demás?

—¡No tonta! —Serena rodó los ojos—. Acompáñame hasta el casillero. Anda, que no me gusta tardarme tanto allí y que empiecen a atosigarme las de primer año para que les diga lo que hago para que mi cabello se mantenga sedoso. —Claire se le unió a la caminata—. Por cierto, ¿cómo va Ethan con sus calificaciones? Y lo pregunto dado a que ya no está en el mismo grupo que nosotros y, también sé que es un fiasco para la química...

—Parece que lo conoces muy bien.

—¡Claro que lo hago! Desde que entró a la Élite he convivido tanto con él y su familia que incluso su madre me adora... Pero da igual, de seguro que ya conoces a Adaline Miller.

Hubo un momento de silencio. Ya estaban llegando a la entrada de la preparatoria. Claire frunció el ceño, y se dio cuenta que ella no conocía a la familia de Ethan, en cambio, de una manera u otra él ya conocía a sus padres. Serena la veía con una gran mueca de satisfacción.

Se detuvieron.

—La verdad es que no. No conozco a su mamá.

—¡Oh! ¿En serio? Bueno, tal vez a ella no, pero que tal a Patrick. Patrick es un amor de chico, tan lindo y tan similar físicamente a Ethan... Él quería que estuviera con su hermano —mintió—. Se podría decir que los Miller me tienen en un pedestal —Miró a la castaña, quien estaba con la mirada abajo y tratando de sonreír—. Tranquila, sólo es que... Bueno, mejor no te lo digo.

—¡No! Serena, por favor dilo. Se ve que sabes demasiado de ellos, y que yo no. Tú, tú conoces más a Ethan y...

—¿Quieres saber por qué todavía no conoces ni siquiera a su hermano? Bueno —dijo Serena, haciéndose la buena samaritana del día—. Ethan nunca presenta a ninguna chica con su familia a menos que en realidad esté tomando todo en serio. Hablando de ello...

Empezaron a hablar cada vez más y más, tanto que Claire no se dio cuenta que Lauren le estaba marcando al celular demasiadas veces.

A Lauren la había pasado a recoger Carlo. En cuanto, el ahora castaño, se bajó de la Lincoln Navigator color dorado, sonriéndole y con los lentes Ray Ban P. negros, sintió tantas mariposas en el estómago. Lo abrazó como nunca lo había hecho con alguien.

—¿Y así será todos los días? —le preguntó Carlo, alejándose tan solo un palmo del bello rostro de Lauren—. Porque si es así, de una vez le digo al chofer que esta va a ser la rutina diaria.

—Sólo con la condición de que prestes los lentes que traes.

—No lo siento... Se los iba a dar a la chica que me trae como un tonto. Tal vez la conozcas. Es muy divertida, con ella todo es risas.

—¿Ah sí? —preguntó Lauren, siguiéndole el juego.

—Sí. ¡Y deberías de admirar ese cabello negro, lacio y suave que tiene! ¡Ni hablemos de esos hermosos ojos que tiene, en los que me gusta perderme con frecuencia! Es hermosa...

Lauren iba a replicar, pero entonces sonó el clac-son de la camioneta, y acto seguido se asomó una cabellera rubia. Al principio Lauren pensó que era Jared, pero entonces observó bien y se dio cuenta que era Tiffany. Les había robado su momento romántico para recordarles que se les hacía tarde para las clases.

—¿Viene Tiffany?

—Es muy chistoso que lo digas porque... —explicaba Carlo, tratando de darle ese tono que se les da a las cosas verdaderamente chistosas—. Jared le dijo que pasaríamos por ella hasta que sus padres volvieran de su viaje...

—¡Pero si los padres de Tiffany casi nunca están en la ciudad! —exclamó Lauren. Volvió a escucharse el clac-son—. Tú y yo tenemos mucho de qué hablar después Mitman... —Se metió a la camioneta sin decir algo más a nadie en el trayecto.

Era por ello que estaba insistiéndole a Claire al teléfono para que tomara su llamada y no la dejara morir en el viaje hacia la preparatoria.

Tiffany no dejaba de verla con odio. Carlo había pasado su brazo por el cuello de la pelinegra para que no se dejara intimidar por los otros dos que viajaban con ellos.

Llegaron justos de tiempo. Sólo habían tomado los libros de la primera clase cuando sonó la campana. No quiso despedirse de Carlo, porque entonces lo haría de un mal modo y no quería que la frustración que traía desde hacía unos minutos la resintiera él.

Recordó que había visto a Claire con Serena, y eso trataba de ponerlo en lo primero de su lista mental para no caer en los juegos mentales que de seguro Tiffany quería realizar con ella.

Tomaron asiento y esperaron a que la clase comenzara. Lauren ya no pudo intervenir a su amiga para que le dijera la sarta de idioteces que Serena le había dicho. Pero pudo notar que Claire se comportaba rara. Tal vez era su imaginación, o quizá porque estaba en la parte trasera del salón y se distorsionaba todo para ella... Si claro.

En los asientos de enfrente estaban Ethan y Claire. La muchachita de cabello castaño no dejaba de ver de reojo a Ethan, quien no ponía atención en ello y se estaba dedicando a ponerle todos sus conocimientos al problema de ecuaciones químicas.

¿Era verdad lo que decía Serena? Claire se mordía el labio inferior con suavidad, su cara mostraba pánico a las palabras que la chica Levinson le había dicho antes de que tocara el timbre.

"—Espero que Ethan siga tan atrás de ti como en un principio. Porque ya sabes... Una vez que los chicos tienen lo que quieren les aburre. Ojalá y no te pase eso —mentía Serena, mientras hablaba para meterle cizaña a Claire—. Ethan es así. Le atrae algo y lo quiere tener a toda costa. Una vez que empieza a conocer lo que ya tiene se aburre y de un día para otro lo bota, como un niño a sus juguetes. Pero eso no te está pasando a ti, ¿o sí? Ethan te sigue cargando la mochila, y esperándote entre el cambio de clases, ¿no? Ah no... Espera él se reúne con nosotros en esos momentos. Quizá si te sigue diciendo lo linda que le pareces, y solo que le ayudes con su tarea de química. ¡Y a lo mejor sigue fastidiándote tanto como cuando regresamos a clases después de las vacaciones de invierno! Que va, de seguro lo hace en la clase de inglés y sigue replicándote para llamar tu atención. No me hagas mucho caso, ese no es tu caso, ¿o sí Claire?

—Señorita Everlin... ¡Señorita Everlin!

—Presente —respondió Claire aleatoriamente.

Todos soltaron en carcajadas. Entonces Claire frunció el ceño y se volvió para mirar a todos.

—¿Dije algo chistoso?

—Claire —habló Ethan—. Te preguntaron si querías hacer el ejercicio en el pizarrón.

Después de que Claire sintiera el bochorno de aquél momento. Todo fue mejor, en parte. No dejaba de ver a Ethan para analizar las acciones que tenía con ella, y sobre todo las que no tenía. Así que recurrió a un plan que ella juraba que nunca haría: Dar celos.

En los cambios de clases Claire iba con Ian, y el rubio estaba contento de ello, tanto que no le importaba mucho para que medios le estuviera hablando.

—Bueno, sí me alegro mucho de que me vuelvas a hablar —admitió Ian—. Y más el saber de qué ustedes dos no son novios.

—Pensé que lo sabías. Ethan y yo bueno... es complicado.

Ethan no estaba dejando pasar por alto todo eso. Pero fingía que no le tomaba importancia porque no quería ser o parecer uno de esos chicos que tachan de propiedad a las chicas. Él confiaba en Claire, y si ella había dicho que no tenía nada con Ian entonces le creería. Pero eso no le quitaba las ganas de ir hasta allá y decirle a Ian que se alejara de su chica de hermoso cabello del color de la caoba.

Todo empeoró en el receso, cuando Ian había invitado a un partido de basquetbol a Claire y todo se limitaba a ellos dos. Tyron pasaba al segundo plano en las jugadas en las que Claire se atrevía a hacer ella sola, y los demás jugadores estaban igual que el castaño.

Serena observaba a Ethan, que él a la vez miraba a Claire, todo parecía estar funcionando. Le había metido tantas dudas que para el almuerzo Claire estaba haciendo todo lo que Ethan odiaba que ocurriera en una relación: la falta de desconfianza que sentía y los celos.

A mitad del partido Tyron le murmuró algo a su amiga, haciendo que ésta dejara de botar el balón y dirigiera la potente mirada color verde hacia la cafetería. Ethan se estaba despidiendo de todos, ya tenía su mochila colgada en el hombro. Corrió hacia él y alcanzó a escuchar cómo se despedía de Jared.

—¿Ya te vas? —le preguntó Claire, un tanto triste y desconcertada.

—Sí, ya me voy —le contestó Ethan, cortante.

—¿Qué tienes?

—Nada —mintió—. Pero ya me quiero ir a la casa.

—En serio Ethan, dime que te pasa... Pareces una chica —Al escuchar esto hasta Jared se carcajeó. El pecoso no contestó—. No estoy aquí para rogarte, así que adiós.

—¿Todavía quieres ir a la premier? —le preguntó Ethan, tragándose los celos para no escupirlos en la oración.

—En este momento preferiría ir a la premier con Jared que contigo...

—Bien.

—Bien —replicó Claire, cruzándose de hombros y arqueando las cejas.

—Iré por ti a las nueve a la casa, si no sales entonces sabré que era en serio lo que decías sobre no ir conmigo —finalizó Ethan y se fue.

—Tranquila Claire, puedo conseguir más entradas para que vayas con alguien más —contestó, para su sorpresa, Charles.

Esas palabras retumbaron en la cabeza de Claire durante las siguientes clases, y todavía durante la tarde. Se encontraba sentada en la cama, mirando hacia el armario, debatiéndose si ir o no.

Tal vez y él ya lo hacía sólo por compromiso y ya no quería salir con ella. O quizá ya lo había hartado con su forma de ser. Todo era un caos en su cabeza. Ya no le quedaba mucho tiempo para decidir lo que quería hacer.

A las nueve de la noche se estaba estacionando el mini cooper negro afuera de la casa de los Everlin. Ethan se miraba por el espejo retrovisor para acomodarse el oscuro cabello que poseía. Intentaba hacer de todo para que el temor de que Claire no saliera no lo sucumbiera tan rápido.

Cerró los ojos para omitir el tener que estar viendo si se abría o no la puerta de la casa color beige. Había pasado un buen rato, entonces decidió abrir los ojos para prender el motor e irse. Era obvio que después del mal humor expresado con ella no iría. Había prendido el motor cuando la puerta del copiloto sonó. Allí estaba ella, sentándose.

—Será mejor que arranques el carro antes de que me arrepienta de esto.

—Claire yo...

—No digas nada Miller. Sólo avanza, por favor. Ya tendremos tiempo de platicar lo que pasó en la mañana. Vaya... ¡esto parece una crisis matrimonial y ni siquiera somos algo!

Ethan soltó una risita nerviosa.

Cuando llegaron al cine en donde sería la premier se dieron cuenta que habían llegado temprano. Así que Ethan optó por comprar una pizza en lo que esperaban.

—Entonces... ¿qué fue todo eso que sucedió en la mañana? —preguntó Claire, antes de darle una gran mordida a su pizza de carne molida.

—No lo sé, dímelo tú... —No pudo evitar mirar la muñeca de la chica, donde colgaba una gran pulsera llena de dijes— Incluso llevas ese absurdo accesorio. ¿Por qué no utilizas algo de lo que te he regalado? No te he visto con nada...

—Es que es muy usual que te vean con todo tipo de accesorios que tienen conchas y caracoles marinos —dijo Claire, con sarcasmo.

—Es una forma de decir que no te gustaron —afirmó Ethan—. Entiendo, entonces yo creo que el que debería estar aquí es...

—¡NO! Es decir, Ethan... ¿Por qué te afecta tanto que traiga esto puesto? —preguntó Claire, haciendo tintinear la pulsera. Soltó un largo suspiro—. También he usado el collar que estaba en los accesorios que me regalaste —Se llevó la mano al cuello y sacó una fina cadena de plata en la que colgaba una pequeña concha de mar, que al reverso traía el nombre del chico que tenía enfrente—. Fue muy lindo el gesto de ponerle tu nombre.

Cuando terminaron la pizza y se pararon, Ethan la abrazó por atrás, y la hizo girar media vuelta para que pudiera verla de frente.

—Perdóname por ser un completo cretino durante el día —Le besó la frente—. Prometo que lo recompensaré de la mejor forma.

Carlo y Lauren se les unieron después de dos horas, pero lo cierto era que ellos también habían llegado temprano, mas no quisieron interrumpir lo que sea que habían tenido esos dos para arreglar las diferencias de ese día.

Lauren se vio sorprendida cuando el castaño la llevó a cenar a un hermoso restaurante que estaba adentro de la plaza que estaba junto al cine.

Estaban esperando el momento en el que los dejaran pasar. Claire estaba muy emocionada y brincoteaba un poco al imaginarse que sorpresas les traería el filme, y también las decepciones. Carlo codeó en las costillas a su amigo y lo hizo mirar hacia cierta dirección entre la multitud que ya se había juntado.

Ahí estaba Charles con Serena, también estaba Giovanna y Adam y no podía faltar Jared y Tiffany. Solo no estaba Ashley, pero ella estaba en casa estudiando con alguien para los exámenes finales.

—¿Qué vamos a hacer? —le pregunto Giancarlo a su amigo.

—Tranquilo... Ellos de seguro que han comprado los boletos de la premiere, pero los que tenemos nosotros son unos especiales.

—¿A qué te refieres?

—Sabía que ellos tratarían de sabotear mi cita con Claire, entonces hice que el cine proyectara la película en otra sala sólo para nosotros —dijo Ethan, muy orgulloso de sí mismo.

—Muy buena idea, lo admito.

Ellos eran los primeros en la fila, entonces cuando se metieron a otra sala todos quedaron consterndos; y para su suerte a la Élite los habían hecho formarse porque ahí no importaba el dinero que tenías, sino el simple hecho de que fueras fangirl

Una vez que entraron a la sala les explicaron el por qué estarían solo ellos, y a las chicas no parecía afectarles tanto la situación. Había empleados que entraban y salían de la sala para llevarles los aperitivos que pedían para ver la película.

Ethan en vez de ver la película miraba a Claire, no podía evitar hacerlo. Las caras de Claire durante el rodaje de la cinta eran épicas, llenas de alegrías cuando veía que habían partes muy pequeñas en las que se llevaba a cabo lo mismo que en los libros; o caras de de disgusto al ver que cambiaban cosas.

Cuando visualizó a Carlo se dio cuenta de que ellos ya estaban con la mano entrelazada, y compartiéndose las palomitas. El sudor comenzaba a jugarle chueco, ya que sentía las manos húmedas. ¿Debería tomar de la mano a Claire? ¿Hacer como si quisiera agarra palomitas solo para rozar su mano con la de ella? ¿Pasar su brazo por su cuello, como usualmente lo hacía?

Miró a la izquierda, angustiado y deseando que Carlo le ayudara en esto. Y su amigo sí que lo vio de esa manera, así que de una forma sutil y moviendo los labios le decía que se atreviera y agarrara a Claire de la mano. Estaban separados por varios asientos vacíos, y por eso se le dificultaba el entenderle a Giancarlo, y más en ese lúgubre ambiente.

"—Tranquilo Ethan. ¡Ten calma! ¿Qué es lo peor que pueda pasar por querer agarrarle la mano? Bueno, puede quitarla, a lo mejor también abofetearme por tal atrevimiento y salir de aquí... —Negó con la cabeza—. ¡Pero si ya la has besado! Y eso es mayor que el gesto de tomarla de la mano. ¡TEN CORAJE MILLER!

Miró de reojo a Claire, y vio que su mano estaba en el pequeño brazo de la silla. Era el momento. Iba a su mano, cuando la quitó para agarra palomitas. Ethan rodó los ojos y se maldijo por ser tan lento. Pero aprovechó eso y, mirando al frente, llevó su mano hacia el balde de las palomitas, esperando encontrarse con la mano de la chica. Fue un pequeño roce, pero logró sobresaltar a Claire, haciendo que sintiera como si una corriente eléctrica le pasara por el cuerpo.

Ahora el único nervioso no era Ethan. Alejo un poco su mano, pero entonces decidió que no estropearía eso. Ella también se estaba armando de valor, entonces al ver que Ethan no sacaba la mano del balde, la acercó de nuevo. Entrelazaron sus meñiques primero. Sus corazones palpitaban rápido, diciéndoles que en realidad estaba sucediendo el contacto físico en esas ocasiones.

Por un momento Claire dejó de ponerle atención a la película y se concentró en lo que en verdad debería de hacer. ¿Qué se hace en esos momentos? ¿Debería tomarle bien de la mano, o hasta que él lo hiciera? ¿Podría decirle algo? Entonces dejó de preguntarse qué hacer cuando Ethan entrelazó bien su mano con la suya, y la sacaron del balde de las palomitas.

Estuvieron así hasta al final de la película así, y de vez en cuanto el pecoso se acercaba las manos para poder impartirle un beso tierno y suave a la mano de Claire. Una vez que la función terminó y salieron los cuatro juntos, discutiendo sobre la película (Ethan y Claire más que los otros dos) y sus puntos positivos y negativos y la relación con el libro, fue momento en el que se despidieron y tomaron caminos diferentes las dos parejas.

Al salir del cine, Ethan le colocó su chamarra en los hombros a Claire al ver que no había llevado un buen abrigo para esa noche tan ventosa. El trayecto fue largo pero no incómodo como cuando fue por ella a la casa. La tensión había desaparecido.

En el momento en el que Ethan estacionó el automóvil enfrente de la casa, le pidió a Claire que no saliera. Así que él rodeó el auto y fue a abrirle la puerta. Entrelazaron las manos de nueva cuenta y cruzaron la calle de ese modo. Se quedaron enfrente de la puerta, que estaba iluminada por un tenue foco.

—¡Ten! Ya he llegado a casa —dijo Claire, quitándose la chamarra de los hombros.

—¡No, no! —Ethan evitó que Claire se destapara— Quédatela, está fresco y no quiero que te resfríes. Además —Sonrió, de esa forma tan seductora con la que la castaña se derretía— se te ve mejor a ti que a mí —Bajó la mirada.

Claire le besó la mejilla.

—Gracias Ethan —apenas y logró hablar sin tartamudear o parecer una tonta romántica—. Me la pase muy bien...

—¡Yo igual! Es decir, siempre que estoy contigo me la paso bien, pero ahora fue mejor. No es que antes no fuera genial, pero... —Claire curveó los labios—. Tú me entiendes —Y ella asintió con la cabeza—. Entonces... ¿Te veo mañana?

—Sí, claro... Entonces debería ya meterme a la casa

—Claire espera —La tomó de la mano y la hizo ir con él. Fue Claire quien hizo que quedaran tan juntos, tan cerca. Y esas ganas de besarlo volvieron a brotarle, pero antes de hacerlo él lo hizo.

Ese beso no fue como los otros. No. Ese tenía más que un simple "me gustas" incrustado en los labios. Era como si sintieran todo lo que el otro sentía. Las sensaciones de mariposas ahora eran más grandes y cálidas. Claire llevó las manos al rostro de Ethan y lo acarició. Ese beso no tenía gota alguna de deseo sexual o tentación a lo desconocido; sino ternura y dulzura anhelando que esa calidez se repitiera más a menudo.

La luz del pórtico de la casa empezó a apagarse y prenderse con rapidez, para darle la señal a Claire de que era hora de meterse. Se despegaron, se miraron a los ojos y se sonrieron de la forma más dócil que tenían en ese momento.

—Será mejor que me vaya, no quiero que mi papá salga.

—Está bien —Ethan la soltó de la cintura para que pudiera alejarse—. Hasta mañana.

—Descansa Miller —dijo Claire, y entró a la casa.

Ethan esperó unos segundos, para que las mejillas ya no estuvieran tan coloradas, y también para recordar lo que había pasado un minuto atrás. Sonrió para sí, entonces emprendió camino a su carro de nuevo y no evitó hacer un ademán de alegría.

Claire había subido a la habitación rápido antes de que le preguntaran cómo le había ido y que no pudiera decirles nada más que asentir con la cabeza como una tonta empedernida. Se asomó por la ventana y vio a Ethan alegrarse haciendo ademanes que lo demostraba. Al ver que el auto color negro se iba, lo único que pudo hacer fue echarse a la cama y suspirar por amor.

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¡ÚNANSE!

Primero que nada: ¡Perdón por subir el capítulo hasta ahora! Se me fue horrible la onda, y más porque el miércoles salí a celebrarle el día a mi mami. Muy tarde pero, envíenles una felicitación enorme a sus mamás de mi parte :D Pasando a otra cosa, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Se imaginan con quién estaba Ashley? ¡Díganme qué parte del capítulo les gustó más! Y también a quién shippean más, a #Ethaire o a #Giauren. 

Este cap se lo dedico a Geraldine, quien comenta en los capítulos sin importar cuantos comentarios deje, y además por ponerle el nombre a los shipps de Ethan y Claire y el de Giancarlo y Lauren. 

Meme del capítulo: 

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