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La musa de Chad Strasser


*Creo que el no de cap está mal* 

—Entonces es verdad. ¿Ethan y tú..? —preguntó Ashley.

Claire estaba tumbada en la cama de la rubia, mirando al techo. Ahí estaba también Giovanna y Lauren, incluso Lily. La castaña asintió con la cabeza. Se le hizo un doloroso nudo en la garganta de tan sólo pensar que tendría que afirmarlo con una oración. Lauren fue hasta ella y le acarició el cabello.

—Sí, es oficial —respondió después de un tiempo. Se recargó en los codos para poder levantarse un poco y ver a sus amigas—. Él no quiere saber nada de mí. Todo por sus estúpidos celos —Empezó a llorar—, por no confiar en mí.

Todas sus amigas la abrazaron. Claire soltó todo ese sentimiento de tristeza que se tuvo que guardar mientras estaba en su casa el viernes. ¿Cómo le diría a sus papás que Ethan, a quien ya le habían tomado un poco de cariño, pensaba que lo había engañado de la manera más vil y cruel?

—¿Seguirás sentándote con nosotros? —preguntó Giovanna, limpiándole una lágrima de la mejilla a su amiga.

—No lo sé. Chad quiere que lo haga, pero tener que ver a Ethan después de lo de ayer... No lo creo. Tampoco me animo a tener que ver como Caroline está con él. Es obvio que a él no le dolió tanto nuestra ruptura, y lo sé por ver cómo estaba esa chica en su casa.

—Es una Williams, no le podemos hacer nada, ¡pero créeme que si no lo fuera! —exclamo Ashley, caminando de un lado a otro—. Aunque dudo que pequitas la invitara. Ethan no es así.

—¡Pues ya vieron que sí lo es! —habló Lily, entrelazando su brazo con el de Claire—. Qué bueno que Tyron le dio esa paliza cuando pudo.

—No metas a Ty en esto.

—¿Ty? ¿De cuándo a acá una plástica le dice a Tyron de cariño "Ty"? —le cuestionó Lily a Ashley—. ¿Por qué le llamas así? No tienes por qué hacerlo, ni siquiera le hablas. Yo soy con la que está saliendo.

—¿Estás... saliendo con él?

—Bueno, yo creo que mejor cambiamos de tema, ¿no lo crees Claire? —dijo Lauren, tratando de que más información no se supiera. Tyron estaba en serios problemas esta vez—. Si quieres puedo hablar con Carlo para que hable con el inútil de Miller. ¿Qué te parece?

—No. No quiero que Carlo haga nada, que no levante ni un dedo en todo esto. Él no puede convencer a su amigo de algo de lo que hizo. Si Ethan quiso terminar lo nuestro tendré que aprender a vivir con ello.

—Genial, ahora tendremos que soportar a una Claire mucho más escéptica en el amor que antes.

—A menos que... —interrumpió Giovanna. Las demás la voltearon a ver. La chica de ojos grises tenía una sonrisa de medio lado en su cara— ¿Y si Ethan se da cuenta del error que hizo?

—Gio tiene razón —Ashley se sentó en la cama, junto con Giovanna. Ya sabía que estaba tramando su amiga—. Ahora él no tiene cabeza para nada, pero una vez que se le pase el drama y los celos entenderá que te extraña como un loco.

—Chicas, en serio, no quiero que...

—¡Nada de eso Everlin! —insistió Lauren—. Escucha lo que dirán. Ellas lo conocen más que nosotras. Ahora Ashley, continúa con el plan.

Era temprano. Habían organizado una pijamada a última hora el viernes por la noche para darle fuerzas y ánimos a Claire por la situación que pasaba, así que ese día era día de club. Se apuraron y salieron apuradas, para llegar al club deportivo y ahora artístico del que eran miembros.

Cuando ya estaban entrando, les estaban pidiendo las identificaciones, Lily y Lauren no tenían la credencial pero tan solo con que Carlo fue por su chica le bastó al de seguridad para no armar un escándalo, por otro lado Lily entró como un miembro más. Había estado faltando a sus clases de equitación y por ello no había participado en la contienda junto con Ashley.

Pronto solo quedaron Carlo, Lauren y Claire solos, ya que los demás se habían ido a practicar su actividad.

—Mi clase es por allá. Nos vemos en un rato —se despidió Claire.

—Nos vemos Claire —se despidió Carlo. Cuando vio que su compañera estaba lo suficientemente lejos, se dirigió a Lauren—. ¿¡Están locas!? ¡Ethan estará furioso! No quiere ni verla en pintura.

—Ella quiso aprovechar su membresía. Aparte, no les ha dicho a sus padres lo que pasó con tu estúpido amigo, así que está actuando como si viniera a ver a su novio. ¿Crees que se perdonen?

—Miller puede ser un cabeza dura cuando se lo propone —Se cruzó de brazos—. Bueno, será mejor que me acompañes a mi duelo de esgrima, tengo que vencer a Caroline de alguna forma —Empezaron a caminar—. Por cierto, no estoy seguro de quien es el evento, pero asistirán varias personas y...

—¿Esa es tu forma de pedirme que sea tu cita esa noche?

—Estoy seguro de que esto es mucho mejor que solo llamarte avisándote que pasaré por ti en media hora.

—¿Te he dicho que eres un tonto? Sí, estoy casi segura de que lo he hecho alguna vez desde que te conocí.

—¡Claro que sí! Los primeros días que me hablaste, cuando todavía estaban viendo si me aceptaban en la Élite, era lo único que me decías.

Llegaron con su gemelo, con Ethan y con Charles para ver el duelo de ese día. Por otro lado estaban Ashley y Lily en las albercas olímpicas que ofrecía el lugar. Desde hace rato la tensión entre ella había pasado de no existir a ser el ambiente estipulado.

—Estás dando las brazadas muy flojas —le advirtió Ashley—. Por eso pierdes el ritmo.

—Ashley, estoy haciendo todo perfecto. Yo sé cómo braseo. Pero creo que es hora de que descansemos un poco. ¿Quieres un batido de fresas? ¿Eh? ¡Cómo en los viejos tiempos!

—De acuerdo. Acepto el batido, pero que sea de piña.

Fueron a las duchas. Lily le había mandado un mensaje a Lauren para que se reunieran todos. Fueron las primeras en llegar así que ordenaron sus bebidas, y en lo que esperaban a los demás, la pelirroja quiso saber más sobre porqué Ashley se ponía roja cuando mencionaban el nombre de Makenzie.

—¿Desde cuando eres amiga de Tyron? —Ashley dejó de sorber lo último de su bebida.

—Es raro, pero fue en aquella noche de la fiesta de Giovanna en donde conectamos. Ambos estábamos malheridos así que decidimos sobrellevar nuestras penas amorosas juntos —Los ojos azules de la rubia vagaron por el lugar, anhelando que alguno de sus amigos llegara en su auxilio—. Así que... ¿ustedes están saliendo?

—Sí. El miércoles pasado fuimos por un café. En realidad no pensaba que me llamara para invitarme a salir, no después de que...

—Lo rechazaras una y otra vez...

—Ashley, sé que te gusta. Lo veo en cuanto hablamos de él, pero vamos... ¡¿En serio pensabas que tendrías oportunidad con él?! ¡Ha estado enamorado de mí desde que entramos a la preparatoria, sino es que mucho más...

—De hecho, Lily, pensaba que tendría el suficiente cerebro para ver que alguien como tú, que solo lo está utilizando para llenar ese vacío que siente al ver que sus amigas han subido de posición en la jerarquía escolar. Y sí, Tyron es un buen muchacho, guapo y educado, y eso no se encuentra ni por ser miembro de la Gran Élite de la ciudad.

—Me estás intentando decir que...

—¡Sí Lily! Te estoy intentando hacer saber que no me quedaré cruzada de brazos —concluyó Ashley, parándose de su asiento. Se iría de ahí, no quería que la viera llorar al saber que una vez más había sido desechada.

—¡Ey Griffin! ¿A dónde crees que vas? —gritó Serena, llegando a la mesa de la que se había parado su amiga. Vio a Lily sentada, furiosa—. ¿Te importa? Es nuestra mesa, así que fuera.

—Da igual, no tengo humor para estar aguantándote tus berrinches —Lily tomó sus cosas y se fue de ahí.

Charles estaba a nada de perseguir a la pelirroja y hacer que se disculpara con Serena. Nadie le hablaba así a un Levinson. Nadie. Pero para su sorpresa, su chica le pidió que no armara un escándalo, no por hoy. Ashley volvió a la mesa y platicó con ambos, y mientras avanzaba la charla llegaron Tiffany y Jared acompañados por su hermano y su pareja.

—¡Miller! ¿Qué ha pasado? ¿Por qué te has retardado?

—Acompañé a Caro a su automóvil a dejar sus cosas.

—También aproveché para decirle sobre sus puntos débiles en esgrima —aclaró Caroline. Iba a tomar asiento al lado de Carlo.

—Lo siento, está apartado este lugar.

—¿Apartado? ¿Para quién, Mitman? —preguntó Miller.

A unos metros de distancia se escucharon risas. Él alzó la almendrada mirada y vio a Chad con Claire, haciéndola reír. Ella se veía alegre sin un ápice de tristeza invadiéndole el rostro. Ethan cerró los puños para contener su furia. No quería que él estuviera cerca de ella. No lo quería ni siquiera en ese lugar.

—Hola chicos —saludó Chad—. ¿Qué hacen? ¿Cómo les fue hoy?

—De maravilla —le contestó Charles—. Pero dime, ¿qué hace ella aquí?

—Creo que había quedado claro ese tema —les recordó el segundo más pequeño del grupo—. No tengo que pedirte aprobación de nada, es más, creo que a mi hermano mayor le hará demasiada gracia esto. Hasta que tengo entendido irás al North college, y lamento informarte que con tan solo una llamada puedo hacer que te expulsen de la fraternidad a la que ya estás inscrito. Mi hermano es el jefe de esa fraternidad.

—Siéntate Claire —le pidió Charles, de mala gana—. Recién íbamos a pedir que nos trajeran el almuerzo, ¿qué pedirán?

Caroline le hizo un gesto de manos a Ethan para que se sentara a su lado. Él accedió después de pensárselo unos momentos. No dejaba de ver a Claire, y ella no parece tomarle importancia a las potentes miradas de su exnovio. Estaba contenta hablando con Tiffany y con Lauren, haciendo bromas y recordándoles que los exámenes finales eran dentro de quince días.

Claire estaba fascinada viendo a Chad, poniendo atención a cada palabra que le decía. Le sonreí con fervor y todos en la mesa sabían que ella estaba siendo muy obvia con su coqueteo, incluso se sentían incómodos de ser un estorbo en ese momento en el que se suponía tenía que ser íntimo entre ellos. Los ojos azules del muchacho sonreían con tan solo mirar de soslayo a Claire. Había pasado uno de sus brazos por los hombros de ella para acercarla a él.

Ethan no se quedó con los brazos cruzados. Hizo lo mismo con Caroline, quien tenía a un lado. Es más, tenía de un lado a la morena y del otro a Serena. Estaba empezando a sacar sus facetas seductoras con ambas, pero más con la prima de Meredith. Aunque Claire seguía sonriendo, tratando de esquivar dicha escena, por dentro estaba llorando por no ser a quien el pelinegro le estaba sonriendo.

—Tengo una noticia que hacerles —habló Chad, después de un rato. Le sirvieron sus waflles con helado—. Gracias. ¿Quieres decirles tú o yo lo hago? —le preguntó a Claire, sonriente.

—Hazlo tú.

—¿Qué? ¿Nos van a decir lo que es obvio? —inquirió Ethan, tratando de sonar casual. No retiró el brazo de los hombros de Caroline—. ¿Nos dirán que son novios?

—¿Qué? ¡Claro que no! —Negó Chad con la cabeza—. Claire aceptó ser mi musa para la próxima galería de fotografías y pinturas que haré. Se exhibirán en Alemania, mi abuelo quiso que fuera allá.

Varios de la mesa empezaron a vitorear a Claire. Ethan se quedó callado, apretando con fuerza la mandíbula. Ahora no había forma en la que esos dos no pasaran más tiempo juntos.

—Pues felicidades Everlin —le dijo, con un tono tajante—. Ahora podrás estar más tiempo con él, como lo querías —Se paró—. Vámonos Caro.

Los vieron partir al estacionamiento. Claire hizo el ademán de pararse, pero Chad la detuvo.

—No lo hagas, confía en mí —La ayudó a sentarse de nuevo.

Su plan había funcionado de cierta manera. Le habían hecho saber a Claire que Ethan aún la quería, sino ¿por qué seguiría celoso? Ella no quería continuar con eso. Chad lo sabía. Ella no se pudo callar y le pidió que le ayudara a poner frenético de envidia a Ethan, en vez de sólo utilizarlo como carnada y tener el remordimiento de que le uso ilusiones a alguien inocente. Sabía que se sentía ser el cebo en el juego del amor. Él había accedido de inmediato, sin embargo le advirtió que el pelinegro podía pensar que en realidad lo del antro nocturno había sido real, que lo había engañado.

El lunes en el receso Chad le pidió que fuera a su estudio de fotografía para empezar a retratarla para su exposición. Lo había hecho antes de que Ethan llegara, para que no supiera nada de eso, tal vez y su imaginación le jugara tan chueco que se hiciera miles de historias en las que él y Claire se estuvieran besándo y no sabría en dónde ni cuándo podía interrumpirlos. Al tiempo llegó él con Caroline.

Claire sacó un libro nuevo y lo puso enfrente de su cara para que ninguno de los presentes la pudiera ver llorar, solamente los que estaban a sus costados la veían hacerlo. Su corazón estaba demolido, triturado y no sería tan fácil repararlo.

—Estás empapando las páginas del libro —le susurró Carlo. Por primera vez en su vida sentía feo, una sensación extraña al ver llorar a su compañera.

—Qué pena... Es un libro magnífico. Matar a un ruiseñor, que irónico el título, ¿no lo crees?

Ethan estaba al pendiente de lo que se hacía al otro lado de la mesa. No podía ver completamente a Claire, pero decidió ya no mirarla más. El hacerlo sólo le rompía más el corazón. Desde el sábado estaba decidido a olvidarla, a dejarla hacer lo que ella quisiera, y si eso implicara que estuviera con Chad, entonces lo haría. Él también tenía sus sentimientos rasgados, y sabía que no podía llamarle de una forma despectiva a Claire, siendo que había sido lo más lindo que había tenido después de un tiempo. Estaba sentenciado a que tenía que abrir los ojos y dejar que alguien más le amara. Y ahí estaba Caroline, sentada a su lado.

Ethan logró visualizar como las lágrimas le resbalaban por el cuello a Claire, y ésta con rapidez se las limpiaba para que no lo notara.

—Claire, ¿estás bien? —preguntó Adam, preocupado.

—Sí, seguro. Es sólo que el libro es muy emotivo —mintió—. Mañana los veo, tengo que ir a hacer algunas cosas a los lookers.

Salió caminando de ahí. El alumnado se le quedaba viendo, sabiendo que su relación con el increíblemente guapo Ethan Miller se había culminado, y eso levantaba aún más los rumores, pues Chad no dejaba que se fuera de la Élite de New High.

El receso pasó más lento de lo que ella hubiera querido, pero la compañía de Chad lo había hecho más ameno todo. Había llorado en su hombro. Él trataba de animarla contándole chistes, o cosas sobre sus viajes a Alemania para visitar a su abuelo. Le dijo que cuando todo estuviera por terminar él mismo la llevaría a ese país para que se viera en enormes pinturas y fotografías.

—No te ves muy bien Everlin, ¿pasa algo? ¿Me quieres contar?

—No Makenzie. Ya no. Hablé con Chad —Sonrió. Sus ojos todavía estaban hinchados y rojos— y me ayudó demasiado desahogándome.

—¡Pero si me tienes a mí! No tienes porqué ir con él...

—Él estaba en ese momento. ¿Sabes? No quiero discutir. No quiero perderte a ti también —Vio por encima del hombro de su amigo y vio a Ethan muy sonriente con Giancarlo. Estaba hablando por teléfono y sonreía demasiado.

Por la tarde Chad pasó por ella a su casa. Les había pedido permiso a los señores Everlin para tomarle las fotos a Claire, ella dijo que no estarían solos en el estudio, sino que se les uniría Lauren y Lily. Incluso el chico Starsser les dijo que le pagaría a Claire por acceder a ser su musa para ese trabajo, que les pagaría el boleto para que fueran a la galería en Alemania. Ella les dijo que era un buen amigo de Ethan, y que él no dejaría que nada le pasara}; pareciese que esas fueron las palabras mágicas para todo eso y la dejaron ir, con la condición de que les reportara cada hora cómo iba todo.

—Tal vez pase tu tío Elliot por ti —le dijo su padre por el teléfono—. Está por la zona, dijo que estaba con su novia, así que no hay problema.

—De acuerdo. Nos vemos en la noche papa. Adiós.

La mansión de los Strasser era de fachada color blanco, con pilares pronunciados. Los muebles de adentro se veían que habían costado una fortuna. El estudio estaba en la planta baja, cruzando el jardín. Era como otra pequeña casa dentro de esa inmensa.

—¿Trajiste tus cambios de ropa? —le cuestionó Chad, tomando una de sus cámaras profesionales.

—Sí. Aunque ahora viendo todo esto, creo que no son los adecuados.

—Tranquila, estoy seguro de que estarás radiante con cualquier cosa que te pongas. Subiendo las escaleras hay un baño, puedes cambiarte ahí en lo que yo acomodo todo.

Claire subió y se cambió el atuendo. Se miró en el espejo que había ahí. Tenía que hacerlo, era su forma de que no la expulsaran por completo de la Élite y perder para siempre a Ethan. Debía de ganarse fama con esa galería en la que ella sería la única a la que verían; debía ser lo suficientemente famosa como para que incluso Serena ya la tratara bien.

Bajó y se puso enfrente de un gran pedazo de papel blanco, con varias lámparas profesionales delante de ella.

—Tomaré algunas fotos para prueba. Posa como quieras. —le dijo Chad, mirando por el lente de la cámara. Se le veía la dedicación que le tenía a ese hobby—. ¡Perfecto! ¡Sales fantástica! Bien, empecemos.

—¿Cómo debo posar?

Chad fue hasta ella, se puso a su lado y le dijo cómo debía de ser sus movimientos, algunas técnicas de modelos a las que había retratado con anterioridad. Le dijo que se divirtiera y que no pensara mucho a la hora de posar. Debía ser ella, porque eso era lo que quería capturar con su cámara. Su esencia.

Después de diez minutos Claire se desenvolvió, empezó a sonreír y a ser ella misma: bailando y carcajeándose. Tocaron la puerta y Chad gritó para que pasaran.

—Joven Strasser, hay dos chicos que vienen a visitarle. ¿Les digo que está ocupado?

—No, Rosa, diles que pasen —Claire no dejaba de posar.

Chad se detuvo. Fue por un banco alto de madera barnizado que tenía por ahí. Le pidió a Claire que se sentara en él y mirara a la cámara fijamente.

—Claire, ¿crees poder bajar el chal que tienes? Que te llegue a los hombros para que se vean desnudos, la blusa strapple de rayas no se verá. Serán retratos de los hombros para arriba.

—Seguro —Se quitó el chal que le había prestado el chico de su madre y se postró de perfil, todavía sentada en el banco.

—Ahora voltea un poco y mira hacia la cámara —Se escuchó el sonido del diafragma de la cámara abriéndose y cerrándose. Claire movía la cabeza de arriba abajo al igual que la mirada. Cuando la puerta se escuchó abrirse de nuevo miraba al suelo. La intriga por saber quién había ido le hizo alzar la mirada color verde.

Ethan y Caroline iban entrando. El pelinegro se quedó rígido mirándola. Se veía bella. Tragó saliva con dificultad. Claire lo miraba, todavía posando, no dejando de lado su lugar. Sus corazones se desbocaban pero al mismo tiempo sentían que no latían tan rápido y podrían morir asfixiados.

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¡Hola caramelos! Un nuevo capítulo de La Élite de New High. ¡Espero que les guste mucho!
¿Qué creen que pase? ¿Creen que volverán pronto? 😏 ¿Qué piensan sobre la rivalidad que se dio entre Ashley y Lily? 😱

¡No se olviden de comentar y votar! Amo ver que pocas teorías tienen para el próximo capítulo💕🙊

Imagen del capítulo anterior


Memes hechos por @MichelleDobwart que publicó en el grupo😂


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